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CONDUCTUAL
¿Cómo pueden los médicos clínicos mantener la empatía por sus pacientes borderline?
¿Qué pueden hacer los médicos para ayudar a los pacientes, que son extremadamente
sensibles a las críticas, a tolerar intervenciones de cambio y a no abandonar la terapia
antes de tiempo como respuesta a una intervención orientada al cambio?
¿Cómo los médicos, sin sufrir una desregulación, ayudan a los pacientes a manejar su
ideación, amenazas y actos suicidas crónicos en un ambiente fuera del hospital? ¿Cómo
pueden ellos evitar estar demasiado ansiosos y sobreactuar, o desinteresados e inmunes
a la ideación y conducta suicida?
Existen técnicas terapéuticas efectivas para tratar directamente conductas
autodestructivas no suicidas y otras similares a estas?
¿Cómo mantienen los practicantes los limites cuando temen que esto desencadene una
conducta suicida y como evitan reforzar inadvertidamente una conducta como esa?
¿Cómo ofrecen los médicos una disponibilidad si tienen que establecer límites
manejables entre las llamadas para las sesiones y solicitudes de contacto?
En otras palabras, ¿Cómo pueden los médicos expandir sus límites, en caso sea
necesario, sin ampliarlos demasiado y como evitan seguir ampliándolos más
y más y luego terminar la relación abruptamente?
¿Cómo lidian los médicos con las peticiones desesperadas y problemáticas por
ayuda de los pacientes con desregulación emocional de una manera efectiva?
¿Cuándo se debe hospitalizar a una persona con TLP y cómo pueden los médicos
evitar hospitalizaciones repetidas que resultan de poca ayuda?
¿Cuáles son las maneras efectivas de manejar las conductas conocidas como
“disociativas” en tratamiento donde implica la participación de más de un
médico?
¿Cómo los practicantes evalúan las capacidades en pacientes con TLP y los
ayudan a establecer metas realistas para lograr una buena calidad de vida?
COMO AYUDA LA TERAPIA DIALECTICA CONDUCTUAL AL
CLINICO
• La TDC ayuda a que el especialista vea, desde la perspectiva del paciente, como es vivir con el trastorno.
• Además, deja de lado aspectos despectivos sobre la “malicia” de un paciente (ej. manipuladora o
provocativa) y discute problemas de una manera descriptiva y sin juzgarlos.
• De este modo, la TDC inmediatamente ayuda a que el especialista cambie su reacción emocional hacia los
pacientes.
• La TDC desafía y demanda un aprendizaje continuo de ciertas convenciones básicas relacionadas con la
naturaleza de hacer terapia.
• Por ejemplo, el término “resistencia al tratamiento” no está presente en el modelo de TDC. “Resistencia al
tratamiento” es un concepto de la psicoterapia psicodinámica, y es un término que se ha vuelto
omnipresente en el lenguaje terapéutico para describir lo que el paciente hace para oponerse al proceso de
terapia. Desde una perspectiva psicodinámica, la resistencia puede ser considera como un acto consciente
como inconsciente, que resulta de una renuencia y defensa contra el pensar o enfrentar ciertos sentimientos
o experiencias.
• Pero la ausencia de este término en la TDC no significa que las dificultades en la relación terapéutica sean
pasadas por alto. Todo lo contrario, se investigan y se mencionan en todas y cada una de las sesiones. No
obstante, estas dificultades son descritas como “conductas que interfieren con la terapia”, un término que,
en nuestra opinión, lleva un tono más neutral. En la TDC, tanto las conductas del paciente como las del
terapeuta pueden interferir con la terapia, y ambas son temas de debate y resolución en las sesiones.
CUANDO SE INDICA UNA TDC
El TDC es el que más se indica claramente, basado en hallazgos empíricos,
para los diagnósticos de las personas con TLP y quienes efectúan
regularmente en el comportamiento de autodestrucción.
Si usted está tratando a alguien con TLP que presente una ideación suicida
crónica y que efectúe cualquiera de los comportamientos suicidas o
autolesiones no suicidas, el TDC no solo sería de ayuda para el paciente,
pero, ya que pretendemos demostrar, daría herramientas clínicas afectivas
para manejar cualquier tipo de riegos y permanecer de forma positiva con el
paciente.
También se ha mostrado que el TDC reduce el abandono del tratamiento en
esta población difícil de participar. De este modo, el incremento de la eficacia
para reducir conductas suicidas, junto con un crecimiento de participación
en el tratamiento, debe ser entendido como un incremento en la esperanza
con respecto al tratamiento.