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Identidad
personal
Identidad
social
La filosofía marxista no podría existir tan
solo como sistema porque, ejemplo
único en el conocimiento, solo existe por
su aplicación a la práctica. Sin la
determinación correctiva de la praxis.
Para el marxismo la comprensión ultima
del proceso histórico debe buscarse en
la manera como se organiza los hombres
para producir sus medios materiales de
existencia e intercambiarlos. De este
modo de producción y de intercambio,
nace la organización social, es decir la
división social del trabajo entre los
individuos y grupos de individuos en el
seno de la sociedad.
La sociedad vive sin descanso un conflicto permanente entre
división social del trabajo y fuerzas productivas. Cada cambio
en las fuerzas productivas modifica, en diversa medida, la
división social del trabajo.
La superestructura puede definirse como el conjunto de
instituciones, normas y valores que constituyen la división social
del trabajo en un momento dado: el aparato del Estado, los
diferentes sistemas ideológicos, los hábitos y las costumbres, la
división de los individuos en unidades colectivas distintas
(clases, castas, clanes, etc.).
La distribución de los individuos en clases corresponde a un
momento dado de la división social del trabajo, y la lucha de
clases es la lucha entre esas unidades colectivas (sobre todo, los
dos extremos: los dominantes y los dominados) para cambiar su
posición relativa en esta división social del trabajo.
Esta lucha tiene por objeto la apropiación de lo que Marx llama la
superproducción social. El trabajo humano (es decir, el acto de
transformación de la naturaleza en producto destinado a satisfacer
las necesidades del hombre) es la base de toda la vida social.
Este trabajo humano crea los productos necesarios al hombre para
su supervivencia. En cuanto la producción sobrepasa lo que le es
necesario al hombre para sobrevivir.
Como el mismo Marx dice: "Los filósofos no han hecho más que
Interpretar el mundo de diferentes maneras; pero lo que importa
es transformarlo."
Esta transformación se apoya en el conocimiento de la realidad
modificada sin cesar y enriquecida por la práctica
transformadora.
TEORÍA DE LOS SISTEMAS
La teoría de los sistemas nace del encuentro
entre el funcionalismo y la sociología de las
organizaciones que de él se desprende y el
lenguaje de la cibernética. Sin embargo, es
preciso señalar que la teoría de los sistemas
no se presenta sólo como una teoría
sociológica: pretende ser una "teoría
general" aplicable tanto a las ciencias
naturales, como la física o la biología, y a las
ciencias humanas, como la psicología y la
sociología.
Un sistema se define como un conjunto
organizado que conforma una totalidad, que
no se puede reducir a la suma de los
elementos constituyentes. Si los elementos
son muy interdependientes se hablará de
sistema muy organizado (la familia, por
ejemplo); si los elementos son relativamente
independientes, se hablará de sistema de
escasa organización (una ciudad, un barrio).
Los diversos elementos de
un sistema, cualquiera sea
su nivel de organización,
están jerarquizados,
diferenciados y
especializados. Su relación
de interdependencia
determina que toda
modificación de uno de los
elementos acarree
modificaciones de todos los
otros y del sistema entero.
Ello se debe también a que
un sistema tiende siempre a
un estado de equilibrio.
Sometido a una fuerza
externa o interna, el sistema
recupera, después de una
ruptura, la situación de
equilibrio anterior
TRABAJO SOCIAL Y
TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
La sociología aporta al TS un espectro
general de análisis de los fenómenos
sociales: estructuras, instituciones,
normas.
Además, otro aporte de la sociología
consiste en enseñarnos a relativizar las
normas sociales, a ver que esas normas
son el resultado de equilibrios frágiles,
en un momento dado. Así pues, las
diferentes teorías sociológicas aportan a
los trabajadores sociales elementos para
el análisis de los procesos sociales que
les permiten comprender la situación
particular del usuario (conductas,
valores, determinismos sociales, etc.), ya
se trate de un individuo, un grupo o una
colectividad.
La teoría de sistemas puede en
ciertos niveles microsociales (el
sistema familiar, por ejemplo)
guiar la intervención del TS,
permitiéndole analizar los efectos
de su acción en ciertos puntos del
sistema sobre el sistema en su
conjunto.
Finalmente, las teorías
sociológicas permiten situar el
trabajo social en el conjunto del
campo social y examinar el papel
a que está llamado que se le
solicita desempeñar. Las teorías
sociológicas permiten a los
trabajadores sociales ubicarse en
relación con ese papel y,
eventualmente, tratar de
transformarlo.