Tema: Sistema digestivo, circulatorio, respiratorio, nervioso, reproductor y órganos de los sentidos de los insectos. Integrante: Rolando Velásquez Fabre 6to semestre Aparato digestivo (insectos) El aparato digestivo o canal alimenticio de los insectos es un conducto, generalmente algo enrollado que se extiende desde la boca al ano. Se divide en tres regiones: el estomodeo, el mesenterón y el proctodeo. Cada una de estas tres regiones puede estar subdividida en subregiones. Separando estas regiones hay válvulas y esfínteres que regulan el paso del alimento de una a otra. Glándulas labiales La mayoría de los insectos posee un par de glándulas debajo de la parte anterior del canal alimenticio. Los conductos de estas glándulas se extienden hacia delante y se unen en un ducto común que se abre cerca de la base del labio o de la hipofaringe. Generalmente se las conoce con el nombre de glándulas salivales pero no siempre segregan saliva. Es más apropiado llamarlas glándulas labiales. Generalmente hay un ensanchamiento del ducto de cada glándula que sirve de reservorio de la secreción. Las glándulas labiales de las larvas de Lepidoptera e Hymenoptera segregan seda que es utilizada en la confección de capullos o de refugios. En otros insectos las glándulas labiales segregan veneno. Estomodeo La parte anterior del tubo digestivo comienza en la boca donde se encuentran las piezas bucales que varían en los diferentes órdenes de insectos y que suelen presentar diferencias profundas entre la larva y el adulto. El estomodeo generalmente se diferencia en faringe (dentro de la misma boca), esófago (un tubo delgado que se extiende a continuación de la faringe), buche (un ensanchamiento en la parte final del esófago) y los proventrículos. A continuación se encuentra la válvula estomodeal que regula el paso de alimentos y de jugos digestivos del estomodeo al mesenterón. Mesenterón El intestino medio o mesenterón es un saco alargado de diámetro generalmente uniforme. A veces se subdivide en dos o más partes. Generalmente presenta divertículos (los ciegos gástricos) que suelen encontrarse cerca de la parte anterior del mesenterón. El intestino medio no tiene cutícula, ni tampoco segrega mucus para lubricar la comida y proteger las células epiteliales. En cambio, las células epiteliales segregan una fina membrana de quitina y proteína, llamada membrana peritrófica la cual impide que los alimentos entren en contacto directo con las células epiteliales. Esta membrana es permeable, permitiendo el paso de enzimas digestivas en una dirección y de los productos de la digestión en la dirección opuesta. Se desprende, envuelve a una porción de los alimentos y es eliminada con los productos digestivos. Proctodeo La parte final del intestino se extiende desde la válvula pilórica hasta el ano. La parte posterior está sostenida por músculos que se insertan en las paredes abdominales. Se pueden diferenciar por lo menos dos partes en el proctodeo: el intestino anterior y el recto. El intestino anterior puede ser un simple tubo o estar subdividido en íleo y colon. Los tubos de Malpighi que tienen función excretoria desembocan en la parte anterior del proctodeo. El proctodeo está cubierto de cutícula al igual que el estomodeo, pero ésta es más fina y es permeable al agua. El aparato digestivo de los insectos presenta gran variación dentro de este plan general. Los adultos de ciertas especies de insectos viven muy poco tiempo y no se alimentan; por lo tanto carecen de aparato digestivo, por ejemplo las efímeras y ciertas mariposas nocturnas o polillas, tales como los (satúrnidos) y las polillas de la ropa (miembros de la familia Tineidae). Las larvas de muchas especies tienen una alimentación totalmente diferente a la de los adultos. El aparato digestivo está adaptado para este fin y puede presentar profundas diferencias con el del adulto. Cámara de filtración Muchos hemípteros tienen una modificación del canal alimenticio conocida como la cámara de filtración que sirve para extraer agua de los alimentos que llegan al estomodeo. Consiste de dos partes sostenidas por tejido conectivo, la parte posterior del mesenterón y la parte anterior del proctodeo. Sirve para eliminar el exceso de agua que entra con los alimentos en insectos chupadores. Sistema circulatorio (insectos) El sistema circulatorio de los insectos está formado por un tubo dorsal que recorre casi toda la longitud del cuerpo. Está cerrado por detrás y abierto por su parte anterior. En la parte abdominal recibe el nombre de corazón, en la parte torácicase llama aorta, y llega hasta la cabeza. En la parte abdominal tiene una serie de aberturas pareadas llamadas ostiolos. El corazón está dilatado entre los ostiolos, formando una serie de cámaras, que se dilatan y contraen rítmicamente, de forma que los ostiolos se cierran y abren, entrando por ellos la hemolinfa. Este movimiento rítmico impulsa a la hemolinfa hacia delante, pasando por la aorta, para que salga por la abertura anterior. Generalmente entre cámara y cámara del corazón existen unas válvulas que impiden el reflujo de la hemolifa. El sistema circulatorio de los insectos es de tipo abierto:no existen tubos o canales por los que se distribuya la hemolinfa por el cuerpo, si no que ésta sale por la abertura anterior del sistema circulatorio y se distribuye por todo el cuerpo de forma más o menos libre, en lo que se conoce como hemocele o cavidad del cuerpo. La hemolinfa llega a las antenas, alas y patas por diferentes mecanismos y estructuras que ayudan a que se desplace. La hemolinfa de los insectos no transporta oxígeno ni apenas CO2. Su color suele ser transparente, amarillento, o más raramente azul, verde o incluso rojo si tiene hemoglobina. La composición de la hemolinfa es aproximadamente un 90 % de agua y el resto una gran variedad de componentes orgánicos e inorgánicos y células (los hemocitos). Destacan fundamentalmente los aminoácidos, que son en gran parte responsables de la regulación osmótica de la hemolinfa al menos en insectos más evolucionados; también se encuentran distintos tipos de iones (Na+, K+, Mg +, Cl-), las hormonas que puedan producirse, lípidos y azúcares, y por supuesto los hemocitos. La hemolinfa cumple una serie de funciones en los insectos:
transporte. Los nutrientes de la digestión de los alimentos (especialmente aminoácidos,
azúcares (trehalosa), lípidos) pasan del mesenteron a la hemolinfa, que los distribuye por todo el cuerpo. También se encuentran en ella las substancias de deshecho del metabolismo de las células del insecto y múltiples metabolitos e iones (Na+, K+, Cl-); también, y muy importante, sirve de transporte a las hormonas que se producen en las diferentes glándulas. presión. El movimiento de muchas larvas ápodas se produce gracias a la presión hidrostática que se ejerce en un punto, transmitido luego a diferentes partes de su cuerpo. A la mayoría de las larvas también les permite mantener su forma, porque su tegumento no está esclerotizado. La expansión de las alas de los adultos se produce gracias a la inyección de hemolinfa por las venas. lubricación. Músculos y vísceras se tocan y rozan, y la hemolinfa mejora el contacto entre estos órganos. protección. En la hemolinfa se encuentran un grupo de células llamadas hemocitos, con funciones diversas, pero fundamentalmente están encargados de la defensa celular (por fagocitosis, formación de nódulos, encapsulación) y de la coagulación y cicatrización de heridas, y secundariamente de la secreción de algunas sustancias que vierten a la hemolinfa. reserva de agua. Las células de los diferentes órganos del insecto pueden abastecerse de agua a través de la hemolinfa. Sistema respiratorio La mayoría de los insectos respiran por tubos internos denominados tráqueas. Estos tubos se dividen por el interior del cuerpo del insecto y sus apéndices en ramas y capilares cada vez mas finos, llegando al final hasta las mismas células mediante capilares denominados traqueolas, de sólo 0,2-0,3 micras. El aire entra desde el exterior en las tráqueas a través de aberturas pares laterales denominadas estigmaso espiráculos. En el caso excepcional de que falten los estigmas la respiración es entonces cutánea; esto ocurre especialmente en insectos que viven en ambientes muy húmedos, aunque sigan manteniendo las tráqueas. El sistema traqueal de los insectos consta de los siguientes elementos: Estigmas o espiráculos. Las tráqueas conectan con el exterior a través de poros redondeados llamados estigmas o espiráculos que se abren al exterior directamente o poseen una cámara (atrio o cavidad subestigmética), sirven para respirar y comunicarse con los de su especie con estructuras como pelos o espinas que minimizan la pérdida de agua e impiden la entrada de polvo y parásitos; para tal fin, también tienen diferentes sistemas de cierre. La distribución de los espiráculos puede variar mucho entre los diferentes órdenes de insectos, pero en general cada segmento del cuerpo puede tener un par.2 Tráqueas. Son tubos vacíos por los que circulan los gases respiratorios; además de estar revestidas de cutícula presentan anillos en espiral (tenidios) que las refuerzan e impiden que se colapsen. Las tráqueas son permeables a los gases en todo su recorrido. En relación con las tráqueas pueden existir sacos aéreos que son cámaras muy dilatables que almacenan aire y facilitan el vuelo. Traqueolas. Las tráqueas se ramifican y se hacen más estrechas para originar las traqueolas que transportan los gases metabólicos desde y hacia los tejidos. Las traqueolas, penetran en las células y actúan como puntos de intercambio de gases. En algunos insectos acuáticos las tráqueas intercambian gases directamente a través del tegumento gracias a la existencia de estructuras branquiales recubiertas por cutícula muy fina, denominadas traqueobranquias. Sistema muscular Muchos insectos pueden levantar un peso igual a veinte veces el peso de sus cuerpos y pueden saltar distancias mucho mayores que la longitud de sus cuerpos. No es porque sean muy fuertes sino porque su producción de energía es alta en relación a la masa corporal. El sistema muscular de los insectos consiste de unos pocos centenares de músculos hasta varios miles. A diferencia de los vertebrados que tienen músculos lisos y estriados, los insectos cuentan solamente con músculos estriados. Las células musculares están agrupadas en fibras musculares, y el conjunto de éstas forma una unidad, un músculo. Los músculos están insertados en la pared corporal con fibras que llegan a la cutícula y epicutícula. Por medio de ellas pueden mover diferentes partes del cuerpo, incluyendo los apéndices, (alas, patas, antenas). La fibra muscular es una célula multinucleada envuelta en una membrana plasmática, el sarcolema. Éste se invagina y hace contacto con las traqueolas que llevan oxígeno a la fibra muscular. Puede estar dispuesto en láminas o en cilindros de miofibrillas contráctiles a todo lo largo del músculo. Las miofibrillas están compuestas de un filamento fino de actina rodeado por un par grueso de filamentos de miosina. Se deslizan entre sí cuando activados por el impulso nervioso Se puede agrupar a los músculos en cuatro categorías:
Visceral: Los músculos del aparato digestivo que producen la peristalsis.
Segmental: que mueven los segmentos y los estiran o encogen. Son importantes para la muda y para la locomoción de las larvas. Apendicular: se originan en el esternón o en el tergo del exoesqueleto y se insertan en la coxa de la pata y mueven los apéndices. Están dispuestos por segmento y generalmente poseen pares de músculos antagonistas que realizan acciones opuestas (flexión y extensión). Las músculos de las piezas bucales como la maxila pueden tener solamente un músculo flexor. La extensión se efectúa por medio de la presión de la hemolinfa o por la elasticidad de la cutícula. Del vuelo: Los músculos del vuelo pertenecen a la categoría más especializada de músculos y son capaces de contracciones veloces. Se requieren impulsos nerviosos para iniciar las contracciones musculares y por consiguiente el vuelo. Estos músculos son conocidos como neurogénicos o sincronizados debido a que hay una correlación entre el potencial de acción del nervio y la contracción muscular. Una de las adaptaciones clave de los insectos es el vuelo. Esto les permite a los insectos dispersarse, escapar de sus enemigos o de problemas ambientales y colonizar nuevos hábitats. Las alas totalmente desarrolladas y funcionales ocurren sólo en los insectos adultos. Para volar hay que vencer la fuerza de la gravedad y la resistencia aerodinámica. La mayoría de los insectos vuelan batiendo sus alas y para eso necesitan los músculos del vuelo que insertan a las alas. También pueden usar un sistema indirecto que carece de esa conección músculo-ala. En cambio, el ala está conectada a una caja sumamente flexible, el tórax. Sistema reproductor Estos órganos están formados por unas gónadas pareadas: testículos en el macho y ovarios en la hembra, conectados a un conducto mediano que se abre por un gonoporo al exterior. En ambos casos su función es la de formar las células germinales, proveer a su nutrición y suministrarles un espacio dentro del cuerpo donde puedan desarrollarse y madurar para convertirse en células aptas para la reproducción. Estas células son, en el caso de los machos, los espermatozoides, móviles, libres o a veces encerrados en una envoltura protectora; en las hembras son los óvulos, con suficientes reservas para asegurar el desarrollo del futuro embrión, protegidos por envolturas o cubiertas segregadas por diferentes glándulas. En las hembras es muy frecuente la presencia de un receptáculo seminal o espermateca, donde se almacenan temporalmente los espermatozoides después de la cópula. El aparato genital masculino consta del par de gónadas o testículos, conectados por un par de conductos laterales al conducto mediano o conducto eyaculador, que continúa por el interior de un órgano copulador evaginable (el edeago) hasta salir al exterior por el gonóporo masculino. Además de estos componentes fundamentales, en muchos insectos hay estructuras particulares y glándulas accesorias que vierten en los conductos anteriores sus excreciones. La misión de los órganos reproductores masculinos es la de producir esperma que contenga espermatozoides viables y transferirlo a la hembra de su misma especie. Esta transferencia puede ser indirecta (como ocurre en los Apterigotos): el macho deja un saco (el espermatóforo) que contiene los espermatozoides en el sustrato, y la hembra lo recoje y se lo introduce por su gonóporo; o directa (en insectos Pterigotos), donde la transferencia del esperma ocurre durante la cópula, cuando el macho introduce su edeago en el conducto genital de la hembra. Además de los espermatozoides, en el esperma pueden incluirse sustancias que son aprovechadas por la hembra como reserva nutritiva. El aparato genital femenino consta de un par de ovarios en los que se produce la multiplicación de las células germinales (primero oogonias, que por división se convierten en los oocitos), la meiosis y la vitelogénesis. De cada ovario parte un conducto que se une en el oviducto medio. Éste se abre por el gonóporo en una invaginación que forma la pared del cuerpo entre los segmentos 8º y 9º y que se llama bolsa copuladora o cámara genital, y cuando es tubular se denomina vagina. Entre los órganos anejos se encuentra la espermateca o receptáculo seminal, que sirve para la recepción y almacenamiento temporal de los espermatozoides. Existen también una serie de glándulas accesorias que vierten sus secreciones en la cámara genital o vagina en el momento de la cópula, o cuando se hace la puesta de los huevos. La misión de los órganos reproductores de la hembra es la de producir huevos, fertilizarlos con los espermatozoides y realizar la puesta. La vitelogénesis es el proceso de crecimiento del oocito a partir del alimento o reservas (situadas normalmente en el cuerpo graso) de la hembra. Este proceso está controlado por hormonas segregadas por los cuerpos alados y termina con la deposición del corión o cubierta del huevo. Cuando el huevo llega a la cámara genital recibe el esperma procedente de la espermateca y es fertilizado. En algunos insectos (como en lepidópteros) las hembras poseen una abertura anterior para realizar la cópula y recibir el semen del macho, y otra posterior por donde se realiza la puesta (oviporo). Sistema nervioso El sistema nervioso está formado por unas células llamadas neuronas, encargadas de la rápida generación y conducción de impulsos nerviosos electroquímicos, de naturaleza similar a la que ocurre en otros animales superiores. Tienen una serie de prolongaciones o fibras conductoras denominadas axones, que ponen en contacto a una neurona con otra, con órganos sensoriales o con órganos efectores. La mayor parte de las neuronas se agrupan en ganglios, y los axones se agrupan en nervios. El sistema nervioso de los insectos tiene dos funciones: Conectar los órganos de los sentidos, que responden a diversos estímulos externos e internos, con los órganos efectores, como son músculos, glándulas y estructuras diversas. De esta forma el insecto reacciona a los estímulos mediante cambios coordinados en su conducta, Además, el sistema nervioso tiene células nerviosas con función secretora. El sistema nervioso central está formado por una serie de ganglios dobles unidos por cordones longitudinales y transversales. Suele haber un par de ganglios por segmento, aunque a veces están muy juntos. En ocasiones varios ganglios se juntan, se funden y forman centros ganglionales (Fig. 3.9). El sistema nervioso central se divide en: ganglio supraesofágico o cerebro. Formado por la unión de tres pares de ganglios. Se encarga de enervar ojos compuestos, ocelos, antenas, labro. En el se encuentran células nerviosas secretoras. ganglio subesofágico. Formado por la unión de los otros tres pares de ganglios de la cabeza. Enerva mandíbulas, maxilas y labio. cordón nervioso ventral. Recorre el tórax y abdomen en su parte ventral. Los ganglios torácicos controlan los órganos locomotores. El número de ganglios abdominales es variable: ocho o menos. De cada ganglio abdominal salen un par de nervios principales hacia los músculos del segmento. El sistema nervioso visceral o vegetativo parte del sistema nervioso central y se encarga de enervar las principales vísceras del insecto: sistema digestivo, corazón, sistema reproductor, y otras partes como los estigmas. Está formado por una serie de ganglios y cordones nerviosos. Es de destacar la presencia de un par de ganglios, los cuerpos cardíacos, situados sobre el esófago y detrás del cerebro. Están conectados al cerebro e incluyen estructuras nerviosas y secretoras endocrinas. Conectadas con ellos mediante nervios están las estructuras no nerviosas denominadas cuerpos alados, también con importantes funciones secretoras endocrinas El sistema nervioso periférico incluye en sentido estricto todos los nervios que irradian de los sistemas central y visceral. Estos nervios surgen de los ganglios e inervan músculos y vísceras. Pero aquí también se incluyen todos los nervios que establecen conexiones entre los órganos de los sentidos y el sistema central. En el tegumento se encuentran una gran cantidad de formaciones especializadas en captar estímulos desde el exterior (los denominados sensilos cuticulares), y una delicada red de fibras nerviosas las conecta con dicho sistema central. Un esquema de cómo se conectan estos órganos de los sentidos al sistema nervioso central, y cómo de éste parten nervios para enervar otros sistemas Sistema excretor Tubos de Malpigio La función del sistema excretor es la de mantener un medio relativamente constante en los tejidos del cuerpo. Entre otros procesos regula la eliminación de desechos nitrogenados procedentes de la ruptura de proteínas y el control de la composición iónica de la hemolinfa. El principal órgano excretor son los tubos de Malpigio, conjuntamente con el proctodeo. Otras estructuras excretoras son el cuerpo graso y los nefrocitos. Los tubos de Malpigio se encuentran en casi todos los insectos. Son tubos largos y delgados que se encuentran libres en el hemocele, cerrados en su extremo distal, que se abren al intestino entre el mesenteron y el proctodeo. El número de tubos es muy variable. Su número original es de seis, pero hay bastantes variaciones: desde 2 hasta más de 100. A veces pueden unirse varios entre ellos. Los tubos de Malpighi participan en la eliminación de desechos de la hemolinfa y en el balance hídrico de los insectos. Se encargan de recoger sustancias de la hemolinfa y las depositan en el proctodeo, donde finalmente se reabsorben el agua, iones, azúcares, aminoácidos y otros compuestos que contengan, quedando unos restos o heces más o menos secos. El principal producto de la excreción de los insectos, derivado de la hidrólisis de las proteínas, es el ácido úrico. También puede encontrarse amoniaco (NH3). El ácido úrico (y también la urea) es un compuesto producido principalmente por insectos que necesitan reabsorber la mayor cantidad de agua posible, porque viven en ambientes más o menos secos; el amoniaco es más producido por insectos que viven en ambientes húmedos. Órganos de los sentidos Los receptores u órganos de los sentidos son estructuras donde la energía de un estímulo proveniente del exterior (a veces del interior) de un insecto se amplifica y transforma en un impulso nervioso que es transmitido a los ganglios centrales. El insecto, como consecuencia, modifica o mantiene su comportamiento, o realiza algún tipo de acción. El estímulo, percibido en el sensilo, circula a través del axón de la neurona sensorial hasta llegar al sistema nervioso central, allí es procesado y la respuesta se dirige a través de la neurona motora hacia el músculo, u otro órgano del insecto (una glándula, por ejemplo). Los tipos de órganos de los sentidos que tienen los insectos son: mecanorreceptores. Este tipo de sensilo recoge cualquier tipo de distorsión mecánica del cuerpo, tanto externa como de la posición relativa de distintas partes del cuerpo. Aquí están las quetas (sensilos tricoideos), sensilos campaniformes (áreas de cutícula en forma de cúpula) y otros tipos. auditivos. Formados por membranas cuticulares que son sensibles a las vibraciones del aire. Existen órganos timpánicos en la pleura del primer segmento abdominal de los Acrídidos (una familia del orden Ortópteros), y algunos homópteros y lepidópteros. En las tibias de las patas anteriores de Gríllidos y Tetigónidos (del orden Ortópteros), y en el metatórax de Noctuidos (del orden Lepidópteros). Se utilizan en la búsqueda de pareja, o la detección de enemigos. quimiorreceptores. Los sensilos que responden a productos químicos gaseosos o líquidos son quetas modificadas. Terminaciones nerviosas entran en contacto con moléculas de aire o líquido a través de minúsculos poros de la cutícula de las quetas. Existen diferentes tipos de quetas situadas en las patas, antenas, palpos, aparato bucal, ovipositor. El olfato se emplea en localizar el alimento, el lugar de oviposición, la pareja (especialmente por las feromonas o atrayentes sexuales), o en reconocer insectos de la misma comunidad en insectos sociales. Las células especializadas en el olfato suelen estar situadas en las antenas. Los sensilos especializados en el gusto suelen estar en el aparato bucal, pero a veces también en las patas y antenas. visuales. La luz es un estímulo muy importante que los insecto captan con sus órganos visuales. La unidad básica son unas células especializadas sensibles a la luz, formadas por un sistema de recepción de la luz (cornea más cono cristalino) y de otro sensible a la luz (la retina). Ésta última transforma el impulso luminoso en otro de tipo nervioso, que es transportado hacia el cerebro. Existen dos tipos de órganos visuales: los ojos compuestos. Situados dorsolateralmente en la cabeza, formados cada uno de ellos desde unos pocos hasta miles de unidades fotoreceptoras u omatidios. La lente corneal suele ser hexagonal. Se presenta en la mayoría de insectos adultos y en nifas de insectos exopterigotos. los ojos simples. Hay dos tipos: ocelos y estemas. En ambos la lente corneal es circular. Los ocelos son dorsales, tres como máximo, y aparecen en los insectos adultos además de los ojos compuestos. No forman imágenes, pero son muy sensibles a las bajas intensidades luminosas. Los estemas son como máximo doce a cada lado de la cabeza y se presenta en larvas de insectos endopterigotos. Pueden formar imágenes en mosaico. de humedad y temperatura. Este tipo de receptores son poco conocidos, aunque se sabe que se encuentran en los tarsos de la patas, antenas y palpos maxilares. Están asociados a quetas y sensilos de varios tipos.