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La lactancia materna es la

forma ideal de aportar a los


bebes los nutrientes que
necesitan para un crecimiento
y desarrollo saludable.
Para que puedas alimentar a tu bebé exclusivamente con leche durante los
primeros 6 meses, te aconsejamos que te alimentes de manera adecuada.

•Consumir todos los días frutas y verduras de todos los colores, bien lavadas.
•Toma abundante agua (entre 2 y 3 litros por día).
•Consumir todos los días leche, yogur o queso. Si podés, aumenta la cantidad
habitual.
•Trata de comer un poco de carne todos los días.
•Consumir cereales y legumbres todos los días (pastas, fideos, arroz, harinas,
polenta, maíz, trigo, avena, panes, porotos, garbanzos, lentejas, soja y arvejas
secas).
•Evitar las dietas para adelgazar. Si estás amamantando necesitas una
alimentación completa y saludable. Por otra parte, el hecho mismo de amamantar
te ayudará a recuperar la figura.
1- La leche materna
1- Lactancia materna
Contiene todos los
acelera recuperación de la
Nutrientes que el bebe
mamá.
necesita durante los 6
2- Menor riesgo de
primeros meses de
hipertensión y depresión
vida.
posparto.
2- Protege su sistema
3- Disminuye el riesgo de
inmunitario.
cáncer de ovario y mama.
3- Reduce el riesgo de La lactancia materna 4- Ayuda a la
asma y alergias. Es un nexo de unión mineralización de los
4- Más fácil de digerir Único entre la madre huesos.
que lactancia artificial. E hijos 5- Ahorro económico en la
5- Menor tasa de
familia.
obesidad infantil.
Para amamantar, es importante que estés motivada y
tranquila, y tu bebé, sostenido y seguro.
Existen distintas posiciones para amamantar y es
bueno que vayas variándolas.
Sin embargo, cualquiera sea la posición siempre es conveniente:

•Que antes de amamantar, te laves bien las manos con agua y jabón.
•Que estés cómoda y con la espalda apoyada.
•Que lleves a tu bebé hacia tu pecho, y no tu pecho al bebé.
•Que tu hijo esté bien prendido al pecho: con la boca abierta abarcando
toda la areola y no solamente el pezón. Si está succionando no lo saques
a la fuerza porque puede lastimarte. Para evitarlo, introducir suavemente
un dedo limpio en la boca del bebé, entre la mandíbula superior y la
inferior.
•Que la cabeza y el cuerpo de tu bebé estén alineados con tu abdomen
(“panza con panza”).
•Que la cara de tu hijo esté frente a tu pecho, y su nariz contra tu pezón.
•Que todo el cuerpo del bebé quede sostenido en tu regazo (y no sólo la
cabeza o la cola).
•Que mires a tu hijo a los ojos, ya que a través de la mirada se refuerza el
vínculo.
•Que alimentes a tu bebé cada vez que lo pida, día y noche, lo que se
llama “lactancia a demanda”.
Existen distintas formas de amamantar. Se aconseja ir variándolas para
asegurar un mejor vaciado del pecho.

Sentada
La panza de la mamá está en Debajo del brazo
contacto con la del bebé y su
cuerpo se apoya sobre la falda El cuerpo del bebé pasa por
de la madre. debajo del brazo de la mamá
Sentada invertida
igual que la posición
anterior, pero en esta la
mamá le ofrece el pecho
opuesto.

Acostada
Es la posición ideal para
amamantar de noche o
después de la cesárea.
Es muy importante que tu bebé se prenda bien al pecho para que pueda
sacar leche sin dificultad y tus pezones se conserven sanos, sin
lastimaduras ni grietas.

Tu bebé está bien prendido si:

•Tiene la boca bien abierta (como un bostezo).


•No se prende solo del pezón sino también de parte de la areola
(zona oscura que lo rodea).
•El labio inferior está volcado hacia afuera.
•El mentón y la nariz del bebé están tocando tu pecho.
•Las mejillas se ven redondeadas. Hace mamadas lentas y
profundas, a veces con pausas.
•Podés ver u oír a tu bebé tragar.
Si vas a estar ausente cuando al bebé le toca comer
Te recomendamos seguir los siguientes pasos:

•Lavate bien las manos y elegí una


posición cómoda y relajada.
•Masajear suavemente el pecho
desde la base hacia el pezón, al
principio de la extracción y a lo
largo de la misma.
Inclínate hacia
delante y sostené tu
pecho con la mano
opuesta ubicándola
formando una “c”
(pulgar por arriba de
la areola y el índice
por debajo

•Apretá y soltá el pulgar y •Presioná al mismo tiempo


el índice varias veces con el pulgar y el índice
hasta que la leche hacia atrás. Luego apretá
comience a gotear. Rotá firmemente hacia delante,
los dedos alrededor de la acercando los dedos entre
areola. sí para comprimir los
•Volcá la leche en un conductos de leche que
recipiente apto para están debajo de la piel.
alimentos, limpio, con
tapa y fecha de
recolección.
Es importante que uses siempre un recipiente con tapa apto para
alimentos.

Cada vez que guardes leche, Etiqueta el envase con la fecha de la


extracción para usar primero la leche que tiene más días de extraída.

La leche se conserva:

•hasta 8 horas a temperatura ambiente (si hace menos de 27 ºC).


•hasta 3 días en la heladera (no en la puerta).
•hasta 2 semanas en congelador común.
•hasta 6 meses en un freezer.
•La mejor forma de descongelar la leche es la pérdida de frío
progresiva (del freezer a la heladera y de ahí a temperatura
ambiente).
Es habitual que sientas algunas molestias cuando el bebé comienza a prenderse
al pecho.

En estos casos, te recomendamos comenzar a darle por el pecho menos dolorido


y variar las posiciones de amamantamiento buscando la que te sea menos
dolorosa.

Podés también darle la pecho a tu bebé más veces y por menos tiempo.

Para el cuidado diario de los pezones, recurrí al método “A.L.A.S.”:


•Aire: dejarlos secar al aire después de cada toma.
•Lubricación: con una gota de la primera leche que producís, para evitar o tratar
las grietas de la piel.
•Agua: para lavarlos — sin utilizar jabón-, y nunca frotarlos .
•Sol: en tomas de unos pocos minutos, siempre antes de las 11 horas y después
de las 16 horas.
•Es importante además que uses corpiños holgados y cómodos.
Pezones doloridos

Cuando te duelen al comienzo de la mamada, es porque el bebé succiona y los


pequeños conductos que llevan la leche todavía están vacíos.
Podés prevenirlo masajeando la mama desde la base para que los conductos se
llenen, o extrayéndote un chorro de leche antes de poner el bebé al pecho.
Cuando te duelen durante toda la mamada, podés prevenirlo colocando el bebé a
mamar de manera que tome toda o parte de la areola con la boca, alternando las
posiciones para amamantar o evitando el vacío que se produce cuando retiras a
tu bebé del pecho.
Para eso introducir suavemente la punta de un dedo limpio entre las encías del
bebé.
Pezones agrietados

Así los podés prevenir:


Variando las posiciones para amamantar.
Evitando el vacío al sacar al bebé del pecho, retirándolo lentamente y colocando
suavemente la punta de un dedo limpio entre sus encías.
Ofreciendo mamadas seguidas y más cortas.
Así los podés tratar:
Comenzá a amamantar por el pecho menos dolorido.
Buscar la posición en que haya menos dolor.
No disminuyas el tiempo de las tomas.
Si tu bebé se duerme “prendido” al pezón, retirarlo suavemente colocando la punta
de un dedo limpio entre las encías.
Después de cada mamada, coloca unas gotas de leche sobre tus pezones y permití
que se sequen al aire. Aplica el método ALAS.
Conductos tapados
Así los podes reconocer:
Se perciben como durezas en algunas zonas del pecho. Con el paso de las horas
puede aparecer un color rosado sobre la piel y se siente la zona más “caliente” que
el resto.
Suelen presentarse en el costado “externo” de los pechos, ya sea en el lado de
arriba o de abajo.
Así los podes prevenir:
Variando las posiciones para amamantar.
Ofreciendo mamadas frecuentes.
Así los podes tratar:
Colocando paños de agua tibia en la zona antes de comenzar a amamantar.
Usando corpiños holgados.
Masajeando suavemente la zona afectada antes y durante el amamantamiento.
Colocando la pera de tu bebé en dirección a la dureza para favorecer que esa
zona se vacíe.
Mastitis
La mastitis es la infección de la glándula mamaria y debe ser tratada lo antes
posible.
Los síntomas más frecuentes son fiebre y horas después es posible notar en
alguna parte de un pecho o en los dos, una dureza rojiza, que produce ardor y
dolor.
Ante cualquiera de estos síntomas, recurrí sin demora al centro asistencial
más cercano, donde se te indicará el tratamiento a seguir.
Así podes prevenirla:
Variando las posiciones para amamantar.
En la mayoría de las situaciones en que se presenta la mastitis, es posible
continuar amamantando.
Si tenés que volver al trabajo o separarte por alguna razón de tu hijo, podes sacar
la leche y conservar para que otra persona se la dé a tu bebé en tu ausencia.

Los innumerables beneficios de la lactancia materna para tu bebé y para


vos no son un privilegio, sino un derecho respaldado por la ley.
"Toda trabajadora madre de lactante podrá disponer de dos (2) descansos
de media hora para amamantar a su hijo en el transcurso de la jornada de
trabajo, y por un período no superior a un (1) año posterior a la fecha del
nacimiento, salvo que por razones médicas sea necesario que la madre
amamante a su hijo por un lapso más prolongado."
Ley 20744 de Contrato de Trabajo, Art. 179

Si el bebé no está cerca o no te lo pueden traer hasta donde trabajas, podes


sumar esos descansos y trabajar una hora menos por día durante el período
indicado.
Además, las distintas provincias o lugares de trabajo puede ofrecer beneficios
adicionales.
Podes quedar embarazada a pesar de estar amamantando.
Un intervalo de menos de 2 años entre embarazos no es
recomendable para tu salud ni para tus hijos.
Existen anticonceptivos orales especiales para usar durante
la lactancia (y tenés que cambiar por otros a los 6 meses del
parto).
Las pastillas para la lactancia son unas píldoras
anticonceptivas especiales para esta etapa ya que no
interfieren con la producción y calidad de la leche materna.
Además, usar preservativo, porque es el único método que
también te previene de infecciones de transmisión sexual)
Alma (1 año)

Yamil ( meses de vida)

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