«Yo soy el pan que ha bajado del cielo…

Yo soy el pan de vida» (Jn. 6,41.48)

Esta expresión compromete a Dios y al

hombre en lo fundamental...

DIOS EL HOMBRE,
no sujeto sometido a la fatiga
a debilidades y a la frustración.
JESÚS <===> Israel.

Ese encuentro no sólo es posible

sino que se está dando.

Está revelando su ser, el misterio de su

persona.
 1. DEJARSE «TRASPASAR» POR LA
EUCARISTÍA
Dejarse formar por la Eucaristía.
«Una espada traspasará tu alma» (Lc. 2,
35),
Dejarla obrar...
Actitud de quien recibe, de quien
escucha.
No debemos presumir saber ya todo
sobre la Eucaristía...
«sublime conocimiento» de Cristo...
Conocimiento trascendente...

Actitud de silencio y de escucha...

2. PONERSE EN UN CAMINO DE
IGLESIA
Una fuerza dinámica en el cuerpo vivo
de la Iglesia...
No «grupos» sin Iglesia...
No particularismos...
Humildemente en un camino de Iglesia,

unirse a todo el cuerpo vivo de la Iglesia,

con fodo el arco del camino de la Iglesia
local y universal...

la vida entera del hombre ...

No es un bien privado...

es un camino que hay que emprender.

 3. ESCUCHAR, ADORAR, SERVIR

Escucha y meditación de la Palabra.

Ambito de la vida personal y comunitaria...

¿Por qué una Misa, que tiene valor

infinito, no cambia el mundo?

La Pascua hecha presente...

Un camino largo...

En el contexto de la vida de Jesús

No hay otro camino.

Comprender a Jesús en su totalidad...

 4. PROLONGAR
LA ADORACION EUCARISTICA

Prolongar la celebración del Misterio.

No devoción particular.

Tiene que ser eucarística...

Debe partir del estado eucarístico de

Jesús...
Búsqueda de diálogo y capacidad de
donación...

Mentalidad eucarística proexistente...

Atención a los pobres, a los marginados,

la conciencia misionera...
 CONCLUSIONES:

A- UNA «VIDA EUCARISTICA»

¿Qué significa una vida eucarística?

R/: Is. 61, 1-3: Una vida «a»; una vida

«para».

No encerrada en sí misma...

Abierta a una misión...

Esta vida destinada:

a llevar el Evangelio a los pobres;

a curar a los corazones oprimidos;
a anunciar la libertad a los cautivos, la
liberación a los presos;
a proclamar el año de misericordia del
Señor.

Una vida dedicada al anuncio.

Una vida:

para consolar;
para alegrar;
para dar una corona en vez de ceniza,
aceite de alegría en vez del vestido de luto,
canto de alabanza en vez de un corazón
triste.

Una vida para la gloria y el consuelo de

los demás.
¿Qué nueva comprensión de mí produce
esta vida «a» y «para».

R/: 2Co. 4, 1-2:

Una conciencia libre del miedo...
«No nos desanimamos, nos presentamos
con humildad y sencillez delante de
todos»...
«¡No somos sino servidores de ustedes
por amor a Jesús!».
Libres de cualquier preocupación de éxito
o fracaso personal...

¿De dónde viene esta cualidad de vida?

¿Quién es su autor, el responsable?

El mismo Jesús que da la vida por

nosotros por amor;

La garantía, la fuerza permanente del

hombre eucarístico.
 B- «EN ESTO NO LOS ALABO»:
1Co. 11, 17-22

«Los alabo porque se acuerdan siempre de

mí y conservan las tradiciones tal cual se las
transmití» (1Co. 11, 2).
Pero un motivo por el cual no puede alabar
a la comunidad (1Co. 11, 17-22).
No plena confianza en la Cena del Señor
No la Eucaristía en el centro,
No renuncia a la propia cena...
Mezcla el proyecto humano con el proyecto
divino...

La Cena del Señor NO al servicio de otros

intereses...

Un corazón y un don indiviso...

«¡en esto no los alabo!»

= se la celebra desganadamente
= sin frutos...
Sin la seria voluntad de interrogarnos
lealmente sobre el sentido de nuestra vida.

Jesús = ha renunciado a sí mismo...

Compromiso y gracia de renunciar a

nosotros mismos

para ser hijos de Dios y hermanos de todos

los hombres.
 C- CONVERSION
EN EL ITINERARIO EUCARISTICO
1Co. 11, 28.29.33:
28 Que cada uno se examine a sí mismo
antes de comer este pan y beber esta
copa;
29 porque si come y bebe sin discernir el
Cuerpo del Señor, come y bebe su
propia condenación...
33 Así, hermanos, cuando se reúnan para
participar de la Cena, espérense unos
a otros...
La Eucaristía exige y produce
CONVERSION

=>: «examinarse a sí mismos».

=>: «saber reconocer el cuerpo del

Señor».

=>: «esperarse unos a otros»