- Portocarrero Jiménez, Nicole - Verá Báez, Mayra Video https://youtu.be/Kx4Aw6LlxjI EL FAMOSO DEBATE DE OXFORD SOBRE LA EVOLUCION EN 1860 EVOLUCIONISMO
Se denomina evolucionismo a la teoría que explica la transformación de las
especies por los cambios producidos en sucesivas generaciones. Sus primeros defensores fueron filósofos griegos como: • Anaximandro • Empédocles • Epicuro Tras la caída del Imperio Romano ; con el paréntesis de algunos autores árabes, no se volvió a proponer como teoría hasta el siglo XVIII con la aportación del naturalista francés Lamarck, y sus argumentos inspirarían al científico inglés Charles Darwin. Jean - Baptiste Lamarck (1809) Es un científico francés, propuso tres ideas para la evolución del hombre:
El ambiente modifica la estructura de
las plantas y de los animales, así como un árbol sobre el que sopla un viento constante en una sola dirección.
El uso frecuente de un órgano lo
fortalece y favorece su crecimiento, de manera semejante al desuso de un órgano lo debilita y lo lleva a su desaparición. Las características adquiridas se transmiten a los descendientes. Tenemos el caso de las jirafas que tuvieron que crecer el cuello a fin de alcanzar el follaje de las partes más altas de los árboles, por lo tanto sus descendientes heredan sus características. Según Charles Darwin (1859)
Según Darwin afirmo que,
la naturaleza selecciona a aquellos individuos mejor adaptados y que mejor puedan sobrevivir. La selección natural actúa sobre los caracteres internos y necesarios para vivir, y la selección artificial mactua sobre los caracteres externos que son útiles del ser humano. CHARLES DARWIN, AL FINAL DE SU LIBRO, NOS INDICA CUAL ES LA PRINCIPAL CONCLUSIÓN EN RELACIÓN AL ORIGEN DEL HOMBRE:
La principal conclusión a la que aquí se ha llegado,
y que actualmente apoyan muchos naturalistas que son bien competentes para formar un juicio sensato, es que el hombre desciende de alguna forma altamente menos organizada. Los fundamentos sobre los que reposa esta conclusión nunca se estremecerán, porque la estrecha semejanza entre el hombre y los animales inferiores en el desarrollo embrionario, así como en innumerables puntos de estructura y constitución, tanto de importancia grande como mínima (los rudimentos que conserva y las reversiones anómalas a las que ocasionalmente es propenso) son hechos incontestables. SEGÚN THOMAS HENRY