concepción lingüística de la lógica, son las siguientes:
1. El principio de contradicción afirma que una
proposición (una norma o una sentencia) no puede ser verdadera y falsa (correcta e incorrecta, aplicable e inaplicable) al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto. Cuando alguien se expresa verbalmente o por escrito, se puede juzgar su discurso desde diversos aspectos: estilístico, gramatical, moral…o lógico. Una calificación favorable desde el punto de vista lógico dirá que el discurso en cuestión es consistente, válido, consecuente, coherente. En caso contrario, lo tachamos de contradictorio, inconsistente, incoherente, ilógico, pero ¿qué hay de malo en ello? Estas características malogran o interfieren la intención normal del discurso, pues por medio de la comunicación pretendemos entender y ser comprendidos, aparte de que nos impiden adaptarnos a la realidad e imposibilitan el manejo racional de los asuntos humanos; equivale a dar un paso adelante y otro atrás queriendo al mismo avanzar. Ser contradictorio es el peor de los epítetos, y consiste en afirmar algo y negarlo, sostener una tesis y su negación, o cuando las normas implican una conducta-p- y su opuesto-no p-. -Son afirmaciones contradictorias: “estaba en el lugar del crimen a tal hora” y “estaba fuera del lugar del crimen a esa hora”; “el acusado era culpable, pero inocente”.
-Hay contradicción cuando un estudio concluye que
la tesis verdadera es A, y otro que es no A, o cuando en un juicio se niega o afirma el cargo o la acusación. -Las contradicciones no son sensatamente concebibles o imaginables, no pueden darse en ningún mundo, como por ejemplo ser culpable y no ser culpable, caer hacia arriba, disparar sin tener acceso directo o indirecto al arma.
-Así, una demanda no puede ser procedente e
improcedente al mismo tiempo.
-Cualquier testimonio es desmentido cuando se
demuestra que contiene o encierra una contradicción. Ejemplos de razonamientos contradictorios:
1. Hay que darle crédito a esta estadística, de
acuerdo con la cual las estadísticas nunca dicen la verdad.
2. Resulta absurda la posición de Moreno sobre el
comportamiento del mercado de valores. Unos expertos afirman que muy pronto comenzará a subir y otros sostienen que el desplome aún no ha tocado fondo. El punto es que él está de acuerdo con tales especialistas. UN EJEMPLO ANTIGUO DE ANTILOGÍAS
El caso de Protágoras y Eutalo:
Protágoras enseñó muchos temas pero se especializó
en el arte de argüir ante los tribunales. Eutalo quería ser abogado pero, no pudiendo pagar los honorarios requeridos, llegó a un acuerdo con Protágoras, quien le cobraría hasta que Eutalo ganara su primer caso. Cuando Eutalo terminó su aprendizaje, se demoró para comenzar a practicar. Cansado de esperar su dinero, Protágoras entabló juicio contra su anterior alumno para que le pagara el dinero que le debía. Ignorando el adagio que dice que el abogado que trata su propio caso tiene un tonto por cliente, Eutalo decidió defender su propio caso en la Corte. Cuando comenzó el juicio, Protágoras presentó su visión del caso mediante el siguiente dilema: Dilema de Protágoras:
Si Eutalo pierde el caso, debe pagar (por decisión de la corte); si
gana el caso, debe pagarme (por el acuerdo al que llegamos). Él ganará o perderá el caso. Por lo tanto, Eutalo debe pagarme. La situación le pareció mala a Eutalo, pero él había aprendido bien el arte de la retórica. Ofreció a la Corte el siguiente contradilema en respuesta:
Contradilema de Eutalo:
Si gano este caso, no debo pagar a Protágoras (por decisión de
la corte), si lo pierdo, no debo pagarle (por los términos del contrato, porque, entonces, no habría ganado mi primer caso). O bien ganaré o bien perderé este caso. Por lo tanto, no tengo que pagarle a Protágoras.
Protágoras [80 D.K] A1 y A4
2. El principio del tercero excluido afirma que una proposición (una norma, una sentencia) es o bien verdadera o falsa (aplicable o inaplicable, correcta o incorrecta. No hay término medio.
No obstante, la aplicación de este principio se
encuentra limitado por la vaguedad de las definiciones y la indeterminación de nuestro conocimiento, pues en la naturaleza y en la sociedad se presentan estados transitorios, graduales, fronteras difusas entre diferentes conjuntos que parecen escapar del tercero excluido. Ejemplos de razonamientos en los que se aplica el principio del tercero excluido:
1. O es una persona corrupta o es una persona
honesta. No es una persona honesta. Por lo tanto, es una persona corrupta.
2. El sobrino o la criada cometió el robo; está
demostrado que no fue la criada. Por tanto, tuvo que ser el sobrino. 3. El principio de identidad afirma que una proposición (una norma, una sentencia) es lo que es, o sea, es idéntica a sí misma. En términos coloquiales este principio se encuentra expresado en la máxima: “una cosas es una cosa y otra cosa es otra cosa”. La precisión y el buen sentido exigen que todo concepto y juicio debe ser idéntico a sí mismo, y que durante un alegato no se cambie una idea por otra, o el sentido de una proposición, so pena de malograr la comunicación o cometer errores lógicos.
Si una persona le otorga significados distintos en el
mismo discurso a las palabras democracia, libertad de prensa, libertad de palabra, ciencia, paz, puntualidad, etc., será imposible formular tesis o interpretaciones de conductas claras y comprensibles por parte de los demás. Ejemplo de razonamientos en los que se supone el principio de identidad:
1. El orden es una condición indispensable para la
justicia, puesto que ésta sólo se puede lograr por medio de un orden legal y social.
2. Permitir a cada humano morir con dignidad es un
derecho inalienable, tanto como vivir con dignidad; porque la vida y la muerte son igualmente dignas. 3. Solamente cuando uno piensa que pudo haber actuado de otra manera es cuando se siente moralmente responsable de sus actos. Porque una persona no piensa que es moralmente responsable de una acción que no estaba en sus manos evitar. Copi, I & Cohen, C & McMahon, K. (2014). Introduction to Logic. Essex: Pearson