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DOCTRINA SOCIAL DE LA
IGLESIA
*En el orden social,• marcan una serie de principios básicos, cuyo fin es poner
a
Jeremías (650 a.C.). Llamado por Dios cuando era joven. Tenía
ansias de paz y siempre estuvo en lucha: contra los suyos, contra
los reyes, los sacerdotes, los falsos profetas, contra todo el pueblo.
(Jr 15,10).
Nuevo Testamento:
*En el NT encontramos, en germen, las bases de un nuevo orden
social, acorde con la voluntad de Dios y la plena realización de
las personas.
*Se comienza a desarrollar la conciencia de un cuerpo doctrinal, que se configurará a partir de las
encíclicas sociales y otros documentos.
*La “Rerum Novarum” instaura la DSI, aunque respondía también a las circunstancias sociales y
doctrinales de su momento histórico. Plantea una nueva consideración global y sistemática de las
cuestiones sociales, basándose en los principios evangélicos y la ley natural. La Iglesia opta por los
oprimidos, identificados en este caso por los obreros.
*Pío XI publicó la “Quadragesimo anno”. Uno de los referentes es la crisis de 1929, que evidencia la
falta de ética y sentido social en la economía. Intenta responder a ese desorden, al naciente socialismo
y a la división en la interpretación de la RN. Determinó la obligatoriedad de los principios morales en
las relaciones económicas. Definió la función social de la propiedad, precisó la unión y colaboración
del trabajo y el capital en el proceso productivo. Presentó el trabajo no sólo como algo individual, sino
de interés para la comunidad. Busca una colaboración económica internacional y muestra la necesaria
organización corporativa de la economía.
*Pío XII siguió en esa línea de pensamiento y acción, aunque no publicó ninguna encíclica social. Su
radiomensaje del 1 de junio de 1941, incidirá en el derecho de todos los hombres al uso de los bienes
creados.
*El período conciliar será fundamental para el desarrollo de la DSI actual, coincidiendo los documentos
sociales de los pontificados de Juan XXIII y Pablo VI, así como la aportación del Concilio Vaticano II.
Son documentos de profundo calado y que tendrán fuertes resonancias en todos los documentos
Papa León XIII
Los grandes cambios del siglo XIX Vincenzo Gioacchino
como la revolución industrial y el
consiguiente crecimiento de las Raffaele Luigi Pecci
ciudades habían producido graves
desigualdades sociales y
económicas. Se debatía y se
luchaba por establecer una justa
relación entre trabajo y capital y de
ahí el problema conocido como
cuestión obrera.
entrada en los
Antonio Maria Montini)
Implica tomar en serio la realidad como lugar de Dios y echar sobre ella
una “mirada contemplativa”: la de quien ve la vida en su profundidad,
percibiendo sus dimensiones de gratuidad, belleza, invitación a la libertad
y a la responsabilidad. Es la mirada de quien no pretende apoderarse de la
realidad, sino que la acoge como un don (Evangelium vitae 83).
¿Cómo se afronta una lectura creyente de
los desafíos de la realidad?
• Tenemos que dar a los pobres porque lo necesitan, es cierto, sin embargo tenemos
que hacerlo también, porque no podemos ser personas saludables a menos que lo
hagamos. Y tenemos que ver nuestro dar no tanto como caridad, sino como
una obligación, como justicia, como algo que debemos hacer. (Julia Hinojosa)
Dadles Vosotros de Comer (Lucas 9,13)
Para encontrar al Dios vivo es necesario
besar con ternura las llagas de Jesús en
nuestros hermanos hambrientos, pobres,
enfermos y encarcelados. Papa Francisco.
Es claro que este trabajo fue notable como resumen de muchos asuntos planteados por la
revolución industrial, por el creciente problema obrero y las sociedades democráticas
modernas. Con esta encíclica la Iglesia pretendió, entre otras cosas, paralizar la
«descristianización» de las masas trabajadoras, en un período en el cual la credibilidad de la
Iglesia se veía disminuida debido a que los sectores populares de la cristiandad e incluso del
clero, se inclinaban por las ideas revolucionarias o que las soluciones vendrían de las acciones
conjuntas de la Iglesia, del estado, el patrón y los trabajadores. Precisó los principios para
buscar la justicia social en la economía y la industria. Se acepta generalmente que la encíclica
Rerum Novarum es la carta de fundación de la democracia cristiana y una pieza clave de la
Doctrina social de la Iglesia.
La revolución industrial había creado la maquina y esto llevo a que muchos obreros se
quedaran sin trabajo, o que trabajasen por muy poco dinero. Lo que antes lo hacían diez
personas ahora lo hace una maquina y mejor. Esta breve descripción de la situación a nivel
mundial puede aportar un poco de luz sobre las cuestiones que la encíclica habla.
En la primera parte, el Papa recuerda la ocasión y la novedad de las enseñanzas que Pablo VI ofreció
con su encíclica. Se trata -afirma- de un documento de aplicación de las conclusiones del Concilio
Vaticano II a los problemas del tiempo (desigualdad social y económica, destino universal de los bienes
y las ventajas y peligros del desarrollo). En la segunda parte, Juan Pablo II hace un análisis de la
situación contemporánea deteniéndose en algunos aspectos especialmente descriptivos como el
desencanto de las esperanzas de desarrollo que en los años 60 y 70 se tenían y que llevaron a algunas
medidas concretas y campañas pero que a la larga se han mostrado insuficientes, el progresivo
distanciamiento económico del Norte con respecto al Sur (el Papa llega a llamarlo “abismo”: cf. núm.
14), la lucha infructuosa contra el analfabetismo, los problemas para dar educación superior a todos, la
falta de participación, las nuevas variedades de explotación, opresión y discriminación, la presencia de
mecanismos que no permiten el crecimiento de los pueblos. A modo de paradigma de las situaciones
anormales el Papa se detiene en el tema de la falta o indignidad de las viviendas de muchas personas:
La falta de vivienda, que es un problema en sí mismo bastante grave, es digno de ser considerado
como signo o síntesis de toda una serie de insuficiencias económicas, sociales, culturales o
simplemente humanas; y, teniendo en cuenta la extensión del fenómeno, no debería ser difícil
convencerse de cuan lejos estamos del auténtico desarrollo de los pueblos.
Pero también menciona el tema del empleo y de la deuda externa como aspectos emblemáticos de la
situación.
Se detiene luego en examinar las causas políticas de la situación contemporánea a la encíclica. Parte
de la consideración de los dos bloques de Este y Oeste que se contraponen en especial por motivos
políticos y económicos, unos inspirados en el capitalismo liberal, otros en el colectivismo de inspiración
marxista. De la contraposición ideológica se ha pasado a la contraposición militar dando lugar a la
Guerra fría.
Centessimus Annus
Carta Encíclica del Papa Juan Pablo II en el Centenario de la Rerum Novarum 1 de mayo de 1991.
CONTEXTO.
Cien años después de la encíclica Rerum Novarum y tras la conclusión, con el ocaso del marxismo, de un ciclo en la historia de
Europa y del mundo, Juan Pablo II es testigo de las amenazas de guerra, de la pobreza creciente, de los regionalismos y los bloques
de naciones. Los políticos y analistas cristianos se preocupan por el poco cambio moral en un siglo.
Veían el crecimiento de los problemas antiguos, pero también se añadían unos nuevos provenientes de las cosas nuevas que
emergen en el umbral del tercer milenio. En los últimos años se creía que el mercado libre bastaría por sí solo para fundar una
civilización digna del hombre. Se preguntaban, pues sobre que modelo seguir, ¿Qué diría la Iglesia?
CONTENIDO.
La Iglesia no tiene un modelo económico que proponer. Pero ofrece, como orientación ideal e indispensable, la
propia doctrina social, la cual (...) reconoce la positividad del mercado y de la empresa, pero al mismo tiempo
indica que éstos han de estar orientados hacia el bien común.
El hombre mismo es el principal factor de la producción: en él se funda la riqueza de las naciones más que en
los recursos naturales. También se afirma de un modo nuevo que la contribución auténtica de la Iglesia en el
campo social se realiza en el corazón del hombre . Es así como la Iglesia promueve los comportamientos
humanos que favorecen la cultura de la paz, del desarrollo y de la solidaridad. Se señala que para construir
una sociedad más justa y digna del hombre es necesario un compromiso de servicio en los órdenes político,
económico, social y cultural.
El compromiso decisivo debe provenir del mismo corazón del hombre, de la intimidad de su conciencia.
Sólo así podrá el hombre cambiarse a sí mismo y contribuir a la mejora de toda la sociedad. Da una mirada
retrospectiva hacia la Rerum Novarum , las cosas nuevas que hoy nos rodean, y mira al futuro hacia el tercer
milenio de la era cristiana.
Esto se nota con un gozo que se va dando en diálogo con la pobreza, la desigualdad social, y los conflictos.
Un ejemplo de éxito de la voluntad de negociación y del espíritu evangélico contra un adversario decidido a no
dejarse condicionar por principios morales. Esto es, a la vez, una amonestación para cuantos, en nombre del
realismo político, quieren eliminar del ruedo de la político el derecho y la moral. La causa primordial del
hundimiento del comunismo fue el vacío espiritual provocado por el ateísmo, que finalmente destruyó toda
esperanza en el sistema. El marxismo había prometido desenraizar del corazón humano la necesidad de Dios;
pero los resultados han demostrado que no es posible lograrlo sin trastocar ese mismo corazón.
SINTESIS DE CHRISTI FIDELES LAICI JUAN PABLO II.