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LA ORACIÓN

1. QUÉ ES LA ORACIÓN Y SU
NECESIDAD

•A) Oración es hablar con Dios,


nuestro Padre celestial, para
alabarlo, para darle gracias y
pedirle toda clase de bienes.

•B) Debemos orar como Cristo


nos enseñó: como hijos de Dios.
•C) Los primeros cristianos nos
dan ejemplo: los Apóstoles
eran perseverantes unanimeter
in oratione. (Act 1,14 Todos éstos
perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y
con María la madre de Jesús, y con sus hermanos cfr Act
2,42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la
comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las
oraciones.).

•D) La oración es medio


imprescindible para llegar a la
santidad.
•Nuestra vida de
apóstoles vale
lo que vale
nuestro oración.

•E) El Espíritu
Santo es el
maestro interior
de la oración
cristiana.

•F) Hay distintas


formas de oración.
•La adoración es honrar y alabar a
Dios, y proclamar su majestad y su
gloria; es la forma de orar que
reconoce de la manera más directa
que Dios es Dios.
•La petición de perdón y de gracias
y la intercesión a favor de otros.

•La acción de gracias, porque todo


lo que es bueno lo hemos recibido
de Dios: ¿Qué tienes que no hayas
recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué
te glorias como si no lo hubieras
recibido? ( 1 Cor, 4,7 )
2. EXPRESIONES DE LA ORACIÓN

• A) La Oración
Mental:
es elevar
nuestra mente y
nuestro
corazón a hablar
con Dios de Él y
de nosotros.
Adorar a Dios;
darle gracias;
contemplarle por el
camino que Él
mismo nos ha
entregado:
la Humanidad de
Cristo, considerando
todo lo que hizo y
enseñó, como la
Santísima Virgen
que “guardaba
todas estas cosas
meditándolas en su
corazón” (Luc. 2,51)
…y con la ayuda de
San José

•Este es el camino de
la oración: de la
“trinidad” de la tierra
a la Trinidad del cielo;
•B) La Oración Vocal
Es manifestación externa
de la oración interior.
•Hemos de tener en
mucho la oración vocal,
ya que entre muchas
cosas, el Señor enseñó a
sus discípulos el
Padrenuestro y una parte
del Avemaría fue el
mensaje del Arcángel San
Gabriel a nuestra Madre,
la Santísima Virgen.
•C) La Oración Litúrgica:
es la oración oficial y
pública de la Iglesia.
•Conviene nutrir la oración
personal con las oraciones
de la liturgia.
•La Santa Misa realiza de
modo supremo los fines
de la oración: latréutico
(adoración), eucarístico
(acción de gracias),
deprecatorio (petición de
nuevos bienes) y
propiciatorio (por nuestros
pecados).
•La Eucaristía y la oración
son inseparables en la vida
sobrenatural: “¡Pan y
Palabra!”, “¿Hostia y
Oración!”.
•El trato con Dios en la
oración empuja a participar
en la Santa Misa,
recibiéndole en la
Eucaristía; y esta
participación sólo es
verdaderamente fructuosa
si se convierte en oración
personal y no es simple
presencia pasiva.
•D) La contemplación es la
expresión más sencilla de la
oración: es mirada de fe,
escucha de la Palabra de Dios y
recogimiento interior.
3. DISPOSICIONES PARA LA
ORACIÓN
Requiere muchas veces esfuerzo, lucha:
“es necesario orar siempre y no
desfallecer” (Luc. 12,1);
•Devoción y recogimiento: considerar que
hablamos con nuestro Padre Dios,
•Humildad: reconocer la propia indignidad
y miseria, y la grandeza de nuestra
condición de hijos de Dios que pueden
dirigirse a su Padre.
•No dejarse dominar por el desaliento y
las dificultades.
•Confianza: seguridad de ser oídos, si lo
que pedimos es para la gloria de Dios y
para nuestro verdadero bien.
•Perseverancia, pues no hemos de
cansarnos de rezar aunque parezca que
Dios no nos escucha: la oración es
siempre fecunda. “Pedid y se os dará;
buscad y hallaréis; llamad y se os
abrirá” ( Lc. 1,9 ).
•Aceptación de la Voluntad de Dios,
porque Él conoce mejor que nosotros lo
que nos conviene.
•Nuestra oración debe
ser como la de Jesús:
después de pedir lo
que pensamos que
nos conviene, añadir:
“Pero no se haga mi
voluntad sino la tuya”
(Lc. 22,42).
4. FRUTOS DE LA ORACIÓN

•El sentido de la filiación divina, pues


en la oración nos dirigimos a nuestro
Padre Dios.
•La amistad con Cristo, que se hace
más estrecha cuando le abrimos
nuestro corazón y nuestra alma, como
él ha hecho con nosotros.
•La docilidad al Espíritu Santo que en la
oración ilumina nuestro entendimiento
e inflama la voluntad con el Amor.
•En Fin; La oración nos hace crecer en
la vida espiritual, al hacernos ejercitar
las virtudes teologales.
•Fortalece en la lucha por agradar a
Dios y no ofenderle más.
•Remedia la inclinación desordenada a
las cosas de esta tierra, levanta
nuestra mente a Dios como dice la
Escritura:

“Buscad las cosas de arriba… no


las de la tierra” (Col 3,1).

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