El relato de la creación alcanza su clímax en el
día sexto. Nótese cuánto más completa es la descripción del trabajo de Dios de este día que en cual quiera de los días anteriores. Aquí Génesis define el propósito de la humanidad y su lugar en el plan de Dios. Dios dice que el hombre ha de ser creado a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Una de las implicaciones del ser imagen de Dios es que el ser humano fue creado para que le representara en esta creación. Esto significa que la humanidad, tanto el varón como la mujer, es representante de Dios en la tierra. Según Génesis 1:28, para ser su representante, Dios concedió al hombre tres cosas: Fecundidad (“fructificad y multiplicaos”) Autoridad (“sojuzgad”) Dominio (“señoread”) cf. Salmos 8 Por tanto, tenemos aquí una descripción del ser humano como el representante de Dios en la tierra, vice-regente y mayordomo de la creación. Esnecesario que afirmemos los fundamentos de una vida victoriosa a la que Dios nos ha llamado. Todo buen fundamento debe estar basado en la verdad. Veamos, entonces, tres verdades que garantizan una vida victoriosa. 1.La verdad de LA REGENERACIÓN (Tito 3:4,5) La regeneración es "dar nuevo ser a una cosa que degeneró". Es volver al género original. Es regresar al plan inicial de Dios después de haber estado viviendo un tiempo alejados de él degenerados por el pecado y la desobediencia. Es nacer de nuevo. La regeneración es la base fundamental para establecer una vida de éxito y victoria (Jer.18:1-10) 2. La verdad de LA RENOVACIÓN (Rom.12:2). La renovación es un proceso gradual hacia la transformación. Actúa, sobre todo, en la mente (Ro.12:2) y en el espíritu (Sal.51:10; Ef.4:23). En este proceso debemos tomar parte activa llenando nuestra mente con la palabra de Dios. Esta verdad es clave. Si vamos a vivir en victoria sobre el sistema de este mundo será por conocer la voluntad de Dios y obedecerla. 3.La verdad de LA TRANSFORMACIÓN (2ªCor. 3:18). Cuando hemos digerido su palabra, ésta se diluye en nuestro organismo y produce la transformación de nuestra vida. La palabra actúa en nosotros y reproduce la imagen de Jesús. Entonces, la verdad de la regeneración, la renovación y la transformación ponen en nosotros las bases para una vida práctica de victoria.