«barroco» proviene de un vocablo de origen portugués
(barrôco), alude a las perlas que tenían alguna deformidad (como en castellano el vocablo «barruecas»)
Dictionnaire de Trévoux (1771), que define «en pintura, un
cuadro o una figura de gusto barroco, donde las reglas y las proporciones no son respetadas y todo está representado siguiendo el capricho del artista».
Francesco Milizia expresa que «barroco es el superlativo de
bizarro, el exceso del ridículo» DEFINICIONES Antoine Chrysostome Quatremère de Quincy define lo barroco como «un matiz de lo extravagante. Es, si se quiere, su refinamiento o si se pudiese decir, su abuso. Lo que la severidad es a la sabiduría del gusto, el barroco lo es a lo extraño, es decir, que es su superlativo. La idea de barroco entraña la del ridículo llevado al exceso».
fue Jacob Burckhardt (Cicerone, 1855), afirmando que «la
arquitectura barroca habla el mismo lenguaje del Renacimiento, pero en un dialecto degenerado». PERÍODOS Manierismo o barroco primitivo (1570/80-1610/30): Principales autores y obras: - Giulio Romano: Sala de los Gigantes del palacio de té de Mantua y Sala de Psique del palacio de té de Mantua - Sebastiano del Piombo: Retratos, Piedad, Flagelación - Andrea del Sarto - Jacopo Pontorno: Descendimiento de Cristo - Rosso Fiorentino: Descendimiento de Cristo, Las hijas de Jetró - Agnolo Bronzino: Venus abrazada por Cupido - Giorgio Vasari - Benvenuto Cellini: Perseo, Ninfa - Juan de Bolonia: Fuente de Neptuno, Rapto de las Sabinas - Correggio: Natividad. La literatura manierista Torquato Tasso, Camoens, Shakespeare y Cervantes.
Barroco maduro o pleno (1610/30-1630/80): el arte de oposiciones
y antítesis violentas que constituyen el reflejo de las tensiones que vive España a comienzos del S. XVII
Barroquismo o Barroco tardío (1630/80- 1670/1750): la crítica
coincide en reconocer en este último período el desarrollo del conceptismo que dio mayor desarrollo al contenido. La descripción de la realidad se basa en dos ejes vertebradores: la transitoriedad de los fenómenos terrenales, donde todo es vanidad (vanitas vanitatum); y el omnipresente recuerdo de la muerte (memento mori), que hace apreciar con más intensidad la vida (carpe diem). La estética barroca se vertebra alrededor de tres tópicos de origen clásico la contraposición entre juicio e ingenio, que si bien en el humanismo renacentista estaban equilibrados, en el Barroco será el segundo el que asumirá mayor relevancia;
el tópico horaciano delectare et prodesse («deleitar y aprovechar»), por
el que se produce una simbiosis entre los recursos estilísticos y el proselitismo a favor del poder establecido, y por el que en última instancia se llega a la fórmula ars gratia artis («el arte por el arte»), en que la literatura se abandona al placer de la simple belleza; y
el también tópico horaciano ut pictura poesis («la poesía como la
pintura»), máxima por la cual el arte debe imitar la naturaleza para conseguir la perfección —como expresó Baltasar Gracián: «lo que es para los ojos la hermosura, y para los oídos la consonancia, eso es para el entendimiento el concepto»—. Corrientes líricas el culteranismo (o cultismo), liderado por Luis de Góngora (por lo que también se le llama «gongorismo»), donde destacaba la belleza formal, con un estilo suntuoso, metafórico, con abundancia de paráfrasis y una gran proliferación de latinismos y juegos gramaticales; Góngora fue uno de los mejores poetas de principios del siglo XVII, actividad que cultivaba en sus ratos libres como sacerdote. el conceptismo, representado por Francisco de Quevedo y donde predominaba el ingenio, la agudeza, la paradoja, con un lenguaje conciso pero polisémico, con múltiples significados en pocas palabras. NOVELA PICARESCA Lazarillo de Tormes (1554)
Francisco de Quevedo, autor de La vida del Buscón (1604), de
aspecto amargo y crudamente realista;
Mateo Alemán, que firmó el Guzmán de Alfarache (en dos
partes: 1599 y 1604), quizá la mejor en su género, donde el pícaro es más un filósofo que un pobre vagabundo; y
Vicente Espinel, que en El escudero Marcos de Obregón (1618)
ofrece una visión agridulce del pícaro, que pese a sus infortunios encuentra el lado amable de la vida. Luis de Góngora y Argote (1561-1627) SONETOS CANCIONES Al tramontar del sol, la ninfa mía (1582) De la florida falda (1608) De pura honestidad templo sagrado (1582) ROMANCES Mientras por competir con tu cabello (1582) La más bella niña (1580) ¡Oh claro honor del líquido elemento (1582) Amarrado al duro banco (1583) Suspiros tristes, lágrimas cansadas (1582) Entre los sueltos caballos (1585) Ya besando unas manos cristalinas (1582) Hanme dicho, hermanas (1587) Ilustre y hermosísima María (1583) Servía en Orán al rey (1587) La dulce boca que a gustar convida (1584) Lloraba la niña (1590) Grandes, más que elefantes y que abadas (1588) En un pastoral albergue (1602) Descaminado, enfermo, peregrino (1594) Cuatro o seis desnudos hombros (1614) Las tablas del bajel despedazadas (1600) Guarda corderos, zagala (1621) Pender de un leño, traspasado el pecho (1600) LETRILLAS Mientras Corinto, en lágrimas deshecho (1608) Ándeme yo caliente (1581) Esta en forma elegante, oh peregrino, (1614) Dineros son calidad (1601) Hurtas mi vulto y, cuanto más le debe (1620) DÉCIMAS En este occidental, en este, oh Licio, (1623) Señor, pues sois mi remedio (1622) Menos solicitó veloz saeta (1623) Yace aquí, Flor, un perrillo (1622) Con Marfisa en la estacada (1624) OBRA DE TEATRO Las firmezas de Isabela (1610) OBRAS POÉTICAS LARGAS Fábula de Polifemo y Galatea (1612) Soledades (1613) Fábula de Píramo y Tisbe (1618) RECURSOS EXPRESIVOS Alusión y perífrasis: la primera coloca en contacto una noción real con un sistema fijo de referencias. La segunda esquiva la palabra correspondiente a un concepto de realidad. La perífrasis: 1) un elemento eufemístico (perífrasis eufemística), 2) un medio de la intensificación de la impresión estética (la perífrasis, procedimiento intensificativo), 3) una tendencia a aludir (perífrasis alusiva) a: A) la mitología, B) los adagios y C) lo fabuloso. Elusión: elude el término, lo esconde esto no impide que la realidad quede sugerida, evocada. Metáfora: relacionada con la alusión, hipérbole. La hipérbole: lo colosal, superlativo, va a triunfar en arte, de mayor a menor. FÓRMULAS ESTILÍSTICAS Bimembración fonética: Muerte de amor/ y de temor no viva Bimembración semántica: negras violas/, blancos alelíes Fórmulas estilísticas: “A, cuando no B” “…cuando no del sacrílego deseo (B),/ del rudo oficio da (A) “A, si no B” “A, ya que no B” Adjetivo-sustantivo-preposición-adjetivo-sustantivo Infame turba de nocturnas aves Gerundio-adjetivo-conjunción-gerundio-adjetivo Gimiendo tristes y volando graves