Medicina Veterinaria Y Zootecnia Diagnostico Veterinario Rubén Cárdenas Rosales Eritrocitosis La policitemia, también conocida como plétora, poliglobulia o eritrocitosis, es un trastorno que consiste en aumento de la cantidad de glóbulos rojos en la circulación sanguínea.
Existen 2 tipos de eritrocitosis:
*Primaria o Vera: Esta consiste en un defecto primario del compartimento eritroide de la medula ósea, la cual provoca un aumento en la producción de glóbulos rojos.
*Secundaria: Este tipo de afección es provocada por algo externo a la medula
ósea, generalmente eritropoyetina, la cual estimula la producción de glóbulos rojos. Normalmente se observa aumento en el numero de glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos. El método diagnostico de preferencia es mediante la elaboración de hematocrito, para observar la concentración sanguínea y la respuesta del paciente a la terapia. En el examen sanguíneo se puede observar el aumento de celular blancas, especialmente neutrófilos. Es común encontrar mutaciones en el gen Janus Kinasa 2 en pacientes con eritrocitosis. Entre los signos / síntomas se encuentran los dolores de cabeza, vértigos, así como una forma anormal del bazo y ocasionalmente también del hígado. Además se pueden presentar hipertensión y formación de coágulos en la sangre. Debido al riesgo de trombosis en los pacientes con eritrocitosis primaria, estos deben mantener atención constante para estar evaluando su estado de salud. Un tratamiento fundamental para este trastorno es la venoseccion, esto con el fin de mantener un hematocrito objetivo. Para afecciones de alto riesgo, se pueden utilizar algunos citorreductores como la hidroxiurea (inhibidor de la ribonucleotido reductasa). Farmacoterapia. Terapia con aspirina: se administra en dosis bajas con la finalidad de evitar trombosis en una arteria, la aspirina evita que las plaquetas se adhieran a la pared de una arteria y se amontonen. Antihistamínicos: se administran para reducir la picazón corporal, no tienen efecto sobre las células sanguíneas. Fármacos mielosupresores: Se administran en pacientes en los que la terapia con aspirina y la flebotomía no son efectivos así como en pacientes con cantidad excesivamente alta de plaquetas, hemorragias o coágulos sanguíneos. Interferón alfa: estos fármacos se utilizan para reducir la concentración de hematocrito, aunque su uso no es tan usual debido a la complicación de su administración y a posibles efectos secundarios.