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• Efesios 1:4, “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para
que fuésemos santos y sin mancha delante de él,”
CONCLUSIÓN: nace en el Reino de Dios no por tu voluntad sino por la
voluntad divina de Dios.
2.Juan 6:37. La elección eterna.
“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.”
• Dios eligió soberanamente a sus elegidos antes de que el mundo fuera. Mucho
antes de que cualquier pecador haya llegado a la fe en Jesucristo. El padre
escogió a los elegidos y los entregó al hijo.
• Vs. 37 contiene dos partes, la soberanía de Dios y la responsabilidad del hombre.
Identifique las dos partes por favor.
• Todos-todos de un grupo determinado. Esto significa que ellos, los elegidos,
primero pertenecen al padre, el padre los entregó al hijo, Jesucristo los recibe. El
hijo los recibió antes de que vinieran a él.
• Repita: antes de que los elegidos vengan a Jesucristo, ya han sido dados a él.
• El padre los eligió por su soberana elección de gracia y en la eternidad se los
entregó a Jesucristo que los recibió. El padre encargó a su hijo que viniera a este
mundo para vivir a la perfección y dar su vida por los elegidos. Para asegurar la
salvación de los elegidos. Juan 3:16, “Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna.”
• ¿Quiénes son los que el padre le dio al hijo? Son los que leemos en
Efesios 1:4.
• Juan 6:39, “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de
todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el
día postrero.” Jesucristo vino al mundo para hacer la voluntad de su
padre.
• Esta elección eterna fue hecha por Dios solo y para la gloria de Dios.
Esta elección eterna no se hizo porque hubiera algo bueno en los
elegidos. La decisión se originó en Dios y no tenía absolutamente
nada que ver con ningún bien visto con anterioridad en el hombre.
Romanos 11:36, “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A
él sea la gloria por los siglos. Amén.”