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LA ENTREVISTA

Mg. María
PSICOLÓGICA Y SU Celeste
Fernández
APLICABILIDAD EN CASOS Burgos

ESPECIALES
La madre tiene un papel En el proceso personal previo con la
imprescindibl e en la mujer se trabaja, entre otros
recuperaci ón de su s hij os e aspectos, su autoestima y los
hijas; para cualquier niño o sentimientos de culpa, así como se la
niña su madre e s un referente acompaña en la comprensión de lo
vital bási co y, por ell o, hay que ha vivido. Es importante, siempre
que procurar que sea la mujer que sea posible, que la madre esté
la figura protectora de s us en unas mínimas condiciones
hijas e hijos. psicológicas para poder asumir lo
que supone iniciar el proceso con sus
hijos e hijas.

Para poder hacer frente al


acompañamiento de las hijas e
hijos es necesario que la propia
mujer haya hecho un proceso de
recuperación personal.
No se pretende situar a l as niñas
y niños en un segundo término
ya que deben ser considerados
como ví ctimas directas y no
como un efecto colateral , sól o
se refiere a l a impor tancia de
poder contar con la madre e n el
proceso de recuperaci ón d e l os
niños y niñas.
A la hora de plantear el trabajo con los niños y
niñas es básico trabajar con la mujer, siempre
que sea posible, la necesidad de hacer una
exploración con cada uno de sus hijos e hijas.
Es importante que la mujer no sienta
cuestionado su rol de madre sino todo lo
contrario, que pueda vivirlo como un apoyo de
los profesionales hacía ella en la difícil tarea
de acompañar a sus hijos e hijas en su
recuperación
Para poder comprender el sufrimiento, el daño y la necesidad de
inter venir con niñas y niños víctimas de violencia de género es
impor tante conocer la manera como el niño o la niña se sitúa
ante la relación parental en un contexto de violencia:

El niño o la niña considera la violencia como una forma de conducta normalizada.


Probablemente esta niña o niño no viva la violencia como algo problemático y, por lo
tanto, no considerará que pase nada o que se deba cambiar alguna cosa. En la
intervención con este niño o niña hay que evitar que viva una confrontación directa
con sus creencias, es importante ir fomentando el cuestionamiento de sus modelos
de relación pero siempre desde el respeto y sin que se sienta amenazado.

La niña o el niño niega la existencia de la violencia como mecanismo de defensa. Para


el niño o la niña es demasiado doloroso aceptar la violencia y, por lo tanto, no habla
de ello con nadie. Si alguien quiere confrontarle con esta realidad la niña o el niño
reaccionará con rechazo y huyendo. A este niño o niña le cuesta reconocerse cuando
se le ponen ejemplos de situaciones de violencia y, por eso, es necesario fomentar la
confianza e ir rompiendo el alejamiento y el miedo del niño o niña. En estos casos es
imprescindible respetar el ritmo del niño o la niña evitando preguntarle directamente
sobre la violencia. El o la profesional debe mostrarle un apoyo incondicional, sin
juicios, para conseguir un buen vínculo.
El niño o la niña se siente responsable de la violencia. Esta niña o niño está
convencido que ella/él es el detonante de la violencia y que sin ella/él ésta no
existiría. En general no tiene ningún problema en hablar de la violencia vivida y lo hace
centrándose en sí mismo, no en la dinámica familiar. Se suele sentir rechazado,
culpable y el malo dentro de la familia.
Lo primero que hay que trabajar con esta niña o niño es la verbalización de su
sentimiento de culpa para poder mostrarle que no hay ninguna justificación para la
violencia y que haga lo que haga, la respuesta violenta del adulto siempre es
desproporcionada. En estos casos son necesarios mensajes claros y explícitos que
desculpabilicen a la niña o al niño ya que es capaz de escucharlos siendo ésta la
manera de generar un cambio en su propio discurso.
Es aún más imprescindible, si cabe, el trabajo paralelo con la madre para que
acompañe este nuevo discurso desculpabilizador.
El niño o niña está triangulado/a. Se encuentra en el medio de la relación parental, sin
tomar partido por ninguno de los progenitores, ya sea porque los adultos lo utilizan
como intermediario o bien porque lo colocan en medio y se siente responsable de
influir en los adultos para acabar con la violencia.
Esta niña o niño se siente angustiado y culpable pensando que si reparte
correctamente su atención se resolverá la situación, se encuentra en estado de alerta
constante. Esta situación le convierte en un niño o una niña “adultizado”.
En este caso hay que trabajar para que el hijo o la hija recupere su papel como niño o
niña, y con la madre para que no permita que su hijo/a asuma roles y funciones que
aún no le corresponden.
El niño o la niña se sitúa al lado de la madre. Algunos niños y niñas se colocan delante
de la madre y otros detrás pero en los dos casos hay que ayudar a la niña o niño a
expresar sus propias emociones y a que recupere una visión realista del padre si es
que la ha perdido (en este punto la madre tiene un papel muy importante, y a veces
muy complicado para ella, de no demonizar al padre).
Cuando el niño o niña se coloca adelante de la madre es para protegerla del agresor,
tiene un vínculo muy fuerte con la madre y, a menudo, se convierte en el confidente
de la angustia de ésta, facilitando la demonización del padre. Si en algún momento se
produce una reconciliación entre los adultos se suele sentir traicionado por la madre,
reacción que posteriormente le hace sentir culpable. Hay que trabajar para romper la
relación simbiótica con la madre y fomentar la autonomía adecuada a la edad del hijo
o hija como persona independiente de la madre.

Cuando la niña o niño se coloca detrás de la madre se siente desamparado e


indefenso, siente mucho miedo y suele hacerle reproches a la madre por aguantar la
situación. Muchas veces comunican la situación a un adulto de confianza (algún
familiar, profesores o amigos) debido a su alto nivel de malestar. Es importante
trabajar con la madre para ayudarla a darle seguridad a su hijo o hija y reforzarle su
papel de figura adulta y protectora.
El niño o niña se sitúa al lado del padre. En estos casos suele ser porque el padre le da
pena y lo considera la víctima de la situación (porque está solo, se ha ido de casa, ha
pasado por la cárcel o pasa dificultades económicas) o bien porque considera que el
padre tiene razón y la madre es la culpable de la violencia. Otras veces el niño o niña
se encuentra en esta posición para compensar que otro hermano/a esté al lado de la
madre o bien porque ha interiorizado el discurso del padre.También puede ser que
sienta que quedándose al lado de la madre le va a definir a él como víctima y esto le
genera angustia y miedo.
Con esta niña o niño es importante trabajar hacia una visión realista tanto del padre
como de la madre para evitar la desacreditación de ésta. También es imprescindible
acompañarlo en el proceso de duelo por la separación.
DIFERENTES ROLES QUE PUEDE ASUMIR EL
NIÑO O LA NIÑA:

En cualquier funcionamiento familiar, los miembros adoptan o


se les otorgan roles que consciente o inconscientemente juegan
cuando interactúan con las demás personas. Los roles que se
desarrollan o asignan en familias donde existe violencia están
muy mediatizados por los secretos, la confusión y el miedo
debido a las situaciones que se viven. Ninguno de los roles que
se exponen a continuación son favorecedores para un desarrollo
sano del niño o la niña ni deben entenderse como ubicaciones
estáticas dentro del sistema familiar.
Actúa como madre o padre de sus
hermanos/as pequeños y de su madre. Estos niños y niñas suelen presentar
Suele ocuparse de rutinas y dificultades para poder asumir aquellos
responsabilidades domésticas , ayudar a comportamientos y actitudes propios de
mantener a salvo a las hermanas y su edad.
hermanos pequeños durante los episodios
violentos así como procurar el bienestar de
todos.

EL ROL
CUIDADOR

La intervención con ellos será fomentar su


regreso al mundo de la infancia a través de
empoderar a la madre y hacerla visible ante
el niño o la niña como una persona protectora
y con fuerza suficiente para cuidar de ella y
de sus hijos e hijas.
El niño o la niña es conocedor absoluto de En estas situaciones los hijos e hijas
los sentimientos, problemas y planes de asumen unas responsabilidades que no
actuación de su madre. les corresponden, igual que en el rol
anterior, pero además quedan situados
claramente al lado de uno de los dos
progenitores.

EL ROL
CONFIDENTE
DE LA MADRE

Es importante conseguir que el niño


o la niña reconozcan todas las
emociones que las situaciones de
Con la madre es importante
violencia conllevan a pesar que en
trabajar los límites en el papel del
muchas ocasiones le parezcan
hijo o hija.
contradictorias o crea que está
rompiendo algún tipo de lealtad
con la madre.
El hijo o hija a quien el agresor trata mejor Se le puede llevar a cuestionar el
puede tender a justificar el porqué de las comportamiento de la madre y ser
agresiones hacía su madre. recompensado por ello con privilegios o
con un trato.

EL ROL
CONFIDENTE
DEL AGRESOR

Es importante trabajar el
reconocimiento de su propio
sufrimiento así como los sentimientos
En muchas ocasiones, los hijos e
de culpa que durante las agresiones, o
hijas que adoptan este rol
posteriormente, puede presentar por el
esconden su dolor y sus propias
hecho de “defender” a la persona que
necesidades pasan desapercibidas.
ejerce la violencia.
El hijo o la hija que es elegido o forzado para Estos casos suelen darse en niños y niñas
que maltrate a su madre diciéndole cosas muy pequeños a los cuales se les “invita” a
humillantes o agredirla físicamente. actuar violentamente contra la madre
como parte de un juego.

EL ROL
ASISTENTE DEL
AGRESOR
Es importante trabajar su condición de
víctima, no con el objetivo de 56
Manual de atención para los niños y
niñas de mujeres víctimas de violencia
La intervención en estos casos debe de género en el ámbito familiar
centrarse, sobretodo, en el sentimiento victimizarlo sino de ubicarlo en un
de culpa que puede presentar el hijo o contexto de violencia donde él o ella ha
la hija; sido una víctima más de la
manipulación del agresor.
La niña o el niño que intenta prevenir la Evidentemente esta actuación es errónea
violencia haciendo las cosas correctamente, ya que no puede controlar de ninguna
como puede ser convirtiéndose en un manera la violencia pero, además, le
excelente estudiante en el colegio, no implica un sentimiento de culpa muy
peleándose ni discutiendo nunca con nadie, elevado cuando ve que no ha conseguido
no rebelarse nunca o acarrear con sus evitar el siguiente episodio.
propios problemas sin compartirlos.

EL ROL DE
NIÑO O NIÑA
PERFECTO
Esto significa que hay que acompañar al
hijo o hija en sus sentimientos de rabia,
incomprensión e impotencia.
El papel de la madre en estos casos debe
En estos casos la intervención debe centrarse en reforzar constantemente a
centrarse en el hijo o la hija para que la hija o hijo aunque los resultados que
acepte que la situación de violencia no obtenga no sean los de la “perfección”.
depende de él o ella y que no está en Así entenderá que su madre está a su
sus manos hacer nada para lado y le quiere independientemente de
modificarla. sus resultados
El niño o la niña que media entre los adultos Es importante trabajar con ella la
y que intenta mantener la paz. La protección de su hijo o hija, buscar
culpabilidad, la angustia por exceso de estrategias conjuntamente para que
responsabilidades o el agotamiento son pueda sacar al niño o niña del medio del
aspectos a tener muy presentes a la hora de conflicto. En el momento en el que el niño
trabajar con ellos. o niña vea que su madre puede ocuparse
de la situación y puede protegerse a ella y
a sus hijos e hijas, empezará a relajarse y
a “dejarse cuidar”.

EL ROL DE
ÁRBITRO
La niña o el niño que se identifica como la Su comportamiento suele ser utilizado
causa de los problemas familiares y como el como forma de justificar la violencia y
culpable de la tensión entre sus padres. suele ser el hijo o la hija con necesidades
especiales o el que hace de puente con el
agresor.

Uno de los efectos más graves


que sufre quien ha adoptado EL ROL DE
este rol es el aislamiento dentro CHIVO
de la familia y, además, el EXPIATORIO
sentimiento de culpabilidad si se
produce una ruptura o
separación entre sus padres. A partir de este punto es importante
trabajar el fortalecimiento del vínculo
materno - filial fomentando la
comunicación. También es básico
trabajar con este hijo o hija los
En la intervención con este tipo de
sentimientos de resentimiento, rabia e
casos es básico trabajar con la madre
impotencia que suelen ir asociados al
la explicación y los responsables de la
hecho de haberse sentido culpabilizado
violencia ubicándola fuera del
por la situación de violencia.
comportamiento del hijo o hija “chivo
expiatorio”.
INDICADORES Y TÉCNICAS DE
OBSERVACIÓN
La violencia provoca en estos niños y niñas una disminución de la
autoestima, una repetición de roles (pasivos o agresivos) o una
desconfianza hacía el mundo de los adultos. Los procesos
traumáticos dejan una serie de secuelas que al mismo tiempo se
manifiestan de determinadas formas sir viéndonos, aunque no de
forma categórica, como indicadores que podemos obser var y usar
en nuestra valoración de la niña o niño.

Los sentimientos que suelen acompañar a estas niñas y niños son


la culpa, la estigmatización, la impotencia, la sensación de
pérdida, la rabia y la disociación, entre otros.

Las manifestaciones conductuales son la principal manera de


obser var estos indicadores aunque también es importante tener en
cuenta los relatos que hace el niño o la niña sobre él mismo, como
se describe, cómo se presenta en los dibujos, qué personajes
imaginarios se parecen más a él y por qué.
Muchas veces las estrategias d e super vi venci a (B aker y Cunningham , 2004 )
que adoptan los niños y las niñas ví ctimas de vi olenci a d e género tam bién se
pueden conver tir en indicadores relativamente fáciles de obser var :
PAUTAS PARA LAS ENTREVISTAS EXPLORATORIAS:
CÓMO FACILITAR LA EXPRESIÓN DE NECESIDADES Y
LA REVELACIÓN DE LA VIOLENCIA SUFRIDA
• Utilizar múltiples informantes o diferentes tipos de
información para poder contemplar si existen
La exploración debe contradicciones, en caso que sea necesario.
hacer se siem pre y d e • Evitar la clasificación binaria de “niño/a - víctima”
forma indi vi dualiz ada o “niño/a - no víctima”.
con cada uno de l os • Valorar la situación en términos de severidad de la
hermanos o hermanas. violencia en lugar de hacerlo desde el criterio de
la frecuencia.
• Tener en cuenta ambos referentes para el niño o
la niña, es decir, considerar tanto el papel del
padre como el de la madre para poder obtener
tanto indicadores de riesgo como de protección.
Antes de empezar las
No centrarse sólo en los factores negativos que
entrevistas exploratorias es
existen en el entorno de la niña o el niño, sino
importante tener presentes
también buscar aquellos elementos fuertes para
algunas recomendaciones
ella o él.
(Baker y Cunningham,
• Intentar conocer cuándo se produjo el último
2004)
episodio de violencia ya que los efectos pueden
minimizarse o acrecentarse a la hora de contar lo
sucedido.
PAUTAS PARA LAS ENTREVISTAS EXPLORATORIAS:
CÓMO FACILITAR LA EXPRESIÓN DE NECESIDADES Y
LA REVELACIÓN DE LA VIOLENCIA SUFRIDA

• Tener como objetivo preguntar al niño o la niña sobre


su relación con el padre, es importante tener en
La exploración debe cuenta que como hijo o hija el padre tiene un papel
hacer se siem pre y d e relevante en su historia y durante las entrevistas no
forma indi vi dualiz ada se debe invisibilizar, sin sentir que es un tema tabú
con cada uno de l os que no se puede mencionar.
hermanos o hermanas. • Considerar la edad de la niña o el niño en el
momento de la exploración pero también es
necesario elaborar un diagrama cronológico para
conocer que edad tenía la niña o el niño cuando
empezó la violencia.
• Tener una mirada amplia más allá de la violencia
Antes de empezar las para poder considerar situaciones de pobreza,
entrevistas exploratorias es negligencia, abuso de sustancias, problemas
importante tener presentes mentales, situaciones judiciales pendientes, etc.
algunas recomendaciones • Reflexionar y recordar que la infancia es una etapa
(Baker y Cunningham, muy importante en el desarrollo de cualquier persona
2004) o que la adolescencia significa la búsqueda de
identidad propia, por ejemplo, y considerar lo que
significa que durante estos periodos se viva en un
entorno de violencia y carencias afectivas.
 Objetivos de las entrevistas exploratorias con el niño o la
niña:

El objetivo general del Según la edad de la


trabajo es conseguir niña o el niño la palabra
que pueda compartir no es el vehículo de
sus emociones, sus expresión y, aunque por
necesidades y sus la edad pueda serlo,
miedos y que pueda hay niñas y niños que
expresar la violencia se expresan mejor de
que ha sufrido. otras formas.

Hay que crear un entorno


tan cálido y acogedor
como sea posible.
De todos modos, las primeras entrevistas exploratorias tienen
unos objetivos específicos muy concretos:

Explicarle el servicio
Conseguir establecer
donde se encuentra y
una relación de
como es el
confianza con el niño Intentar conseguir
funcionamiento.
o niña. El objetivo de información directa
Hay que hacerle
la primera entrevista de él o ella sobre lo
conocedor de las
es que exista una que ha sucedido y
cosas que van a
segunda, que la niña sobre sus emociones.
suceder si sigue
o el niño quiera
trabajando con
volver.
nosotros.
 Información previa a la entrevista con la niña o el niño: Debemos
tener claros algunos aspectos generales de la situación que nos
ayuden a ubicarle dentro del contexto familiar. La información de
la que ya deberíamos disponer, a través de la madre y/o de otros
profesionales, antes de trabajar es:

La historia familiar y la historia de violencia (tipo, frecuencia, personas


implicadas...)
Posicionamiento de los niños o niñas durante y después de los episodios
violentos.
Actuación de los adultos durante y después de los episodios violentos.
Información sobre cada uno de las hijas e hijos: embarazo, proceso de
desarrollo físico y emocional, evolución escolar, actividades de ocio, tipo
de atención que recibe o haya recibido el niño o niña, descripción del
hijo o hija por parte de la madre, relación del niño o niña con los
progenitores y hermanos/as...
Factores de desprotección actuales en el niño o la niña.
Daños ocasionados en la niña o niño a causa de la violencia
(emocionales, cognitivos, relacionales y conductuales).
Factores de protección propios del niño o niña, del ámbito familiar y del
entorno(escuela, amigos...)
La explicación que se ha dado a la niña o niño sobre la situación de
violencia.

Antes de ver a la niña o niño es importante haber trabajado con la


madre qué y cómo le va explicar que debe venir a la entrevista, es
importante trabajar las expectativas de la madre al respecto y
procurar que la explicación con la que venga el niño o niña sea lo
más realista posible.
Esta información que tenemos sobre la niña o niño es muy
interesante y necesaria pero tampoco debemos confiar demasiado
en ella ya que si lo hacemos podemos acabar trabajando con la
información y no con lo que el propio niño o niña nos traiga y nos
presente.
 Estrategias para facilitar la expresión de necesidades y
emociones del niño o niña:

El primer contacto con la


niña o niño es
especialmente importante
ya que es donde ella/él va Por esto debemos
a ver si puede establecer asegurarle la posibilidad
una relación de confianza; de expresar sus
emociones sin sentirse
censurado ni cuestionado,
lo que siente es lo que
siente y los profesionales
no lo juzgamos.
Normalmente se puede establecer una relación de confianza
que permita el trabajo y la recuperación con los niños y niñas
cuando éstos:

Se sienten escuchados y perciben que su opinión es


válida para la persona adulta.

Ven que el profesional les va a poder ayudar pero


sobretodo va a respetar sus tiempos y sus silencios.
Perciben que se les respeta como personas
independientemente del contexto del que vengan.

Sienten que no son importantes por ser hija o hijo de sino


que importan por ser ellos mismos.

No perciben juicios ni cuestionamientos

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