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 Nuestro Salvador, en la

Ultima Cena instituyó


el Sacrificio eucarístico
de su Cuerpo y su Sangre
para perpetuar por los
siglos, hasta su vuelta, el
Sacrificio de la Cruz y
confiar así a la Iglesia, el
memorial de su muerte y
resurrección,
sacramento y prenda de
la gloria futura.
 Catecismo, 1374: La
Eucaristía es un
sacramento en el que,
por la admirable
conversión del pan y
del vino en el Cuerpo
y en la Sangre de
Jesucristo, se contiene
verdadera, real y
substancialmente el
Cuerpo, la Sangre, el
Alma y la Divinidad
del mismo Jesucristo
Señor Nuestro, bajo
las especies del pan y
del vino, para nuestro
alimento espiritual.
Es el mayor de los
sacramentos:

 Los demás
sacramentos son
medios o
instrumentos por
los que nos llega la
gracia que nos
santifica.

 La Eucaristía en
cambio, contiene
al mismo autor de
la gracia, a Cristo.
 En los demás
sacramentos se da
o se acrecienta la
gracia en el
momento de
recibirlos
dignamente.

 En la Eucaristía,
además,
permanece Cristo
bajo las especies
sacramentales,
mientras éstas no
se corrompan.
 La Eucaristía es la
fuente y cima de
toda la vida
cristiana.
 Todos los demás
sacramentos y
todas las obras de
la Iglesia se
ordenan a la
Eucaristía porque
su fin es llevar a
los fieles a la unión
con Cristo
presente en este
Sacramento .
 El Señor anunció la
Eucaristía durante su vida
pública.
 Ioann 6,51-54: "Yo soy el
pan vivo que ha bajado del
Cielo, si alguno come de
este pan vivirá
eternamente; y el pan que
yo le daré es mi carne para
la vida del mundo (...).
Quien come mi carne y
bebe mi sangre tiene vida
eterna"
 Instituyó este Sacramento
en la Última Cena.
 El Señor "habiendo amado a
los suyos, los amó hasta el
fin" (loann 13,1).
 Para no alejarse instituyó la
Eucaristía: "tomó pan, dio
gracias, lo partió y se lo dio
diciendo: «Esto es mi
cuerpo que será entregado
por vosotros».
 De igual modo, acabada la
cena, tomó el cáliz,
diciendo: «Este es el cáliz de
mi sangre, que será
derramada por vosotros»
(Lc 22,7-20; I Cor II,23-26)" .
 La materia
de este sacramento es
- el pan de harina de trigo
y
- el vino de uvas.
 Al vino se añade un poco
de agua.
 MISAL ROMANO: "Que
por el misterio de este
agua y de este vino,
participemos de la
divinidad del que se dignó
hacerse partícipe de
nuestra humanidad“ .

 En el rito latino, el pan


debe ser ácimo (es decir,
no fermentado).
 La forma del sacramento son
- las palabras de la
Consagración pronunciadas
por el sacerdote in persona
Christi: en primera persona,
porque presta a Jesucristo su
cuerpo, sus manos y todo su
ser.

 "El sacerdote ofrece el Santo


Sacrificio in persona Christi,
lo cual quiere decir más que
en nombre, o en vez de Cristo.
 In persona: es decir, en la
identificación específica,
sacramental con el Sumo y
Eterno Sacerdote“.
 Por la institución de la
Eucaristía a partir del pan
y del vino queda
significada:

 La Pasión de Jesucristo,
en la cual se separó la
Sangre del Cuerpo del
Señor;

 La Eucaristía como
comida y bebida
espirituales, aumento del
alma.
 Cristo Jesús está presente
de múltiples maneras en
su Iglesia:
- en su Palabra,
- en la oración de los
fieles (cfr. Mt 18,20),
- en los pobres y
enfermos (cfr. Mt 25,31-
46),
- en los sacramentos...
 Pero, sobre todo, está
presente bajo las especies
eucarísticas .
 En la Eucaristía están contenidos
verdadera, real y substancialmente el
Cuerpo y la Sangre junto con el Alma
y la Divinidad de nuestro Señor
Jesucristo: perfecto Dios y perfecto
Hombre, el mismo que nació de la
Virgen, murió en la Cruz y está
sentado en los Cielos a la diestra del
Padre.

 Esta presencia se denomina «real»,


no a título exclusivo, como si las
otras presencias no fuesen «reales»,
sino por excelencia, porque es
substancial, y por ella Cristo, se hace
totalmente presente.
 Por la consagración
eucarística se realiza
el gran milagro de la
Transubstanciación:
la conversión de toda
la substancia del pan
en la substancia del
Cuerpo del Señor, y
de toda la substancia
del vino en la
substancia de su
Sangre .
 Aunque los sentidos
capten verdaderamente los
accidentes del pan y del
vino, la luz de la fe nos da
a conocer que lo que
realmente se contiene bajo
las especies eucarísticas.
 Gracias a la permanencia
de los accidentes,
podemos afirmar que el
Cuerpo de Cristo está
realmente presente en el
altar, o en el copón, o en el
Sagrario.
 "La presencia del verdadero
Cuerpo de Cristo y de la
verdadera Sangre de Cristo
en este sacramento, «no se
conoce por los sentidos,
dice Santo Tomás, sino sólo
por la fe, la cual se apoya en
la autoridad de Dios» .

 Esto lo expresa muy bien la


siguiente estrofa del Adoro
te devote: Visus, tactus,
gustus in te fallitur / Sed
auditu solo tuto creditur/
Credo quidquid dixit Dei
Filius: / Nil hoc verbo
Veritatis verius.
 Después de la consagración,
"Cristo está todo entero
presente en cada una de las
especies y todo entero en
cada una de sus partes“ .
 Por esto, "la comunión con
la sola especie de pan
permite recibir todo el fruto
de gracia de la Eucaristía“.
 En el rito latino éste es el
modo habitual de recibir la
comunión, excepto en
algunas circunstancias (cfr.
C.I.C., can. 925).
 Nuestro Señor
Jesucristo, al instituir
la Eucaristía, ordenó a
los Apóstoles:

 "Haced esto en
conmemoración mía"
(Lc 22,19).

 En ese momento los


constituyó sacerdotes
de la Nueva Alianza .
 Sólo el sacerdote puede
consagrar, pronunciando las
palabras in persona Christi.
 El diácono es ministro
ordinario de la distribución
de la Sagrada Comunión.
 Por causa proporcionada,
también pueden
administrarla
extraordinariamente un
acólito e incluso cualquier
fiel.
 Sin embargo, la Iglesia lo
prohíbe en caso de que se
halle presente un ministro
ordinario que no esté
impedido.
 Lo que el alimento produce
en el cuerpo para el bien de
la vida física, lo produce en el
alma la Eucaristía, de un
modo infinitamente más
sublime, en bien de la vida
espiritual.

 Pero el alimento se convierte


en nuestra substancia
corporal, al recibir la Sagrada
Comunión, somos nosotros
los que nos convertimos en
Cristo:
 SAN AGUSTÍN,
Confesiones: “no me
convertirás tú en ti, como
la comida en tu carne,
sino que tú te cambiarás
en Mí”.
 Dios, por la Sagrada
Comunión,
- acrecienta la gracia y
- las virtudes,
- perdona los pecados
veniales y
- la pena temporal,
- preserva de los pecados
mortales y concede
- perseverancia en el
bien:
 en una palabra, estrecha
los lazos de unión con Él

 Pero la Eucaristía no ha
sido instituida para el
perdón de los pecados
mortales; esto es lo
propio del sacramento
de la Confesión.

 La Eucaristía causa la
unidad de todos los
fieles cristianos en el  La Eucaristía es
Señor, es decir, la prenda
unidad de la Iglesia, o garantía de la
Cuerpo Místico de gloria futura
Cristo .
 En verdad, en verdad os
digo que, si no coméis la
Carne del Hijo del
hombre y no bebéis su
Sangre, no tendréis vida
en vosotros" (loann
6,53).

 El deseo de recibir la
Comunión es necesario
con necesidad de medio
para salvarse.
 La recepción de la
Comunión in re (de
hecho) es necesaria con
necesidad de precepto
para todos los cristianos
que tienen uso de razón.

 "La Iglesia obliga a los


fieles (...) a recibir al
menos una vez al año la
Eucaristía, si es posible
en tiempo pascual
preparados por el
sacramento de la
Reconciliación.
 Pero la Iglesia recomienda
vivamente a los fieles recibir la
santa Eucaristía los domingos
y los días de fiesta, o con más
frecuencia aún, incluso todos
los días.
Disposiciones del alma
 — Para comulgar
dignamente, es
necesario estar en
gracia de Dios.

 "Así pues, quien come


el pan y bebe el cáliz
del Señor
indignamente, será
reo del Cuerpo y de la
Sangre del Señor.
 I Cor 11,27-29:
“Examínese, pues, el
hombre a sí mismo; y
entonces coma del pan
y beba del cáliz; pues
el que sin discernir
come y bebe el Cuerpo
del Señor, se come y
bebe su propia
condenación"

 Nadie debe acercarse a


la Sagrada Eucaristía
con conciencia de
pecado mortal por
muy contrito que le
parezca estar, sin
preceder la confesión
sacramental.
 — Para comulgar
fructuosamente, se
requiere, además de
estar en gracia de
Dios, un serio empeño
por recibir al Señor
con la mayor devoción
actual posible:
- preparación
(remota y próxima);
- recogimiento;
- actos de amor y
- de contrición,
- de adoración y
- de humildad,
- de desagravio y
- de acción de gracias.
 b) Disposiciones
del cuerpo.

 La reverencia interior
ante la Sagrada Eucaristía
se debe reflejar también
en las disposiciones del
cuerpo.
 La Iglesia prescribe el
ayuno.
 Para los fieles de rito
latino el ayuno consiste
en abstenerse de todo
alimento o bebida
(excepto el agua o
medicinas) una hora
antes de comulgar.
 También se debe procurar
la limpieza del cuerpo, el
modo de vestir
adecuado...

 El modo tradicional de
recibir la Sagrada
Comunión —fruto de la
fe, del amor y de la piedad
de siglos— es de rodillas y
en la boca.

 Los motivos, que dieron


lugar a esta piadosa y
antiquísima costumbre,
siguen siendo
plenamente válidos.
 También se puede comulgar de
pie y, en algunas diócesis del
mundo, está permitido —nunca
impuesto— recibir la comunión
en la mano.
 El precepto de la
comunión sacramental
obliga a partir del uso
de razón.
 Conviene preparar muy
bien y no retrasar la
Primera Comunión de
los niños: "dejad que los
niños se acerquen a Mí
y no se lo impidáis,
porque de éstos es el
Reino de Dios" (Mc
10,14).
 Para poder recibir la
primera Comunión, se
requiere que el niño
tenga conocimiento,
según su capacidad, de
los principales misterios
de la fe, y que sepa
distinguir el Pan
eucaristía) del pan
vulgar.

 Antes de acercarse a la
primera Comunión
conviene que reciba el
sacramento de la
Confesión .
 Hay dos grandes
fiestas litúrgicas en las
que se celebra de
modo especial este
Sagrado Misterio:
- el Jueves Santo
(institución de la
Eucaristía y del Orden
sagrado) y
- la fiesta del Corpus
Christi (destinada
especialmente a la
adoración del Señor en
la Eucaristía).
Se conserva la Eucaristía
en el Sagrario:
1. para poder dar la
Sagrada Comunión a
los enfermos o a
quienes, por cualquier
motivo, no hayan
podido acudir a la
Santa Misa;

2. para que la Iglesia


pueda dar culto a Dios
Nuestro Señor en la
Sagrada Eucaristía
(Exposición del
Santísimo, Procesión
del Corpus Christi,
etc.);
3. para que los
fieles
privadamente
puedan
siempre
adorar al
Señor
Sacramentad
o con
frecuentes
visitas
privadas.
 Buenos Aires, 20 de mayo 2008
 Auditorio del CUDES
 P. Juan María Gallardo
juanmariagallardo@gmail.com
www.oracionesydevociones.info

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