manera habitual la dignidad de las personas, como seres únicos e irrepetibles, con inteligencia, voluntad, libertad y capacidad de amar; así como sus derechos según su condición y circunstancias. Debemos comenzar a conocernos y respetarnos a nosotros mismos Enseñarle que cada persona es única y debemos respetar eso . Aprender a vivir en sociedad respetando nuestras diferencias Aprender a respetar no solo a los seres humanos, si no también todo lo que forma parte de nuestro ecosistema Finalmente tomar este valor como uno de los principales. Dar siempre ejemplo de amabilidad. Propiciar un ambiente de alegría, cordialidad y acogida a todos los que entren en casa. Saber respetar las decisiones y opiniones de todos los miembros de la familia, siempre y cuando vayan de acuerdo con su dignidad de personas humanas. Si no es así, dirigir y proponer con amabilidad. Ser firme al corregir, pero hacerlo de manera suave y respetuosa. Fomentar actividades de convivencia que ayudan a saber escuchar a los demás, ceder ante nuestros caprichos y vencer el egoísmo. No permitir por ningún motivo la critica, burla, actitudes prepotentes o juicios a ninguna persona. Enseñar a cuidar las cosas, mantenerlas ordenadas y utilizarlas como es debido. Cumplir las Normas de Aula. Cuando alguien hable escucharle con atención, respetar el turno para hablar. Reconocer las cualidades de los estudiantes en público.
“Fenómeno social que
comienza en el Hogar” Como padres de familia y maestros se debe fungir de nuevo como figuras positivas, modelo a seguir para los niños, en 5 actos: 1. Se amable con los demás. 2. Respeta su forma de pensar es diferente a la tuya. 3. Evita la discriminación. 4. Resalta el lado positivo de las personas y las situaciones. 5. Fomenta los límites, “Mi derecho termina donde empieza el tuyo”.