formada por pequeñas comunidades fraternales de cristianos. • La Iglesia se extendía por el Imperio Romano. • Comenzaron las persecuciones contra los cristianos. • Siglo II y III: La Iglesia seguía creciendo: 6 millones de un total de 50 millones del Imperio Romano. • Se celebraron los primeros Sínodos locales. • Continúan las persecuciones contra los cristianos. • Se originan cismas y herejías: Gnosticismo: secta y doctrina filosófica y religiosa que ofrecía la salvación por medio de un conocimiento oculto y negaba la importancia de la fe, las obras y lo material. Montanismo: herejía apocalíptica y semi- mística (s. II) originada en Frigia (Asia Menor) por un pseudo-profeta llamado Montano. Creía en la llegada inminente de Cristo y del fin del mundo. • Para combatir las herejías estaba el obispo de Roma (el Papa): que determinaba cuál era la verdadera fe cristiana y de esta manera se mantenía la unidad de la Iglesia. • Se reafirma la autoridad del Papa como cabeza de la Iglesia, y Roma se consolidó como sede papal. • El cristianismo se convierte en la religión oficial del Imperio Romano. • Esta situación produjo problemas entre la Iglesia y el poder imperial, como por ejemplo: El emperador romano se entrometía en las cuestiones de la Iglesia para sus intereses políticos. Muchos ciudadanos se hicieron cristianos no por la fe cristiana, sino para obtener beneficios sociales y políticos. Los primeros Concilios ecuménicos, en los que se reunieron los Obispos de toda la Iglesia para declarar la doctrina católica frente a las herejías tuvieron una gran importancia en la profundización de la doctrina trinitaria y cristológica. Concilio de Nicea, año 325: Concilio I de Constantinopla, año condenó la herejía de Arrio 381: enseñó la divinidad del (arrianismo) que negaba la Espíritu Santo, frente al error de divinidad de Cristo, y Macedonio. enseñó que Jesucristo es verdadero Dios, de la misma naturaleza que el Padre.
Las definiciones de estos
dos primeros Concilios componen el Símbolo Concilio de Nicea nicenoconstantinopolitano, que se reza en la Liturgia; 3.- Concilio de Éfeso, año 431: condenó los errores de Nestorio. Afirmaba que en Cristo había dos personas, una divina y otra humana.
Y que la Virgen María no podía
ser llamada Madre de Dios porque era solamente madre de la persona humana. El Concilio enseñó que en Cristo había una sola persona divina, y que la Santísima Virgen debía ser llamada “Madre de Dios” (Theotokos). Concilio de Calcedonia, año 451: rechazó el error de Eutiques (monofisismo), que admitía una sola naturaleza en Cristo (la divina).
La Iglesia enseñó en este
Concilio que en Cristo hay una sola persona divina y dos naturalezas, la divina y la humana, ya que es verdadero Dios y verdadero hombre.