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El desánimo

¿Qué es el desánimo?
Es la falta de ánimo y fatiga del ser interior por
las presiones y circunstancias de la vida, es darse
por vencido en cruel abatimiento.
• Texto: Números 21:4 “y se desanimó el
pueblo por el camino”
• El pueblo de Israel en su peregrinaje por el
desierto se desanimó en el camino. Todos
fueron presas del desanimo y en consecuencia
empezaron a murmurar y a quejarse
desesperadamente de su situación física, sin
importarles su condición espiritual.
• El desanimo es una de las armas “sutilmente
especial” de Satanás.
Nadie está exento de estar o llegar a desanimarse en algún
momento de su vida:
• Moisés (Num. 11:10-15) Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias,
cada uno a la puerta de su tienda; y la ira de Jehová se encendió en gran manera;
también le pareció mal a Moisés. 11. Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho
mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la
carga de todo este pueblo sobre mí? 12. ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo
engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que
mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres? 13. ¿De dónde conseguiré yo
carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que
comamos. 14. No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado
en demasía. 15. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si
he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.
• El pueblo de Israel (Num. 32:7-9) (Ruben y
Gad)

¿Y por qué desanimáis a los


hijos de Israel, para que no
pasen a la tierra que les ha dado
Jehová? 8. Así hicieron vuestros
padres, cuando los envié desde
Cades- barnea para que viesen
la tierra. 9. Subieron hasta el
torrente de Escol, y después que
vieron la tierra, desalentaron a
los hijos de Israel para que no
viniesen a la tierra que Jehová
les había dado.
Josué. ( Josué 7:7-9)
Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué
hiciste pasar a este pueblo el Jordán,
para entregarnos en las manos de los
amorreos, para que nos destruyan?
¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro
lado del Jordán! 8. ¡Ay, Señor! ¿qué diré,
ya que Israel ha vuelto la espalda delante
de sus enemigos? 9. Porque los cananeos
y todos los moradores de la tierra oirán,
y nos rodearán, y borrarán nuestro
nombre de sobre la tierra; y entonces,
¿qué harás tú a tu grande nombre?
• David (1 Sam. 30:6) Y David se angustió mucho, porque
el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo
estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y
por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.
• Jeremías (Jer. 15:10) ¡Ay de mí, madre mía, que me
engendraste hombre de contienda y hombre de
discordia para toda la tierra! Nunca he dado ni tomado
en préstamo, y todos me maldicen.
• Los discípulos del Señor (Luc. 24:17) Y les dijo: ¿Qué
pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras
camináis, y por qué estáis tristes?
• Él desánimo nunca viene ni vendrá de Dios. Cristo es el autor de la fe y de la
esperanza que nunca nos desilusionará.
(Sant.3:17). “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después
pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin
incertidumbre ni hipocresía”.
Algunas causas del desanimo

1. El desánimo es una de
las armas más efectivas de
Satanás; sabe que si puede
destruir nuestro ánimo,
seremos inútiles en
nuestro servicio a Cristo.
• 2. El desanimo viene porque el ser
peregrinos en esta tierra no es
fácil. requiere fortaleza y
paciencia para servir con ánimo
pronto y esperar con paciencia el
cumplimento de la vida eterna y
sus mansiones gloriosas.
• Muchos creyentes al igual que el
pueblo de Israel se cansan en su
caminar por el desierto del
mundo, añoran las cosas del
mundo, y se alejan de las cosas de
Dios.
• 3. El desanimo viene porque no se
aprende a sobrellevar las cargas los
unos a los otros, orar y perdonar.
(Causa frecuente)

• Sobrellevad los unos las cargas de los


otros, y cumplid así la ley de Cristo.
Gálatas 6:2
• Así que, por cierto es ya una falta en
vosotros que tengáis pleitos entre
vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís
más bien el agravio? ¿Por qué no
sufrís más bien el ser defraudados?
1Cor. 6:7
• No juzguéis, y no seréis juzgados; no
condenéis, y no seréis
condenados; perdonad, y
seréis perdonados. Lucas 6:37
4. El desanimo viene porque el corazón
y las ventanas de él, es decir los ojos,
todavía están puestos en el mundo y sus
deseos no en Jesús el autor, dador y
consumador de la fe. (Col 3:2), “Poned
la mira en las cosas de arriba, no en las
de la tierra”.
Pero cuando el corazón se pone en las
cosas de la tierra y esas cosas o
personas no llegan o no actúan como
quisiéramos entonces el desanimo se
apodera de la vida.
(Salmos 73:2-3) “En cuanto a mí, casi
se deslizaron mis pies; Por poco
resbalaron mis pasos. Porque tuve
envidia de los arrogantes, Viendo la
prosperidad de los impíos”.
5. El desanimo viene porque muchos
ven las circunstancias como
barreras invencibles porque confían
más en el hombre que en Dios.
Los diez espías que fueron a reconocer
la tierra trajeron informes negativos de
desaliento para el pueblo.
• Así ha dicho Jehová:
Maldito el varón que
confía en el hombre, y
pone carne por su brazo, y
su corazón se aparta de
Jehová. Jer. 17:5
6. El desanimo viene cuando el miedo, el temor, la falta de dependencia en el
poder de Dios se apodera de la mente y la persona se torna cobarde, y se
desanima porque el miedo es un terrible enemigo.
(1 Reyes 19:3-4) “Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y
vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto
un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo:
Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”.
• Jesús el Señor dijo: “no se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”
• ¿Cuáles temores te desaniman?
7. El desanimo viene cuando se pone atención a críticas, las burlas y
amenazas de los enemigos de las cosas de Dios. (vecinos molestosos)
Nehemias (4:11) “Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni vean, hasta
que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la
obra”.
8. El desanimo viene cuando el creyente está desocupado en la obra de la iglesia,
cuando deja de reunirse constantemente, cuando deja de leer las sagradas
escrituras y predicar el evangelio a otras personas, la ociosidad es la antesala del
desanimo. (y el desanimo la antesala de la queja)
Evitemos el desanimo accionando nuestra fe y servicio a Dios, teniendo el mismo
sentir con los demás miembros de la iglesia.
Naturaleza interna del desanimo
• Una señal de desánimo es una mente dividida. Este
desenfoque básico afecta todos los aspectos de la
vida y cada decisión. No importa lo que usted haga,
siente como si una nube oscura estuviera cubriendo
su mente.
• El desánimo lleva también al “juego de la culpa”, en
el que sentimos una profunda necesidad interior de
acusar a los demás. Usted quizás quiera culpar a
Dios porque ha permitido que le ocurran
circunstancias dolorosas, o culpará a otros por la
manera como le tratan.
• Quizás usted mismo se sienta culpable por las malas
decisiones o los errores cometidos en el pasado.
Pero culpar a otros de nada sirve.
Acciones que pueden evidenciar el desanimo.
• 1. falta de apetito por la Palabra de Dios.
• 2. poco diálogo con Dios. Poca exaltación privada hacia
él.
• 3. Aumento de la murmuración y la queja.
• 4. Pocas cosas para agradecer.
• 5. Cambio de las prioridades.
• 6. Menosprecio de la comunión de los santos.
• 7. Aumento de las excusas a la hora de cualquier
servicio en la Obra del Señor.
• 8. Evaluación del servicio como una carga y no como un
privilegio.
• 9. Apego y participación en actividades mundanas.
• 10. Ceguera espiritual para asombrarse de las verdades
transformadoras de la Palabra de Dios.
Esperanza en Cristo para el desanimo
• Debemos recordar que en Cristo somos más que vencedores y
que al desanimo no le debemos dar lugar y cuando toque a
nuestra puerta debemos confiar en Dios.
• (1 Ped. 5:6-11), Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os
exalte cuando fuere tiempo; 7. echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque
él tiene cuidado de vosotros. 8. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el
diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9. al cual
resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van
cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 10. Mas el Dios de toda
gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis
padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y
establezca. 11. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Debemos tener la firme resolución
de mantener el ánimo y el gozo del
Señor recordando su Palabra y sus
promesas. “No te dejare ni te
desampararé”
Amén…

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