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Áreas testigo: habitar la metrópoli

• Hablar de áreas testigo implica abordar la obra que contiene dicho


concepto, es decir, exponer sucintamente el contenido del texto Las
reglas del desorden: habitar la metrópoli de Emilio Duhau y Ángela
Giglia (2008), el cual parte de una preocupación por el supuesto
desorden de los espacios públicos en la Ciudad de México,
determinado entre otros factores por la privatización de los espacios
públicos urbanos como tendencia inherente de la globalización.
Las formas de habitar
• la investigación de Duhau y Giglia (2008) termina por ir más allá de la
preocupación mencionada al pretender develar las lógicas sociales o
reglas que ordenan el habitar de los distintos lugares de la ciudad.
Tres ejes rectores organizan Las reglas del desorden: habitar la
metrópoli (Duhau y Giglia, 2008).
• En primer lugar, el texto de Duhau y Giglia (2008) contiene la
convicción de los autores de que:
Las reglas del desorden
• Espacios socio-territoriales
(…) es casi imposible pensar la metrópoli sin
partir de los espacios públicos.
• En primer lugar, porque ellos son la ciudad. Hasta tal punto lo son, que los
cambios que observamos en ella son el resultado, primero y
fundamentalmente, de los cambios experimentados por los espacios
públicos.
• Su condición y características nos hablan de diversas cosas al mismo
tiempo: la idea dominante de lo que es la ciudad; las reglas efectivamente
vigentes para usarla y convivir en ella; la relación entre lo propio y lo que es
de todos.
• En suma, los espacios públicos, su condición y sus usos, aluden a un orden,
es decir a un conjunto de normas y reglas, no siempre explícitas, que es
necesario desentrañar si queremos entender qué pasa con la ciudad
(Duhau y Giglia, 2008:13).
Tal convicción se reitera al final de la obra:

• Si destacamos la importancia del posible “regreso del orden” no es


por un afán conservador o autoritario, sino porque hemos visto que
todos esos recintos en los que los habitantes intentan imponer
órdenes sui generis, son otros tantos intentos más o menos
frustrados por generar, desde abajo, unas condiciones de certidumbre
que el actual (des)orden metropolitano no proporciona. Desde el
punto de vista que hemos sostenido a lo largo de este libro, la
llamada “feudalización” de la metrópoli contemporánea es una
alternativa sin futuro: el orden metropolitano será público o
simplemente no será tal (Duhau y Giglia, 2008:335).
El segundo eje rector consiste en la propuesta
de Duhau y Giglia (2008) de que
• Tras el supuesto desorden, cuya principal expresión es la constante
violación de los ordenamientos jurídicos sobre los espacios públicos,
hay un conjunto de lógicas sociales o reglas que regulan la relación
entre las personas y el territorio, y que organizan los
comportamientos de los individuos en el espacio público urbano.
• (…) sostenemos aquí la idea de que existen distintos órdenes y
distintos tipos de espacios urbanos. Entender el (des)orden de la
metrópoli implica penetrar en los modos de funcionamiento de
estos diversos órdenes, que permiten pensar en la metrópoli
como en una realidad compleja resultado de la coexistencia (y
de la mezcla) de diferentes ciudades. A pesar del aparentes
“caos” metropolitano, no creemos que la Ciudad de México sea
una realidad “desordenada”, es decir inaprensible y carente de
sentido. Nuestra experiencia diaria en cuanto habitantes de esta
metrópoli y las reflexiones que juntos hemos ido construyendo al
respecto, nos han convencido, por el contrario, que por absurdas
y extravagante que parezcan, muchas de las cosas de las cuales
somos testigos o protagonistas cotidianamente, responden a
lógicas sociales y muestran regularidades que pueden ser
desentrañadas con las herramientas de las ciencias sociales
(Duhau y Giglia, 2008:15).
El tercer eje rector consiste en el planteamiento de
que las reglas que regulan el uso y apropiación del
espacio metropolitano

• Varían conforme al tipo de espacio urbano habitable. De esta manera,


Duhau y Giglia (2008) buscan las diferentes lógicas que vinculan las
distintas formas del hábitat con la organización social de las primeras
y con las prácticas de uso y apropiación del espacio habitable y, por
consiguiente, del espacio público urbano. A partir de ello se realza el
significado de los distintos hábitats, o formas de producción del
espacio habitable, a un papel protagónico referente a la experiencia y
posicionamiento del individuo en la metrópoli, e igualmente en la
determinación de las reglas que aplican en cada uno de éstos.
• ¿Existe acaso una relación entre la coexistencia de estos diferentes
órdenes y el aparente desorden de la metrópoli?
• Este libro se dedica precisamente a responder esta pregunta.
• Pero desde ahora cabe decir que, en primer término, esa coexistencia
no necesariamente es pacífica, pues implica la confrontación de
diferentes expectativas sobre los usos del espacio público (Duhau y
Giglia, 2008:15).
En los tres primeros capítulos
• –que en conjunto integran la sección Experiencia urbana, espacio
público y metrópoli– de Las reglas del desorden: habitar la metrópoli
los autores debaten la importancia de diferentes corrientes y
disciplinas para el propósito de su investigación, “se discuten las
problemáticas relativas a la experiencia urbana en relación con los
conceptos de orden socio-espacial y espacio público y la evolución de
las metrópolis en el contexto de la llamada globalización” (Duhau y
Giglia, 2008:16).
Una segunda sección de la obra de Duhau y
Giglia (2008),
• titulada Orden metropolitano y división social del espacio y
conformada por tres capítulos, trata concretamente sobre la Ciudad
de México mostrando características particulares de su desarrollo en
cuanto a cuestiones económicas y socio-demográficas.
• Se resaltan los puntos importantes para comprender –o dar orden a–
las transformaciones en las diferentes formas de producción, uso y
apropiación del espacio de la metrópoli, v. gr. distribución del ingreso
y movilidades, entre otros, que son los referentes básicos para el
posterior análisis que los autores emprenden.
• Estos aspectos son necesarios para regular la aprehensión del habitar
metropolitano.
sexto capítulo de la obra,
• que pone énfasis en la división social del espacio metropolitano,
constituye el punto de partida para el análisis empírico de las distintas
ciudades o hábitats identificados posteriormente. Incluso, en el
capítulo referido se comienza a clasificar el territorio metropolitano,
posibilitando la identificación de las diferencias que se desarrollan en
lo que resta de Las reglas del desorden: habitar la metrópoli de Emilio
Duhau y Ángela Giglia (2008).
metodología utilizada
• clasificar el territorio, es decir, cómo Duhau y Giglia (2008) identifican
las diferentes ciudades al interior de la metrópoli y cómo los mismos
autores justifican la selección de los estudios de caso como
representativos de estas ciudades, hábitats o formas de producción
del espacio habitable.
clasificar el territorio de la metrópoli
• Emilio Duhau y Ángela Giglia (2008) exponen diversos métodos para
clasificar el territorio de la metrópoli, algunos ya existentes, otros
nuevos y que fueron diseñados concretamente durante el proceso de
investigación que sustenta Las reglas del desorden: habitar la
metrópoli.
clasificar el territorio de la metrópoli
• En cuanto a las clasificaciones existentes, por un lado, los autores
emplean el análisis de conglomerados o análisis clúster para
estratificar las zonas residenciales por el nivel socio-económico de
sus residentes a partir de información censal.
• Por otra parte, y reconociendo que la división socio-espacial es más
compleja que los resultados obtenidos a través de la estadística
probabilística a variables censales, los autores hacen uso de la
clasificación del territorio de la metrópoli por los tipos de
poblamiento que maneja el Sistema de Información Geográfica.
tipos de poblamiento
• Los tipos de poblamiento remiten a las formas genéricas de
producción del espacio urbano, v. gr. los fraccionamientos formales,
las colonias populares, los pueblos conurbados, los conjuntos
habitacionales de interés social, entre otros. Los dos sistemas de
clasificación, el de la estratificación socio-económica y los tipos de
poblamiento, se manejan a escala de áreas censales; o en otras
palabras, clasifican las áreas en dos dimensiones siguiendo una lógica
de mapas temáticos y al final del sexto capítulo se muestran los
mapas respectivos.
• áreas testigo identificadas por Duhau y Giglia (2008) no
necesariamente corresponden con un determinado nivel
socioeconómico. Estas áreas testigo son seis:
El espacio disputado, que remite a zonas
residenciales de la ciudad central con otros usos del
suelo.
• El espacio metropolitano en cuanto hábitat urbano, los espacios
centrales o “ciudad del espacio disputado” no son el producto de una
sola modalidad de producción del espacio urbano, sino de varias. Esto
porque lo que los caracteriza es básicamente el hecho de que su
localización relativa y la multiplicidad de actividades y por
consiguiente de “usos del suelo” que en ellos tiene lugar, los han
convertido en áreas urbanas que al mismo tiempo que conservan el
uso habitacional operan como áreas urbanas centrales, aunque no
necesariamente a escala metropolitana, al menos a escala de una
zona o área de la metrópoli (Duhau y Giglia, 2008:192 y 196).
• Las comillas son del original.
ESPACIO-SOCIOTERRITORIALES
• El espacio homogéneo, que remite a fraccionamientos residenciales
medios y altos, “correspondientes al modelo típico de expansión
regulada” (Duhau y Giglia, 2008:201).
• El espacio colectivizado o la “forma de producción del espacio
habitado correspondiente al tipo de poblamiento ‘conjunto
habitacional’” (Duhau y Giglia, 2008:206).
• El espacio negociado o el “grupo de las colonias populares (Duhau y
Giglia, 2008:210).
• El espacio ancestral o los “pueblos conurbados” (Duhau y Giglia,
2008:216).
Objeto general de estudio Componente Objeto particular de estudio Conceptos Categorías de análisis

Ciudades o áreas testigo (ordenamientos socio-espaciales) Origen



Ciudad
a) Ciudad del espacio disputado
ↆ Hábitat Inseguridad urbana
b) Ciudad del espacio colectivizado
Ciudad posmoderna
c) Ciudad del espacio negociado
d) Ciudad del espacio ancestral

Contexto urbano

Anclaje

Representaciones sociales de los miedos urbanos



Lo urbano
Habitar Miedo urbano (forma de habitar) a) Personas
(estilo de vida)
b) Tiempos
c) Lugares

Objetivación
a) Ciudad del espacio disputado

• No son producto de una sola modalidad de producción del espacio


urbano, sino de varias.
• Elevada proporción de viviendas en renta
• Multiplicidad de actividades – espacio urbano multifuncional
• Concentración de funciones publicas y administrativas
• Son de uso habitacional y operan como áreas centrales
• Ejemplo
• Polanco
• Nueva Santa María
• Nápoles
• El centro de Azcapozalco
b) Espacio Homogéneo
• Modelo típico de ciudad regulada por el gobierno del estado de México de los
años 60-80
• Ley de fraccionamientos del Estado de México
• Ley de Asentamientos humanos del estado de México
• Fraccionamientos promovidos en los años 60 en el municipio de Cuautitlán Izcalli
• Ciudad industrial satélite
• Conexión con el centro urbano del municipio
• Cuenta con áreas recreativas y equipamientos públicos
• Equipamientos comerciales y recreativos (supermercados, centros comerciales,
restaurantes, bares etc)
• Estilo de los suburbia estadunidense
b) Espacio Homogéneo
• Clase media
• Alto nivel de escolaridad
• Cobertura prácticamente total de agua
• Predominio de familias nucleares completas
• Reducida movilidad recidencial
• Ejemplos
• Rinconada de Aragón
• Cumbria
b) Ciudad del espacio colectivizado

• Poblamiento de conjunto habitacional


• Financiados por INFONAVIT /1973-1979)
• Clases medias
• Infraestructura y servicios básicos completos
• Ampliación abusiva de departamentos y viviendas dúplex
• Fuerte presencia de obreros sindicalizados
• Aumento de la población adulta
Ejemplos
• Conjunto habitacional el Rosario
• Conjunto habitacional Villa Panamericana
c) Ciudad del espacio negociado

• Colonias populares
• Ejemplos
• Concepción
• San Isidro
• Reforma
• San Agustin
• Isidro Favela
• La Perla
• Ampliación San Pedro Xalpa
• Una colonia es la denominación que se le da en México a
un vecindario que no tiene autonomía jurisdiccional o representación.
Usualmente las colonias reciben un código postal específico. A los
desarrollos urbanos modernos como las comunidades
en urbanización cerrada, llamadas barrios, fraccionamientos o
vecindarios privados; se les denomina también colonias.
d) Ciudad del espacio ancestral

• Pueblo conurbados
• Se establecieron a partir de 1970
• Alto nivel socioeconómico
• Ambiente rural
• Difícil acceso de movilidad
• Trasporte publico construido por microbuses
• Pueblos fundados por las familias
• Traza inrregular
• Algunas calles sin aceras
• Un barrio es una subdivisión de una ciudad o pueblo, que suele tener identidad propia y cuyos
habitantes cuentan con un sentido de pertenencia. Un barrio puede haber nacido por una
decisión administrativa de las autoridades, por un desarrollo inmobiliario (por ejemplo, un barrio
obrero creado alrededor de una fábrica) o por el simple devenir histórico.
Ejemplos

• Santa María Xochiaca


• Pueblo de Santa Fe
Espacio insular

• El espacio insular, remitente a nuevos conjuntos urbanos y


fraccionamientos cerrados exclusivos; éstos abarcan “un espectro
tipológico y temporal que si bien no agota todas las variantes de
espacios insulares existentes en la metrópoli, constituye una buena
ilustración de la redefinición de la relación entre espacio público y
espacio privado que resulta del modelo urbanístico de cuya aplicación
son resultado” (Duhau y Giglia, 2008:220).

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