Sei sulla pagina 1di 19

LOS TEOTIHUACANOS.

Cultura Teotihuacana.

Tenorio Granillo María Fernanda.


Licenciatura en Química.
México Multicultural.
TEOTIHUACAN
Origen:
Fueron los aztecas que dieron el nombre de
"Teotihuacán", a esta fascinante cultura prehispánica,
cuando llegaron a esas regiones alrededor del
año 1320 d.c. El nombre significa "Ciudad de los Dioses
o ciudad donde nacieron los dioses", ya que creían
que los dioses se habrían reunido allí para crear el sol y
la luna después de que el mundo y el universo fue
creado. La ciudad de Teotihuacán fue un sitio muy
venerado por los aztecas y se convirtió en su centro de
peregrinación desde la capital azteca
de Tenochtitlán (actual Ciudad de México).
LA CIUDAD DE TEOTIHUACÁN.
Los pobladores de la cultura teotihuacana
construyeron basamentos piramidales de gran
tamaño que se distinguían porque usaban el
talud y el tablero. Sus construcciones más
importantes fueron las pirámides del Sol y de la
Luna, así como la Calzada de los Muertos y el
Templo de Quetzalcóatl. También edificaron
plataformas en las que se llevaron a cabo
ceremonias religiosas y celebraciones
populares.
La urbe se estructuró en torno a una calzada principal
orientada en sentido norte-sur y una secundaria
trazada de este a oeste. La Calle de los Muertos, de
unos 4 km de longitud, unía la plaza de la Pirámide de
la Luna con la Ciudadela, una ancha plataforma
elevada de 400 m de lado que contiene el templo de
Quetzalcóatl y otros edificios religiosos. A ambos lados
de la calzada se alzaban templos, como la Pirámide
del Sol, palacios, como el de Los Jaguares, y barrios
residenciales. La estructura más impresionante de
Teotihuacana es sin duda, la Pirámide del Sol, una
masa de adobe, piedra de relleno y estuco que tiene
65 m de altura y una base de 250 x 250 m.
¿QUÉ FUE LA CULTURA
TEOTIHUACANA?
Fue una de las muchas civilizaciones
precolombinas mesoamericanas, que
hizo vida entre los siglos I a.C. y VIII d.C.
en el territorio del actual México,
específicamente en la zona aledaña a
los restos de la ciudad de Teotihuacán,
al noreste del valle mexicano.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA.
La civilización teotihuacana ocupó la
zona noreste del actual valle
mexicano, específicamente entre los
municipios de Teotihuacán y San Martín
de las Pirámides, a 78 kilómetros de la
Ciudad de México. Esta zona fue
declarada patrimonio mundial de la
humanidad por UNESCO en 1987.
ECONOMÍA
La economía teotihuacana era
fundamentalmente agrícola, con mucho
intercambio comercial con las culturas vecinas
durante su apogeo. El frijol, el maíz, el
amaranto, los pimientos, tomates y cereales
eran cultivados en terrazas mediante regadío,
aunque este método se muestra insuficiente
para sostener una metrópoli tan grande como
prometió ser Teotihuacán en sus momentos
cumbres.
Esto sugiere la necesidad de la recolección, la
caza y la crianza de animales, así como la
extracción de minerales como la obsidiana,
arcilla, basalto y estaño, que eran usados en
labores artesanales, arquitectónicas o de
intercambio comercial con otros pueblos.
El comercio, sobre todo, debe haber ocupado
un área importante de las actividades
teotihuacanas, lo que les habría conferido una
importancia regional y les haría receptores de
otros elementos presentes en las ruinas, como el
jade, la turquesa, el cinabrio, la hematita.
ESTRUCTURA SOCIAL
La sociedad de esta cultura era elitista: se
jerarquizaba a través de clases bien
diferenciadas, con la nobleza militar en la
cima, seguidos de una casta de
funcionarios y sacerdotes de origen
también aristocrático, encargadas de la
administración urbana y poblacional. En
último lugar estaba el estrato de los
agricultores, artesanos y comerciantes.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA.
La cultura teotihuacana se regía
teocráticamente, es decir, a través del
gobierno de sus líderes religiosos. Esto
implica una élite gobernante militar y
religiosa, cuyo cacicazgo se ejercía a
través del conocimiento científico-
religioso de la cultura y de ritos
frecuentes que mantenían cohesionado
el orden social.
LA GRAN CIUDAD.
Teotihuacán fue una de las primeras urbes de
importancia en las Américas, cuyo apogeo se estima
entre los siglos III y V d.C. (Período Clásico Temprano),
con una población de 100.000 a 200.000 habitantes y
una superficie de casi 21 km2. Es probable que haya sido
un enorme centro de intercambio cultural y comercial.
Fue abandonada gradualmente alrededor del año 750
d.C., por causas desconocidas, si bien se especula que
la inestabilidad política, el agotamiento de los recursos o
el incremento feroz de las guerras podrían haber sido las
causantes. Lo cierto es que a principios del siglo VIII ya
era una ciudad abandonada.
EL MISTERIO.
Se sabe poco de la etnia teotihuacana, ya que
mucho de lo que permanece o incluso de los nombres
con que se conocen sus ruinas proceden de la cultura
mexica (azteca), que ocupó Teotihuacán mucho
después de que fuera abandonada, consagrando sus
ruinas al peregrinaje religioso.
El nombre, de hecho, procede del náhuatl y significa
“Lugar donde los dioses han nacido”. Según su
cosmovisión, los pobladores originales de la ciudad
habían sido los quinametzin, una raza de gigantes
previos a la existencia humana.
Se desconoce el idioma de sus pobladores originales y el
nombre que pudieran darle, si bien se ha descubierto
mucho sobre su sociedad en su apogeo, gracias a las
excavaciones arqueológicas en la zona. Algunas teorías
apuntan a culturas otomí, mazahua, totonaco, tepehua
o chocolteco.

Los aztecas y tal vez los


teotihuacanos mil años antes,
hablaban una lengua llamada
náhuatl. La escritura mezclaba
pictogramas, ideogramas y signos
fonéticos.
RELIGIÓN.
La mitología teotihuacana era similar a la de otros
pueblos precolombinos de la zona: politeísta, con
fuerte herencia de culturas anteriores (y legado a las
posteriores).
Rendían culto a la serpiente emplumada,
Quetzalcóatl; al dios de la lluvia y la siembra, Tlaloc; al
dios del fuego, Huehuetéotl; al dios del cielo y la tierra,
Tezcatlipoca; y sus ritos a menudo involucraban
sacrificios, tanto humanos como animales.
Sus animales sagrados eran el búho, el puma, el
águila, la serpiente.
Quetzalcóatl

Huehuetéotl

Tláloc

Tezcatlipoca
ARQUITECTURA.
La arquitectura teotihuacana fue pródiga
en monumentos, a juzgar por las pirámides halladas
en Teotihuacán (entre ellas la tercera más grande
del mundo) y sus templos y edificaciones
ceremoniales, notoriamente abundantes en la
ciudad.
También es de destacar sus sistemas de calles, de
desagües y grandes plazas. Se considera que
tuvieron una fuerte influencia de los Olmecas,
considerada la civilización “madre”
mesoamericana.
ARTES.
La cerámica y la pintura mural fueron
manifestaciones artísticas muy frecuentes en
esta cultura, en las que se mostraban
comúnmente escenas mitológicas.
Los murales por lo general acompañaban
edificaciones importantes, o se ubicaban en
taludes, tableros de basamentos y en el interior
de las pirámides, así como en pórticos, cuartos
y corredores. Esto permite suponer el grado de
religiosidad de los teotihuacanos.
FIN DE LA
CULTURA TEOTIHUACANA.
A finales del periodo Clásico, la ciudad fue
saqueada, quemada y destruida. Se
desconocen con exactitud las causas de
la decadencia de esta cultura, pero
algunos investigadores consideran que
sucumbió por la sobreexplotación de los
recursos naturales, las invasiones de otros
pueblos y los conflictos internos.

Potrebbero piacerti anche