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El epigrama

en clave femenina:
᾿Ανύτη Τεγέας

Prof. Dra. Elbia H. Difabio


2018
Safo de Lesbos (VI a. C.)
Erina de Teos, Lesbos, Telos y
Rodas (fl. 352 a. C.)
Nosis o Nóside de Locros (fl. ca. 300
a. C.)
Mero de Bizancio (IV-III)
Anite de Tegea

Poetisas
 Arcadia (región central del Peloponeso)
 Floruit comienzos del III a. C.
 Tal vez directora de una escuela de poesía
 Lirios en la Guirnalda de Meleagro de Gádara (140-70)
 1ª figura cronológica de la escuela epigramática del
Peloponeso
 1ª en dedicar epitafios a animales
 Estatua en Tegea en 290 a.C.
 Según Antípatro de Tesalónica (fines del I a. C.),
«Anite de Tegea, Homero femenina» (9.26) y en canon
de 9 poetisas

Algunos datos biográficos


Tegea en el Peloponeso
 20 ποιήματα seguros  1 dudoso
(en libro
◦ 3 en libro 6, ἀναθηματικά 7)

◦ 10 en libro 7, ἐπιτύμβια

◦ 4 en libro 9, ἐπιδεικτικά

◦ 3 en libro 16, Planudea


Anite
en AP
7.649

En lugar de un tálamo propicio al himeneo y


de cantos nupciales dignos,
la madre puso sobre esta tumba
marmórea
a una doncella, semejante a ti en mesura y
belleza,
Tersis, y eres saludada incluso muerta.
7.646
ΑΝΥΤΗΣ ΜΕΛΟΠΟΙΟΥ

Λοίσθια δὴ τάδε πατρὶ φίλῳ περὶ χεῖρε βαλοῦσα


εἶπ' Ἐρατὼ χλωροῖς δάκρυσι λειβομένα·
“Ὦ πάτερ, οὔ τοι ἔτ' εἰμί, μέλας δ' ἐμὸν ὄμμα καλύπτει
ἤδη ἀποφθιμένης κυάνεον θάνατος.

Estas postreras palabras, arrojando sus brazos a su


padre querido,
dijo Érato, consumiéndose con pálidas lágrimas:
- «Padre, en verdad ya no existo, y negra, oculta mi
mirada
ahora la sombría muerte, habiendo yo perecido.»
6.123

Párate aquí, lanza homicida, y ya no


gotees por la broncínea púa,
encendiendo la triste muerte,
sino que, permaneciendo inmóvil en la
brillante mansión empinada de Atenea,
anuncia la valentía del cretense
Equecratida.
Ruinas del templo de Atenea Alea, diseñado
por el arquitecto y escultor Escopas
6.153
De gran capacidad, el caldero: lo dedicó el hijo de
Eriaspida,
Cleuboto; su patria, la espaciosa Tegea.
para Atenea, la ofrenda. Aristóteles Clitorio lo hizo,
quien lleva el mismo nombre que su padre.
 6.312
Ἡνία δή τοι παῖδες ἐνί, τράγε, φοινικόεντα
θέντες καὶ λασίῳ φιμὰ περὶ στόματι
ἵππια παιδεύουσι θεοῦ περὶ ναὸν ἄεθλα,
ὄφρ' αὐτοὺς φορέῃς ἤπια τερπομένους.

En verdad los niños, macho cabrío, habiéndote


colocado una rienda purpúrea y un bozal
alrededor de tu cara velluda,
[te] enseñan pruebas hípicas en torno del
templo del dios
para que observe [él] que se regocijan
con sus crías.
7.219

Ya no, como antes, despertarás matutino,


sacándome del lecho, agitando tus
fuertes alas:
en efecto, un saqueador, habiendo llegado
por sorpresa mientras dormías,
te mató deslizando rápidamente su
garra en tu garganta.
7.486

A menudo sobre esta tumba de la joven,


plañideramente
su madre Clina llamó a su querida hija
que ha muerto prematuramente,
invocando el alma de Filinis, quien antes de la
boda
por la pálida corriente del río Aqueronte
pasó.
7.490

A la doncella Antibia estoy llorando, por la


cual muchos
novios llegaron a la casa de su padre,
atraídos por la fama de su belleza y
prudencia, pero de todos
una funesta Moira hizo rodar las
esperanzas muy lejos.
7.724

Verdaderamente el valor, Proarco, te mató


en la lucha
y pusiste, muerto, la casa de tu padre
Fidias en sombría aflicción:
pero esta piedra, en verdad, desde arriba,
canta este bello mensaje,
que moriste luchando por tu querida
patria.
7.190

Para su saltamontes, ruiseñor de los campos, y


para su cigarra que vivía en los árboles,
una tumba construyó Miro,
pequeña niña que derramó lágrimas, pues
teniendo a sus dos
mascotas, el obstinado Hades se las llevó.
7.215
No más, regocijándome en los mares
navegables,
arriesgaré mi cuello, mientras me alzo
desde el fondo del mar,
ni junto a los bordes hermosísimos de la
nave dotada de buenos bancos de remeros,
resoplaré, deleitándome con mi
imagen,
sino que el agua del mar púrpura me impulsó
sobre la tierra firme 5
y yazgo junto a su angosta playa.
Delfín, mural de Cnoso
9.144
De Cipris [es] este lugar, porque quiere [es
estimado] para ella
contemplar siempre, desde tierra firme,
el mar brillante
mientras concede una feliz travesía a los
navegantes y alrededor el mar
tiembla, mirando [él] de modo
penetrante su esplendente imagen
esculpida.
7.313
Siéntate bajo el floreciente follaje del bello
laurel

y saca dulce bebida del hermoso


manantial,

para que descanses tus jadeantes miembros


por las fatigas del verano,

golpeados por el soplo del céfiro.


16.231
A. - ¿Por qué pues, Pan rústico, en el
solitario bosque sombrío,
sentado, estás tocando esta flauta de
agradable son?
B. - Para que las novillas puedan pacer en estos
montes cubiertos de rocío,
cosechando las espigas de bella cabellera.
16.228
Forastero, bajo el olmo descansa tus
fatigados miembros;
dulce, el soplo murmura entre el verde
follaje;
bebe de la fuente un sorbo fresco, pues
ciertamente a los caminantes
es grato este respiro en el calor
quemante.
16.228
Forastero, bajo el olmo descansa tus
fatigados miembros;
dulce, el soplo murmura entre el verde
follaje;
bebe de la fuente un sorbo fresco, pues
ciertamente a los caminantes
es grato este respiro en el calor
quemante.
7.538

ΑΝΥΤΗΣ

Μάνης οὗτος ἀνὴρ ἦν ζῶν ποτε· νῦν δὲ τεθνηκὼς


ἶσον Δαρείῳ τῷ μεγάλῳ δύναται.

Este hombre, cuando vivía, era entonces [de


nombre] Manes, pero ahora muerto
es tan grande como el mismo Darío.
Difabio, E. (2013). El género epigramático en clave
femenina: Anite de Tegea, en Atienza, A. et al. (Coords.).
Nóstoi. Estudios a la memoria de Elena Huber. Buenos
Aires: Eudeba, 215-228.
Korhonen, Tua & Ruonakoski, Erika (2017). Anyte as an
epigramatist, en Human and animal in ancient Greece.
Empathy and encounter in Clasical literature. London-New
York: I. B. Tauris & Co.
McIntosh Snyder, Jane (2017). The Woman and the Lyre:
Women Writers in Classical Greece and Rome. Rei.,
Carbondale: Southern Illinois University Press, 64-98.

Bibliografía básica

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