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El pueblo de Israel, después de la salida de Egipto estuvo en el desierto

durante 40 años.

Durante este tiempo estuvo viviendo en un territorio árido, poblado por


serpientes y escorpiones y por más que buscaran un terreno productivo no lo
encontraban.

Pero al otro lado del Jordán estaba Canaán la tierra prometida, ese lugar si
era un terreno productivo, la Biblia le llama una tierra donde fluye leche y
miel, nos muestra la abundancia de alimentos, prosperidad física y espiritual,
comunión con Dios.

Núm 13:23 Y llegaron hasta el arroyo de


Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un
racimo de uvas, el cual trajeron dos en un
palo, y de las granadas y de los higos.
Desierto
Tierra prometida
Una de las áreas donde nace este río son los altos del Golán y desemboca en el
mar muerto.
El riesgo de cruzar el Jordán era ahogarse y ser arrastrado por las aguas hacia el mar
muerto, al lugar donde no hay vida, solo muerte. Pero si no se cruza el río, nunca se
experimentara la bendición y prosperidad. Israel tuvo que tomar la decisión entre:
“Quedarse en el desierto, lugar que estaba lleno de necesidades o cruzar el río que
lleva a la tierra de bendiciones.

Israel sabia que el desierto no era lugar para hacer vida, solo hay necesidades,
angustias, problemas, ruinas.

Esto nos ilustra el pecado, vivir en el pecado, no es tener vida, solo hay frustración,
angustia, terror y espanto.

Dios nos ha prometido un lugar donde fluye leche y miel, un lugar que esta lleno de
prosperidad y bendiciones:
Gén 12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren
maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Heb 6:13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no
pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,
Heb 6:14 diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te
multiplicaré grandemente.
¿Qué necesitas cruzar para obtener
bendición?
¿Qué significa: “Cruza tu Jordán?
Significa pasar a un nuevo nivel; significa ascender a una altura más alta.

• Dejar atrás ciertas actitudes y formas de pensar que están muy arraigadas
al mundo y tomar la mente de cristo..

1Co 2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién


le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
• Dejar atrás lo que somos, para llegar a ser lo que Dios quiere que seamos.

• Dejar atrás donde estamos, para poder llegar a donde Dios quiere que
estemos.
• Nuestros pensamientos tienen que morir, y los pensamientos de Dios
tienen que reinar.

Rom 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio


de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál
sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Cruzar el Jordán es estar dispuestos a ser transformados por nuestro Dios.

Dios no se iba a unir a la visión de ellos, sino ellos a la visión de Dios.


La generación de israelitas que salió de Egipto no pudo cruzar el Jordán,
estuvieron frente a él, pero no pudieron cruzar. La segunda generación
cruzo, la generación que nació en el desierto, a la primera le faltaron
requisitos. Seamos como la segunda generación, evolucionemos en
Cristo.

La primera generación cruzo lo más difícil, pero no lo más fácil.


2Sa 21:15 Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y descendió David y sus siervos con él, y
pelearon con los filisteos; y David se cansó.
2Sa 21:16 E Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos de
bronce, y quien estaba ceñido con una espada nueva, trató de matar a David;
2Sa 21:17 mas Abisai hijo de Sarvia llegó en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató. Entonces los hombres
de David le juraron, diciendo: Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no sea que
apagues la lámpara de Israel.

Esto nos enseña que para cruzar el Jordán es necesario eliminar nuestras fuerza
física y poner nuestra absoluta confianza en Dios, de lo contrario no lo cruzaremos.
Frente al mar Rojo el pueblo se confunde, reclama y maldice con gran desesperación.

Éxo 14:10 Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí
que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y
clamaron a Jehová.
Éxo 14:11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que
muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?
Éxo 14:12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios?
Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto.
Éxo 14:13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová
hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los
veréis.
Éxo 14:14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.
Éxo 15:1 Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico(A) a Jehová, y dijeron:
Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente;
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.
Éxo 15:2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico,
Y ha sido mi salvación.(B)
Este es mi Dios, y lo alabaré;
Dios de mi padre, y lo enalteceré.
Núm 13:33 También vimos allí gigantes,(A) hijos de Anac, raza de los
gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les
parecíamos a ellos.

Núm 14:1 Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el


pueblo lloró aquella noche.
Núm 14:2 Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos
de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de
Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos!
Núm 14:3 ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada,
y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería
mejor volvernos a Egipto?
Núm 14:4 Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y
volvámonos a Egipto.

Jos 1:16 Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos


todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos
mandes.
Jos 3:5 Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará
mañana maravillas entre vosotros.

La orden le vino a Josué fue: Levántate y pasa este Jordán tu y todo este pueblo, a
la tierra que yo les doy a los hijos de Israel." No se les dio ninguna instrucción
acerca de cómo habían de cruzar el rio

Los sacerdotes con el arca del pacto al frente descendieron caminando con una
gran seguridad hacia las aguas del Jordán, a pesar que esa época era cuando más
caudaloso se ponía el rio, era la época que menos probabilidad se tenía para
cruzarlo por sus fuertes corrientes, pero Dios quería manifestar su poder.

Isaías 43:2

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