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Al comienzo del siglo XX se había comprobado que la luz

presentaba una dualidad onda corpúsculo, es decir, la luz se


podía manifestar como partícula o como onda electromagnética
en la interferencia luminosa. En 1923, De Broglie propuso
generalizar esta dualidad a todas las partículas conocidas.
Propuso la hipótesis, paradójica en su momento, de que a toda
partícula clásica microscópica se le puede asignar una onda, lo
cual se comprobó experimentalmente en 1927 cuando se
observó la difracción de electrones.
Por analogía con los fotones, De Broglie asocia a cada partícula libre
con energía E y cantidad de movimiento p una frecuencia v y una
longitud de onda

La comprobación experimental hecha por Clinton Davisson y Lester


Germer mostró que la longitud de onda asociada a los electrones
medida en la difracción según la fórmula de Bragg se correspondía
con la longitud de onda predicha por la fórmula de De Broglie.
Esa predicción llevó a Schrödinger a tratar de escribir una ecuación
para la onda asociada de De Broglie que para escalas
macroscópicas se redujera a la ecuación de la mecánica clásica de
la partícula.
La energía mecánica total clásica es:

El éxito de la ecuación, deducida de esta expresión utilizando el


principio de correspondencia, fue inmediato por la evaluación
de los niveles cuantificados de energía del electrón en el átomo
de hidrógeno.
La interpretación física correcta de la función de onda de
Schrödinger fue dada en 1926 por Max Born. En razón del
carácter probabilista que se introducía, la mecánica ondulatoria
de Schrödinger suscitó inicialmente la desconfianza de algunos
físicos de renombre como Albert Einstein, para quien «Dios no
juega a los dados» y del propio Schrödinger.
El esquema conceptual utilizado por Schrödinger para derivar
su ecuación reposa sobre una analogía formal entre la óptica y la
mecánica.
Schrödinger había en efecto comenzado por tratar el caso de
una partícula relativista. Entonces había obtenido la ecuación
conocida hoy día con el nombre de Klein-Gordon, pero su
aplicación al caso del potencial eléctrico del átomo de
hidrógeno daba unos niveles de energía incompatibles con los
resultados experimentales. Ello hará que se concentre sobre el
caso no-relativista, con el éxito conocido.
Una vez establecida el paralelismo entre la óptica y la mecánica
hamiltoniana, la parte no trivial del razonamiento, la derivación
de la ecuación es algo relativamente elemental. En efecto, la
ecuación de onda satisfecha por la amplitud espacial de una
onda monocromática estática de pulsación w fija en un medio de
índice n que varía lentamente se escribe como:

Introducimos el número de ondas k dentro del medio de índice


n, tal como :
Se obtiene entonces la ecuación de Helmholtz:

La longitud de onda dentro del medio está definida por :

La ecuación de Helmholtz se reescribe :

Se utiliza entonces la relación de De Broglie para una partícula


no relativista, para la cual la cantidad de movimiento p = m v :
O, la energía cinética se escribe para una partícula no relativista:

de donde la ecuación de Schrödinger estacionaria :

Introduciendo el cuanto de acción:

La ponemos en la forma habitual :


Solo resta reintroducir el tiempo t explicitando la dependencia
temporal para una onda monocromática, puesto que utilizando la
relación de Planck-Einstein:

Se obtiene finalmente la ecuación de Schrödinger general :


La ecuación de Schrödinger, desarrollada por el
físico austríaco Erwin Schrödinger en 1925,
describe la evolución temporal de una partícula
subatómica masiva de naturaleza ondulatoria y
no relativista. Es de importancia central en la
teoría de la mecánica cuántica, donde
representa para las partículas microscópicas un
papel análogo a la segunda ley de Newton en la
mecánica clásica. Las partículas microscópicas
incluyen a las partículas elementales, tales como
electrones, así como sistemas de partículas, tales
como núcleos atómicos.
Esta es una ecuación matemática que tiene en consideración
varios aspectos:
- La existencia de un núcleo atómico, donde se concentra la gran
cantidad del volumen del átomo.
- Los niveles energéticos donde se distribuyen los electrones
según su energía.
- La dualidad onda-partícula
- La probabilidad de encontrar al electrón
1. No es una ecuación relativista, solamente puede describir
partículas que tengan un momento lineal pequeño en
comparación con la energía que tenga en reposo dividida
por la velocidad de la luz.
2. Esta ecuación no incorpora el espín en las partículas
adecuadamente. Pauli generalizó ligeramente la ecuación de
Schrödinger al introducir en ella términos que predecían
correctamente el efecto del espín; la ecuación resultante es
la ecuación de Pauli.
3. Más tarde, fue Dirac,, quien incorporó los espines a la ahora
conocida como ecuación de Dirac, introduciendo además
efectos relativistas.

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