“La ignorancia pone a la gente en situación de vulnerabilidad”
Alumno: Clérici, Carlos Alberto
La educación para la sexualidad desde una perspectiva de género es un contenido ineludible de formación, tanto para la profundización de mecanismos de simetría, inclusión y democratización social, como para el ejercicio de sexualidades liberadoras, placenteras, solidarias y respetuosas de la diversidad. SIGNIFICACIÓN EPISTEMOLÓGICA Y SOCIAL Epistemológica: Por estar destinada a futuros docentes, por tanto, futuros agentes socializadores de una educación positiva e integradora. Social: Coadyuvar a correr el velo de la naturalización de las inequidades de género y sus consecuencias. Abordar el género como una categoría relacional que constituye relaciones de poder diferenciados. Iatrogenia educativa – evidencias empíricas de la realidad PROPUESTA DE INTERVENCIÓN Enmarcada en el modelo biográfico-profesional, configuración dialógica concientizadora. Núcleo temático de abordaje: la problemática de la condición de género.
Propósito central: Propiciar un ámbito de discusión y
reflexión sobre el género como categoría relacional, el desequilibrio genérico en la sociedad patriarcal, las consecuencias que dicho desequilibrio genera, y la importancia de su abordaje crítico en educación. Conceptos claves: género, sociedad patriarcal, femineidad, masculinidad, violencia de género y coerción sexual. ACTIVIDADES A DESARROLLAR Secuencia didáctica integrada al abordaje del “sujeto que aprende”. Tiempo: dos clases de 4hs. c/u Talleres vivenciales: 1ra clase: “Tramas anudadas en los cuerpos y contextos”: caldeamiento/ proposición conceptual/ proyección de la película/ debate en torno a esta problemática de las inequidades de género en la actualidad y proposición conceptual / evaluación. 2da clase: “Retejiendo tramas simétricas”: rescatar matrices en papelógrafos/debate de análisis de los papelógrafos/ proposición conceptual/escritura de una trama distinta para la película sobre la base de relaciones simétricas de género. FUNDAMENTO CLAVE Como formadores de formadores y por pertenecer a una institución universitaria comprometida con las problemáticas sociales en general, entre ellas la educación sexual y la cuestión de género, nos corresponde tomar el desafío de (re)instalar procesos pedagógicos que permitan desplegar,, una educación para la sexualidad que sea integral, articulada y afirmada en una perspectiva de género. Lo planteamos como un desafío, pues como plantea Morgade: “La educación formal, aun gozando de una autonomía relativa (…), es uno de los dispositivos centrales en la reproducción o la transformación de las relaciones de género.” (Morgade, 2001:52)