Aplicando los principales ratios financieros al balance
anterior, los resultados son los siguientes: 1.- Ratio de endeudamiento: Determina la proporción que existe entre el importe total de las deudas de la empresa y el valor de su patrimonio neto. Pasivo/Patrimonio Neto 120.000 / 60.000 = 2 Por cada 2 euro de pasivo hay 1 euro de patrimonio neto. Valor recomendado = Entre 0,40 y 0,60 euros de pasivo por cada euro de patrimonio neto. 2.- Ratio de solvencia: Determina la capacidad que tiene la empresa para hacer frente a todas sus deudas y obligaciones empleando para ello todos los bienes y derechos que integran su activo. Activo / Pasivo 180.000 / 120.000 = 1,50 Por cada 1,50 euros de activo la empresa cuenta con 1 euros de pasivo. Valor recomendado = En torno a 1,50 3.- Ratio de liquidez: Mide la aptitud de la entidad para pagar las deudas que vencen a corto plazo (plazo inferior a un año) con los bienes que integran su activo corriente. Activo Corriente / Pasivo Corriente 91.000 / 92.000 = 0,98 Por cada 0,98 euros de activo corriente la empresa tiene 1 euro de deuda que vence a corto plazo. Valor recomendado = En torno a 1
4.- Ratio de tesorería:
Este indicador analiza la solvencia más inmediata de la empresa, porque determina la capacidad que tiene para liquidar sus deudas a corto plazo sólo con sus bienes más líquidos: los que integran el activo corriente pero sin tener en cuenta las existencias. Disponible + Realizable / Pasivo corriente (24.000 + 42.000) / 92.000 = 0,71 Con cada 0,71 euro de activos más líquidos “Atlántico, S.L.” tiene que hacer frente a 1 euro de deuda que vence a corto plazo. Valor recomendado = En torno a 1. Interpretación de la situación financiera de la entidad: A primera vista se observa que el nivel de endeudamiento de la empresa es bastante alto en comparación con los fondos propios con los que cuenta. Al ser este su primer año de actividad y haber obtenido ya 27.000 euros de beneficio es posible que durante el siguiente ejercicio la situación se revierta si se sigue la misma trayectoria en los resultados (al aumentar la partida de “beneficios” se incrementa la de “patrimonio neto”). Paralelamente a esto, el montante global de la deuda sí que guarda una correcta relación con el importe total del activo porque el ratio de solvencia está en su nivel óptimo. Analizando más concretamente las características de la deuda observamos que en lo que se refiere a su distribución entre el corto y el largo plazo: Por una parte, la proporción entre el activo corriente y el pasivo corriente es correcta. Pero por otra parte, el importe de sus activos más líquidos (el dinero y aquellos otros elementos que puede se pueden convertir en dinero de una forma rápida) es bajo teniendo en cuenta la deuda a la que tiene que hacer frente la entidad en un plazo inferior al año. Esto puede ocasionar problemas de tesorería. Podríamos concluir señalando que si realmente existen esos problemas de liquidez inmediata, tal vez con una aportación de efectivo por parte de los socios se podrían solucionar (al contar con más dinero al contado) y, a la vez, minorar algo la distorsión que plantea el ratio de endeudamiento (al aumentar la partida de patrimonio). Esta medida podría ser suficiente siempre y cuando las previsiones de obtención de beneficios se mantengan.