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http://www.worldfoodscience.org/pdf/FF_en_ARGENTINA_1-05.

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ALIMENTOS FUNCIONALES EN
ARGENTINA Functional Foods in
Argentina M. Olivera Carrión Facultad de
Farmacia y Bioquímica, Universidad de
Buenos Aires, Argentina
FF_en_ARGENTINA_1-05.pdf
http://www.infobae.com/notas/nota.php?Idx=312901&IdxSeccion=1

Grasas trans: cómo saber si las


comemos "encubiertas"
Históricamente se usaba aceite líquido o grasas animales sólidas en la
producción de la mayoría de los alimentos pero que, pasado el tiempo
de elaboración, los productos adquirían un cierto gusto rancio (en
especial con los aceites líquidos). Entonces, surgió la necesidad de
contar con grasas en estado sólido o semisólido de mejor estabilidad
para determinado tipo de alimentos.
Así fue que comenzó a utilizarse el proceso de hidrogenación parcial,
por el que se convierten en grasas sólidas las que antes eran líquidas a
temperatura ambiente.
A mediados siglo XX, se descubrió que el proceso de hidrogenación
parcial formaba ácidos grasos que químicamente eran iguales a los del
aceite, pero en su estructura geométrica eran diferentes.
"Por esa diferencia son metabolizadas de forma diversa en el cuerpo
humano", explicó a Infobae.com la licenciada en Química y gerente de
Calidad y Desarrollo de Flora Dánica, primera firma en el país y segunda
en el mundo en sacar al mercado margarinas libres de grasas trans con
un nuevo proceso enzimático.
“Al principio se creía que todas eran insaturadas, pero hoy se sabe que
ésas que conocemos como grasas trans son peores -desde el punto de
vista nutricional- que las saturadas”, detalló Mercedes Larraín, “ya que
aumentan el colesterol malo y disminuyen el bueno”.
Así es que se consiguió obtener productos similares “sin la presencia de
trans”.
La profesional informó que “todos los productos que contengan en su
composición aceites vegetales parcialmente hidrogenados pueden
contener trans”. Y destacó entre éstos a los alfajores, galletitas,
panificados, tapas de empanadas, barritas de cereales “no light”, entre
otros.
La única manera que una persona tiene para darse cuenta si lo que
consume contiene ésas grasas (así como cualquier otro componente
perjudicial para su salud) es observar atentamente la información
nutricional, que desde el 1 de agosto de 2006 es obligatoria en el rótulo
de los alimentos envasados.
“Antes sólo se aclaraba, opcionalmente, si el producto contenía grasas
saturadas o insaturadas y en éstas últimas estaban incluidas las trans”,
comentó Larraín, y destacó: “Hoy, todos tienen la posibilidad de leer los
envases y elegir conscientemente si desean consumirlas”.

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