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2
Todas las culturas tienen mitos muy
arraigados, algunos inofensivos y otros que
causan grandes daños.

3
En nuestra cultura contemporánea, muchos
niños son alentados a creer que Santa Claus
trae los juguetes el día de Navidad. Aunque
antiguo, el mito de creer que pasar bajo una
escalera es de mala suerte, sigue siendo muy
popular. Tanto en México como en Estados
Unidos, muchas mujeres en cinta creen que
deben tener un listón rojo atado sobre su
vientre para que el bebe nazca bien.

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Otros mitos vigentes son el creer que un
billete de dos dólares trae buena suerte o que
una pata de conejo o cola de venado también
traen buena suerte. ¡Todos ellos son mitos,
son mentiras!

Nuestro Señor Jesucristo siempre desafió los

mitos de su tiempo. Las falsas ideas de que
los gentiles no merecían salvación o de que
las mujeres no tenían alma, El las desechó.

5
Hoy es de suma importancia revisar los mitos
sobre el trabajo en los hogares (células), ya que
la mayoría de las fuentes que escuchamos
nunca han experimentado la estrategia de
Jesús.

Si somos llamados a anunciar al mundo la

palabra del Señor, tenemos que revisar si la
forma en que lo estamos es como lo hizo Jesús.

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VEAMOS SIETE IDEAS FALSAS
EN TORNO AL MINISTERIO
EN LOS HOGARES.

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 MITO 1:
LOS GRUPOS DE AMISTAD
FOMENTAN DIVISIONES

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Este mito supone que el hecho de tener
grupos pequeños en una iglesia fomentará
divisiones dentro de la misma. No hay nada
más falso. El trabajo de grupos pequeños
fortalece el discipulado de viejos y nuevos
creyentes y en consecuencia, promueve la
unidad, a través de una visión compartida por
la mayoría.

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 MITO 2:
ES QUE NO FUNCIONA,
YA LO INTENTE

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Los grupos de amistad no son un programa
“más” de trabajo de evangelismo. Tampoco
son un método adicional de crecimiento, sino
que son el principio bíblico establecido por el
Señor Jesús, el modelo de trabajo en su obra.

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Algunos pastores han intentado utilizar esta
estrategia solo como un método mas, sin
asimilar que no se trata de probar esto “para
ver si funciona”. Cuando los pastores y
líderes entendemos la estrategia de Jesús, la
vivimos sin dudar y con persistencia (Mateo
10:12-14).

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Por eso los apóstoles, desde el principio,
practicaron la estrategia de Jesús y fueron a
los hogares (Hechos 5:52): “y todos los días
en el templo y por las casas no cesaban de
enseñar y predicar a Jesucristo”. Hoy, en
todos los países, las iglesias que practican el
ministerio en los hogares, tienen éxito.

13
 MITO 3:
TENGO MUY POCOS MIEMBROS

14
La idea de que se necesita una iglesia grande
para establecer la estrategia de Jesús, no
tiene ningún fundamento. Pero la realidad es
que las iglesias que hoy han alcanzado
grandes multitudes, en sus inicios contaban
con muy pocos miembros, pero pusieron el
fundamento correcto, por eso crecieron.

15
Nuestro Señor Jesucristo comisionó a doce a
establecer su estrategia de llevar el evangelio
a los hogares. Así, a través de las
instrucciones del maestro, lograron convertir
a miles de personas en su tiempo.

“Y los que creían en el Señor aumentaban

más, gran número de hombres y
mujeres.”(Hechos 5:14)

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 MITO 4:
NO ESTOY PREPARADO
PARA HACERLO

17
Este mito supone que se necesitan pastores
con grandes estudios teológicos sobre el
tema de grupos de amistad, para poder iniciar
el trabajo de la estrategia de Jesús en las
iglesias.

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Lo que realmente se necesita es una pasión
de ganar el mundo para Cristo y llevar un
estilo de vida semejante a la iglesia primitiva.
Como dice un dicho popular, “más puede el
que quiere que el que sabe”. Y para nosotros,
“todo lo podemos en Cristo que nos
fortalece”.

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 MITO 5:
ESO NO FUNCIONA
EN NUESTRO PAIS.

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Una de las ideas que parecen más
convincentes, pero que es una de las más
grandes mentiras del diablo, es que sólo
ciertas culturas son propicias para desarrollar
el trabajo de los grupos de amistad. Lo cierto
es que aunque pudiese haber culturas que se
presten más para desarrollar este trabajo, el
ministerio de los hogares, es un principio
universal: es verdad en cualquier lugar, en
cualquier época y con cualquier persona.

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Históricamente está demostrado que el
principio del trabajo en los hogares funciona
en todo lugar que exista raza humana, ya que
Dios nos ha diseñado para ser seres que
necesitamos amarnos los unos de los otros.

22
Podemos encontrar en todas las culturas,
países, ciudades, donde se ha emprendido la
estrategia de Jesús, resultados históricos
incuestionables. Las iglesias de más rápido
crecimiento en el siglo XXI, son iglesias-
celulares.

23
 MITO 6:
LAS GRUPOS DE AMISTAD
AFECTAN LA ECONOMIA
DE LA IGLESIA

24
Este mito se basa en la suposición que al
dejar de celebrar algún servicio entre semana
para dar lugar al evangelismo en las casas, se
dejará de captar la ofrenda de dicho servicio,
llegando así disminuir la economía de la
iglesia.

25
Lo contrario es la verdad. Al empezar a
trabajar más en los hogares, tendremos como
resultado un mayor número de conversiones
en nuestras congregaciones, lo cual implicará
más hermanos fieles cumpliendo con sus
ofrendas y sus diezmos.

26
También es importante entender que la
ofrenda es una forma de adoración a Dios que
puede ser enseñada e implementada en los
hogares.

Cabe mencionar también que el propósito

principal de la obra de Dios no está basado en
qué tanta ganancia generan los servicios a
nuestra iglesia, sino que tantas personas
están conociendo a nuestro Señor Jesucristo.

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 MITO 7:
LOS GRUPOS PEQUEÑOS
SON IDEA DE
IGLESIAS MODERNISTAS.

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Muchos concluyen que si una congregación
no tiene la verdadera doctrina de Jesús y esta
implementando el trabajo de los grupos en los
hogares, entonces tal ministerio es erróneo.
La verdad es que el trabajo en los hogares es
tan antiguo como la iglesia primitiva, ya que
los evangelios y el libro de Los Hechos nos
presentan a Jesús y a los apóstoles, una y
otra vez ministrando en los hogares.

29
Aunque existen muchas iglesias que han
errado doctrinalmente y no predican la
verdadera doctrina de nuestro Señor
Jesucristo y de los apóstoles, nos debe dar
celo, que sin embargo han tomado
correctamente la estrategia de Jesús en los
hogares.

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 ¡Regresemos al principio de trabajo
de la Iglesia Apostólica Primitiva!

No sólo retengamos la doctrina.

Retomemos también la estrategia de Jesús:
¡LOS HOGARES!

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