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Durante la Edad Media conviven tres culturas en la Península Ibérica:

cristiana, judía y musulmana. A lo largo de la Reconquista se alternaron


épocas de paz y convivencia pacífica (escuela de Traductores de Toledo) y
épocas de guerra y persecuciones por motivos religiosos.
La literatura medieval hispánica se inicia en el siglo XI con las jarchas
(pequeños poemas escritos en romance mozárabe) y termina con la
publicación de La Celestina en 1499, obra de transición entre la E. Media y
el Renacimiento.
Son breves composiciones líricas populares escritas entre los siglos IX y XI,
que constituyen la manifestación más antigua de la literatura romance en la
Península. Presentan las siguientes características:
• Están compuestas en lengua mozárabe, es decir, la lengua de los cristianos
que vivían entre los árabes. Se trata de una lengua romance influida por la
lengua árabe.
• Su temática es amorosa. Se trata de breves composiciones, de dos a
cuatro versos, en las que una muchacha se lamenta por la ausencia del
amado. Suele tener como confidentes a su madre y a sus hermanas.
¿Qué haré, madre? Tanto amar, tanto amar,
Mi amado está a la puerta. Amado, tanto amar!
Enfermaron mis ojos brillantes
Y duelen tanto
Son breves composiciones líricas populares escritas entre los siglos IX y XI,
que constituyen la manifestación más antigua de la literatura romance en la
Península. Presentan las siguientes características:
• Están compuestas en lengua mozárabe, es decir, la lengua de los cristianos
que vivían entre los árabes. Se trata de una lengua romance influida por la
lengua árabe.
• Su temática es amorosa. Se trata de breves composiciones, de dos a
cuatro versos, en las que una muchacha se lamenta por la ausencia del
amado. Suele tener como confidentes a su madre y a sus hermanas.
¿Qué haré, madre? Tanto amar, tanto amar,
Mi amado está a la puerta. Amado, tanto amar!
Enfermaron mis ojos brillantes
Y duelen tanto
Las jarchas
Mi corazón se va de mí.
¡Ay señor, no sé si me volverá !
¡Me duele tanto por el amigo!
Está enfermo, ¿cuándo sanará?

Decid vosotras, ay hermanillas,


¿cómo he de atajar mi mal?
Sin el amigo no puedo vivir:
¿adónde he de ir a buscarlo?
Decidme vosotras, ay hermanillas, Garid vos, ay yermanelas
¿cómo contener mi mal? ¿cóm contener é meu mali?
Sin el amado no viviré, Sin el habib no vivreyu
y volare a buscarlo Ed volarei demandari.
Cantigas de amigo
Están escritas en gallego portugués, durante los siglos XIII y XIV, presentan
el mismo tema de las jarchas, el lamento por la ausencia del amado; pero
en ellas la joven enamorada dirige también sus quejas a los elementos de la
naturaleza. Como recurso literario destaca el uso del paralelismo, es decir, la
repetición de la misma estructura sintáctica, lo que favorece su
memorización y recitación.
Ondas do mar de Vigo Ondas del mar de Vigo
Se vistes meu amigo? ¿acaso habéis visto a mi amigo
E ai Deus, se verrá cedo! Y, ay Dios, ¡si vendrá pronto!
Ondas do mar levado Ondas del alto mar,
Se vistes meu amado? ¿acaso habéis visto a mi amado?
E ai Deus, se verrá cedo! Y, ay Dios, ¡si vendrá pronto!
Se vistes meu amigo ¿Acaso habéis visto a mi amigo
A por que sospiro? aquel por quien yo suspiro?
E ai Deus, se verrá cedo! Y, ay Dios, ¡si vendrá pronto!
Se vistes meu amado, ¿Acaso habéis visto a mi amado
Por que ei gran cuidado? aquel por quien tengo gran cuidado?
E ai Deus, se verrá cedo! Y, ay Dios, ¡si vendrá pronto!
El tema de los villancicos castellanos es similar al de las jarchas; pero,
además, estas composiciones desarrollan otros asuntos: canciones de
trabajo, de boda, de alborada, de fiesta:
¿A quién contaré yo mis quejas, Que ha sido la siega linda,
mi lindo amor? buena ha sido la vendimia
¿A quién contaré yo mis quejas, que si ha sido la siega buena,
buena vendimia es la nuestra
Si a vos no?
¡Vivan muchos años Que se nos va la tarde zagalas,
Los desposados! que se nos va.
¡Vivan muchos años! Que se nos va a espaldas vueltas
-que se nos va-
La mañana de San Juan, mozas, el día de nuestra fiesta
Vamos a coger rosas. -que se nos va-.
Que se nos va la tarde, zagalas,
que se nos va.

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