extraordinaria sobre la iglesia, que debe ocurrir en nuestros días, y constituir el objeto de nuestras más fervientes plegarias y de nuestra más ardorosa preocupación. 1. Convencer de pecado de justicia y de juicio 2. Dirigir la mente en el estudio de la Palabra de Dios 3. Recordar la Escritura en momentos de necesidad 4. Interceder ante el Padre cuando oramos 5. Darnos la seguridad de que somos hijos de Dios 6. Habilitarnos para proclamar con éxito el Evangelio "Vosotros también, hijos de Sión, alegraos y gozaos en el Eterno vuestro Dios; porque os dio la primera lluvia a tiempo, y os enviará lluvia temprana y tardía, como al principio. Joel 2: 23 “Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne. Vuestros hijos e hijas profetizarán, vuestros ancianos tendrán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Hasta sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.” joel 2: 28, 29 Elena de white. Hechos de los apóstoles, p. 45
“Bajo la figura de la lluvia temprana y tardía que cae en
los países orientales al tiempo de la siembra y la cosecha, los profetas hebreos predijeron el derramamiento de la gracia espiritual en una medida extraordinaria sobre la iglesia de Dios.... Pero cerca del fin de la siega de la tierra, se promete una concesión especial de gracia espiritual, para preparar a la iglesia para la venida del Hijo del hombre”. 1. El espíritu santo da poder para el fuerte pregón y finalizar la obra evangelística. 2. Prepara a la iglesia para subsistir durante el tiempo de las siete postreras plagas. 3. Reaviva y fortalece a los hijos de dios para pasar por el tiempo de angustia Elena de White, Primeros Escritos, p.86
“En ese tiempo, descenderá la "lluvia
tardía" o refrigerio de la presencia del Señor para dar poder: a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete postreras plagas serán derramadas.” “No es por causa de alguna restricción de parte de Dios por lo que las riquezas de su gracia no fluyen a los hombres sobre la tierra. Si la promesa no se cumple como debiera, se debe a que no es apreciada debidamente. Si todos lo quisieran, todos serían llenados del Espíritu…El Señor está más dispuesto a dar el Espíritu Santo a los que le sirven, que los padres a dar buenas dádivas a sus hijos.” Hechos de los Apóstoles p.41 Porque, como toda promesa de Dios, está sujeta a condiciones que deben cumplirse “Oremos con corazón contrito con el mayor fervor para que ahora, en el tiempo de la lluvia tardía, los aguaceros de gracia caigan sobre nosotros... Mientras oráis, creed, confiad en Dios. Es el tiempo de la lluvia tardía, cuando el Señor dará liberalmente de su Espíritu. Sed fervientes en la oración, y velad en el Espíritu”.* Testimonio para los Ministros, p. 518, 521 1. Confesar los pecados y recibir el perdón. 2. Limpiar el corazón de toda contaminación a través de la oración ferviente. 3. Consagración de sí mismos a Dios. “Cristo prometió el don del Espíritu Santo a su iglesia,...Pero como toda otra promesa, nos es dada bajo condiciones…No entregan su alma para que sea guiada y regida por los agentes divinos… Pero muchos no quieren someterse a eso. Quieren manejarse a sí mismos. Esta es la razón por la cual no reciben el don celestial. Únicamente a aquellos que esperan humildemente en Dios, que velan para tener su dirección y gracia, se da el Espíritu”. Deseado de todas las Gentes p. 626 “Pongan a un lado los cristianos sus disensiones y entréguense a Dios para salvar a los perdidos. Pidan con fe la bendición, y la recibirán”. Deseado de Todas las Gentes, p. 767 “Ningún hombre puede despojarse del yo por sí mismo. Sólo podemos consentir que Cristo haga esta obra. Entonces el lenguaje del alma será: ‘Señor, toma mi corazón; porque yo no puedo dártelo. Es tuyo, manténlo puro, porque yo no puedo mantenerlo por ti. Sálvame a pesar de mi yo, mi yo débil y desemejante a Cristo. Modélame, fórmame, elévame a una atmósfera pura y santa, donde la rica corriente de tu amor pueda fluir por mi alma’ ”.
Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 145
“El derramamiento del Espíritu en los días apostólicos fue la "lluvia temprana,” y glorioso fue el resultado. Pero la lluvia "tardía" será más abundante”. Deseado de Todas las Gentes, p. 767