1.- Los valores constitucionales. Los valores constitucionales son aquellos que los gobernantes y los gobernados deben realizar en una sociedad política concreta, mediante normas y conductas cuyo cumplimiento puede exigirse coercitivamente. 1.2.- Las características de los valores constitucionales. Plantean la enumeración de postulados ético-políticos generales, fundamentadores, orientadores y censores.
Plantean la configuración de una estructura interna permanente, estable e
inmodificable, empero sujeta a una asignación plural de significado.
Presentan un carácter vinculante, eficaz y expresivo, de contenido material,
para la praxis político-jurídica.
Plantean una vocación de complementariedad y coordinación constreñida a
un orden axiológico prelativo. 2.- Los principios constitucionales. Exponen valores ético-politicos o proposiciones de carácter técnico-jurídico, vinculados a aspectos vitales del Estado.
3.- La relación y distinción entre los valores y los principios
constitucionales. Los valores y los principios constitucionales forman en conjunto parte del orden constitucional; es decir, que existen normas de dicho corpus que los consignan y contienen explícita o implícitamente. Proporcionan pautas o criterios que conforman el orden sustancial o material de la Constitución. 4.- Los fines constitucionales Aluden a las propuestas políticas dirigidas a satisfacer las aspiraciones del grupo social, propuestas que alcanzan la posibilidad de su verificación en el plano de la realidad política.
5.- La interpretación constitucional
Proceso mediante el cual se determina o asigna un sentido a las normas contenidas en el texto fundamental. Conclusiones
Todos los valores y principios tienen una estructura
estable y una función flexible, por lo que no pueden tener un contenido material absoluto. Sin embargo, la dificultad de su configuración material no puede justificar que el intérprete tanto legislativo como jurisdiccional quede eximido de su obligación de afrontar la aplicación e interpretación de los mismos. “Elaboración de Infografía sobre El Derecho Constitucional – Cap IX y X”
Vega Dávila William Enrique
La Jurisdicción Constitucional. La jurisdicción constitucional opera como un órgano o conjunto de órganos extra- poder encargada de defender la eficacia y efectividad del sistema constitucional. Un conjunto de valores, principios y normas que delimitan la racional convivencia política y aseguran la unidad y coherencia del ordenamiento jurídico del Estado.
1.- Los alcances de la jurisdicción constitucional
La jurisdicción constitucional solo cobra sentido plenario en el seno del Estado Constitucional de Derecho 2.- Las concepciones acerca de la Constitución. 2.1 Modelos Originarios 2.1.1.- El control orgánico político o no jurisdiccional. 2.1.2.- El control orgánico jurisdiccional. 2.1.3.- Los modelos originarios y las variables de admisión, naturaleza del acto cuestionado y tiempo de impugnación.
2.1 Modelos Derivados
2.2.1.- El control orgánico mixto 2.2.2.- El control orgánico dual o paralelo 2.2.3.- Nuestra opinión en relación al caso peruano. 4.-La jurisdicción supranacional de los derechos fundamentales de la persona y la supremacía normativa integracionista.
Esta jurisdicción alude a las facilidades que se brindan a las personas a
efectos de que puedan alcanzar remedio jurídico, a través de específicos mecanismos supraestatales, las vulneraciones de sus derechos básicos o esenciales.
4.1.- La jurisdicción supranacional de alcance regional.
La Carta de las Naciones Unidas y el propio interés de los estados adscritos a una región determinada, han posibilitado el surgimiento de organismos supranacionales en Europa, América y África. Conclusiones
La jurisdicción constitucional solo cobra sentido
plenario en el seno del Estado de Derecho, ya que este último tiene como objetivos verificar la consagración de la seguridad jurídica en la relación entre gobernantes y gobernados; el de eliminar cualquier rastro de arbitrariedad en el funcionamiento del Estado; el asegurar el sometimiento de este al derecho; y el velar por la afirmación de los derechos de la persona.