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ARTE AZTECA

El arte azteca o arte mexica es un estilo artístico


desarrollado por el Imperio Azteca en la región
centroamericana. Alcanzó su cúspide durante los
siglos XV y XVI, cuando el imperio se encontraba en
su más grande estado de expansión militar y cultural.
Este estilo artístico se vio representado en una gran
variedad de formas, entre las que destaca la pintura,
la artesanía, la escultura y la arquitectura. Las
creaciones artísticas de esta civilización lograron
expandirse por una gran parte del continente, pues
los aztecas llegaron a controlar una porción
importante de toda la región centroamericana.
Características generales
Es posible encontrar una gran cantidad de
características similares entre el arte de la civilización
azteca y el de otros imperios que se expandieron, en
algún momento de la historia, en Mesoamérica
En gran parte, esto se debe a la tradición artística que
heredaron los pueblos mesoamericanos con el pasar
de los años. Los grandes monumentos de piedra, la
arquitectura de gran tamaño, la artesanía con muchas
decoraciones y la calidad de la metalurgia eran
característicos de otros estilos artísticos
mesoamericanos. La influencia del arte azteca
también ocurrió por medio de piezas artísticas de
otras civilizaciones de la época. La escultura azteca
tiene muchas semejanzas con la de la civilización de
Oaxaca, pues muchos de sus habitantes y artistas
llegaron a residir en centros urbanos aztecas.
La influencia del arte azteca también ocurrió por
medio de piezas artísticas de otras civilizaciones de
la época. La escultura azteca tiene muchas
semejanzas con la de la civilización de Oaxaca, pues
muchos de sus habitantes y artistas llegaron a
residir en centros urbanos aztecas.
Arquitectura

La arquitectura azteca es uno de los aspectos del arte azteca del cual más
conocimiento se tiene, pues muchas estructuras se mantienen en pie hoy en
día. Esto se debe, principalmente, a la calidad y consolidación de los
materiales usados durante el proceso de construcción.
La arquitectura azteca es uno de los aspectos del arte azteca del cual más
conocimiento se tiene, pues muchas estructuras se mantienen en pie hoy en
día. Esto se debe, principalmente, a la calidad y consolidación de los
materiales usados durante el proceso de construcción.
El hecho de que las edificaciones se construyeran encima de otras también
ayudó a que los edificios aztecas fuesen algunas de las obras arquitectónicas
más grandes de Mesoamérica y del mundo.
Artesanías
Los aztecas lograron alcanzar un alto nivel de artesanía, aunque nunca
desarrollaran la rueda de alfarero que sí se utilizó en Europa. La cultura
mesoamericana llegó a crear pequeñas figuras huecas, hechas de cerámica y
otras obras ornamentales, como jarros usados como recipientes para guardar
las cenizas de los muertos. Las habilidades artesanales de los aztecas no se
limitaron simplemente a la creación de obras funerarias o de tributo hacia las
deidades. Llegaron a crear obras decorativas, como tazas con formas
onduladas e incluso pequeños recipientes para contener el incienso durante
los rituales religiosos.
La cerámica azteca solía combinar una gran variedad de adornos externos,
tallados por los mismos artesanos, con figuras y patrones artísticos hechos a
base de pintura.
Todos los jarros, incensarios y demás creaciones de cerámica eran finas y de
proporciones parejas. Uno de los mejores ejemplos de la cerámica azteca
puede verse en las obras encontradas en el sitio arqueológico de Cholula.
Escultura
La escultura ha sido una de las
representaciones artísticas aztecas que
mejor se ha logrado conservar. A
diferencia de otros elementos, como las
piezas de metal, los europeos no tenían
propósito alguno para destruirlas. De lo
contrario, los metales como el oro y la
plata, eran derretidos para ser
convertidos en dinero en Europa.
La mayor cantidad de obras esculturales
de los aztecas representaban a las
diversas deidades que alababa esta
civilización. Un ejemplo marcado de la
escultura azteca son las famosas
esculturas Chac mool, las cuales se
pueden encontrar a lo largo de todo el
territorio que dominó el imperio.
Ciudades

La arquitectura azteca en las ciudades estaba


complementada por un gran planeamiento
urbano. Uno de los mejores ejemplos de la
arquitectura azteca se encuentra en la capital
del imperio, Tenochtitlán. Esta ciudad no solo
era la más grande de toda América, sino que
era la tercera más grande del mundo en el siglo
XIV.
La representación arquitectónica más
significativa de la capital azteca era el Templo
Mayor, una de las edificaciones religiosas más
importantes edificadas por los mexicas.
Templo Mayor. forma representa a dos
importantes dioses aztecas: el dios de la
guerra, conocido como Huitzilopochtli y el dios
de la lluvia y agricultura, llamado Tláloc.
El arte maya
La civilización maya alcanzó su apogeo durante el período
Clásico (250-900). En esta etapa, las ciudades más
importantes estuvieron gobernadas por dinastías
hereditarias; vinculado a estas dinastías por lazos de
parentesco, surgió un funcionariado administrativo que
ocupó los centros menores y más alejados de las
capitales. Clases especializadas de sacerdotes,
arquitectos, escribas y artistas satisfacían las necesidades
de una población creciente. La población campesina
ocupaba el nivel inferior y era empleada
esporádicamente como mano de obra en las
construcciones públicas.
La arquitectura maya
La arquitectura maya presenta numerosas
variaciones regionales, pero también unas
características comunes. Una de las más
destacables es el diseño urbanístico de los centros
ceremoniales, en los que los principales edificios
(templos, palacios, juegos de pelota) se agrupan
en torno a amplias plazas, sobresaliendo por su
altura respecto a las demás construcciones los
templos-pirámide. Los centros urbanos, espacios
administrativos, políticos y rituales, se
relacionaban por medio de calzadas y se
completaban con otras obras públicas como pozos
de almacenamiento. Otros rasgos característicos
son el uso de la falsa bóveda (formada mediante la
progresiva aproximación de las hiladas de piedras
de los muros) y la decoración externa de los
edificios: las fachadas de los palacios y templos se
adornaron con grandes mascarones de piedra
tallada o estuco que evolucionaron con el tiempo
hacia formas muy estilizad
La escultura maya
Los mayas alcanzaron un alto grado de
especialización en el arte de esculpir la piedra.
Realizaron tableros, tronos, jambas y dinteles,
elementos que, por su situación en el interior de
los edificios, sólo podían ser vistos por unos
pocos. También aplicaron este arte a numerosos
monumentos destinados a ser colocados en
grandes espacios abiertos, como las estelas y los
altares, que al propio tiempo cumplían la
función utilitaria de ser vehículos de transmisión
de su historia, sus ideas y sus creencias.
Los monumentos tallados más tempranos se
concentraron en lugares de la zona más
meridional del área maya como Izapá,
Kaminaljuyú o Abaj Takalik, donde se localizaron
estelas y altares, ya aislados, ya en estrecha
asociación entre sí. Al poco tiempo, las Tierras
Bajas empezaron también a erigir este tipo de
monumentos.
Pintura y cerámica
• pinturas, en particular los muros interiores y las
bóvedas. Los temas principales de tales obras
fueron dos: representaciones de deidades y
escenas narrativo-históricas; en estas últimas, la
figura humana posee un papel protagónico. Son
característicos, en este sentido, los murales en los
que aparecen miembros de las diferentes
dinastías reinantes en escenas donde se
demuestra su poderío y grandeza. También se
representaron batallas, sacrificios de prisioneros
y la entronización de monarcas. La pintura mural
tuvo, seguramente, la misma importancia que la
escultura en cuanto a su cantidad y a su mensaje
ideológico, pero debido a las condiciones
ambientales, se han conservado muy pocos
ejemplos. Obras de este tipo se encontraron en
ciudades como Yaxchilán, Toniná y Palenque, en
el estado de Chiapas, y Chicanná y Dzibilnocac en
Campeche.

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