ADRIANNY STEPHANIE SALOM

MANTILLA
Todas las personas tienen
el derecho a trabajar si
están en disposición de
hacerlo. Hay personas con
discapacidad intelectual
que pueden tener y
mantener un trabajo
porque pueden ser
responsables, tener
constancia, ser puntuales,
tener habilidades... Tener
un trabajo nos hace
sentir útiles, miembros
de la sociedad.
 En Colombia, el 61% de las personas con
discapacidad no recibe ningún tipo de ingreso
económico para su subsistencia (*), es necesario que
como sociedad les brindemos más oportunidades
laborales.

 Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, en

el mundo más de mil millones de personas viven con
algún tipo de discapacidad.

 De acuerdo con las proyecciones del Departamento

Administrativo Nacional de Estadística, Dane, en
Colombia hay alrededor de 3 millones de personas
con esta condición, de las cuales el 52% está en
edad productiva, pero solo el 15,5% realiza algún tipo
de trabajo por el que en su gran mayoría reciben
menos de un salario mínimo.
 De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud
(OMS), las personas con discapacidad tienen más
probabilidades de estar desempleadas y
generalmente ganan menos cuando trabajan. Esto,
obedece al imaginario que aún existe en la sociedad y
en el sector empresarial acerca de que una persona
en esta condición no puede desempeñar
adecuadamente algún trabajo o que de hacerlo no lo
haría con los mismos criterios de calidad de aquella
que no tiene discapacidad.
 personas con discapacidad no
es solo un tema de voluntad, es
algo que requiere del
compromiso y de la articulación
de la empresa a través de
diversas áreas como la de salud
ocupacional, gestión humana,
jurídica, entre otros, lo cual es un
esfuerzo que trae grandes
beneficios.
“Brindar a las personas con discapacidad
oportunidades laborales no es un favor que
nosotros las empresas hacemos a la sociedad, por
el contrario, es un deber social que debe ser
entendido como una oportunidad para crear
ambientes laborales para “todos”.

tiene derecho a acceder a un empleo digno y a

desarrollarlo en igualdad de condiciones con y
como los demás, lo que le permitiría adquirir
estándares adecuados de vida y de protección
social.
 Ser preferidos en igualdad de condiciones en
procesos de licitación, adjudicación y celebración
de contratos públicos o privados si tienen en sus
nóminas un mínimo del 10% de sus empleados
con discapacidad.

 Tener prelación en el otorgamiento de créditos de

organismos estatales, siempre y cuando estos se
orienten al desarrollo de planes y programas en
los cuales participen personas con limitación.
 Beneficios arancelarios a la importación de
maquinaria y equipo adaptados o destinados al
manejo de personas con limitación.
 Trabajan como contables, economistas, abogados,
gestores, psicólogos, periodistas, programadores,
camareros, limpiadores, jardineros... De hecho,
puede afirmarse que no hay trabajo que no pueda
desempeñar una persona con algún tipo de
discapacidad, y con la misma eficacia que el resto
de la población.

 En una empresa:
La Ley de Integración Social de los Minusválidos
(LISMI)obliga a las empresas de 50
trabajadores/as o más a reservar un 2% de los
puestos de trabajo para personas con
discapacidad.
 En un Centro Especial
de Trabajo (CET):
Son empresas donde como
mínimo un 70% de su
plantilla tiene alguna
discapacidad. Hay un
equipo de profesionales
que apoyan a la persona
con discapacidad para
facilitar su adaptación al
puesto de trabajo y
potenciar el desarrollo de
su vida profesional.
 En la Administración pública:
Las administraciones pueden realizar
convocatorias restringidas sólo para personas con
discapacidad intelectual.
Dar ocupación a una persona que padece
discapacidad, sin embargo, puede otorgar una serie de
ventajas de tipo laboral a las empresas.

 Mejora la imagen de la empresa.

 Mejora el clima laboral.

Las empresas cuentan, además, con una serie de
incentivos económicos en el caso de que decidan
contratar trabajadores que padezcan algún tipo de
discapacidad:

 Bonificación
 Subvenciones
 Deducción en el impuesto sobre sociedades
Las personas con
discapacidad representan
aproximadamente mil
millones de personas, un
15% de la población mundial.
Alrededor del 80 por ciento
están en edad de trabajar. Sin
embargo, su derecho a un
trabajo decente, es con
frecuencia denegado. Las
personas con discapacidad,
en particular las mujeres con
discapacidad, se enfrentan a
enormes barreras
actitudinales, físicas y de la
información que dificultan el
disfrute a la igualdad de
oportunidades en el mundo
del trabajo.