La salmonelosis es una de las infecciones intestinales más
comunes transmitidas por alimentos.
Al tratarse de una infección intestinal, la bacteria también se encuentra en las heces de personas infectadas, por eso la higiene personal cobra especial relevancia durante y después de pasar la enfermedad, ya que el no lavarse las manos después de ir al baño y manipular alimentos puede ser origen de infecciones en otras personas.
Los principales alimentos que pueden ser transmisores
de Salmonella son los huevos y las carnes de aves de corral, sobre todo pollo y pavo. La carne de cordero, cerdo y vacuno también pueden portar la bacteria y contaminarse si su manipulado en el matadero no se realiza apropiadamente. FACTORES DE RIESGO DE SALMONELLA
Factores dependientes del tubo
digestivo.
Factores generales del individuo.
SINTOMAS La infección por Salmonella comienza a presentar síntomas entre las ocho y 48 horas siguientes al contacto con la bacteria. Éstos se caracterizan por diarrea, dolor abdominal y fiebre principalmente, aunque suelen venir acompañados de náuseas, vómitos y dolor muscular. DIAGNOSTICO Aunque en la mayoría de los casos la infección por salmonella suele ser leve, y no requiere ningún tipo de estudio diagnóstico, si es cierto que en algunos casos es útil proceder a identificar la bacteria causante mediante algunos procedimientos que ayuden a confirmar un diagnóstico fiable de salmonella. Mediante coprocultivo. Mediante hemocultivos. Serología o determinación de anticuerpos. Análisis del alimento. TRATAMIENTO El tratamiento de la infección por salmonella no requiere una terapia específica en la mayoría de los casos. Unas medidas básicas como la reposición de líquidos de manera habitual y una alimentación suave durante unos días pueden ser suficientes para pasar el cuadro de esta infección. Sin embargo, en algunos casos, sobre todo en aquellas situaciones de riesgo de complicaciones, los médicos deberán recetar un antibiótico para minimizar las consecuencias de la salmonelosis. ALIMIENTACION Los alimentos más aconsejados durante esta fase son: Arroz, patata y zanahorias cocidos. Plátano. Pan tostado. Manzana rallada con un chorrito de limón, en compota o al horno. Pollo o pavo sin piel. Pescado blanco que esté hervido o a la plancha. Yogur natural sin azúcar. Agua, agua de arroz y zanahoria, suero oral. PREVENCION Extremar las medidas higiénicas cuando se está en contacto con los alimentos es fundamental para evitar las toxiinfecciones alimentarias de todo tipo, también en el caso de prevenir una salmonelosis. No laves los huevos para su almacenamiento. En caso de hacerlo, consúmelos inmediatamente y cocínalos sin que queden crudos. En el caso de que un trozo de cáscara entre en contacto con el huevo, hay que desecharlo si no se está seguro o cocinarlo hasta que quede bien cuajado.