CONCILIO DE JERUSALÉN

Hch 15/ Gal 2

 EL CONCILIO DE JERUSALEN

 Se dio aproximadamente en los años 49-50.

CONTROVERSIA EN ANTIOQUIA
Algunos cristianos-judíos procedentes de Judea habían acudido a Antioquia y
trataban de imponer la ley mosaica y necesidad de la circuncisión para la
salvación.
Pablo se opuso con decisión a estas exigencias.
Se formaron dos partidos enteramente opuestos.
Suben a Jerusalén con el objetivo de consultar a los Apóstoles.
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CONTROVERSIA EN JERUSALÉN
Los judíos conversos, procedentes del partido de los fariseos se levantaron
para decir que era necesario circuncidar a los gentiles y mandarles guardar la
ley de Moisés.
Era, pues, necesario proclamar abiertamente la libertad cristiana frente a la
ley mosaica.
La mejor recomendación en favor de la libertad cristiana fue el amplio relato
que hicieron sobre las maravillas obradas por Dios en la conversión de los
infieles.
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SOLUCION AL CONFLICTO
Pedro en medio de la asamblea de los apóstoles y discípulos reunidos y con
palabra verdaderamente solemne anunció la solución, a que debían todos
atenerse .
Sus palabras reflejan con toda claridad el pensamiento mismo de Pablo. Dios
le ha escogido a él, jefe de los apóstoles, para que predique el Evangelio a
todos sin distinción de nacionalidades.
El Señor no quiere hacer diferencia ninguna entre judíos y gen-tiles. Por tanto,
no deben pretender imponer una obligación que Dios no impone.
Únicamente la gracia y la redención de Cristo proporcionan a los hombres la
salvación.
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Propone se prohíban a todos los conversos del gentilismo tres cosas,

especialmente abominables para los judíos: la participación en los banquetes
sacrifícales paganos, el comer sangre o carne de animales ahogados y el
pecado de la fornicación.
Inmediatamente se enviaron cartas a las diversas comunidades cristianas
comunicándoles aquel acuerdo. Así terminó esta asamblea, que con razón es
considerada por los historiadores como el primer concilio de la Iglesia,
celebrado por los apóstoles y primeros discípulos de Cristo en orden a resolver
una dificultad fundamental en la predicación del Evangelio. El resultado fue
la proclamación clara y decidida de la más absoluta