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PREVIOS

HISTORIA Y ANTECEDENTES

La Semana Santa es la gran semana: el Misterio Pascual encuentra


en ella su más alta, profunda y conmovedora celebración.
Todo el año litúrgico celebra el Misterio de Cristo.
Así, cada semana, en el día del Señor, conmemora la Pascua del
Señor. Pero una vez al año se conmemora y revive con particular
solemnidad este Misterio. Es el Misterio de la humillación de Cristo y
de su exaltación gloriosa: el Misterio Pascual.

Esta celebración anual es preparada por la Cuaresma, y culmina en


la Vigilia Pascual. Pero se extiende a toda la semana que precede al
domingo de Resurrección: la Semana Santa. Se le llama santa
porque en ella se celebran los más grandes Misterios: nuestra
Redención. Son días benditos en que la misericordia de Dios se hace
más accesible al hombre. (Se le llamaba semana mayor en razón de
su categoría litúrgica: tiene primacía absoluta sobre cualquier
festividad). En ella, el Misterio Pascual encuentra su más alta y
profunda conmemoración. Allí está la fuente de todas las demás
celebraciones del año litúrgico.
El domingo de Ramos es el pórtico de entrada. Y el núcleo central lo
constituye el triduo pascual. El triduo sacro es ya la celebración de
la Pascua: Pasión, Muerte, sepultura y resurrección del Señor.
Comienza con la Misa vespertina de la Cena del Señor, tiene su
centro de gravedad y culminación en la Vigilia Pascual con su
celebración eucarística, y termina con las segundas vísperas del
domingo de Resurrección.

En el siglo II, al recuerdo semanal de la Resurrección del Señor se


añade uno anual más solemne incluyendo el día de su Muerte.
Desde los tiempos medievales hasta los modernos, la gente, no
encontrando ya interés en las celebraciones litúrgicas, se ha
acostumbrado a formas devocionales de la Pasión del Señor. Estas
han ayudado a que se mantenga vivo el recuerdo de la pasión en el
pueblo, pero ha sido causa de que se pierda el sentido del Misterio
Pascual y el valor de la celebración litúrgico-sacramental hecha por
la Iglesia.
Los Ritos de la Semana Santa

Podemos agruparlos en cuatro estratos:

1. Mistérico
Celebra la Muerte y Resurrección de Cristo, mediante los sacramentos
del Pan (Eucaristía) y el Agua (Bautismo), en los que realizamos ese
tránsito con Cristo. Es la vigilia Pascual.

2. Representativo
Ritos de carácter popular y devocional. Más psicológico que mistérico,
más devocional que sacramental. Viene de Jerusalén: Procesión de
ramos, Misa de la Cena y lavatorio, Adoración de la Cruz.

3. Funcional
Ritos preparatorios y funcionales que llegaron a ser celebraciones
propiamente dichas: encender el Cirio, preparar y bendecir los óleos,
los monumentos.
4. Devocional
Prácticas tardías debidas a la decadencia de los estratos
primitivos: palma bendita, visita a los monumentos, via-crucis,
pan bendito.

Pero no olvidemos que lo que importa no es saber lo relativo a


la Semana Santa. Más aún, ni siquiera realizar celebraciones
bien organizadas. Al celebrar el Misterio Pascual de Cristo lo
actualizamos misteriosamente. Lo que importa es que
vivamos personalmente este misterio. Tenemos que morir con
Cristo para resucitar con El.
LUNES, MARTES Y MIÉRCOLES SANTO

• Los días que median entre el Domingo de Ramos y el Jueves Santo se


fueron formando con el tiempo.

• Estos días (lunes, martes y miércoles) expresan la conclusión del camino


de conversión y preparan a captar la realización de las profecías
mesiánicas. Revisten un tono de tristeza por la tragedia que se acelera y
por Muerte que se avecina.

• La unción de Cristo (lunes), la entrega salvadora (martes), la traición de


Judas (miércoles), así como las profecías del Siervo de Yavéh, nos
introducen de lleno en el triduo sacro.

• Estos días podrían ocuparse en la preparación a los sacramentos,


celebraciones de la Penitencia, instrucciones pascuales, promoción
pascual por barrios (carteles, pláticas, etc.).
DOMINGO DE RAMOS
DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
• En este día, la Iglesia recuerda la entrada de Cristo en
Jerusalén para consumar su Misterio Pascual.

Historia

• Hay dos troncos de los que se deriva la celebración del


domingo de Ramos: recuerdo de la Pasión, y entrada triunfal
en Jerusalén.
• Según los más antiguos documentos, este domingo es solo
una extensión del viernes santo.
• Pero en Jerusalén se celebraba emotivamente la triunfal
entrada del Señor en Jerusalén con una procesión solemne,
con oficio estacional. A principios del siglo V se propagó por
Oriente y Occidente este rito. En Occidente hay dos etapas de
formación:
• Primera: mera conmemoración de la entrada del Señor. En
España y Galias este día estaba dedicado a la tradición del
Símbolo y la unción de los catecúmenos. Así que ese domingo
tomó pronto el nombre de Domingo de Ramos sin haber
todavía ceremonia alguna para celebrar el acontecimiento.
• Segunda: bendición y procesión de los Ramos. A partir del
siglo VII, por influencia de las Galias, se introdujo esta
celebración de origen oriental.
Sentido
Es el punto de partida para contemplar y revivir el Misterio Pascual.
Aparecen las dos fases del Misterio de Cristo: el aspecto triunfal en
la procesión, y el sufrimiento en la Misa. El triunfo y la muerte van
inseparablemente unidos. Cristo es rey, porque nos ha
conquistado por la Cruz.

1. La Procesión

Se trata de una fiesta especial.


a) Tiene carácter recordativo, se trata del recuerdo de la entrada de
Cristo en Jerusalén, lleno de detalles.
b) Tiene carácter triunfal, por encontrarse en una atmósfera festiva:
victoreo, ramos de palma.
c) Manifiesta la popularidad que Jesús tenía entre todas las
personas.
d) Es especial la aclamación infantil, por ser primera vez que aparece
tal fenómeno.
e) No es una mera evocación o un simple recuerdo. Es la
manifestación de la fe en el Salvador. Cristo va a triunfar en
nosotros del pecado y de la muerte. De aquí nuestro entusiasmo
en nuestras aclamaciones y cantos.
f) Nos proyecta a la nueva Jerusalén, iniciada en la Iglesia, que vive
el Misterio de Cristo.
• 2. La Misa

• Aquí ya se vive el ambiente de la Pasión, y así


ya empezamos en forma especial nuestra
semana mayor.
• En donde, desde las Lecturas y la Pasión nos
presentan a Cristo Siervo doliente. Que nos
llevará a su Resurrección.
• Nos hace ver que primero tenemos que pasar
por el camino del sufrimiento, para que después
resucitemos con Cristo en la eternidad.
• Contemplamos a Cristo que guarda silencio y
muere en abandono del Padre. Nosotros
debemos recorrer ese camino.
Pastoral

• El mismo nombre: «Domingo de Ramos o de la Pasión


del Señor», manifiesta el doble sentido litúrgico: el triunfo
del Mesías al entrar en Jerusalén, y la memoria de su
Pasión.

• Invítese a los fieles a participar en la solemne procesión


para rendir homenaje a Cristo Rey. Organícese para la
traída de los ramos. Búsquese el modo adecuado para
que la asamblea exprese su fe en honor a Cristo Rey. Los
ramos pueden ser de palmas, olivos, u otros árboles.

• Invítese a los fieles a ofrecer el cumplimiento del próximo


ayuno.

• Déseles a conocer la organización de la semana, e


invíteseles.

• En todas las Misas se conmemora de algún modo la


entrada del Señor en Jerusalén. La liturgia propone tres
formas.
1. Procesión estacional

• Los fieles se reúnen en un lugar, donde se


tiene la bendición de los ramos y la lectura del
Evangelio; de allí se va procesionalmente a
otro. Sólo puede hacerse una vez en cada
iglesia. Es la más plena por su significado.
Pero sólo es aconsejable donde se garantice
su desarrollo decoroso (sin dificultades de
tráfico y con adecuada presencia de fieles).
Podrían participar los niños candidatos a la
confirmación y a la primera comunión. Hay qué
evitar la tendencia al cortejo como espectáculo
o folklorismo.

• Teniendo en cuenta lo anterior, piénsese la


conveniencia pastoral de acompañar con
instrumentos musicales la procesión, y de
poner un arco triunfal en la puerta de la iglesia.
2. Procesión inicial o entrada solemne

• Entrada por la nave, después de tener


en la puerta la bendición de ramos y el
Evangelio. Se hace en las misas con
mayor participación comunitaria que
no pueden realizar la primera. Puede
repetirse, si se ve pastoralmente útil,
hasta tres veces.

3. Entrada simple

La ordinaria de la Misa, en todas las demás


misas.
NOTAS:

Los fieles llevan los ramos en la mano


desde el principio.

• Los ramos serán signos que nos


recuerden la entrada de Cristo,
acogiendo por la comunidad, para
realizar la Redención, que nos
compromete a entrar en su drama y
convivirlo.

• Cuando no se puede realizar ninguna de


las dos primeras formas, es conveniente
tener una celebración de la Palabra, a la
hora más oportuna
La Misa:

• Después de la procesión estacional o de la entrada


solemne, la Misa comienza con la oración colecta, y
continúa como de ordinario. Donde es la entrada simple, la
Misa comienza como de ordinario.
• La lectura de la Pasión puede ser hecha por lectores,
reservando si fuera posible, al sacerdote, la parte
correspondiente a Cristo.
• Prepárese con esmero la lectura. Si no se garantiza que se
realice bien, preferible una buena lectura por un buen
lector, que una lama lectura por tres lectores impreparados.
El coro puede decir lo del pueblo.
• Es necesaria una breve didascalia introductoria (monición)
a la Pasión. No resumen, ni temática. Y una homilía breve
que disponga los ánimos a revivir en la Eucaristía el
acontecimiento de la Pasión para dar gracias al Padre.
• Para la lectura de la Pasión se suprime todos los signos
que acompañan la proclamación solemne del Evangelio.
Sólo los diáconos piden la bendición antes del canto de la
Pasión.
• Por atención a las personas ancianas o enfermas, y para
asegurar mayor atención, podría escucharse sentados la
Pasión, y sólo ponerse de pie en la parte central del relato.
• Podría decirse bendición solemne al final de la Misa.
Preparativos:
En el presbiterio:
a) Prever:
+ Todo lo necesario para
+ Organización sobre los ramos.
la Misa.
+ Lugar de reunión.
+Libros y lugares para los
+ Plan del recorrido y
lectores de la Pasión.
organización detallada de la
+ (casulla, si se usó
procesión.
pluvial en la procesión).
+ Lectores de la Pasión y de las
otras lecturas.
NOTA: Es conveniente
pensar en las personas
b) Cosas qué preparar:
que quisieran ramos
En el lugar de la bendición de
benditos pero que no
ramos:
pudieron asistir a la
+ Agua bendita.
bendición y procesión. En
+ Ramos para celebrante y
la Misa, los fieles no
ministros.
tienen los ramos en la
mano.
En la sacristía (o en el mismo
lugar de reunión):
+ Cruz alta y ciriales adornados.
+ Ornamentos rojos. (En la
procesión se puede usar pluvial)
+ (Incensario)
+ Misal y libro de lectura.
JUEVES SANTO
• Cristo, en la noche de su Pasión, instituyó la
Eucaristía, nos mandó amar al prójimo, e instituyó el
sacerdocio.

Historia
• Al principio, el Jueves Santo era sólo una
preparación a la Pascua (que se celebra viernes,
sábado y Domingo), no formaba parte del Triduo
Pascual. Por eso había en este día la reconciliación
de los penitentes y la bendición de los Óleos. Misa
Crismal y Misa de Reconciliación.
• Muy pronto comenzó a celebrarse por la tarde Misa
de la Cena del Señor (como era último día para
poder celebrarla); posiblemente sin Liturgia de la
Palabra y con comunión sin guardar el ayuno
eucarístico, para acentuar la conmemoración de la
Cena.
• Esta última llegó a tomar preponderancia, bajo el
signo eucarístico. Sobre todo cuando en la Edad
Media se trasladó esta celebración por la mañana,
quedó todo el día con este tema.
• En Jerusalén nació la costumbre de las
representaciones de los hechos. Su liturgia
local tiene el máximo esplendor.

• Reunión en el Martyrium

• Oficio conmemorativo de la Institución


eucarística

• Oficio estacional en Sión. Van recorriendo los


lugares de la Pasión

• Los actores de esta celebración eran


auténticos penitentes excomulgados
generalmente el miércoles de Ceniza, que se
acercaban a ser reconciliados para poder
celebrar la Pascua.
Sentido

Misa Crismal

• Primitivamente era una simple bendición hecha por el


ministro que administraría los sacramentos. La del
Óleo de los exorcismos y el Crisma se reservó al
Obispo. Como en la Pascua se necesitarían muchos,
en los días anteriores a ella se tenía la bendición. Era
una ceremonia simple en el siglo IV: triple insuflación
y oración.

• Después se puso la bendición de los tres óleos


santos, por influencias galicanas. Fue cuando los
bautismos ya no se celebran únicamente en la Vigilia
Pascual; y cuando apareció la concepción de que la
bendición de los óleos celebraban el Misterio Pascual:
en ellos se sintetiza de alguna manera la acción
creadora de la Vigilia Pascual.
Misa de la Cena del Señor

• Muy pronto se comenzó a recordar la Cena del Señor.


Jesús, la víspera de su Muerte, cuando desde las altas
torres las trompetas dieron la señal convenida, comió
con sus discípulos la Cena Pascual, y la plenificó. El
cordero pascual era signo de El; y él se entregó
(«traditit», «traditio») por nosotros como cordero que
quita el pecado, y se dio para que lo comiéramos. Por
eso, mucho tiempo se celebró esta memoria en el
ambiente de una cena: sin antemisa y sin ayuno, como
se entiende por antiquísimos leccionarios. Cuando se le
puso Liturgia de la Palabra tomó elementos del martes
santo y añadió otros originales. En las abadías poco a
poco comenzaron a celebrar la misa privada. Y este
abuso se convirtió en ley para las órdenes religiosas en
el siglo XII. Con la traslación a la mañana perdió todo
su sentido.

• El Lavatorio es una antiquísima tradición. Es un rito de


origen judío, signo de fraternidad y hospitalidad. Es el
centro de una «jornada de los pobres» en que se les
daba comida y hospitalidad más especial. Cuando se
institucionalizó la caridad, se hacía con los monjes en
una ceremonia recordática de la cena. Pero siempre
fuera de la Misa. Fue una gran novedad que Pio XII en
su reforma la pusiera como rito opcional dentro de la
Misa vespertina de la Cena del Señor.
• En cuanto a la adoración de la reserva,
durante diez siglos fue una acción utilitaria y
práctica: como el Viernes no había
consagración, se guardaban simplemente las
especies consagradas para el Viernes, en la
sacristía, o en un armario en el presbiterio. El
gesto de la reserva se transformó en
escenificación de la Pasión: sepultura de
Jesús. De allí es de donde se originó que se
cambiara el sentido de Pasión por el de
Eucaristía. Y más cuando se trasladó la Misa a
la mañana, pues quedaba todo el día libre
para visitar los «monumentos» cada vez más
fastuosos.

Su sentido se sintetiza en dos ideas:

• + Es el día de la UNIDAD.
• + Es el día PRINCIPIO DE LA PASCUA.
Veamos seis puntos desglosados de estas ideas:
1. Reconciliación:

• + Inserción en el Misterio Pascual de Cristo


• + Presencia del amor de Cristo Redentor que allí se da
• + Preparación a la Comunión Pascual.
• + Cumplimiento del precepto eclesial de la Confesión anual por Pascua
(garantía de un minimum vital necesario para no morir espiritualmente).
• + Reconciliación con la Iglesia a la que ofendimos con nuestro pecado.

2. Sacerdocio:

• - El Obispo tiene la plenitud sacerdotal. De él deriva en cierto modo la


vida de sus fieles.
• + Los sacerdotes participan del ministerio sacerdotal del Cristo, del cual el
signo más visible y pleno es el ministerio del Obispo. Están en unión
necesaria con él. Y forman entre ellos un único cuerpo.
• + Los fieles, por la unción bautismal, participan del sacerdocio de Cristo,
aunque en modo esencialmente distinto que los sacerdotes ministeriales.
Estos comunican la santificación obtenida por Cristo de la que son
administradores; los fieles consagran la vida familiar y social, y ofrecen su
propia vida como una oblación, con Cristo, el cual es hecho presente por
los primeros.
• Sin el sacerdote no tendríamos Eucaristía. Gracias al sacerdocio
ministerial la Eucaristía se ha reproducido a través de los siglos. Pero sin
la Eucaristía no hubiera existido el Sacerdocio, pues la razón esencial de
éste es la renovación de este sagrado Misterio. El sacerdote tiene poder
sobre el Cuerpo real de Cristo, y de ahí le viene el poder sobre el Cuerpo
Místico para sus demás actividades. Y todo esto sólo porque Dios lo
quiso. Nosotros debemos al sacerdote: respeto, docilidad, indulgencia,
amor.
3. Pascua:

• Este día prepara, inicia, anticipa y concentra a la vez los Misterios


de la Pascua.
• + El Crisma y los Oleos se bendicen en orden a los Sacramentos
Pascuales.
• + La reconciliación de los Penitentes constituye una preparación
para la comunión pascual, y a la vez es presencia de la Redención.
• + La Misa de la Cena del Señor es el Sacramento de la Cena en
que Cristo anticipó misteriosamente su Sacrificio redentor y su
glorificación.
• Por eso la Cena está ya dentro del Triduo Pascual, que constituye
la celebración misma de la Pascua.

4. El Amor:

• - Dios es amor. Y este es el día de su expresión máxima: Cristo se


entrega por nosotros.
• - Cristo nos dio el mandato de amarnos como El nos amó a todos
los que somos sus discípulos.
• La Eucaristía y el amor fraterno están indisolublemente unidos.
Cristo, que instituyó la Eucaristía pide que se amen entre ellos los
que va a participar de ella. La celebración de la Eucaristía ha de ser
una expresión de nuestro amor real entre hermanos, y ha de
promovernos hacia el encuentro caritativo con el prójimo. De lo
contrario, estamos falsificando nuestra celebración. En eso
precisamente conocerán que somos discípulos de Cristo. De eso
depende que nuestra celebración sea auténtica o hipócrita.
5. Eucaristía:

• Es el Sacramento de toda la obra salvadora de Cristo. Es el


Sacramento de la Pascua. Dios quiere ser y estar con
nosotros en el «Emmanuel» revestido de las apariencias de
pan, que nos sale al encuentro. Y es el Sacramento de
unidad. La comunión del Cuerpo de Cristo implica la
comunión con los demás. Y no se puede participar del culto
eucarístico si no se le hace derivar del ministerio sacerdotal
de la Iglesia. En la Eucaristía se hace misteriosamente
presente el sacrificio cruento de la Cruz, ofrecido de una vez
por todas en Jerusalén para salud del mundo; ahí está el
aspecto sacrificial de la Eucaristía. Y el Cuerpo glorioso de
Cristo se hace presente en nuestros altares; es el aspecto
sacramental.
• Cristo se dio en comida para unir a su Sacrificio a quienes lo
comieran. El mismo poder omnipotente de Cristo hace que
cuando ahora se consagra, ese momento coincida con aquel
momento espiritual de la Redención del mundo. Hay un único
Sacrificio Redentor; lo que se multiplica, se repite y se
renueva es el rito sacrificial bajo el cual el único Sacrificio se
hace presente cada vez. Y como signo sacramental no se
multiplica a Cristo glorioso, sino sus presencias corporales en
tales lugares de nuestro espacio.

6. Inicio de la Pasión:

• La noche del jueves Santo fue la hora de la agonía del huerto,


la traición de Judas, el abandono de sus amigos, la negación
de Pedro, etc.
Pastoral

• Por la mañana, fuera de catedral, no hay misas. Todos los


sacerdotes, ministros y fieles de la Iglesia local asisten y
participan en la Misa de la Cena del Señor por la tarde.
• Pero cuando haya personas que por ningún modo podrían
participar en la Misa de la Cena del Señor, el ordinario del lugar
puede permitir otra Misa (siempre que no sea para favorecer
grupitos privilegiados, o en detrimento de la Misa principal).
• Hoy, según una antigua tradición, se prohíben las Misas sin
pueblo.
• La comunión sólo se reparte dentro de la Misa. A los enfermos se
les puede llevar a cualquier hora. Los que comulgaron en la Misa
Crismal pueden comulgar en la de la Cena.
• En las parroquias, por la mañana pueden tenerse las
instrucciones preparatorias para la Pascua: catequesis
pascuales, pláticas prebautismales, ensayos para las
celebraciones, etc. O preparación para Confesiones. Podría
haber Celebraciones comunitarias de la Penitencia el miércoles
por la tarde y aun el jueves antes de la Misa vespertina. Insístase
en la Comunión de hoy.
• Pueden tenerse celebraciones de envío y recepción de los
delegados de la parroquia para traer de la catedral de la diócesis
los óleos nuevos bendecidos por el Obispo en la Misa Crismal.
• Cabe también organizar visitas a los pobres, promoción de
colectas, una campaña de caridad (diálogo-ayuda-promoción).
1. Misa Crismal:

• En Catedral (la iglesia de la diócesis), el Obispo, rodeado de su


presbiterio, celebra la Misa en que son bendecidos los óleos. Es
signo y manifestación sacerdotal. (si es difícil congregarse el
jueves, puede anticiparse, pero siempre cerca de la Pascua).
• Particularidades:
• a) Después de la homilía se tiene la renovación de las
promesas sacerdotales. No hay Credo, no hay tampoco oración de
los fieles.
• b) Enseguida se tiene la procesión y entrega de los óleos y los
dones de la Misa. Orden:
• + aromas para el Crisma
• + óleo de los catecúmenos
• + óleo de los enfermos
• + óleo del Crisma (por un diácono o un presbítero)
• + pan, vino y agua para la Misa.
• c) Por razón pastoral, si el Obispo lo juzga conveniente, puede
tenerse el rito de bendición.
• d) Pero ordinariamente se tiene así:
• + En la Oración Eucarística, antes de la doxología final, se tiene la
bendición del óleo de los enfermos.
• + Acabada la oración después de la Comunión:
• - bendición del óleo de los catecúmenos
• - consagración del Crisma
• e) Se dice bendición conclusiva solemne al pueblo. Y hay
procesión de regreso a la sacristía.
• NOTA: Por decoro, respeto e higiene, que las vasijas de los óleos
estén limpias. Límpiense antes, quémense los antiguos en la
lámpara, así como los algodones; y desodorícense los estuches.
Preparativos:

Cosas qué preparar:

• a) En la sacristía, lugar de las ofrendas, u otro


sitio:
• + vasijas de los óleos con sus aceites (de olivo)
• + Aromas
• + Pan, vino y agua

• b) En el presbiterio
• + Mesa para colocar las vasijas
• + Faldistorio o sedilia
2. Misa de la cena del Señor

• Es la Misa principal de una Iglesia local. Participa toda esa


comunidad. Con esta celebración comienza el Triduo
Pascual.

Particularidades:

• a) Repique al canto del Gloria (desde entonces enmudecen


las campanas hasta el Gloria de la Vigilia Pascual).
• b) Después de la homilía se tiene el Lavatorio de los pies.
• c) Se dice el Prefacio I de la Eucaristía. Después de la
consagración el pueblo responde con la segunda aclamación.
• d) Después de la Comunión:
• + se deja el Pan consagrado sobre el altar
• + se dice la oración después de la Comunión
• + se procede al traslado del Santísimo en la siguiente forma:
• - incensación
• - procesión al monumento
• - llegada. Canto eucarístico. Incensación.
• - Adoración en silencio
• - Salida
• e) Despojo de los altares, en privado. Se quitan las cruces (o
se cubren).
• f) Hay enseguida adoración al Santísimo. Se hace con
solemnidad hasta la media noche.
Preparativos:

• Cosas qué preparar: b) En el presbiterio


• + Monumento: Lugar de la reserva + sagrario vacío
(fuera del presbiterio) adornado,
pero con sobriedad. + campanillas (y matraca si se usa)
• + Si hay Lavatorio, lugar visible +jofaina, toalla, (jabón)
• + Plan del recorrido y organización
de la procesión al monumento c) En la credencia:
• + Organización de la adoración al + todo lo necesario para la Misa (si
Santísimo hasta la media noche es concelebrada: suficientes
• + ¿Organización de las ofrendas purificadores, hostias grandes,
para los pobres? libros para la Oración Eucarística,
• + Repique al Himno gloria copones para la Comunión)
• + ¿Hay comunión bajo las dos + hostias suficientes para hoy y
especies?
mañana
• + Apóstoles (varones).
+ vino suficiente para la Comunión
bajo las dos especies
• a) En la sacristía:
+ paño de hombros (al final)
• + ornamentos blancos para los
concelebrantes.
• + incensario y naveta (al menos NOTAS: si se espera muy
para el final) numerosa la Comunión y no hay
• + bari palio (al final) sacerdotes suficientes, solicítese
• + cruz alta y ciriales con anticipación permiso al
• + (hachones) Ordinario para designar «ad casum»
• + (velos morados para cubrir las ministro extraordinario, y prepárese
cruces que no se puedan quitar) a éste.
VIERNES SANTO
• El viernes santo es día de luto, pero más que nada es día de amorosa
contemplación de la Pasión. La muerte de Cristo es una muerte aceptada por
amor al Padre y a los hombres, para vencer El por nosotros. A través de la
Pasión Dios obra nuestra salvación. Sin esta fe, toda nuestra contemplación del
hecho de la Pasión sería estéril y sentimental.

Historia

• En las primeras horas (entre la una y las seis de la mañana) Jesús compareció
ante Anás y Caifás, y soportó las burlas del jurado. Entre las 6 y las 9, Jesús
fue llevado ante Pilatos, ante Herodes, y nuevamente ante Pilatos. Después fue
víctima de las burlas de los soldados: azotado, escupido, desollado, vestido de
rey de burlas y con corono de espinas. Entre las 11 y las 12, paseo por las
calles y camino del calvario, con la cruz a cuestas. A las 12, Jesús es
crucificado: en el Calvario extiende sus brazos y abre sus labios para abrazar y
besar a toda la humanidad. Alrededor de las 3 de la tarde (entre las 2 y las 3.30
p.m.), Jesús muere, y la naturaleza se torna sombría.
• Durante largo tiempo fue normal que por la tarde se celebrara el Oficio de la
Muerte del Señor. Había reunión a la hora nona, en que tuvo lugar la Muerte del
Señor. Desde fines del siglo IV se celebraba en Jerusalén en la capilla de la
Santa Cruz, la adoración de la santa Cruz. De allí pasó a algunas iglesias
privilegiadas, y luego a todas las de la cristiandad. Se acompañaba con un
Oficio de Lecturas, y concluía con la Comunión.
• Después se desdobló, poniendo una primera parte en la mañana, cuando se
organizó lo de las estaciones. Finalmente quedó todo en la mañana (siglo XV).
Hasta la reforma de Pío XII, que la volvió a poner en su hora.
Celebración en Jerusalén en el siglo IV

1. Adoración de la Cruz.
• Presidía el Obispo, ayudado por diáconos, y con participación de todo
el pueblo. Parece ser por la mañana. Sentido: La Cruz significa a Cristo
crucificado, su pasión y muerte. Pero no queda en signo de dolor, sino
que pasa a serlo de triunfo: se reconoce la Cruz porque hay
conocimiento de la salvación. Esto es lo que nos enseña.

2. Synaxis de la Muerte del Señor.


• Preside el Obispo, ante la Cruz, hacia la hora sexta, y terminaba a la
nona, con el Oficio correspondiente. Se leían 8 salmos. 8 lecturas de
los Profetas, 8 de los Apóstoles, y 4 de los Evangelios. Se dividía en
ocho partes, cada una tenía sus lecturas, su oración colecta con un
silencio y genuflexión. El sentido doctrinal de las lecturas:
• a) Tienen relación con la Pasión de Cristo.
• b) Resplandece la unión entre el antiguo y el Nuevo Testamento
• c) El fin es enseñar al pueblo que cuanto predijeron los profetas
sobre la Pasión, los Evangelios y los apóstoles testifican que ha
sucedido. Es toda una instrucción cuaresmal y pascual, llena de
ilusiones.
3. Reunión a la Hora nona

• Terminada la Synaxis, los fieles pasan del patio grande


del Gólgota a la iglesia del Martyrium para el Oficio de
Nona. Es una nueva reflexión sobre la Pasión y Muerte
del Señor. Por medio de lecturas sacadas de la synaxis.
Destaca el dolor y la victoria por parte del Señor,
testimonio de la Muerte-Resurrección. Este oficio tiene su
complemento en la estación de la Anástasis (Iglesia en el
sepulcro de Jesús) que conmemora su sepultura.

4. Vigilia.
• En la anástasis. Todo un oficio de vela nocturna frente al
sepulcro. Pero van solo según sus fuerzas, es voluntario,
aunque van muchos siempre.
Sentido

• El ver a Cristo colgando en la Cruz nos lleva a una confesión de la


divinidad, y un sentimiento de dolor. Espíritu de contrición. Ante nuestra
conciencia de complicidad en la muerte del Justo, nos brota un dolor;
pero dolor sincero, no desesperado; un dolor que nos regenera y nos da
visión verdadera de lo que somos. El sentido del pecado nace de la
Cruz. Y al sentido del pecado sucede la necesidad de expiación y la
lógica de sacrificio. No hay desesperación, porque dios es amor y
misericordia: Cristo ha expiado por nosotros.

Liturgia de la Palabra:

• Tiene una estructura primitiva, anterior al siglo IV, aunque con un


elemento posterior (la postración ante la Mesa del altar. Siglo VII)
Significa el abatimiento de la Iglesia ante Jesús.
• Roma adoptó desde muy pronto su esquema, aún conservado hoy
(excepto la Lectura de Oseas y el Éxodo).
• La fórmula de la oración universal data del siglo V, pero el género y
estilo se remontan a la primitiva Iglesia. Actualmente tiene algunas
correcciones (quita lo de «perfidia de los judíos», pide por la unidad de
los cristianos en lugar de pedir por los cismáticos y herejes, etc.) quiere
la Iglesia abarcar a toda la humanidad en su súplica ante el Libertador.
Adoración de la Cruz

• Esta parte fue compuesta varios siglos después que la primera, en una época en
que las sobrias tradiciones primitivas habían caído en desuso. El descubrimiento
de la Cruz en el siglo IV atrajo muchos peregrinos en Jerusalén. Después, su
recuperación en el siglo VII de manos del ejército persa por el emperador Heraclio
da origen a un culto extraordinario. Instrumento de esta difusión fueron las
«reliquias de la Cruz».
• Muchos de nuestros actuales cantos se inspiran en los que se cantaban en Siria.
En la liturgia galicana hubo un exuberante desenvolvimiento de la adoración de la
Cruz; se multiplicaron las antífonas, letanías, oraciones (de ahí viene el Via-crucis).
Después se usó adorarla con un beso, precedido inmediatamente de tres
genuflexiones, después de haberse descalzado.
• La idea fundamental de la ceremonia está especialmente representada en el
«trisagion»: en el momento mismo en que Cristo culmina la prueba y el testimonio
de su humanidad solidaria de la nuestra hasta la muerte, en lo que nosotros
fijamos la atención es en su divinidad. Mientras la infamia de la cruz le marca con
las peores injurias, nos volvemos a la gloria de la Resurrección. Y no es por rehuir
el sufrimiento de Cristo, sino por asociarlo con todo el Misterio: muerte – vida,
gloria – sufrimiento, pecado – salvación. La vida de Cristo sobre la tierra, y
especialmente su Misterio Pascual, ha dado a la creación un ritmo nuevo; la vida
no se alcanza sino a través de la muerte, la realidad del pecado nos conduce a la
visión de la salvación, el Reino solo se concede a los pobres. En esta asociación
de valores opuestos es donde reside el mensaje del Viernes Santo y de la Cruz.
Nuestros sufrimientos tienen valor si, unidos a los de Cristo, desembocan en la
gloria; nuestra pobreza tiene sentido si se perfila tras ella la riqueza de Dios.
Perfilan las bienaventuranzas tan auténticamente realizadas en el Misterio
Pascual.
Misa de los presantificados (Rito de la Comunión)

• Es un rito de comunión después de una synaxis de


oración, en torno a la Palabra, sin Sacrificio. Su origen es
el más antiguo.
• Parece ser que viene de la comunión privada que los
cristianos hacían en su domicilio, o de los monjes sin
sacerdote, usando las partículas del domingo. O de las
reuniones entre la semana de los primeros cristianos.
• Por la comunión participamos más íntimamente en el
Sacrificio de la Cruz: anunciamos la Muerte del Señor
hasta que vuelva (1 Cor. 11, 26).
Pastoral

• El día de hoy y el de mañana, por una antiquísima tradición,


la Iglesia omite por completo el sacrificio de la Misa. El altar
está completamente desnudo, sin cruz, sin candelabros, sin
manteles.

• La comunión sólo se da dentro de la acción litúrgica. A los


enfermos puede llevárseles a cualquier hora.

• Es día de recogimiento. Y obliga el ayuno y la abstinencia.

• Para convocar a los fieles se usa matraca o crótalo, mientras


la conferencia Episcopal autoriza otros medios.
Solemne acción litúrgica vespertina de la Pasión y Muerte del
Señor:
• Lo que domina la liturgia de hoy es la Cruz, signo del dolor,
humillación, amor, victoria y salvación. Todo debe centrarse, por
tanto, en la celebración vespertina de la Pasión y Muerte de
Cristo. La acción se celebra alrededor de las tres de la tarde, o
después si hay razón pastoral. Obliga donde el Jueves se hizo
traslación del Sacramento.
• El color de los ornamentos es rojo. En la celebración se
distinguen claramente tres partes: Liturgia de la Palabra,
Adoración de la Cruz, y Sagrada Comunión.

1. Rito de entrada

• No hay canto de entrada; la procesión es hecha en silencio.


Hecha la reverencia, se postran rostro en tierra. Al postrarse los
ministros es recomendable que se motive a los fieles para que
hagan esa oración en silencio (al tiempo de la postración). Donde
se juzgue inconveniente la postración, se arrodillan solamente.
2. Liturgia de la Palabra

• Hay tres lecturas: del Antiguo Testamento (Is. 52, 13-53, 12),
del Nuevo Testamento (Hebr. 4, 14-16; 5, 7-9), y la Pasión
según San Juan (18, 1-19,42).

• A la muerte de Jesús se hace una pausa de oración y se


arrodillan.

• La oración universal de esta celebración es para que la


salvación que nos da la Pasión y muerte de Cristo llegue a
todo el mundo. Por lo tanto, hay que hacer lo posible porque
adquiera un carácter más solemne y pierda el sabor de rutina.
Los fieles pueden permanecer de rodillas o de pie durante
todo el tiempo de las preces. Es importante el silencio de
oración después de cada invitación. Pueden escogerse las
más apropiadas, pero conservando el orden establecido.
3. Adoración de la Cruz

• El rito de la adoración de la Cruz puede ser de dos modos: o el triple


descubrimiento de la Cruz velada, desde el presbiterio; o la procesión con
la Cruz no velada, desde la puerta de la iglesia, con tres paradas y la
aclamación del pueblo. Cada vez que descubre una parte de la Cruz, o
cuando la presenta en la procesión (en la puerta, al centro y cerca del
presbiterio).
• Una vez colocada la Cruz para ser adorada, comienza la procesión hacia
ella. Mientras se cantan los cantos apropiados. La asamblea permanece
sentada. La cruz se adora con una genuflexión, un beso, etc., según las
costumbres.
• Donde hay gran concurso de fieles se puede sustituir el pasar todos a
adorar la Cruz por la adoración silenciosa a Cristo crucificado y muerto
por amor a la humanidad, desde sus lugares, después de la adoración
del clero y de una representación de los fieles. El sacerdote sostiene la
Cruz mientras invita a los fieles a la adoración personal. Después de la
celebración se deja la imagen para que la besen los que gusten. La
colecta de esta acción se dedica a los santos lugares.
• Acabada la adoración de la Cruz, ésta se coloca en el presbiterio en
donde puede ser vista por los fieles.
4. Comunión

• Se prepara el altar y el Santísimo es traído del monumento, acompañado por dos cirios
encendidos. Después de la comunión se traslada a un lugar conveniente y seguro,
donde se deja la lámpara ardiendo. El altar se desnuda privadamente, y se deja la Cruz
y los cuatro candeleros.

Notas: Se concede Indulgencia Plenaria a los que asisten a la Acción Litúrgica y besan
devotamente la Cruz.
• Desde la adoración de la Cruz hasta la Vigilia Pascual se hace genuflexión delante de la
Cruz.

Otros Actos
• Es necesario tener en cuenta las devociones populares. Están arraigadas en la historia y
mentalidad de cada pueblo, y son los que han mantenido vivo el recuerdo de nuestra
Redención.
• A una hora adecuada, se puede tener el ejercicio de las Tres Caídas, ya sea dentro de
un Via-crucis (que podría ser viviente por las calles), ya en una celebración de la
Palabra de Dios, o como una meditación. Igual para las siete palabras. Después puede
tenerse el rito del descendimiento y la veneración de la imagen del Cristo tendido. Se
podrían organizar pequeñas celebraciones en que se resaltara el Misterio salvador de la
Cruz. El ejercicio del Pésame podría trasladarse al sábado santo, para que no quedara
muy recargado.
• Pero no se olvide que la acción litúrgica tiene primacía sobre los ejercicios piadosos; la
liturgia es presencia sacramental de los Misterios, las devociones, memoria
contemplativa. La Liturgia de las Horas recomienda la celebración con el pueblo del
Oficio de Lecturas y Laudes, hoy y mañana.
En la credencia:
Preparativos: + mantel, corporal
+ agua para purificarse los
• + si va a haber dedos, y purificador
postración, o + platillo para la comunión
simplemente arrodillarse
• +lectores de la Pasión En el monumento:
• +qué forma de adoración + paño de hombros (puede
de la Cruz se hará estar en la credencia)
+ 2 cirios encendidos para
• En la sacristía: acompañar el Santísimo al
• + Ornamentos rojos. altar.
• En el presbiterio: + Si se hace la primera
• + altar desnudo y sagrario forma de presentar la Cruz,
vacío
en la credencia está la cruz
• + lugar de la postración
cubierta con un velo morado
• + Lugar de la lectura de la
Pasión o rojo, y dos cirios. Si la
segunda, en la puerta, la
cruz grande y descubierta, y
dos candelabros.
SÁBADO SANTO Y
VIGILIA PASCUAL
• El sábado santo es un día de luto, en fe y esperanza. La Iglesia
permanece junto al sepulcro del Señor, meditando en su Pasión y Muerte,
y espera ya confiada la Resurrección. No hay celebración de la Eucaristía,
por lo que el altar está desnudo, hasta que, después de la espera nocturna
de la Resurrección desborde de alegría pascual, cuya exuberancia inunda
los 50 días subsiguientes.
• La comunión sólo se da a modo de viático. No suenan las campanas.
Conviene insistir en el ayuno de este día como una preparación a la
alegría pascual.
• Sugerencias:
• + Celebración con el pueblo del Oficio de Lecturas y Laúdes
• + Vía Matris.
• + Ejercicio del Pésame: esperamos con María el triunfo de Cristo.
• + Celebraciones de la Penitencia
• + Catequesis pascual, preparaciones sacramentales, etc.
• + Preparación de la Vigilia Pascual.

NOTA: Se concede Indulgencia Plenaria por la renovación de las promesas


bautismales en la Vigilia Pascual y en el aniversario del propio bautismo.
VIGILIA PASCUAL

• Es la culminación de la Pascua por la Palabra de Dios y los


Sacramentos Pascuales, principalmente del Bautismo y de la
Eucaristía. Es la noche santa del paso del Señor de la muerte a
la vida, su paso del mundo al Padre, y la noche de nuestro paso
en Cristo y por Cristo de la muerte del pecado a la vida divina. A
través de los signos de la luz, del agua, del pan y del vino,
convertidos en eficaces por la Palabra de Dios, se significa y se
hace presente la Pascua del Señor, para que se convierta en
nuestra y la expresemos con la vida.

• La vigilia Pascual es el resumen de toda la celebración de la


Iglesia, y el compendio de todas las acciones de Dios en la
historia. Los ritos forman un todo, en torno al núcleo central
(Palabra de Dios y Sacramentos Pascuales). Se desarrolla toda
con un ritmo progresivo y ascensional, que desemboca en la
Liturgia Eucarística.

• La celebración de la Vigilia se desarrolla de la siguiente manera:


después de un breve lucernario, meditamos los portentos que
Dios ha obrado desde el principio a favor de su pueblo (Liturgia
de la Palabra), acompañados de los nuevos hijos de Dios en la
Iglesia (Rito del Bautismo), nos acercamos a la Mesa que el
Señor ha preparado para su pueblo, por medio de su Muerte y
resurrección (Liturgia Eucarística).
Historia

• La resurrección se supone sería en las primeras horas de la


madrugada; por lo que la celebración de la Pascual se fijó al
principio a esta hora. Pero cuando se le quiso dar mayor amplitud
y desarrollo a la Pascua anual, hubo qué aprovechar la noche.

• Era ante todo por razón de orden social: era día laboral, y los
cristianos eran una minoría. Pero también razones simbólicas
(cuando, con los emperadores asiáticos, se comenzó a extender
el culto del sol): Cristo es el sol verdadero, que después de
ocultarse (Muerte), penetrar en la tierra y ATRAVESAR EL
HADES, sale radiante por la mañana (Resurrección), Cristo es el
sol, es la luz.

• En el siglo II la Pascua recibió otro importante enriquecimiento: el


bautismo se fijó en la noche de Pascua, como conclusión del
catecumenado. Ser bautizado es ser «iluminado» por Cristo,
sumergirse en su Misterio.

• Cuando hubo libertad de cultos, en tiempos de Constantino, el


dinamismo de esta celebración se comenzó a expresar como una
fiesta. Fue donde comenzaron a encenderse fogatas por todos
lados.
• Como era una fiesta nocturna, había que comenzar
encendiendo la luz, tarea entonces larga y fatigosa. Así
nació el lucernario. Luego, las lecturas de la Vigilia, cuyo
esquema fundamental era tradición en todas partes
desde los primeros siglos. Mientras tanto, en el
bautisterio, el Obispo celebraba pomposamente el
bautismo de los catecúmenos, y los ritos acompañantes
(la confirmación), acabado el cual, el blanco cortejo de
neófitos, con su cirio en la mano, salían del bautisterio y
entraba en la iglesia, con la asamblea, para celebrar la
Eucaristía (hacia la madrugada).

• Después comenzó a decaer el bautismo de adultos. Y en


los monasterios se comenzó a alargar la Vigilia.

• Después se trasladó a la mañana, perdiendo todo su


sentido nocturno. La renovación de 1955 devolvió a ésta
su hora y su sentido.
Rito de la luz

• Primitivamente era un rito funcional el encender la luz antes del Oficio nocturno.
Cuando se conseguía que la luz brotase, se la bendecía (costumbre que los
cristianos tomaron de los judíos).

• Quizás el fuego de la Vigilia resulte de dos costumbres: la costumbre romana de


guardar el fuego nuevo para la Pascua y la práctica pagana del fuego de la
primavera.

• Poco a poco se desarrolló artísticamente el simbolismo: muerte del Antiguo


Testamento y luz de Cristo; Cristo salido del sepulcro; columna luminosa que
precedía y guiaba por la noche al pueblo en el desierto. Se llegaron a tener
cirios gigantescos.

• La evolución histórica de la bendición del cirio es muy complicada. Al principio


sólo una unción con óleo en forma de cruz; después se marcaba con un estilete;
posteriormente, con un cirio encendido (incensi). Un copista del sacramentario
gelasiano tradujo mal («hoc incensum», es decir, este cirio encendido», lo
tradujo como «este incienso»), y de allí se originó la costumbre de poner 5
granos de incienso. El escribir la fecha tiene su origen en los calendarios: el
patriarca de Constantinopla escribía en una columna la fecha de la Pascua.

• El pregón pascual fue largo tiempo de composición libre; el diácono encargado


de cantarlo redactaba el texto y la melodía, según su inspiración. Esto dio
margen a retóricos abusos y adornos excesivos de estilo. La reforma de Pío V
(1570) fijó el «Exultet» o «Angélica», cantado aún hoy. Está henchido de
teología acerca del Misterio de la Redención. Plantea grandes problemas
históricos y literarios. Se le atribuye a San Ambrosio, pero su origen es galicano.
Parece que se inspira en una Oración Eucarística anterior al siglo IV.
Liturgia de la Palabra

• Desde los primeros tiempos es una Vigilia, llena de la


palabra de Dios. San Agustín nos dice que es la ”madre
de todas la vigilias”. Ya en el siglo IV el plan teológico de
lecturas es una tradición universal. Al principio eran
regularmente 7, después acabaron siendo 12. Pero en
Roma es curiosa la formación. Al principio eran 6 lecturas;
4 de la Vigilia y 2 de la Misa, como consta por los
documentos gregorianos y el rito lionés. Después hubo 5
lecturas de la Vigilia, y solo la Epístola de la Misa, bajo la
influencia griega (siglo VI-VII) se leían 6 lecturas, pero en
dos idiomas cada una: latín y griego. Cuando desapareció
la dominación griega, las lecturas griegas se sustituyeron
por otras (tomadas en su mayoría de la Vigilia de
Pentecostés), y así quedaron 12 lecturas en la Vigilia, por
influjo de los Maitines monásticos. Pero en muchas partes
conservaron el esquema de cuatro o cinco lecturas.
Rito del Bautismo

• La noche pascual fue por mucho tiempo el día de los bautismos cristianos.
Por eso es necesario hacer una reseña histórica de la iniciación cristiana.

• El catecumenado se fue estructurando poco a poco (período de


instrucción, y prueba de fe y de virtud, para los candidatos al bautismo). Ya
en el siglo III tiene tres etapas:
1. Recepción: si resultaban aceptables, se les inscribía al catecumenado en
una ceremonia simbólica. Duraba 2 ó 3 años, según las disposiciones del
aspirante.
2. Primeros escrutinios: en la última cuaresma, practicaban rigurosos ayunos,
recibían instrucciones especiales en el templo; y en 6 ocasiones se
presentaban ante los fieles y el Obispo, y al fin un examen que terminaba
con exorcismos y otros símbolos.

3. Ultimo escrutinio. Al final de la Cuaresma, con mayor solemnidad que los


anteriores, en él se tenía la profesión de fe, insuflación, la «reditio symboli»
y exorcismos.

4. Bautismo. En la solemne acción nocturna del Sábado Santo,


oportunamente se dirigían en procesión al baptisterio, donde el Obispo
hacía la bendición de las aguas, los bautismos, y la confirmación. De allí
pasaban al templo a celebrar la eucaristía con toda la comunidad. Con la
supresión de los bautismos, pasaron algunas de sus ceremonias a la Vigilia
Pascual: renovación de las promesas bautismales, bendición del agua. La
oración de bendición del agua es una compilación de textos. Las letanías
de hoy son las más puras y libres de adiciones e interpolaciones.
Eucaristía

• Hacia el alba, se culminaba la celebración de la Vigilia con


la Misa. Es la Misa de la Resurrección, alegría final de
toda la vela nocturna. Por eso se cantaba el Gloria, que es
un cántico pascual. Cuando se acostumbró cubrir con
cortinas el presbiterio, estas se descorrían. En las iglesias
benedictinas, desde largo tiempo atrás se bendecía al
ofertorio el Cordero Pascual, símbolo de Cristo, con el que
reanudarían la comida de carnes. En esta celebración, los
catecúmenos que habían recibido el bautismo,
participaban de la comunión.

• Hoy ya no tenemos la Misa como un acto final, sino que


toda la Vigilia es una única celebración, estructurada e
integrada armónicamente.
Sentido

• La Resurrección del Señor la consideraron como la salida


del sol que pone fin a una larga noche y alumbra de
oriente a occidente.

• También la resurrección de Cristo era para los cristianos


una esperanza, un testimonio y un descubrimiento: Dios
salva, libera, hace una alianza eterna, por medio del
bautismo. Cristo, salvador del mundo, ha resucitado en
cada corazón del hombre. El sacramento del Bautismo
contiene un Misterio de Salud, evocando la Muerte y la
Resurrección de Cristo en una eficiencia misteriosa.

• La Pascua es el Misterio de Cristo, cabeza de la Iglesia.


Su paso de la muerte a la vida. La Iglesia lo celebra y
actualiza en la Vigilia Pascual. En la Vigilia, Cristo aplica
más especialmente el poder salvífico de su Misterio;
eminentemente por los dos grandes sacramentos:
Bautismo y Eucaristía. Es la celebración anual de nuestra
liberación, mientras avanzamos hacia la Pascua
escatológica y el Reino definitivo. En esos sacramentos
pasamos de la noche a la luz, de la muerte a la vida.
• La Eucaristía es el centro de la Vigilia, celebra el
memorial de la Muerte y resurrección del Señor.

• El cirio es símbolo de la presencia tutelar de Dios


que guía y protege a su pueblo. Una luz radiante
de limpieza, del hombre para Dios. El fuego
pascual representa a Cristo, principio de salud.
Su llama es un resplandor de luz del resucitado,
con que todo hombre se ilumina, y llega a ser
verdadera luz.

• Dios es fuente del universo, el obrador de toda


salvación, el comunicador de todos los dones, el
favorecedor gratuito. Con la Resurrección de
Cristo se inaugura una nueva creación. Cristo ha
triunfado sobre la muerte y sobre el pecado.
Cristo vive, y está entre nosotros.
Pastoral

• Por su naturaleza, es un oficio nocturno; por tanto, se


celebra en la noche. Que no comience antes del principio
de la noche del sábado, ni termine después del alba del
domingo.

• Invítese a los fieles a que estén en vela, celebrando la


Vigilia y participen con fervor. Invíteseles a llevar velas (y
prepárense algunas, de manera que todos los que
participan en la Vigilia lleven vela en la procesión del
Lucernario). Avísese el lugar de congregación para el rito
del fuego. Que sea en realidad la celebración central de
todo el año.

• Por tanto, se requiere una preparación esmeradísima. Se


requiere crear un clima de oración (con pausas, buena
dicción, moniciones, instrucciones). Hay que evitar que un
mal sentido pastoral nos lleve a adelantar tanto la Vigilia
como una Misa anticipada de los sábados.
• Hay que reservar un lugar especial a los
bautizandos adultos si los hay, a los que se
preparan a la primera comunión y a la
confirmación. En cuanto a los niños, quizás
convenga que se lleven hasta el momento
del bautismo (ya que el rito de recepción,
exorcismo y unción se hicieron antes, en
tiempo y lugar oportuno).

• Adórnese la fuente bautismal, o el recipiente


con agua, de suerte que aparezca como
fuente de vida, signo de limpieza,
regeneración. Quizás haya que adornar el
cirio para que exprese, además de los signos
tradicionales, su propio simbolismo.
Preparativos

• + La organización para las velas de todos


los fieles.
• + Lugar de reunión, y trayecto y
organización de la procesión.
• + El cantor del pregón pascual,
convenientemente preparado; los cantores
de las Letanías.
• + Preparación de los bautizandos.
• + Lectores: y cuáles lecturas se van a leer.
• + qué formula de renovación de las
promesas bautismales se va a usar.
• + avisar la hora de prender y apagar luces
de la iglesia. En el presbiterio:
• + prever el repique al Gloria. + Candelabro digno para el cirio.
• + esquemas de cantos, moniciones, etc. + Campanillas
• + registrar los libros: Misal, Libro de + Recipiente con agua adornado (si
Semana Santa, Ritual del Bautismo,
Oración de los fieles, libros de prefacios no está ahí la pila bautismal)
(Prefacio Pascual I), y de Oración
Eucarística donde es concelebrada, En la credencia:
bendición final. + Cosas necesarias para la Misa
+ Lista de los bautizandos, Ritual
• En el lugar de reunión: del Bautismo (¿y de la
• + Hoguera con fuego bien visible Confirmación?).
• + Cirio Pascual (sobre algún taburete o + Hisopo para la aspersión
mesita)
+ Óleos, toalla, algodones
• + Velita para encender el cirio
+ Paño de hombros si hay que traer
• + punzón, estilete, granos de incienso
la Reserva de otro lado.
• + Incensario sin brazas, tenazas para sacar
las brazas de la hoguera
• + Naveta
• + Velas para los ministros (y la gente, si así
se acostumbra)
Desarrollo de la celebración

• Se llevan desde el principio los ornamentos propios de la


Misa, blancos.

1. RITO DE LA LUZ: Apagadas las luces, todos se reúnen en


torno al fuego, fuera del templo. Primero se bendice el
fuego. Luego, un acólito lleva el cirio; si se van a resaltar
algunos símbolos, se hacen ahora (grabar con el punzón la
Cruz y el alfa y la omega, poner los granos de incienso).
Se enciende el cirio, y avanza la procesión, en la que tres
veces canta quien lo lleva y todos responden. A la
segunda proclama, todos encienden sus velas. Llegando
(tras incensación del libro y el cirio) se canta el pregón, en
el ambón; la asamblea está de pie, con las velas
encendidas. Puede ser acompañado con diversas
aclamaciones del pueblo.
2. LITURGIA DE LA PALABRA:

(apagados los cirios del pueblo). Son 9 lecturas: 7 del


Antiguo Testamento y 2 del Nuevo Testamento. A cada
lectura sigue un canto de Meditación (o si se cree
conveniente, un silencio) y una oración colecta. Se puede
reducir el número de lecturas, nunca omitiendo la tercera
(Ex. 14, 15-15,1). Ojalá no se reduzca el número de
lecturas previsto. Que los lectores y salmistas estén bien
preparados. Después de la última lectura del A.T. se canta
el Gloria, se repica, y se encienden las velas del altar. El
anuncio de la resurrección se expresa festivamente por el
«Aleluya» pascual, cantado por toda la asamblea, de pié,
después de la Epístola.

Es el grito de alegría por Jesús resucitado, que resonará todo


el año. Al Evangelio no se llevan ciriales (está el Cirio
Pascual).
3. LITURGIA BAUTISMAL:

Primero, los bautizados son presentados ante la asamblea.


Luego, se tiene el canto de las Letanías; se pueden
añadir algunos nombres. Enseguida el celebrante
bendice el agua bautismal. Cada catecúmeno hace la
renuncia a Satanás y la profesión de fe, y enseguida es
bautizado. Si no hay bautismos ni bendición de agua
bautismal, omitidas las letanías, se procede a la
bendición del agua lustral. Luego todos, de pie y
teniendo en sus manos las velas encendidas, renuevan
las promesas del bautismo (hay 4 formas a escoger) el
sacerdote rocía al pueblo con el agua bendita. Luego se
dice la Oración Universal. No hay Credo.
4. LITURGIA EUCARISTICA:

Comienza en la forma acostumbrada. Es conveniente que el


pan y el vino sean presentados por los neófitos. Después
de la Consagración podría decirse la cuarta aclamación.
Podría darse la comunión bajo las dos especies. Los que
comulguen en esta Misa pueden comulgar en otra del día.
Puede decirse bendición solemne al final. La despedida
de la asamblea va seguida de doble aleluya, así como
también su respuesta.

Notas: el cirio encendido esta noche queda al lado del altar


como signo de Cristo. Arderá en las celebraciones
solemnes hasta Pentecostés. Los 50 días entre
Resurrección y Pentecostés se celebran con alegría y
júbilo, como si se tratara de un solo y único día festivo,
como un GRAN DOMINGO.
Recursos
1. Pascua

• Definición etimológica: arameo: pasha; hebreo: pasah;


griego: pasca. Cojear, saltar. Paso de la constelación de
Aries o de la luna por un punto culminante (1 Re. 18,21).
Un gesto ritual. Originalmente se fundaron las
celebraciones de los nómadas, y campesinos sedentarios
(Dt. 16, 19; Ex. 23, 14-17). Porque coincidían los dos
plenilunios de primavera, se fundieron las celebraciones
de los nómadas y los israelitas en una sola.

• Para los israelitas es la conmemoración de la salida de


Egipto: (Ex. 12, 1-20): la noche en que el ángel
exterminador mató a los primogénitos de Egipto (Ex. 12.
13-23), el sacrificio y la comida del cordero pascual (Ex.
12, 21-27) (Ex. 12;48; Dt. 16,2). La celebraban cada año,
el primer mes antes AliB, Nissan (Marzo y abril). Hacia el
día 10 se consigue el cordero, el día 14 era el sacrificio y
la cena, como en Egipto (Ex. 34, 25; 12, 21 – 27). Sus
ritos no fueron siempre los mismos (Ex. 12,1-14. 43-49).
El rey Josías, el año 622 a. C.., introdujo que el sacrificio
se hiciera en el templo (2 Re. 23, 21-23), derramamiento
de sangre al pie del altar hecho por el sacerdote (2 Cro.
30, 16-35), por la tarde (entre 14.30 y 15 hrs.) La fiesta de
la Pascua era la más grande en Jerusalén.
• La cena pascual era participada por 20 ó 30
comensales, en casas particulares. El padre
tenía que explicar a los demás (ante la
pregunta del menor de la familia) el sentido de
la cena.

• Pero hay división acerca del sentido primitivo


de la Pascua. Algunos creen que antes de
Moisés era la fiesta campesina con que
solemnizaban el comienzo de la siega; los
cananeos ofrecían una fiesta a sus divinidades
dispensadoras de la fecundidad al empezar la
primavera (Ex. 3,18;7,16;8,27): el sacrificio al
dios lunar en el equinoccio de primavera.
Afirman que la religión mosaica recogió
tradiciones y las puso al servicio de su religión,
predicando un hecho divino.
La Pascua de Jesús.

• Jesús celebró la pascua judía; la desearía mejor


y al final la suplantaría dándole cumplimiento en
tiempo de Pascua.

• Es la pascua del Hijo único, que se detiene ante


el «Santo de los santos», en casa de su Padre
(Lc. 2,41-51); la pascua del nuevo templo en que
Jesús purifica el santuario provisional y anuncia el
santuario definitivo: su cuerpo resucitado (Jn.
2,13-23). El pan multiplicado será su Cuerpo
entregado (Jn. 6).

• La Pascua del nuevo Cordero, como víctima


pascual, efectúa el nuevo «éxodo», pasó de este
mundo pecador al Reino del Padre (Jn. 13,1). Los
evangelistas bien lo comprendieron. Los
sinópticos la describen: Comida del Señor. San
Juan subraya el hecho (Jn. 1,29-36) haciendo
coincidir en la tarde del 14 de Nissan la
inmolación del Cordero (Jn. 18, 28-29, 14-31-42)
y la muerte en la cruz de la verdadera víctima
pascual (19,36).
La Pascua cristiana

• Jesús fue crucificado la víspera de un sábado (Mc. 15,


42 pp. Jn. 19,31), y resucita al día siguiente de este
mismo sábado, el primer día de la semana: domingo
(Mc. 16,2 pp). Este día se encuentran los apóstoles
con el Señor resucitado en una comida que renueva la
cena (Lc. 24,30ss; Mc, 16,14; Jn. 20, 19-26; 21, 1-14).
Desde entonces, cada semana, el domingo, se reunían
las asambleas cristianas para la fracción del pan
)Hech. 20,7; 1 Cor. 16,2). Este es el día del Señor. (Cf.
Ap. 1,10).

• Pronto se comenzó a celebrar también la Pascua anual


más solemnemente. Como los judíos celebraban la
liberación del yugo extranjero, aguardando a su Mesías
libertador nacional, los cristianos festejan su liberación
del pecado y de la muerte, uniéndose a Cristo
crucificado y resucitado, para compartir la vida eterna.

• Pero el Misterio Pascual nos remonta al encuentro


definitivo con el Señor; la pascua terrenal prepara este
último paso, esta pascua del más allá: LA PASCUA
ESCATOLÓGICA, el reino definitivo del Padre (Lc. 22,
16; Mt. 26,29).
Celebración anual de la Pascua en la Iglesia

• Los judíos celebraban la Pascua el 14 de


Nissan; ese día fue inmolado Jesús en la Cruz.

• Los cristianos tuvieron una controversia pascual.


Se disputaba el día en que tenía que celebrarse
la Pascua. La Iglesia de Asia celebraba el 14 de
Nissan, fuese cual fuese el día de la semana. En
Roma, con todo el occidente, era hasta el
domingo, para no coincidir con los judíos. Así
pues, la Pascua era para algunos el aniversario
de la Muerte, y para otros su resurrección,
dando pié a un conflicto litúrgico.

• El Papa Aniceto (157-158), y luego San


Policarpo de Esmirna: se abre la cuestión sin
resolver nada; siguen las comunidades
fundadas por los apóstoles Felipe y Juan
(asiáticas) frente a Roma (cristiandad de Pedro).

• El Papa Víctor (190-198) invitó a todas las


Iglesias de Oriente y Occidente a reunirse en un
sínodo. La mayoría por unanimidad eligió el uso
romano. Pero los asiáticos se aferraron a su
posición.
• En el Concilio de Nicea (325) el Papa mandó que se celebrara la Pascua
el domingo siguiente a la luna llena del equinoccio de primavera
(pudiendo oscilar las fiesta entre 22 marzo y 25 abril), y así dio solución al
asunto.

• La fiesta de la Pascua no se reduce a un día; es un triduo sacro, que se


prolonga 50 días, y tiene un período de preparación. Todo tiene una
liturgia con historia sumamente compleja.

• Los cristianos de los tres primeros siglos llamaban Pascua a la


conmemoración anual de la Muerte y Resurrección de Cristo. En el siglo
V se extendió el nombre al sólo domingo de resurrección.

• A fines del siglo IV a principios del V, el ayuno pascual (comenzaba el


viernes santo y terminaba en la Vigilia pascual) se propagó en Roma con
7 semanas de preparación. Luego fueron apareciendo otras extensiones:
sexagésima, siglo VI; septuagésima, siglo VII. Se fueron enriqueciendo
sus días con synaxis, poco a poco, y hasta con Misa. A partir del siglo VI
todas las synaxis contenían la Eucaristía. Los escrutinios, la preparación
de los catecúmenos, fueron dando estructura a la celebración de los
domingos y las ferias.

• Así pues, de comenzarse con una costumbre de prepararse con tres


semanas a la Pascua, en el siglo IV ya son 6 semanas casi dondequiera.
En Alejandría se pusieron 40 días de ayuno; y esta práctica llegó a
extenderse. La iglesia de Roma observó al principio una semana única,
pero llegó a estructurarse como se hacía hasta la reforma del calendario
(1970).

• La celebración de este misterio desemboca en la Ascensión y culmina en


Pentecostés. Pero poco a poco se fue formando esta cincuentena.

• La octava de Pascua era para los neófitos: todos los días asistían a las
estaciones, a Vísperas, y a rendir honores a la fuente bautismal. Por lo
que todos los días las calles de Roma veían desfilar el blanco cortejo,
hasta el domingo «in albis» en que dejaban sus vestiduras blancas en
una conmovedora ceremonia. Así se usó entre los siglos VI y VIII.
Tomado de “Material auxiliar para la
Semana Santa” del Sr. Pbro.
Francisco Escobar Mireles. Diócesis
de San Juan de los Lagos, Jal.

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