«JESUS MAESTRO» El comenzar a leer la biblia , puede ser una aventura apasionante
El objetivo de este estudio, es hacernos
descubrir la ¨Biblia y vivir una experiencia con el Dios vivo y resucitado.
Experiencia que me lleve a compartirla con
mis cercanos, y saber el porque de la iglesia.
Ser un lector y anunciador de la Palabra de
Dios, su mensaje de salvación y vivencia del reino. Obtener herramientas para hacer una lectura critica y espiritual que les permita comprender su naturaleza y su importancia para la vida personal y eclesial. CONTENIDO Introducción (Hch. 8, 30-31). 1 TEMA: ¿Qué es la Biblia? A. Definición de Biblia – Que es y que no es. B. Como llego hasta nuestra época. C. Como se llevo a cabo su selección. D. Traducción de la Biblia. E. Lenguas de la Biblia. F. Como manejar la Biblia. CONTENIDO Introducción (Hch. 8, 30-31). "El Angel del Señor habló a Felipe diciendo: «Levántate y marcha hacia el mediodía por el camino que baja de Jerusalén a Gaza. Es desierto.» 27.Se levantó y partió. Y he aquí que un etíope eunuco, alto funcionario de Candace, reina de los etíopes, que estaba a cargo de todos sus tesoros, y había venido a adorar en Jerusalén, 28.regresaba sentado en su carro, leyendo al profeta Isaías. 29.El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate y ponte junto a ese carro.» 30.Felipe corrió hasta él y le oyó leer al profeta Isaías; y le dijo: «¿Entiendes lo que vas leyendo?» 31.El contestó: «¿Cómo lo puedo entender si nadie me hace de guía?» Y rogó a Felipe que subiese y se sentase con él. 32.El pasaje de la Escritura que iba leyendo era éste: «Fue llevado como una oveja al matadero; y como cordero, mudo delante del que lo trasquila, así él no abre la boca. 33.En su humillación le fue negada la justicia; ¿quién podrá contar su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la tierra.» 34.El eunuco preguntó a Felipe: «Te ruego me digas de quién dice esto el profeta: ¿de sí mismo o de otro?» 35.Felipe entonces, partiendo de este texto de la Escritura, se puso a anunciarle la Buena Nueva de Jesús. 36.Siguiendo el camino llegaron a un sitio donde había agua. El eunuco dijo: «Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?» 38.Y mandó detener el carro. Bajaron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y lo bautizó, 39.y en saliendo del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y ya no le vio más el eunuco, que siguió gozoso su camino." Fichas de lectura para practicar la Lectio Divina «¿Entiendes lo que estás leyendo?» (Hch 8,26- 40) Ficha 2 Para comprender mejor el texto Tres son los personajes que aparecen en este relato. Para saber lo que hacen, lo mejor es fijarse en los verbos. Las actitudes, en cambio, se adivinan detrás de las acciones y son reveladas por ellas. El Etíope es un alto cargo en la administración de Candace, reina de los etíopes. Simpatizaba con el judaísmo y regresaba de Jerusalén de «cumplir sus deberes religiosos», lo cual indica que tenía profundas inquietudes. Va leyendo la Escritura pero es incapaz de entender lo que lee. Sabe que no entiende y así se lo manifiesta a Felipe. Al final su búsqueda desemboca en el encuentro con Jesús sellado por el bautismo. Felipe es uno de los Siete diáconos del grupo de los helenistas (Hch 6,1-7), un verdadero «evangelizador» que después de la muerte de Esteban se dedica a predicar a Cristo en Samaría (Hch 8,4-8). El Espíritu Santo no aparece directamente en escena ni interviene del mismo modo que el resto de los personajes, pero su presencia es patente. Él es en todo momento quien lleva la iniciativa. Es el verdadero protagonista de la acción. La Palabra de Dios desempeña un papel fundamental en el episodio, pues es el medio por el cual se produce el encuentro del eunuco con Jesús resucitado y la incorporación a la comunidad cristiana por medio del bautismo. Seguramente nosotros, al tener la Biblia en las manos, habremos pensado como el eunuco etíope: «¿Cómo voy a entenderlo, si nadie me lo explica?». Sabemos que es una suerte poder acercarnos con libertad a las Escrituras y sabemos que desconocerlas es privarnos del mejor medio para conocer a Jesús. Pero nos encontramos con muchas dificultades a la hora de comprender, necesitamos alguien como Felipe que nos eche una mano. Si como el eunuco, somos capaces de reconocer nuestras dificultades y pedir ayuda a quien nos la puede proporcionar (grupos bíblicos, introducciones a la Biblia, personas entendidas...), llegaremos a entender más la Escritura, y de este modo a conocer más y mejor a Jesucristo.