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HEBREOS 11:1

es, pues, la fe la
certeza de lo que
se espera, la
convicción de lo
que no se ve.
La fe de Abel
• CAIN Y ABEL, LOS HIJOS DE A CAUSA DE LA MALDICIÓN
ADÁN, ERAN MUY DISTINTOS PRONUNCIADA SOBRE LA
EN CARÁCTER. ABEL TIERRA Y SOBRE LA RAZA
POSEÍA UN ESPÍRITU DE HUMANA POR EL PECADO
LEALTAD HACIA DIOS; VEÍA DE ADÁN. PERMITIÓ QUE SU
JUSTICIA Y MISERICORDIA MENTE SE ENCAUZARA EN
EN EL TRATO DEL CREADOR LA MISMA DIRECCIÓN QUE
HACIA LA RAZA CAÍDA, Y LOS PENSAMIENTOS QUE
ACEPTABA AGRADECIDO LA HICIERON CAER A SATANÁS,
ESPERANZA DE LA QUIEN HABÍA ALENTADO EL
REDENCIÓN. PERO CAÍN DESEO DE ENSALZARSE Y
ABRIGABA SENTIMIENTOS PUESTO EN TELA DE JUICIO
DE REBELIÓN Y LA JUSTICIA Y AUTORIDAD
MURMURABA CONTRA DIOS, DIVINAS.
estos hermanos fueron probados, como lo había sido
adán antes que ellos, para comprobar si habrían de
creer y obedecer las palabras de dios. conocían el
medio provisto para salvar al hombre, y entendían el
• sistema de ofrendas que dios había ordenado. sabían
Estos hermanos fueron probados, como lo había sido Adán antes que ellos,
para comprobar si habrían de creer y obedecer las palabras de Dios.
que mediante esas ofrendas podían expresar su fe en
Conocían el medio provisto para salvar al hombre, y entendían el sistema de
ofrendas que Dios había ordenado. Sabían que mediante esas ofrendas
podían expresar su fe en el Salvador a quien éstas representaban, y al mismo

el salvador a quien éstas representaban, y al mismo


tiempo reconocer su completa dependencia de él para obtener perdón; y
sabEstos hermanos fueron probados, como lo había sido Adán antes que
ellos, para comprobar si habrían de creer y obedecer las palabras de Dios.

tiempo reconocer su completa dependencia de él


Conocían el medio provisto para salvar al hombre, y entendían el sistema de
ofrendas que Dios había ordenado. Sabían que mediante esas ofrendas
podían expresar su fe en el Salvador a quien éstas representaban, y al mismo
tiempo reconocer su completa dependencia de él para obtener perdón; y
para obtener perdón; y sabían que sometiéndose así
sabían que sometiéndose así al plan divino para su redención, demostraban
su obediencia a la voluntad de Dios. Sin derramamiento de sangre no podía
haber perdón del pecado; y ellos habían de mostrar su fe en la sangre de
al plan divino para su redención, demostraban su
Cristo como la expiación prometida ofreciendo en sacrificio las primicias del
ganado. Además de esto, debían presentar al Señor los primeros frutos de la
tierra, como ofrenda de agradecimientoían Estos hermanos fueron probados,
obediencia a la voluntad de dios. sin derramamiento
como lo había sido Adán antes que ellos, para comprobar si habrían de creer
y obedecer las palabras de Dios. Conocían el medio provisto para salvar al
hombre, y entendían el sistema de ofrendas que Dios había ordenado. Sabían

de sangre no podía haber perdón del pecado; y ellos


que mediante esas ofrendas podían expresar su fe en el Salvador a quien
éstas representaban, y al mismo tiempo reconocer su completa dependencia
de él para obtener perdón; y sabían que sometiéndose así al plan divino para
su redención, demostraban su obediencia a la voluntad de Dios. Sin
habían de mostrar su fe en la sangre de cristo como
derramamiento de sangre no podía haber perdón del pecado; y ellos habían
de mostrar su fe en la sangre de Cristo como la expiación prometida
ofreciendo en sacrificio las primicias del ganado. Además de esto, debían
la expiación prometida ofreciendo en sacrificio las
presentar al Señor los primeros frutos de la tierra, como ofrenda de
agradecimientoque sometiéndose así al plan divino para su redención,
demostraban su obediencia a la voluntad de Dios. Sin derramamiento de
primicias del ganado. además de esto, debían
sangre no podía haber perdón del pecado; y ellos habían de mostrar su fe en
la sangre de Cristo como la expiación prometida ofreciendo en sacrificio las
primicias del ganado. Además de esto, debían presentar al Señor los primeros

presentar al señor los primeros frutos de la tierra,


frutos de la tierra, como ofrenda de agradecimiento

como ofrenda de agradecimiento


GENISIS 4:4 Caín se presentó a Dios con
murmuración e incredulidad en el
corazón tocante al sacrificio prometido
y a la necesidad de las ofrendas
expiatorias. Su ofrenda no expresó
arrepentimiento del pecado. Creía,
como muchos creen ahora, que seguir
exactamente el plan indicado por Dios
y confiar enteramente en el sacrificio
del Salvador prometido para obtener
salvación, sería una muestra de
debilidad. Prefirió depender de sí
mismo. Se presentó confiando en sus
propios méritos. No traería el cordero
para mezclar su sangre con su ofrenda,
sino que presentaría sus frutos, el
producto de su trabajo. Presentó su
ofrenda como un favor que hacía a
Dios, para conseguir la aprobación
divina. Caín obedeció al construir el
altar, obedeció al traer una ofrenda;
pero rindió una obediencia sólo parcial.
Omitió lo esencial, el reconocimiento
de que necesitaba un Salvador.
• Abel comprendía los grandes
En lo que se refiere al principios de la redención.
Veía que era pecador, y que
nacimiento y a la el pecado y su pena de
educación religiosa, estos muerte se interponían entre
hermanos eran iguales. su alma y la comunión con
Dios. Trajo la víctima
Ambos eran pecadores, y inmolada, la vida sacrificada,
ambos reconocían que Dios y así reconoció las demandas
de la ley que había sido
demandaba reverencia y quebrantada. En la sangre
adoración. En su derramada contempló el
futuro sacrificio, a Cristo
apariencia exterior, su muriendo en la cruz del
religión era la misma hasta Calvario; y al confiar en la
expiación que iba a
cierto punto; pero más allá realizarse allí, obtuvo
de esto, la diferencia entre testimonio de que era justo, y
de que su ofrenda había sido
los dos era grande. aceptada.
• Caín tuvo la misma
oportunidad que Abel para
aprender y aceptar estas
verdades. No fue víctima
de un propósito arbitrario.
No fue elegido un hermano
para ser aceptado y el otro
para ser desechado. Abel
eligió la fe y la obediencia;
Caín, en cambio, escogió la
incredulidad y la rebelión.
Todo dependió de esta
elección.
• Caín y Abel representan dos Los que creen que no
clases de personas que necesitan la sangre de
existirán en el mundo hasta Cristo, y que pueden
el fin del tiempo. Una clase obtener el favor de Dios por
se acoge al sacrificio sus propias obras sin que
indicado; la otra se aventura medie la divina gracia,
a depender de sus propios están cometiendo el mismo
méritos; el sacrificio de error que Caín. Si no
éstos no posee la virtud de aceptan la sangre
la divina intervención y, por purificadora, están bajo
lo tanto, no puede llevar al condenación. No hay otro
hombre al favor de Dios. medio por el cual puedan
Sólo por los méritos de ser librados del dominio del
Jesús son perdonadas pecado.
nuestras transgresiones.
La clase de adoradores que sigue el ejemplo de Caín abarca la
mayor parte del mundo; pues casi todas las religiones falsas se
basan en el mismo principio, a saber que el hombre puede
depender de sus propios esfuerzos para salvarse. Afirman
algunos que la humanidad no necesita redención, sino desarrollo,
y que ella puede refinarse, elevarse y regenerarse por sí misma.
Como Caín pensó lograr el favor divino mediante una ofrenda
que carecía de la sangre del sacrificio, así obran los que esperan
elevar a la humanidad a la altura del ideal divino sin valerse del
sacrificio expiatorio. La historia de Caín demuestra cuál será el
resultado de esta teoría. Demuestra lo que será el hombre sin
Cristo. La humanidad no tiene poder para regenerarse a sí misma.
No tiende a subir hacia lo divino, sino a descender hacia lo
satánico. Cristo es nuestra única esperanza. “En ningún otro hay
salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.” Hechos 4:12.
La verdadera fe, que descansa
plenamente en Cristo, se • SANTIAGO 2.22
manifestará mediante la • NO VES QUE LA FE ACTUO
obediencia a todos los
requerimientos de Dios. Desde los JUNTAMENTE CON SUS
días de Adán hasta el presente, el OBRAS ,Y QUE LA FE SE
motivo del gran conflicto ha sido la PERFECCIONO POR LAS
obediencia a la ley de Dios. En
todo tiempo hubo individuos que OBRAS
pretendían el favor de Dios, aun
cuando menospreciaban algunos
de sus mandamientos. Pero las
Escrituras declaran “que la fe fue
perfecta por las obras,” y que sin
las obras de la obediencia, la fe
“es muerta.” “El que dice, Yo le he
conocido, y no guarda sus
mandamientos, el tal es mentiroso,
y no hay verdad en él.
• Cuando Caín vio que su ofrenda era desechada, se enfureció
contra el Señor y contra Abel; se disgustó porque Dios no aceptaba
el sacrificio con que el hombre substituía al que había sido
ordenado divinamente, y se disgustó con su hermano porque éste
había decidido obedecer a Dios en vez de unírsele en la rebelión
contra él. A pesar de que Caín despreció el divino mandamiento,
Dios no le abandonó a sus propias fuerzas; sino que condescendió
en razonar con el hombre que se había mostrado tan obstinado. Y
el Señor dijo a Caín: “¿Por qué te has ensañado, y por qué se ha
inmutado tu rostro?” Por medio de un ángel se le hizo llegar la
divina amonestación: “Si bien hicieres, ¿no serás ensalzado? y si
no hicieres bien, el pecado está a la puerta.” Génesis 4:6, 7.
Tocaba a Caín escoger. Si confiaba en los méritos del Salvador
prometido, y obedecía los requerimientos de Dios, gozaría su
favor. Pero si persistía en su incredulidad y transgresión, no
tendría fundamento para quejarse al ser rechazado por el Señor.
• Pero en lugar de reconocer su pecado, Caín siguió quejándose
de la injusticia de Dios, y abrigando envidia y odio contra Abel.
Censuró violentamente a su hermano y trató de arrastrarlo a
una disputa acerca del trato de Dios con ellos. Con
mansedumbre, pero valiente y firmemente, Abel defendió la
justicia y la bondad de Dios. Indicó a Caín su error, y trató de
convencerle de que el mal estaba en él. Le recordó la infinita
misericordia de Dios al perdonar la vida a sus padres cuando
pudo haberlos castigado con la muerte instantánea, e insistió en
que Dios realmente los amaba, pues de otra manera no
entregaría a su Hijo, santo e inocente, para que sufriera el
castigo que ellos merecían. Todo esto aumentó la ira de Caín. La
razón y la conciencia le decían que Abel estaba en lo cierto;
pero se enfurecía al ver que quien solía aceptar su consejo
osaba ahora disentir con él, y al ver que no lograba despertar
simpatía hacia su rebelión. En la furia de su pasión, dió muerte a
su hermano.
Satanás había obtenido el dominio de la raza humana, pero Cristo
habilitaría al hombre para librarse de su yugo. Siempre que por la fe en
el Cordero de Dios, un alma renuncie a servir al pecado, se enciende la ira
de Satanás. La vida santa de Abel desmentía el aserto de Satanás de que
es imposible para el hombre guardar la ley de Dios.

• Caín odió y mató a su


hermano, no porque
Abel le hubiese causado
algún mal, sino “porque
sus obras eran malas, y
las de su hermano justas.
El fratricida Caín tuvo
pronto que rendir cuenta
por su delito. “Y Jehová
dijo a Caín: ¿Dónde está
Abel tu hermano? Y él
respondió: No sé; ¿soy yo
guarda de mi hermano?”
Caín se había envilecido
tanto en el pecado que
había perdido la noción
de la continua presencia
de Dios y de su grandeza
y omnisciencia. Así, recurrió
a la mentira para ocultar
su culpa.
• Dios había dado a Caín una
oportunidad para que confesara su
pecado. Había tenido tiempo para
reflexionar. Conocía la enormidad de
la acción que había cometido y de la
mentira de que se había valido para
esconder su crimen; pero seguía aún
en su rebeldía, y la sentencia no se
hizo esperar. La voz divina que antes
se había oído en tono de súplica y
amonestación pronunció las terribles
palabras: “Ahora pues, maldito seas tú
de la tierra que abrió su boca para
recibir la sangre de tu hermano de tu
mano: Cuando labrares la tierra, no te
volverá a dar su fuerza: errante y
extranjero serás en la tierra.” Génesis
4:9-12.
• Aunque Caín merecía la
sentencia de muerte por sus
crímenes, el misericordioso
Creador le perdonó la vida y le
dio oportunidad para
arrepentirse. Pero Caín vivió
sólo para endurecer su
corazón, para alentar la
rebelión contra la divina
autoridad,
• Satanás obra y de gran alcance. Se
constantemente, con intensa propuso no sólo aplastar
energía y bajo miles de la rebelión, sino también
disfraces, para desfigurar el demostrar a todo el
carácter y el gobierno de universo la naturaleza de
Dios. Con planes abarcantes ésta. El plan de Dios se iba
y bien organizados y con desarrollando y a la vez
maravilloso poder, trabaja que revelaba su justicia y
por mantener engañados a su misericordia, vindicaba
los habitantes del mundo. plenamente su sabiduría y
Dios, el Ser infinito y equidad en su trato con el
omnisciente, ve el fin desde mal.
el principio, y al hacer frente
al mal trazó planes extensos

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