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DOCENTE: S1 PNP PEDRO DELGADO CABALLERO

CUARTA SEMANA

II UNIDAD
REGIMEN JURIDICO DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS
DEFINICIÓN Y REQUISITOS PARA LA VALIDEZ DE LOS ACTOS JURÍDICOS
ACTOS JURIDICOS: Son declaraciones de voluntad, conocimiento u
opinión, destinadas a producir efectos jurídicos, es decir el nacimiento,
modificación o extinción de derechos y obligaciones. Para evitar
confusiones terminológicas a los actos jurídicos de la administración
preferimos denominarlos actos administrativos.
Según el Art. 140 del Código Civil: El acto jurídico es la manifestación
de voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones
jurídicas y para su valides se requiere: Agente capaz, Objeto física y
jurídicamente posible, Fin lícito y observancia de la forma prescrita
bajo sanción de nulidad.
REQUISITOS PARA LA VALIDEZ DEL ACTO ADMINISTRATIVO
El Art. 1º del TUO de la Ley Nº 27444, señala lo siguiente:
“Art. 1.1: Son actos administrativos, las declaraciones de las entidades
que, en el marco de normas de derecho público, están destinadas a
producir efectos jurídicos sobre los intereses, obligaciones o derechos
de los administrados dentro de una situación concreta.
Art. 1.2: No son actos administrativos:
1.2.1 Los actos de administración interna de las entidades
destinados a organizar o hacer funcionar sus propias actividades o
servicios. Estos actos son regulados por cada entidad, con sujeción a
las disposiciones del Título Preliminar de esta Ley, y de aquellas
normas que expresamente así lo establezcan.
1.2.2Los comportamientos y actividades materiales de las
entidades”.
LA VALIDEZ Y LA NULIDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO
La nulidad del acto administrativo es consecuencia de un vicio en los
elementos constitutivos del acto. En el derecho administrativo, el o
administrado solo puede pedir la nulidad si está legitimado, es decir
solamente en los casos en que el acto afecte sus derechos subjetivos o
intereses legítimos. Asimismo, la entidad administrativa solo puede anular de
oficio un acto administrativo si el mismo vulnera el interés general. A esto se
le llama principio de doble lesividad, al cual nos vamos a referir más
adelante.
ACTO ADMINISTRATIVO
El acto administrativo constituye una decisión, pronunciamiento, declaración,
resolución, disposición, emitido por una autoridad o ente administrativo que
surte efectos en la esfera personal del individuo, ya sea de forma individual o
colectiva; Así es que, estas declaraciones y/o pronunciamientos se
consideran una manifestación unilateral de la administración por nacer sola
de ella, que pueden ser de voluntad, juicio y conocimiento, dependiendo de
lo que el ente administrativo desea expresar.
Al respecto, Cabrera Vásquez y Quintana Vivanco indican que la
declaración puede ser:
 De voluntad, cuando la decisión va dirigida a un fin, a un deseo o querer
de la administración, por ejemplo, una orden, autorización, sanción, etc.
 De conocimiento, cuando atesta o certifica un hecho de relevancia, por
ejemplo, certificaciones de nacimientos, defunción, etc.
 De opinión o juicio, cuando valora un estado, situación, acto o hecho, por
ejemplo, extender certificados de buena conducta, salud, etc.
Según la Ley N° 27444: Son actos administrativos, las declaraciones de las
entidades que, en el marco de normas de derecho público, están destinadas
a producir efectos jurídicos sobre los intereses, obligaciones o derechos de
los administrados dentro de una situación concreta.
NO SON ACTOS ADMINISTRATIVOS:
Es por ello que, bajo el concepto restringido de acto administrativo acogido por el
legislador, en forma expresa la norma señala cuales son los actos que no pueden
considerarse actos administrativos, sino actos de la administración y estos son
aquellos actos de administración interna de las entidades destinados a organizar o
hacer funcionar sus propias actividades o servicios y los comportamientos y
actividades materiales de las entidades; Mientras el acto administrativo afecta o
modifica la situación jurídica de un particular (administrado), los actos de la
administración afectan las relaciones del propio ente que lo emite, estos últimos,
además, siempre están orientados a un mejor funcionamiento institucional.
VALIDEZ DEL ACTO ADMINISTRATIVO: El Art. 3º del TUO de la Ley Nº 27444
señala lo siguiente: “Artículo 3°.- Requisitos de validez de los actos administrativo.
Son requisitos de validez de los actos administrativos:
1. Competencia: Ser emitido por el órgano facultado en razón de la materia,
territorio, grado, tiempo o cuantía, a través de la autoridad regularmente nominada
al momento del dictado y en caso de órganos colegiados, cumpliendo los
requisitos de sesión y deliberación indispensables para su emisión.
2. Objeto o contenido: Los actos administrativos deben expresar su respectivo
objeto, de tal modo que pueda determinarse inequívocamente sus efectos
jurídicos, su contenido se ajustará a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico,
debiendo ser lícito, preciso, posible física y jurídicamente, y comprender las
cuestiones surgidas de la motivación.
3. Finalidad Pública: Adecuarse a las finalidades de interés público asumidas por
las normas que otorgan las facultades al órgano emisor, sin que pueda
habilitársele a perseguir mediante el acto, aun encubiertamente, alguna finalidad
sea personal de la propia autoridad, a favor de un tercero, u otra finalidad pública
distinta a la prevista en la ley. La ausencia de normas que indique los fines de una
facultad no genera discrecionalidad.
3. Motivación: El acto administrativo debe estar debidamente motivado en proporción al
contenido y conforme al ordenamiento jurídico.
4. Procedimiento regular: Antes de su emisión, el acto debe ser conformado mediante
el cumplimiento del procedimiento administrativo previsto para su generación”.
LOS VICIOS QUE GENERAN LA NULIDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO
La doctrina señala que los actos nulos, que padecen de vicios trascendentes, no pueden
sanearse, en consecuencia, no son susceptibles de convalidarse, ni de aplicársele los
mecanismos de conservación del acto establecidos en la Ley. Ahora bien, los vicios que
tornan nulo a un acto administrativo pueden ser de dos tipos:
1.1. Vicios específicos de los actos administrativos: Son los que afectan a los
requisitos de validez o elementos esenciales, de lo que se ha hablado líneas arriba.
Tales vicios pueden ser:
1. Incompetencia: Puede ser por razón de:
• Territorio: Se produce si el órgano actuante excede el ámbito físico dentro del cual
debe ejercer su competencia.
• Materia: La competencia material de cada órgano de la Administración Pública está
señalada por la norma, en cumplimiento del principio de legalidad. Si un órgano
administrativo dictara un acto con contenido judicial, o si invadiera la esfera de
atribuciones pertenecientes a otro órgano de la Administración, dicho acto sería nulo.
• Tiempo: Se produce si el agente decide antes (todavía no asumió) o después (ya cesó
en sus funciones) del tiempo en que su decisión hubiera sido válidamente posible.
• Grado: El inferior jerárquico no puede dictar un acto que sea de la competencia del
superior, ni el superior dictar, en principio, alguno que fuera de la exclusiva competencia
del inferior por razones técnicas. Ello, salvo las consideraciones referentes a avocación
o encargo de gestión señaladas en la Ley.
• Cuantía: Cuando el monto de lo que se va a resolver no corresponde a la entidad u
órgano que emite el acto.
2. Falta de motivación: Si el acto está fundado en elementos falsos, es
arbitrario y por ello nulo; Asimismo, es nulo el acto que adolece de motivación
aparente, como hemos visto líneas arriba. También es inválido el acto
ilógicamente motivado, es decir, cuando se obtiene una conclusión que no tiene
relación con el argumento que se utiliza.
3. Vicios en el objeto: Cuando el acto tuviera un objeto que no fuera cierto, o
cuando se tratara de un acto físico o jurídicamente imposible. Queda claro que la
imposibilidad debe ser originaria, puesto que la imposibilidad sobrevenida genera
más bien la ineficacia del acto. Por otro lado, la ilicitud del objeto implicaría
también nulidad del acto, pero podría configurar también la comisión de un delito.
4. Vicio en la finalidad o desviación de poder: Cuando el acto se ha dictado
con un fin distinto al previsto por el legislador, para que ocurra la denominada
desviación de poder tan mentada por la doctrina europea debe haber una
autoridad administrativa con competencia, que haga uso de poder para un fin
distinto del conferido por la ley. Entre los supuestos de desviación de poder
pueden estar los siguientes:
• Que el agente actúe con una finalidad personal;
• Que los actos sean realizados con el objeto de beneficiar a terceros;
• Que el fin perseguido sea de interés general pero distinto del fin preciso que la
ley asigna al acto que se emite.
5. Vicios en las formas esenciales o el procedimiento: Cuando se incurre en
vicios graves respecto de los procedimientos que deben seguirse o cuando hay
falta absoluta de forma exigida por la ley para la exteriorización del acto. Ahora
bien, cuando las formalidades no son esenciales, procede la conservación del
acto.
COMPETENCIA: De los órganos administrativos es el conjunto de atribuciones
que en forma expresa o razonablemente implícita confieren la Constitución, las
leyes y los reglamentos; la competencia es irrenunciable e improrrogable. Debe
ser ejercida directa y exclusivamente por el órgano que la tiene atribuida como
propia, salvo los casos de previstos por ley y se transfiere mediante:
a) Delegación: Que debe ser expresa y contener, una clara enunciación de las
facultades y deberes que comprende la transferencia de competencia.
b) Avocación: El órgano superior puede asumir el ejercicio de las
competencias propias de sus órganos inferiores jerárquicos, avocándose al
conocimiento y decisión de cualquier cuestión concreta.
c) Sustitución: El superior común a dos órganos puede disponer la
transferencia de la competencia de uno a otro en procedimientos concretos,
cuando las necesidades del servicio lo hagan conveniente, salvo que norma
legal o reglamentaria lo prohíba. El acto de sustitución produce efectos desde
su notificación.
d) Subrogación: En caso de excusa o recusación, la competencia se transfiere
del órgano excusado o recusado al subrogante previsto por el ordenamiento
jurídico.
e) Suplencias: Las ausencias temporales o definitivas de funcionarios públicos
deben ser cubiertas por el suplente previsto por el ordenamiento jurídico.
La competencia del acto administrativo reúne las siguientes características:
a) Es expresa, porque debe de emanar de la Constitución, Leyes y
reglamentos.
b) Es improrrogable o indelegable: Se halla establecida conforme al interés
público y surge de la voluntad estatal, no de la voluntad de los administrados.
c) Es irrenunciable, es decir indeclinable.
Sin embargo, esta competencia se delimita en razón de:
a) Por la materia: De acuerdo a las funciones o actividades asignadas por ley.
b) Por el territorio: Comprende el espacio geográfico.
c) Por el Grado: En función al órgano jerárquico. Culmina en un órgano supremo,
al que se subordinan los órganos de rango inferior.
d) Por el tiempo: Comprende el ámbito temporal en que es legítimo el ejercicio de
la función.
e) Por cuantía: Estimación subjetiva razonada que considera debe ser reconocido
o indemnizado.
OBJETO O CONTENIDO LEGAL: Es todo aquello que decide, certifica u opina,
de modo que se pueda establecer sin equivocaciones cuales son las
consecuencias jurídicas que genera.
El contenido debe ser cierto, física y jurídicamente posible (posibilidad de
cumplirlo de acuerdo a las normas o a la naturaleza de las cosas), lícito (ser
acorde al orden jurídico, al orden público y a las buenas costumbres),
determinado o determinable (certeza de qué especie de acto se trata, a qué
persona o personas o cosas afecta, en qué tiempo y lugar producirá sus efectos) y
razonable.
Concordancia con el Art. 5º del TUO de la Ley Nº 27444 –LPAG, que menciona:
“Artículo 5°.- Objeto o contenido del acto administrativo 5.1. El objeto o contenido
del acto administrativo es aquello que decide, declara o certifica la autoridad. (...)
5.4. El contenido debe comprender todas las cuestiones de hecho y derecho
planteadas por los administrados, pudiendo involucrar otras no propuestas por
éstos que hayan sido apreciadas de oficio, siempre que la autoridad administrativa
le otorgue un plazo de no menor a cinco (5) días para que expongan su posición y,
en su caso, aporten las pruebas que consideren pertinentes”
La doctrina distingue entre contenido esencial, natural y accidental.
 Contenido Esencial, Es aquel sin el cual el acto no tiene existencia; Ejem.;
Es el caso de una cesión de uso de un bien público en que no se especifique
el bien cuyo se concede o a qué persona se le otorga el derecho de uso.
 Contenido Natural: Es el que se entiende incluido en el acto aunque el
sujeto que lo emite no lo haya expresado; es el caso de las designaciones
con carácter provisional de personal nombrado, que concluida la designación
se sobrentiende su retorno al cargo de origen.
 Contenido accidental o eventual: Es aquél que puede existir o no en el
acto. Generalmente consiste en cláusulas que tienden a restringir los efectos
del contenido esencial del acto.
3. FINALIDAD PÚBLICA: El fin del derecho administrativo es el interés
público, el bien común, dentro de lo conceptualizado como justicia distributiva.
Todo acto que emana de las autoridades públicas debe orientarse a un fin
cierto y determinado enmarcado dentro del bien común que esencialmente es
lo que justifica la actividad pública.
El acto administrativo debe cumplir con la finalidad pública que resulta de la
naturaleza de las normas que otorgan las facultades pertinentes al órgano
emisor, sin poder perseguir encubiertamente otros fines no públicos o
privados, por interés propio o de terceros, distintos de los que justifican el
acto, su causa u objeto. Además, las medidas que el acto involucre deben ser
proporcionalmente adecuadas a fin de alcanzar aquella finalidad.
4. MOTIVACIÓN: Constituye el signo más importante y típico de la
racionalización de la función jurisdiccional porque pone a las partes en
condiciones de establecer si en lo dicho por el Juez hay algunas razones que
permitan luego impugnar su decisión”.
Según el numeral 4 del Art. 3° y el Art. 6° de la Ley del Procedimiento
Administrativo General, señalan:
“Artículo 3°: Requisitos de validez de los actos administrativos Son requisitos
de validez de los actos administrativos: (...) 4. Motivación. El acto administrativo
debe estar debidamente motivado en proporción al contenido y conforme al
ordenamiento jurídico”.
“Artículo 6: Motivación del acto administrativo. 6.1. La motivación deberá ser
expresa, mediante una relación concreta y directa de los hechos probados
relevantes del caso específico, y la exposición de las razones jurídicas y
normativas que con referencia directa a los anteriores justifican el acto
adoptado. (...)”.
A nivel de la jurisprudencia en el EXP. N.° 00312-2011-PA/TC12 el Tribunal ha
tenido oportunidad de expresar su posición respecto a la motivación de los
actos administrativos, expresando que: Por lo que, la motivación es una
exigencia ineludible para todo tipo de actos jurisdiccionales y administrativos,
imponiéndose las mismas razones para exigirla tanto respecto de actos
emanados de una potestad reglada como discrecional; por lo tanto, la
motivación debe ser una verdadera, auténtica y satisfactoria y no aparente.
Es principio constitucional, según el Art. 139° inciso 5 que todo acto
jurisdiccional o administrativo deba estar motivado.
5. PROCEDIMIENTO REGULAR: El acto administrativo para ser válido debe
responder el procedimiento que la norma le ha asignado para llegar a
concretarse, para ello las entidades cuentan con instrumentos que les permiten
determinar que procedimientos existen y cuáles son los requisitos para el
trámite, como el TUO de la Ley N° 27444.
MODALIDADES DEL ACTO ADMINISTRATIVO: El Art. 2º del TUO de la Ley
Nº 27444, señala lo siguiente:
2.1 Cuando una ley lo autorice, la autoridad, mediante decisión expresa,
puede someter el acto administrativo a condición, término o modo, siempre que
dichos elementos incorporables al acto, sean compatibles con el ordenamiento
legal, o cuando se trate de asegurar con ellos el cumplimiento del fin público
que persigue el acto.
2.2. Una modalidad accesoria no puede ser aplicada contra el fin perseguido
por el acto administrativo.”
La teoría del acto administrativo acogió lo desarrollado en la teoría del acto
jurídico (Lo que se define como manifestación de voluntad humana y licita
destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas) en cuanto a
las modalidades del mismo para su eficacia, en el sentido que estas son
consideradas elementos accidentales y no esenciales del acto administrativo,
estas modalidades adquieren una naturaleza excepcional al ser introducidas en
el acto administrativo para su eficacia.
En el caso del acto administrativo, a diferencia del acto jurídico, es que las
modalidades no son impuestas de manera libre por la administración, sino solo
se debe dar si la misma está prevista en la ley de manera expresa, es decir se
rige por el principio de legalidad.
La condición, modo y término:
El acto administrativo que se dicta bajo condición se da cuando “el inicio de sus
efectos (condición suspendida) o su final (condición resolutiva), dependen de la
concurrencia de un acontecimiento futuro e incierto”. Sin embargo, Ana De
Benedetti, sumándose a la postura de Marienhoff, señala que no sería factible la
emisión de un acto administrativo sujeto a condición (suspensiva o resolutiva), toda
vez que: “tal proceder implicaría emitir un acto en ausencia de hechos que le sirvan
de causa o motivo, ya que si la existencia del acto depende de un hecho futuros
implica ello que al momento de su emisión el hecho en cuestión, no existía”.
De otro lado, un acto está a término, “cuando el principio, el final o duración de su
eficacia está determinados en el tiempo. El principio y el final pueden limitarse, bien
por una fecha dada, o por un periodo de tiempo concreto”.
En referencia al modo, este es considerado como una forma de imponer
determinada obligación para que el acto administrativo pueda surtir efectos; así se
sostiene que constituye: “Una exigencia vinculada a un acto administrativo
favorable, por la que se impone al interesado una determinada obligación de hacer,
de no hacer o de soportar (…) La eficacia de acto sometido a modo no depende
del cumplimiento del mismo (…) en consecuencia, para que la administración
pueda imponer el plus de obligación que el modo representa, es necesario que
disponga de la correspondiente cobertura o habilitación legal”.
FORMA DEL ACTO ADMINISTRATIVO: Los actos administrativos deben
expresarse por escrito, salvo que por la naturaleza y circunstancias del caso, el
ordenamiento jurídico prevea otra forma, siempre que permita tener constancia de
su existencia.
El acto administrativo debe indicar la fecha y lugar de emisión, la denominación del
órgano del cual emana, así como el nombre y firma de la autoridad interviniente.
OBJETO O CONTENIDO DEL ACTO ADMINISTRATIVO
El objeto o contenido del acto administrativo es aquello que decide, declara o
certifica la autoridad. El objeto o contenido no puede estar prohibido por el
orden normativo, ni ser incompatible con la situación de hecho prevista en las
normas. Tampoco puede ser impreciso, oscuro o imposible de realizar.

El objeto o contenido no pueden contravenir en el caso concreto disposiciones


constitucionales, legales, mandatos judiciales firmes, ni infringir normas
administrativas de carácter general provenientes de autoridad de igual, inferior o
superior jerarquía, e incluso de la misma autoridad que dicte el acto.

MOTIVACIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO


La motivación del acto debe constar de manera expresa, mediante una relación
concreta y directa de los hechos probados relevantes del caso específico, y la
exposición de las razones jurídicas y normativas que con referencia directa a
los anteriores justifican el acto adoptado.

Sin embargo, algunos actos administrativos no requieren motivación. Se trata


de las decisiones de mero trámite que impulsan el procedimiento, de aquellas
que estiman procedente lo pedido por el administrado sin perjudicar derechos
de terceros, y de aquellos casos en los que la autoridad produce gran cantidad
de actos administrativos sustancialmente iguales, bastando para el efecto la
existencia de una motivación única.
GRACIAS

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