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ESTABLECIMIENTO: COLEGIO MULTIEDUCATIVO LA REFORMA

GRADO: PRIMERO BÁSICO


PROFESOR: MANUEL JOSÉ SANDOVAL URÍZAR
MATERIA: CIENCIAS NATURALES
ALBUN: ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
ÍNDICE 1. Anatomía
2. Fisiología
3. Tejido óseo
4. Cartílago
5. Tejido muscular
6. Sistema urinario
7. Sistema circulatorio
8. Sistema respiratorio
9. Sistema reproductor femenino
10.Sistema reproductor masculino
11.Sistema digestivo
12.Sistema linfático
13.Sistema inmunológico
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
SISTEMA MUSCULO ESQUELÉTICO
HUESOS-MÚSCULOS
ANATOMÍA
La anatomía es una ciencia que estudia la estructura de los seres vivos, o sea
la disposición de sus huesos y órganos y la relación que existe entre ellos.
También se llama anatomía a la propia estructura de los seres vivos. Este
término es muy utilizado en ciencias como la medicina y la biología.
La palabra anatomía proviene del griego ana (que significa arriba) y tomos
(significa cortar). La combinación de estas palabras significa diseccionar, y
no es al azar dado que la base de la anatomía consiste en diseccionar
cadáveres para el estudio. Quienes estudian alguna rama de la biología,
deben estudiar sí o sí anatomía, ya sea humana o animal, inclusive vegetal.
Gracias a los estudios anatómicos es que pueden hacerse grandes
descubrimientos en las ciencias y en conjunto con el avance de la tecnología
es que los científicos descubren más y más sucesos.
• Hay muchas subdivisiones de la anatomía, como por ejemplo:
• Anatomía descriptiva

• Anatomía regional
• Anatomía comparada
• Anatomía patológica

• Anatomía funcional
• Ver además: Fisiología.
• Aparatos y sistemas de la anatomía humana

• Sistema endocrino. Estudia el comportamiento hormonal de las glándulas.


• Sistema nervioso. Estudia los procesos sinápticos y de comunicación del cerebro.
• Sistema óseo. Estudia la composición y estructura de los huesos.

• Sistema cardiovascular. Estudia el corazón y sus componentes.


• Sistema inmune. Estudia el comportamiento de los virus y bacterias en el cuerpo humano, así
como también sus sistemas de defensas.
• Aparato respiratorio. Estudia todos los órganos que
permiten la respiración.
• Aparato Sistema muscular. Estudia la estructura muscular
del cuerpo y los movimientos.
• circulatorio. Estudia todos los componentes relacionados
con el transporte de la sangre.
• Aparato reproductor. Estudia tanto el órgano
reproductivo masculino como el femenino.
• Aparato locomotor. Estudia todos los sistemas que
permiten el movimiento del cuerpo.
• Aparato digestivo. Estudia todos los órganos que
intervienen en el proceso de alimentación y digestión.
• Aparato excretor. Estudia los órganos que intervienen
directamente en la eliminación de los desechos.
FISIOLOGÍA
La fisiología centra su estudio en los órganos de los seres vivos y sus funciones.
¿Qué es Fisiología?
La fisiología (del griego physiologia, conocimiento de la naturaleza) es la
ciencia que se encarga de conocer y analizar las funciones de los seres vivos. A
partir de la reunión de los principios que proponen las otras ciencias exactas
(física, química, biología), esta disciplina otorga sentido a las relaciones entre
los elementos que dan vida al ser vivo.
La unidad básica de los seres vivientes es la célula, dentro de ella se
encuentran los componentes que determinan sus características y funciones. A
medida que se complejiza la estructura celular, las funciones se van
expandiendo. La fisiología, por esto, es fundamental en su relación con todas
las partes de la medicina, especialmente con la anatomía.
Mientras que la segunda se ocupa de la conformación del individuo (de animales,
seres humanos, plantas, etc.), la fisiología se ocupa de las funciones que cumplen.
Los orígenes de la fisiología se remontan a muchos siglos antes de Cristo, cuando los
griegos utilizaban el término para hablar de las ‘reglas o lógica que rige la vida’.
La figura de Aristóteles significó una transformación fundamental en la materia, y
propuso una nueva concepción de la filosofía y de la felicidad humana. Aristóteles
interpretó los precedentes hipocráticos de la medicina, y entendió que todo lo que
existe está compuesto de materia y forma.
Jean Fernel utilizó el concepto de fisiología para hablar de la disciplina que
estudia el funcionamiento de los seres vivos. La existencia de un método científico
produjo avances sustanciales en la materia, con experimentos realizados en la
mayoría de los casos en animales. Claude Bernard creyó a la ciencia fisiológica
como el conocimiento de las causas de los fenómenos de la vida en estado normal.
Le dio importancia a la experimentación y al hecho de que las teorías se van
contradiciendo y reformulando.
Las interacciones realizadas entre las partes del cuerpo se rigen por leyes
que no son totalmente autónomas, sino más bien todo lo contrario: se trata de
cuestiones físicas, meteorológicas o de electricidad. Si todas las funciones del
cuerpo tienen que estar en un equilibrio, la fisiología tendrá mucho que ver
con ese estado, llamado homeostasis.
Se podría mencionar y caracterizar una fisiología por cada una de las
funciones que tiene el cuerpo humano, pero se mencionarán a continuación
solo algunas, que se destacan por su importancia:
Fisiología cardíaca. Ha logrado dividir al corazón como un solo órgano que
cuenta con dos sistemas diferentes, uno izquierdo y otro derecho. La
fisiología del corazón ha logrado entender los movimientos de sístole y
diástole, la frecuencia cardíaca (con lo que se consiguió determinar las
cuestiones de la taquicardia y bradicardia), el metabolismo anaeróbico y la
hipertensión.
Fisiología respiratoria. Es la que se ocupa justamente de ese aparato, el
encargado de aportarle al organismo una cantidad suficiente de oxígeno. Será
luego el sistema circulatorio el que se encargue del transporte en la
hemoglobina o en el plasma. El movimiento respiratorio fue entendido como la
combinación de la inspiración (el aire llegando a los alvéolos) y la espiración
(el aire fluyendo hacia el exterior por presión en las vías respiratorias).
Fisiología de la reproducción. Se entiende al conjunto de estructuras del cuerpo
que posibilitan la reproducción, y por ende la conservación de la especie, como
así también a su funcionamiento. Esta no es igual en el hombre y en la mujer,
teniendo cada uno sus singularidades.
Fisiología del aparato locomotor. Se ocupa de huesos, tendones, músculos,
articulaciones, entre otros.
ÓSEO
Este sistema óseo es el conjunto de huesos que forman el esqueleto y protegen a los
órganos internos como cerebro (cráneo) y médula espinal (columna vertebral). Conoce
todo sobre el sistema óseo del cuerpo humano.
¿Qué es el sistema óseo?
Se denomina sistema óseo a la compleja y completa estructura compuesta por los 206
huesos del esqueleto humano, así como los cartílagos, ligamentos y tendones que les
permiten conectarse adecuadamente a la musculatura o a otros huesos.
El sistema óseo, junto al muscular y al articular, constituye el aparato locotomor del
cuerpo humano, es decir, el que le permite el movimiento preciso y coordinado.
El sistema óseo está conformado entonces por:
Huesos. Estructuras rígidas, mineralizadas a partir de calcio y otros metales, son las
partes más duras y resistentes del cuerpo humano y de los animales vertebrados. En su
interior, además, se halla la médula que cumple con funciones hematopoyéticas (se
crean los glóbulos rojos sanguíneos).
• Cartílagos. Los cartílagos se encuentran en los extremos de los huesos, protegiéndolos al
servirles de amortiguación, para que uno no choque con otro, evitando así el desgaste. Se
trata de estructuras flexibles y gruesas, compuestas principalmente de colágeno.
• Ligamentos. Tejidos fibrosos muy resistentes, densos y elásticos, que unen los huesos entre sí en
los puntos de rotación que son las articulaciones. Así, es vital para el movimiento, pero
también para evitar que los huesos se salgan de su lugar o se muevan antinaturalmente.
• Tendones. Así como los ligamentos, se trata de tejidos fibrosos gruesos y elásticos, que unen la
musculatura a las piezas rígidas de los huesos, permitiendo que la fuerza de las células
musculares se transmita a los huesos y posibilitando así el movimiento voluntario.
• Más en: Aparato Locomotor.

• Funciones del sistema óseo


• Sistema Óseo
• Los huesos sirven como escudo interno, aislando y defendiendo los órganos vitales.
• El sistema óseo cumple con las siguientes funciones:
Estructura. Los huesos del esqueleto le dan al cuerpo humano su forma
definida y determinan su postura. Brindan rigidez y sostén a los tejidos
blandos, manteniendo todo en su respectivo lugar.
Protección. Al ser piezas duras y poco flexibles, los huesos sirven como
escudo interno, como protección contra las fuerzas provenientes de afuera
del cuerpo, aislando y defendiendo los órganos vitales.
Movimiento. Junto a la musculatura, los huesos brindan al organismo la
posibilidad de movimiento coordinado voluntario, pudiendo así
desplazarse, utilizar herramientas, etc.
Hematopoyesis. En la médula ósea se generan distintos tipos de células
sanguíneas, e incluso sustancias regulatorias.
Almacenamiento. En los huesos se guardan diversos minerales como el
calcio y el fósforo, no sólo para proveerles de dureza, sino para
emplearlos luego como insumo en la contracción muscular y otros procesos
orgánicos, siendo así un almacén de recursos de último minuto. Por otro
lado, los huesos permiten el almacenamiento también de ciertos tipos de
lípidos, en la médula amarilla de su interior.
CARTÍLAGO
El Cartílago es un tipo de cartílago hialino, aunque carece de pericondrio. Está
formado por unas células que se llaman condrocitos. Las funciones de este cartílago
son fundamentalmente: -Amortiguar la sobrecarga de las superficies en contacto( por
su elasticidad). -Permitir el desplazamiento de las superficies óseas durante el
movimiento.
Para llevar a cabo estas dos funciones, el cartílago articular tiene una estructura
característica: el cartílago articular es avascular (no tiene vasos sanguíneos ni
linfáticos), se nutre por difusión pasiva desde el líquido sinovial y el hueso subcondral
(este último mecanismo sólo en cartílago joven), no tiene inervación (la percepción del
dolor se realiza por las terminaciones nerviosas de la membrana sinovial, hueso
subcondral, cápsula articular y músculo).
El cartílago está compuesto por una red de fibras de colágeno tipo II y proteoglucanos
producidos por los condrocitos. Las fibras de colágeno forman más del 50 % del peso
seco y se encargan del mantenimiento de la integridad del tejido. Los proteoglucanos
son muy viscosos e hidrófilos, lo que produce una gran resistencia a la compresión.
Es una delgada capa de tejido elástico y resistente que recubre los extremos óseos e
impide su roce directo para evitar el desgaste.
SISTEMA MUSCULAR
• ¿Qué es el sistema muscular?
Al referirnos al sistema muscular, hablamos del conjunto de más de 650
músculos diferentes que componen el cuerpo humano, la mayoría de los cuales
pueden ser controlados a voluntad y que permiten ejercer la fuerza suficiente
sobre el esqueleto para movernos.
El sistema muscular del ser humano es vasto y complejo, constituyendo el 40%
del peso de un adulto, generando además la mayor parte de su calor corporal.
Junto con el sistema óseo (huesos) y el articular (articulaciones), constituye el
llamado sistema locomotor, encargado de los movimientos y desplazamientos
del cuerpo.
Los músculos que componen este sistema están compuestos a su vez por células
con alto nivel de especificidad, lo cual les confiere propiedades puntuales como
la elasticidad. Estas células, llamadas miocitos, pueden someterse a
estiramientos y compresiones intensas sin poner en riesgo (hasta cierto punto) su
constitución. Por ello las fibras musculares son tan resistentes y elásticas.
Los músculos, además, excitables eléctricamente, y es así como el sistema
nervioso los controla.

Existen tres tipos esenciales de músculos:

Músculos esqueléticos o estriados. Se llaman así porque bajo el microscopio


presentan estrías, así como una forma larga característica. Además, son los que
conectan con los huesos del organismo y permiten el desplazamiento o el
movimiento de las extremidades.
Músculos cardíacos. Como su nombre lo indica, son los músculos de la pared del
corazón (miocardio), y son músculos estriados con
características precisas, ya que requieren estar interconectadas para poder
contraerse y expandirse de manera totalmente sincronizada.
Músculos lisos. Se les conoce también como viscerales o involuntarios, ya que no
están comprometidos con el movimiento voluntario del cuerpo, sino con sus
funciones internas (sistema nervioso vegetativo autónomo). Por ejemplo, el
movimiento de los intestinos o del tubo digestivo, o de apertura o cierre del iris en
el ojo. Se reconocen fácilmente pues carecen de estrías como los tipos anteriores.
Partes del sistema muscular
Sistema Muscular
El músculo orbicular que hay en nuestros párpados permite abrir y cerrar los ojos.
El sistema muscular se compone de una variedad enorme de músculos, entre los
cuales encontramos:
Músculos fusiformes. Aquellos con forma de huso, gruesos en la parte central y
delgados en los extremos, como los presentes en los miembros superiores e inferiores.
Músculos planos y anchos. Presentes sobre todo en la pared abdominal, movilizan y
protegen a los órganos internos inferiores.
Músculos abanicoides. Como su nombre lo indica tienen forma de abanico, y dos
ejemplos importantes son los pectorales (en el pecho) y los temporales (en la
mandíbula).
Músculos circulares. Presentan forma de anillo, por lo que sirven para cerrar (al
contraerse) o abrir (al relajarse) diversos conductos, como el orificio anal por el que
defecamos.
Músculos orbiculares. Semejantes a los fusiformes, pero tienen un orificio en el centro,
por lo que permiten abrir y cerrar otras estructuras. Un ejemplo es el músculo
orbicular que hay en nuestros párpados.
Funciones del sistema muscular
Sistema Muscular
Los músculos deben ser fuertes y estar diseñados para el ejercicio continuo.
El sistema muscular es vital para el organismo, ya que se ocupa de mantener las
cosas en movimiento. Por ejemplo, el corazón es un órgano que no puede cesar de
bombear sangre, pues nos ocasionaría la muerte.
Por ende, sus músculos deben ser fuertes y estar diseñados para el ejercicio
continuo. Del mismo modo, los movimientos digestivos, desde la tráquea a los
intestinos, son responsabilidad muscular, o los respiratorios.
En segundo lugar, la musculatura permite el movimiento voluntario, que es la mejor
forma de lidiar con el entorno para los seres vivientes: nos permite movilizar el
esqueleto y desplazarnos para cambiar de lugar, o usar de un modo específico
nuestras extremidades y construir alimentos, acariciar a nuestros seres queridos o
defendernos de un atacante.
Incluso gestos tan simples como mover nuestros ojos o sonreír, se deben a la acción
puntual de algún conjunto de músculos del cuerpo.
Enfermedades del sistema muscular
Los músculos pueden ser aquejados por dolencias de distinto tipo, tales como:
Desgarros. Rupturas parciales del tejido muscular que, si bien pueden repararse
solas con el tiempo, por lo general disminuyen la capacidad motriz y resultan
sumamente dolorosas.
Calambres. Contracciones dolorosas e involuntarias de un músculo puntual, debido
a fatiga extrema o a desbalances en la química muscular.
Atrofia. Debido a falta de uso prolongado, a enfermedades o a traumatismos
importantes, los músculos pueden cesar de funcionar y volverse atrofiados, es
decir, perder el volumen de su tejido.
Poliomielitis. Producida por un virus, esta enfermedad realmente aqueja al
sistema nervioso, pero al paralizar los impulsos eléctricos ocasiona una atrofia
artificial sobre la musculatura.
APARATO URINARIO

VEJIGA
URINARIO
El sistema urinario está formado por los riñones, los uréteros, la vejiga,
urinaria y la uretra.
Los riñones son dos órganos que están colocados sobre la cintura, a ambos
lados de la columna vertebral y por la parte trasera del cuerpo.
Tienen forma de frijol y más o menos son del tamaño de un puño cerrado y
de color rojo muy oscuro. Cada riñón contiene miles de nefronas, que son
terminaciones sanguíneas encargadas de filtrar la sangre y producir orina.
Realizan varias funciones, de ellas vitales para el organismo:
Filtran la sangre y separan de ella las impurezas y sustancias tóxicas, así
como los nutrimentos, que ya limpios ponen de nuevo la circulación.
Controlan la sal existente en el organismo.
Controlan el volumen y composición de la sangre.
Reabsorben agua, minerales y nutrientes
Producen orina, que es uno de los medios para el liquido en el cuerpo.
Se conectan con el cuerpo por las arterias renales que son por las que llega la
sangre a los riñones y con las venas renales que la incorporan al torrente
sanguíneo cuando ya esta limpia.
Los riñones filtran toda la sangre del cuerpo muchas veces al día y limpian el
agua, la glucosa, las sales y minerales que contienen. Una vez limpias, las
regresa a la circulación sanguínea y al mismo tiempo forma la orina con agua
y las sustancias que fueron recogidas de la sangre.
Los riñones son tan importantes que si llegan a fallar, se puede morir en unos
cuantos días intoxicado con sus propios desechos. Una persona puede llagar a
vivir con un solo riñón si se cuida mucho.
El la actualidad ya se realizan trasplantes de riñón con todo éxito y un
procedimiento llamado hemodiálisis, que sirve para hacer las funciones del
riñón cuando este no funciona bien, mientras se realiza el trasplante.
Los ureteros son los conductos que salen de cada riñón y sirve para trasportar
la orina desde los riñones hasta la vejiga. En el hombre son un poco más largos
que en las mujeres.
La vejiga es una bolsa elástica que poco a poco se va llenando de orina,
cuando lo hace manda una señal al sistema nervioso para que se abra y deje
salir la orina, por la uretra, que es un conducto que la lleva al exterior.
Al orificio por donde sale la orina se le llama urinario, en el hombre esta en la
punta del pene yes por el mismo que durante una eyaculación deja salir el
semen y en la mujer se localiza entre la vagina y el ano.
Sistema circulatorio
SISTEMA CIRCULATORIO
El sistema circulatorio está formado por: corazón, venas y arterias.
Corazón
Es un órgano muscular vacío que recibe sangre y le bombea al resto del
cuerpo. Está formado por músculos estriados y es a su vez músculo involuntario.
El corazón pesa de 220 a 350 gramos y es del tamaño de nuestro puño. Está
situado casi al centro del pecho, un poco a la izquierda. La forman cuatro
cavidades, dos superiores y dos inferiores. Las superiores son la aurícula
derecha y la izquierda y las inferiores son los ventrículos derecho y izquierdo.
Las paredes del corazón están revestidas por un tejido llamado miocardio. En
el corazón existen dos bombas, la derecha recibe sangre impura del cuerpo y
la envía a los pulmones y la izquierda recibe de los pulmones sangre con
oxigeno y la envía al resto del cuerpo. El corazón tiene dos movimientos
llamados sístole y diástole. Estos movimientos provocan lo que llamamos latidos
del corazón o ritmo cardiaco. El corazón late de 60 a 70 veces por minuto en
una persona adulta normal.
Vasos sanguíneos
Son los tubos encargados de llevar y traer la sangre. Hay dos tipos de vasos
sanguíneos que son: venas, arterias y vasos capilares.
a) Venas: son los vasos sanguíneos encargados de llevar la sangre al corazón.
b) Arterias: son los vasos sanguíneos que llevan la sangre pura cargada de
oxigeno a todas las células del cuerpo.
Vasos capilares: son finos vasos que llevan la sangre de las arterias a las
venas.
La circulación es el proceso mediante el cual la sangre es bombeado a todo
nuestro cuerpo con el fin de llevar oxigeno y nutrientes a todas las células. Hay
dos tipos de circulación que son.
1].Circulación menor: el proceso por el cual el corazón bombea la sangre a los
pulmones y luego regresa a el.
2].Circulación mayor: proceso por el cual el corazón bombea la sangre al resto
del cuerpo
El recorrido de la sangre en el organismo puede resumirse de esta forma: La
sangre purifica en el pulmón viene por las venas pulmonares a la aurícula
izquierda, esta la impulsa al ventrículo izquierdo, el cual contrayéndose la envía
a la arteria aorta. Esta arteria se divide en muchas otras y por ellas se lleva la
sangre a todo el cuerpo. De las arterias pasa a los vasos capilares y los vasos
capilares la pasan a las venas más pequeñas que poco a poco se van
ensanchando. La sangre sin oxigeno es llevada por las venas a la aurícula
derecha, de allí pasa al ventrículo derecho donde al contraerse es enviada a
las arterias pulmones que la llevan a los pulmones a recoger oxigeno. Después
de tomar oxigeno regresa a la aurícula izquierda donde se empieza el ciclo
otra vez.
SISTEMA RESPIRATORIO
Se conoce como aparato respiratorio o sistema respiratorio al conjunto de los
órganos y conductos del cuerpo de los seres vivientes que les permiten
intercambiar gases con el medio ambiente en donde se encuentran. En ese
sentido, la estructura de este sistema y sus mecanismos pueden variar
enormemente dependiendo del hábitat en que viva.
El nombre del sistema proviene del hecho de que permite la respiración: el
ingreso del aire dentro del cuerpo de los animales, del cual se extrae el oxígeno,
y la posterior expulsión del dióxido de carbono (CO2) cuya presencia en el
organismo resultaría nociva.
En este sentido, el sistema respiratorio se complementa con el circulatorio, ya que
este último lleva el oxígeno en sangre hacia los confines del cuerpo y devuelve el
CO2 a los pulmones para evitar que éste modifique el pH del organismo. La
respiración consiste en dos etapas: inhalación (entrada de aire) y exhalación
(salida de aire).
A diferencia de los seres humanos, ciertos animales poseen sistemas
respiratorios que no involucran pulmones, sino branquias para respirar bajo el
agua o mecanismos de respiración cutánea (a través de la piel).
Ver además: Aparato Circulatorio.
Funciones del aparato respiratorio
aparato respiratorio
El aparato respiratorio permite la expulsión del dióxido de carbono.
La función elemental del aparato respiratorio es, como su nombre lo indica, la
respiración o ventilación. Esto es, como explicábamos antes, el ingreso en el
cuerpo de un volumen de aire de la atmósfera, del cual se extraerá
pasivamente el oxígeno, elemento indispensable para la oxidación de la
glucosa que da energía a nuestro organismo. Y al mismo tiempo, el sistema
permite la expulsión del dióxido de carbono resultante de dicho proceso.
Órganos del aparato respiratorio
aparato respiratorio
La laringe conecta la faringe con la tráquea y los pulmones.
El aparato respiratorio del ser humano se compone de las siguientes partes:
Fosas nasales. Los agujeros en la nariz, en donde todo inicia. Por ellos penetra
el aire, filtrado por una serie de vellosidades y mucosas que impiden el acceso
a desechos sólidos y otros elementos no gaseosos.
Faringe. La conexión entre las fosas nasales, la cavidad bucal y el esófago y la
laringe, contiene mucosas defensivas y está ubicado en el cuello.
Laringe. Conducto que conecta la faringe con la tráquea y los pulmones, y en el
que se encuentran tanto las cuerdas vocales, como la glotis (campanilla) y una
serie de músculos que en caso de obstrucción actúan por reflejo despejando el
camino.
Tráquea. El trecho final del conducto, que conecta la laringe y los pulmones.
Posee un conjunto de cartílagos en forma de C que mantienen el conducto
abierto ante la compresión externa.
Pulmones. Los órganos principales de la respiración, son dos grandes sacos que
se llenan de aire y permiten el intercambio gaseoso entre aire y sangre. Para
ello, poseen bronquios (conductos para el aire hacia los bronquiolos),
bronquiolos (conductos más estrechos entre los bronquios y los alvéolos) y
finalmente, los alvéolos pulmonares (conductos aún más estrechos, de pared
unicelular, que permite el paso del oxígeno a la sangre).
Músculos intercostales. Una serie de músculos en el tórax que lo movilizan
durante la respiración.
Diafragma. El músculo que separa el abdomen del tórax, es el responsable de
la inhalación y exhalación: se contrae y baja, ampliando la caja torácica.
Luego se relaja y sube, comprimiendo el torno y echando afuera el aire.
• Pleura. Una membrana serosa que recubre los dos pulmones y que mantiene
una cavidad entre sus dos capas (interna y externa), cuya presión es menor a
la de la atmósfera, para permitir la expansión de los pulmones durante la
inhalación.
APARATO REPRODUCTOR FEMENINO
Como su nombre lo indica, el aparato reproductor femenino es el conjunto de
órganos, tejidos y conductos presentes en los seres humanos del género femenino
(así como de otros animales superiores), que cumplen con las diversas funciones
involucradas en la reproducción sexual.
Esto implica desde la preparación para el coito, la fertilización del óvulo, el
embarazo (o sus equivalentes en otros animales, como la puesta de huevos) y el
nacimiento. También se le conoce como aparato genital femenino.
En el caso del ser humano, el aparato reproductor femenino es el encargado de
propiciar física y bioquímicamente el encuentro entre los espermatozoides
eyaculados por el hombre dentro de la vagina de la mujer, y los óvulos generados
por ésta. Dicha unión se produce en el útero y, una vez producida la fecundación
de las células, se genera un cigoto que tras nueve meses de crecimiento se
convertirá en un nuevo individuo humano.
A todo el proceso de gestación de dicho nuevo individuo en el útero se lo conoce
como embarazo, y durante los nueve meses que toma el cuerpo de la mujer se
dispondrá hormonal, bioquímica y físicamente para brindar al feto los nutrientes
necesarios para su correcto desarrollo.
Cuando éste se encuentre listo para existir fuera de la matriz, los músculos
alrededor del útero se contraerán y la cérvix se dilatará, para expulsarlo por el
canal de parto (la vagina).
El aparato genital femenino, así, es indispensable para la reproducción de la
especie y está diseñado evolutivamente para activarse en la pubertad, junto al
despertar hormonal y sexual, etapa que forma parte de la adolescencia.
La menstruación, así, es una actividad normal del mantenimiento uterino, que
descarta los óvulos no fecundados y renueva las paredes del endometrio, para que
al mes siguiente las probabilidades de fertilidad sean siempre lo más altas posible.
Función del aparato reproductor femenino
Aparato reproductor femenino
Los óvulos segregan moléculas que atraen a los espermatozoides.
Como se ha dicho, la función del aparato reproductor de la mujer no podría ser más
indispensable para la especie: propiciar la fecundación y servir de recipiente al
nuevo individuo hasta la culminación de su gestación.
Sin embargo, no debe pensarse que dicha función es meramente pasiva. La
producción de óvulos se inicia con la pubertad, junto a la menstruación, a pesar de
que las mujeres nacen con la cantidad total de óvulos formados que dispondrá
durante la vida.
Por su parte, los óvulos no esperan simplemente a ser fecundados, sino que segregan
moléculas que atraen a los espermatozoides hacia ellos y, una vez producido el
encuentro, facilitan la absorción del contenido del espermatozoide para obtener el
cigoto. Se trata de un proceso complejo que se da en la conexión entre las trompas
de Falopio y el útero en donde se gestará el bebé.
Partes del aparato reproductor femenino
Aparato reproductor femenino
Las trompas de Falopio miden entre 10 y 13 cm.
El aparato genital de la mujer se compone de dos partes, cada una involucrando
distintos conjuntos de órganos, glándulas y conductos.
Órganos externos. Los genitales femeninos se conocen en su conjunto como la vulva, y
son los necesarios para llevar a cabo la cópula (relaciones sexuales con penetración
del pene en la vagina). Esto comprende el clítoris, los labios mayores y labios
menores, el Monte de Venus y los orificios de la uretra y de la vagina.
Órganos internos. La mayor porción del aparato genital femenino está dentro del
cuerpo, y abarca diversos órganos que merecen mención aparte:
La vagina. Es el conducto que permite el ingreso del pene al
interior del cuerpo femenino, acompañándolo de la necesaria
lubricación y secreción, durante el coito. Finalizado el embarazo,
se ensancha y permite la salida del recién nacido.
El útero. El saco en donde se produce la fecundación, se gesta el
feto y lo contiene hasta el día del parto.
Los ovarios. Órganos en donde se gestan los óvulos y se los
prepara para salir al útero, una vez por mes. Suelen ser dos y
también se encargan de la producción hormonal para el desarrollo
sexual de la mujer.
Las trompas de Falopio. Conductos de entre 10 y 13 cm que
conectan los ovarios con el útero, y en los que puede darse la
fecundación (pero rara vez se implanta el cigoto fecundado en
ellos).
SISTEMA REPRODUCTOR MASCULINO
Cuando se habla del aparato reproductor masculino, se hace alusión al conjunto de
órganos internos y externos, así como conductos entre ellos, que le permiten al
hombre tener relaciones sexuales y eventualmente reproducirse con una mujer.
A diferencia del aparato reproductor femenino, el masculino se encuentra
mayormente a la vista, por fuera del cuerpo, y dispone de los mecanismos para
producir e introducir en el útero una carga de espermatozoides (la eyaculación) y así
fecundar el óvulo, dando lugar a un cigoto que, con el tiempo, devendrá en un nuevo
individuo. Este método de reproducción es compartido por el ser humano con la
mayoría de los animales vertebrados.
El aparato reproductor masculino nace junto al individuo pero inicia sus funciones
hormonales y mecánicas a partir de la pubertad, etapa de la adolescencia en que el
ser humano madura sexualmente y su cuerpo se dispone para la reproducción. Los
hombres fértiles lo serán durante toda su vida, pero su capacidad de interacción
sexual está limitada a la posibilidad de la erección, la cual disminuye o se pierde
durante la llamada tercera edad (vejez).
Función del aparato reproductor masculino
Como hemos dicho, la función biológica primordial del aparato reproductor
masculino es la reproducción. Esto pasa por diversas etapas que involucran a
distintos órganos, en la medida en que se segregan las hormonas sexuales que
activan el proceso y predisponen el organismo para la reproducción.
Se produce el semen y los espermatozoides en los testículos y la próstata (10 a
14 días); se da la erección a través del llenado de sangre del cuerpo del pene
y, finalmente, luego del éxtasis durante el coito, se vacía a través de la uretra
el contenido seminal (eyaculación).
Partes y órganos del aparato reproductor masculino
• aparato reproductor masculino
• Los testículos son el principal órgano del sistema reproductor masculino.
• El aparato reproductor masculino involucra los siguientes órganos y conductos:
Órganos externos (por fuera del cuerpo):
Testículos. El principal órgano del sistema, se encarga de producir tanto las
hormonas sexuales masculinas (testosterona, principalmente) como los
espermatozoides (células reproductivas). Se encuentra alojado en el escroto, una
envoltura de tejidos y de piel que los recubre y protege.
Pene. Es el órgano copulador del sistema, formado por tres instancias: el glande,
que es la punta y la región más sensible; el cuerpo esponjoso, tejido del que forma
parte el glande y que sostiene la uretra durante la erección para permitir el paso
del semen; y los cuerpos cavernosos, ubicados en la parte superior del pene, los
cuales se llenan de sangre y proveen de dureza y firmeza al pene erecto. Está
normalmente cubierto por el prepucio, una capa de piel que forma parte del
escroto. También sirve al aparato excretor para expulsar la orina del cuerpo.
Epidídimo. Se encuentra en la reunión de los conductos seminíferos, y se encarga de
la maduración y activación de los espermatozoides.
Conductos deferentes. Conectan el epidídimo con los conductos eyaculatorios,
permitiendo la salida del semen.
Órganos internos (por dentro del cuerpo):

Vesículas seminales. Producen un líquido alcalino y viscoso cuyo cometido es


neutralizar la acidez de la uretra (producto de la orina) y salvaguardar a los
espermatozoides. Este líquido forma parte del 40% del semen. Las vesículas
se hallan junto a la próstata, detrás de la vejiga urinaria.
Próstata. Este órgano glandular es exclusivo del género masculino y se ubica
detrás del recto, justo en la base de la vejiga urinaria. Produce mucho del
contenido seminal que nutre a los espermatozoides en su viaje hacia el útero y
además bloquea la salida de la orina durante el coito, para que no se
mezclen las funciones excretora y reproductora.
Uretra. El conducto que lleva la orina de la vejiga hasta afuera del cuerpo,
también sirve en el caso del hombre para llevar el semen hasta afuera.
Glándulas bulboretrales. Llamadas también glándulas de Cowper, se ubican
bajo la próstata y segregan el líquido preseminal, que limpia el ducto de la
uretra y neutraliza su acidez, allanando el camino para la eyaculación.
SISTEMA DIGESTIVO
Se conoce como sistema digestivo o aparato digestivo al conjunto de órganos y
de conductos que intervienen a la hora de la alimentación y absorción de los
nutrientes adquiridos, tanto en el cuerpo del ser humano como en el de muchos
animales superiores.
La digestión es el nombre que recibe este proceso, en el cual se transforman los
alimentos y se obtiene de ellos la energía y los nutrientes indispensables para
el sostén y desarrollo de la vida. Esto implica la reducción de la materia
orgánica consumida a sus partes más elementales aprovechables, y la expulsión
del organismo del material restante.
El sistema digestivo, encargado de ello, comprende el proceso completo desde
el ingreso de la comida a la boca, hasta la expulsión de las heces fecales,
pasando por la absorción de los nutrientes. Se trata de un mecanismo complejo,
en el que intervienen numerosas partes del cuerpo y que resulta indispensable
para la vida, dado que los animales obtenemos la energía a partir de la
oxidación de la glucosa, un azúcar que sólo puede obtenerse al reducir la
materia orgánica que comemos.
Ver además: Aparato Circulatorio.
Funciones del sistema digestivo
El aparato digestivo cumple con diversas funciones, que son de transporte, secreción,
absorción y excreción.
Transporte. Los alimentos son llevados desde la boca, en donde se trituran y convierten
gracias a la saliva en un bolo alimenticio, hasta el estómago, luego los intestinos y
finalmente al exterior del cuerpo, a través de una serie de conductos dotados de
movimiento muscular propio, el movimiento peristáltico.
Secreción. Una vez contenida en el estómago, la comida triturada es sometida a la
acción de los jugos gástricos segregados allí mismo, los cuales disuelven la materia y la
reducen a sus mínimos elementos químicos.
Absorción. Las formas simples extraídas de la materia, sus proteínas, aminoácidos,
azúcares, etc., son reducidas a lo mínimo posible y son incorporados al organismo,
pasando luego a la sangre y al organismo.
Excreción. Una vez extraídos los nutrientes de la comida, es preciso expulsar el material
de desecho fuera del cuerpo, y así se hace cada cierto tiempo, a través del final del
tracto digestivo, que en totalidad, desde la boca hasta el ano, mide unos once metros.
Órganos del sistema digestivo
sistema digestivo - órganos y partes
El aparato digestivo comprende los siguientes órganos del cuerpo
humano:
Boca y glándulas salivales. El inicio del proceso se ubica en el ingreso de
la comida a la boca, donde los dientes sirven para triturarla y la saliva
producida por las glándulas salivales la humedece.
Esófago. Es el conducto que lleva la comida de la boca al estómago,
atravesando el cuello, el tórax y el abdomen, y pasando por un agujero
en el diafragma.
Estómago. En este órgano se acumula la comida, a la espera de la
secreción de los jugos gástricos y las enzimas digestivas, por parte de las
células que lo componen. Estos jugos son básicamente ácido clorhídrico
(HCl).
Páncreas. Esta glándula se encuentra en contacto con el intestino y vierte
en el duodeno su jugo pancreático, indispensable para la digestión, y al
mismo tiempo vierte en la sangre la insulina para procesar el azúcar que
entra a la sangre por el intestino.
Hígado y vesícula biliar. La mayor víscera del cuerpo (pesa kilo y
medio) es el hígado; éste segrega la bilis, que es una sustancia
necesaria para la absorción de las grasas. La bilis se acumula en la
vesícula biliar y de allí pasa al duodeno.
Intestino delgado. Del duodeno a la válvula ileocecal, esta primera
porción del intestino está repleta de vellosidades y es donde se
produce la absorción de los nutrientes. Mide entre 6 y 7 metros de
longitud.
Intestino grueso. El resto del intestino, que culmina en el recto, mide
entre 120 y 160 cm. de longitud y es donde termina la digestión y se
forman las heces.
Ano. La abertura anal es por donde se expulsa hacia el exterior del
cuerpo humano la comida ya digerida, mediante movimientos
controlados del esfínter anal.
SISTEMA LINFÁTICO
El sistema linfático es una parte importante del sistema circulatorio, está conformado
por los ganglios, los órganos linfoides y una red de conductos que conectan estas
estructuras entre sí y con la circulación general conocidos como vasos linfáticos.
Este sistema se encuentra ubicado en todo el cuerpo, excepto a nivel del sistema
nervioso central, se encuentra directamente relacionado además con el sistema
inmune o sistema de defensas del cuerpo.
La circulación linfática
El sistema linfático interviene en los procesos de recoger los líquidos y diversas
sustancias que son depositados o almacenados en los tejidos, así como de transportar
células del sistema inmune a los sitios en donde estas son requeridas.
La función de drenaje del sistema linfático permite que los líquidos acumulados en los
tejidos producto de la respuesta inflamatoria, traumatismos, proceso infeccioso o la
insuficiencia venosa sean llevados de vuelta a la circulación venosa para ser filtrados
por el riñón y finalmente eliminados con la orina.
El líquido contenido dentro del sistema linfático es conocido como linfa, es de color
amarillento similar al plasma sanguíneo, está conformado por agua, proteínas y
células del sistema inmune como los linfocitos, que son un tipo de glóbulo blanco.
Estructuras linfáticas
Ganglios linfáticos. A lo largo del trayecto de los vasos linfáticos se encuentran
ubicados una serie de nódulos conocidos como ganglios linfáticos, estos constituyen
una especie de filtros y tienden a distribuirse formando grupos que se localizan
principalmente a nivel del cuello, axilas, ingle y en el interior del abdomen a lo
largo de los grandes vasos como la arteria aorta y la vena cava. En los ganglios
linfáticos se lleva a cabo el reconocimiento de microorganismos como los virus y
bacterias comenzando la activación de los linfocitos B que son un tipo de glóbulo
blanco encargado de fabricar los anticuerpos, por esta razón los ganglios linfáticos
aumentan de tamaño cuando ocurre una infección.
Amígdalas. El tejido linfático se localiza en puntos estratégicos del aparato
digestivo, a nivel de la cavidad bucal se encuentran al inicio de la faringe, en
estructuras conocidas como las amígdalas y las adenoides, también existe tejido
linfático en el apéndice cecal, esta ubicación estratégica permite disponer de un
tejido defensas en dos puntos importantes de entrada de gérmenes al organismo
como son la vía aérea y la boca.
Timo. En la fase embrionaria y durante la niñez se produce una gran actividad
inmunológica en el timo, un órgano ubicado por detrás del esternón, que se
encuentra relacionado con la maduración de los Linfocitos T, que son un tipo de
glóbulo blanco encargado de reconocer las células del cuerpo y diferenciarlas
de células extrañas así como coordinar la respuesta del sistema de defensas
frente a los microorganismos.
Bazo. Es un órgano ubicado en el interior del abdomen, del lado izquierdo del
mismo, su función principal es la eliminación de las células sanguíneas
envejecidas así como actuar como un reservorio o depósito de sangre. El bazo
juega también un importante papel como órgano linfático, el actúa como un
filtro que recoge los distintos antígenos (sustancias extrañas al organismo)
siendo capaz de producir inmunoglobulinas y sustancias necesarias para que
las células del sistema de defensas puedan eliminar a las bacterias que están
protegidas por una capsula, como es el caso del neumococo, bacteria causante
de enfermedades como la neumonía.
SISTEMA INMUNOLÓGICO
Se conoce como sistema inmunológico, sistema inmune o sistema inmunitario a un
mecanismo defensivo del cuerpo humano y de otros seres vivos, que permite a través
de reacciones físicas, químicas y celulares coordinadas, mantener el organismo libre de
agentes extraños y potencialmente nocivos, como pueden ser toxinas, venenos, o
infecciones virales, bacterianas y de otros microorganismos.
Dichos cuerpos y elementos extraños al organismo se denominan antígenos, y su
presencia en el organismo desata una reacción altamente especializada para impedir
que se esparza o que permanezca en el cuerpo. Dicha reacción, denominada
antígeno-anticuerpo, consiste principalmente en la segregación de células y de
sustancias defensivas, como los distintos tipos de glóbulos blancos (anticuerpos), cuya
misión es reconocer y expulsar del organismo a los invasores.
No obstante, el sistema inmunológico también dispone de estrategias mecánicas o
físicas que incluyen la inflamación de la zona afectada (como método de aislamiento),
el incremento de la temperatura corporal o fiebre (para hacer el cuerpo menos
hospitalario para los invasores), y otras respuestas especializadas.
El sistema inmune lo componen diversas células y órganos del cuerpo, sobre todo los órganos y
glándulas productores de glóbulos blancos, pero también toda una serie de mucosas y barreras
aislantes para impedir el ingreso de elementos extraños. En todo caso, a la hora de defender el
organismo, muchos otros sistemas colaboran o se ven afectados por el funcionamiento de las
defensas del cuerpo.
Función del sistema inmunológico
El sistema inmunológico opera en base a sus dos variantes: el sistema inmune natural y el
adquirido o aprendido:
Sistema inmune natural. Llamado también sistema inmune innato o inespecífico, nace con los
individuos ya que consta de mecanismos de defensa propios de la química de la vida. Es común
en mayor o menor medida a casi todos los seres vivientes, incluso a las formas más simples y
unicelulares, pero que son capaces de lidiar con los invasores segregando enzimas y proteínas
defensivas.
Sistema inmune adquirido. Exclusivo ya de los vertebrados y de los seres vivos más complejos,
dispone de células totalmente dedicadas a la defensa y limpieza del organismo, altamente
especializadas en su tarea. Su nombre proviene del hecho de que se adapta y posee una
“memoria” celular para reconocer los agentes infecciosos con los que ya ha combatido, de
modo lidiar mejor con ellos a futuro. De eso último es de lo que se valen las vacunas: le brindan
microbios atenuados para que pueda alimentar su memoria sin tener primero que sufrir la
enfermedad.
¿Cómo está conformado el sistema inmunológico?
partes del sistema inmunológico
El sistema inmune se compone de una red de glóbulos blancos que recorre
el organismo y que tiene presencia tanto la sangre, la médula ósea y otras
sustancias propias del cuerpo, como del sistema linfático que emplea para
movilizarse a lo largo de los ganglios y órganos de filtrado del cuerpo,
como el bazo.

Dichos glóbulos blancos pueden ser de dos tipos:

Linfocitos. Se ocupan de detectar y reconocer a los cuerpos extraños, así


como de aprender sus características para sumarlas a la memoria
inmunológica, para reconocerlos en caso de que vuelvan a ingresar al
organismo.
Fagocitos. Aquellos encargados de lidiar con los cuerpos extraños, es decir,
hacer el trabajo sucio: fagocitan (engloban en su interior) a los invasores y
luego se expulsan del organismo con ellos dentro, a través de la orina, las
heces, los mocos u otras secreciones

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