CASO CLINICO

LIPIDOSIS HEPÁTICA

DANIELA TRUJILLO HINCAPIÉ

ANDRÉS OLIVEROS GÓMEZ
 Almacenamiento de
energía, reservorio
de sangre

producción de
La producción de
factores de
"albúmina" la
coagulación de la
proteína esencial
sangre

Almacenamiento de las Metabolismo de las

vitaminas liposolubles proteínas,
como la A, D, E y K, la
fabricación de algunas grasas, hidratos de
enzimas digestivas carbono

Digestión de los
Almacenamiento
alimentos y la
de vitaminas y
desintoxicación
minerales
de los desechos.
 LIPIDOSIS HEPÁTICA (LH)
Es un síndrome que
comprende una de las
hepatopatías más
frecuentes en gatos.

Se produce por la En muchos casos, los Un gato puede perder

acumulación de lípidos gatos pierden el apetito su apetito por varias
en el hígado en debido a enfermedades razones, tales como
cantidad suficiente subyacentes, tales un cambio de dieta
como brusco, estrés, o si
la diabetes, pancreatitis, alguien se olvida de
enfermedad inflamatoria darle de comer. Una
• El metabolismo único intestinal (EII), vez que esto ocurre, el
del gato requiere que enfermedad renal, o gato a menudo se
este ingiera enfermedad del niega a comer
alimentos con una corazón. cualquier cosa.
frecuencia diaria.
 DIAGNÓSTICO.

La dificultad de establecer un diagnóstico presuntivo de LH radica en que los

hallazgos clinicopatológicos coinciden con los de enfermedades como
colestasis, obstrucción biliar y /o pancreatitis. Además, muchas veces es
imposible descartar la existencia de una patología primaria subyacente.
 SIGNOS CLÍNICOS

• Prevalece una historia de sobrepeso, inapetencia mantenida durante

3-7 días y pérdida de peso (25-40%). Presentan depresión,
deshidratación e ictericia .

• La palpación abdominal no suele ser dolorosa y puede revelar

hepatomegalia.

• Los signos gastrointestinales como náuseas y vómitos suelen estar

presentes.

• Los gatos con alteraciones electrolíticas graves, presentan debilidad,

postración y ventroflexión de cabeza y/o cuello, normalmente
producidos por la hipopotasemia.

• Los casos más críticos pueden desarrollar trastornos de coagulación.

• Encefalopatía hepática.
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colangiohepatitis, pancreatitis, citología hepática. colangiohepatitis, pancreatitis, citología hepática.

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 ANALÍTICA CLÍNICA.

La analítica que presentan los gatos con lipidosis hepática es similar a la de los
gatos que padecen otras patologías hepáticas, pero existen pequeñas
diferencias que nos ayudan a orientar el diagnóstico.
 DIAGNOSTICO POR IMÁGENES

Se recomienda complementar el diagnóstico por ecografía, en la cual se

suele apreciar hepatomegalia con patrón hiperecogénico difuso.

La ecografía nos permite también descartar la existencia de otras

patologías hepáticas como masas u obstrucción biliar, al igual que otras
enfermedades, como causa primaria.

Normal Esteatosis
 ESTEATOSIS
1. Simple: lipidosis únicamente en el hígado – pronostico bueno.

2. Esteatohepatitis: inflamación del hígado, fibrosis, cirrosis y

hepatocarcinoma.
 CITOLOGÍA Y BIOPSIA
• El diagnóstico definitivo de LH se confirma mediante biopsia (incluyendo
muestras de hígado, páncreas y duodeno) y permite descartar procesos
inflamatorios o pancreatitis.
• La citología: por aspiración con aguja fina, técnica sencilla y segura para el
animal, es una alternativa que permite una buena aproximación al
diagnóstico, reservando la biopsia para los casos en los que el tratamiento
no tenga el éxito esperado.

hígado normal hígado con lipidosis

 HISTOLOGÍA

hígado con lipidosis hígado normal

 TRATAMIENTO

Eliminar o revertir la causa

original del proceso,
normalmente
culpable de la anorexia

Corregir las alteraciones

sistémicas asociadas a la
disfunción
del hígado.

Facilitar la regeneración
hepática
 DISCUSIÓN.

La lipidosis hepática felina es un síndrome difícil de diagnosticar de forma

definitiva debido a su similitud y, con frecuencia concomitancia, con otras
enfermedades como Colangitis colangiohepatitis o pancreatitis, por lo que es
necesario utilizar todas las técnicas diagnósticas a nuestro alcance para
detectar otras enfermedades.
Se viene el puente y
tu hígado lo sabe