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PINTOR ESPAÑOL

(1746-1828)

4º ESO I.E.S. LOS COLEGIALES


AUTORRETRATO DE GOYA

“La fantasía abandonada de la razón produce


monstruos, pero unida a ella es la madre de
las artes”.
Goya
CONTEXTO HISTÓRICO DE GOYA

► Goya vive en un entorno histórico muy significativo: la España de finales del


Siglo XVIII, cuyas características más destacables serían las siguientes:

- Es un país socialmente atrasado, políticamente reaccionario, con fuertes


desigualdades sociales entre las diversas clases, una agricultura en
estado regresivo, carente de infraestructuras y de clases medias.

- Existen ciertos círculos intelectuales abiertos a las ideas del Siglo de las
Luces. Son los liberales, sin apenas peso político, opuestos al clero y a la
monarquía. Estos intelectuales enseñarán a “pensar” a Goya, a dar forma a
sus ideas, y a comprender la realidad humana.

Goya irrumpe en el arte español cuando el Neoclasicismo está a punto de ceder


ante el Romanticismo. Su creatividad se adelanta al Romanticismo y al Realismo,
abriendo perspectivas al Impresionismo (pincelada ligera), Expresionismo
(desgarro del mundo interior) y Surrealismo (sus fantasías oníricas). Se podría
decir que no hubo género que él no tocara (retrato, bodegón, cuadro religioso e
histórico, escena costumbrista) y técnica que no dominara (pintura mural, de
caballete, cartones para tapices, grabado).
PRINCIPALES OBRAS
CUADROS PARA TAPICES

Entre 1774 y 1792, Goya es contratado por la Real Fábrica de Santa Bárbara para diseñar los cartones
que sus artesanos convertirán en tapices. Con ellos se decorarán los comedores y dormitorios de las
“casitas” que los Príncipes poseen en El Escorial y El Pardo. Los temas preferidos de Goya no celebran
la grandeza y el poder, sino la alegría de la vida y la belleza; se relacionan con lo festivo y lo galante.
Goya da un recital de tipos costumbristas: toreros, tonadilleras, actrices y gente del pueblo de Madrid,
tales como lavanderas, mozas de cántaro, jugadores de naipes y cacharreros. Son los manolos,
manolas, majos y majas… El género pastoril, el petimetre y la damisela rococó de la Corte francesa se
han transformado con los Borbones españoles en tronío, majismo y manolería.

Goya pintará más de 50 cartones de temática costumbrista. Los títulos reflejan las costumbres del
pueblo de Madrid, a quien Goya retrata: es la vida de las clases aristocráticas y la vida del pueblo de
Madrid, llena de colorido y alegría.

El costumbrismo se refleja en: la indumentaria (siguiendo la moda rococó, después la neoclásica y


como nexo de unión entre las dos etapas personajes vestidos con indumentarias “castizas”), las
representaciones festivas (fiesta de la vendimia, distintos juegos, etc.), en momentos de dolor
(protesta o tragedia del pueblo).
La realización de los cartones exige al pintor ajustar al máximo los matices y los tonos de color e
incluso las luces, ajustando la obra al entorno al cual se destina.
El cacharrero, 1779.
Óleo sobre lienzo. 259
x 220 cm. Museo
Nacional del Prado,
Madrid.

Cartón destinado al
tapiz que decoraría el
dormitorio de los
Príncipes de Asturias,
en la “casita” de El
Pardo.
El quitasol,1777. Óleo sobre lienzo 104 x 152 cm. Museo del Prado, Madrid.
Colores suaves y armonizados, cierta elegancia, gracia y delicadeza. Composición
triangular y pincelada minuciosa.
La gallina ciega,1788. Óleo sobre lienzo, 269 x 350 cm. Museo
Nacional del Prado, Madrid.
El juego tradicional de la gallinita ciega.
La cometa, 1777. Óleo sobre lienzo, 269 x 285 cm.
Museo Nacional del Prado, Madrid.
Carnaval de Antequera. Vuestro profesor disfrazado de Bandolero
siguiendo la moda de los personajes goyescos.
El pelele (1792). Óleo sobre El albañil herido, 1787. Óleo sobre
lienzo, 267 x 160 cm. Museo lienzo, 268 x 110 cm. Museo Nacional
Nacional del Prado, Madrid. del Prado, Madrid.
Plasma el mundo
amable de la
abundante cosecha y
los niños alegres.
El Guadarrama al
fondo, la luz gaseosa
y las figuras
desdibujadas por la
distancia, se inspiran
en el arte
velazqueño. En su
paleta el gris se
convierte en un color
amable.

El otoño o la vendimia (1786-1787). Óleo sobre lienzo,


275 x 190 cm. Museo del Prado, Madrid.
El entierro de la
sardina, 1812.
Óleo sobre tabla,
82,5 x 52 cm.
Real Academia de San
Fernando, Madrid.
El pintor pleno
La plenitud de Goya abarcará todos los campos de la pintura y su
diversidad de técnicas y temáticas. Ante las técnica se muestra
siempre en actitud abierta: aprendiendo. Ante la temática, trata
todos los temas: la retratística, la pintura social, la pintura
religiosa, la mitología (poco frecuente en su tiempo), e incluso sus
propios sentimientos.

► Aguafuerte: se cubre con barniz la plancha de cobre sobre la que se


raya el dibujo con un buril. Luego se vierte ácido nítrico con agua
(aguafuerte) que corroe las partes rayadas dejándolas rehundidas para
que acumulen la tinta. Se quita el barniz, se entinta y se imprime.

► Aguatinta: Se usa sobre planchas previamente grabadas al aguafuerte


y sirve para dar difuminados o sombras. Se trazan estas con un pincel
mojado en una tinta especial (aguatinta) sobre la plancha cubierta con
resina y se vierte el aguafuerte que corroe las zonas con aguatinta.
► A los 42 años Carlos IV le nombra pintor de Cámara, ahora, la pintura
de Goya se pliega a los gustos de la aristocracia, sin embargo no olvida su
procedencia popular. A partir de 1792 contrae una enfermedad que le
provoca sordera, sordera que condicionará la evolución de su arte.
La primera fase de la obra de Goya bien puede culminar con los
aguafuertes de los caprichos (1799). La razón saca del inconsciente los
monstruos generados por el prejuicio, el fanatismo, la superstición, la
ignorancia. Goya trata de mostrar así la sociedad en la que vive, como
testigo de ella. En su estilo pictórico, Goya apuesta por el Realismo,
representando el mundo tal como es:

• Es cronista de la sociedad a través de una abundantísima serie de


retratos

En general, los retratos buscan realzar el temperamento, los rasgos


psicológicos y sociales del retratado. Selecciona de sus personajes aquellas
facciones, gestos y vestidos que pueden mostrar actitudes y emociones.
Esta visión espiritual es especialmente cruda cuado se trata de la realeza,
también retrata a la nobleza, a ministros e intelectuales y artistas
contemporáneos. Abunda el retrato de cuerpo entero y el de busto.
Carlos III, el cazador.1788. Óleo sobre lienzo, María Luisa en traje de corte, 1800.
Óleo sobre lienzo, 204 x 125 cm.
211 x 127 cm. Col. Banco Exterior de España.
Museo Capodimonte, Nápoles.
La familia de Carlos IV (1800-1801). Óleo sobre lienzo, 280 x
336 cm. Museo Nacional del Prado, Madrid.
Monarquía española en
el siglo XVIII

Monarquía española
en el siglo XXI
Los Reyes Borbones de España.

Desde Felipe V hasta Juan Carlos I


MªLuisa de Parma Godoy, Primer Ministro
Carlos IV de Borbón, de Carlos IV
Rey de España
Los duques de Osuna y
sus hijos, 1788. Óleo
sobre lienzo.

Composición triangular,
colores suaves e
idealización de los
personajes en un
ambiente amable, lleno
de gracia y lujo.
La condesa de Chinchón, 1800. Óleo sobre lienzo, 216 x 144 cm. Colecc. Duques de Sueca
Con pincelada suelta y
colorista capta la
personalidad del retratado,
delante de una mesa en su
despacho y con gesto
desilusionado, destacando
sobre un fondo oscuro.
Simboliza el fracaso de las
ideas ilustradas en la España
de Carlos IV.

Gaspar Melchor de
Jovellanos, 1798. Óleo
sobre lienzo, Museo
Nacional del Prado,
Madrid.
● En su retratística, merece un apartado especial el retrato femenino, ámbito en el
que, quizá, Goya consigue sus notas más personales, el eterno encanto femenino
tiene en él una extensa y exquisita galería de matices.

La duquesa de
Alba
La Duquesa de Alba hoy La Duquesa de Alba en el S. XVIII
–época de Goya-
Dedicado, firmado y
fechado en el ángulo
inferior izquierdo,
simulando escritura en
la arena.

María Cayetana de Silva,


duquesa de Alba, 1795. Óleo
sobre lienzo, 194 x 130 cm.
Madrid, colección Alba.
María Teresa Cayetana
de Silva, duquesa de
Alba (detalle), 1795.
Madrid, colección Alba.
Maja desnuda y
maja vestida,
1798 -1800.
Óleos,94,5 x189
cm. Museo del
Prado, Madrid.
Las figuras rompen
con la tradición
académica,
destacan la
sensualidad, el
colorido y la
pincelada suelta.
No se trata de un
tema mitológico,
sino de una mujer
real que mira al
espectador, lo cual
tampoco era
habitual.
• Trabaja la temática política y social

La carga de los mamelucos, 1814. Óleo sobre tabla, 226 x 345


cm. Museo Nacional del Prado, Madrid.
Los fusilamientos de la Moncloa, 1814. Óleo sobre lienzo, 266 x
345 cm. Museo Nacional del Prado, Madrid.
Los fusilamientos de la
Moncloa o Sucesos del 3 de
mayo de 1808 en la montaña
del Príncipe Pío de Madrid
(1814). Óleo sobre lienzo. 266
x 345 cm. Museo Nacional del
Prado, Madrid.

El tema es la historia como desastre, como expresión de la violencia. No


debieron gustar porque permanecieron en los depósitos hasta 1872.
El 3 de mayo de 1808 recreado
con playmobil El 3 de mayo en el Museo de Cera de Madrid
•LOS ÚLTIMOS AÑOS DE GOYA. Las pinturas de la Quinta del Sordo

•Expresa sus propios sentimientos

Manifestación de este aspecto son las pinturas de su casa, la Quinta del Sordo, situada a orillas
del Manzanares en las cercanías de Madrid: todo son fantasmas, porque vive con ellos y ésa es su
gran realidad, la Serie Negra (son las expresionistas Pinturas negras, 1820-1823). Goya da rienda
suelta a sus monstruos: violencia. Brujería, degradación…

En sus muros pinta 14 composiciones, un mundo de temática chocante. Seres extraños, brujas,
parcas, viejos, beatos, borrachos, seres mitológicos, hombres que se baten a palos. En esa finca
se dedica a la pintura y al grabado y sus obras serán expresión de la fantasía más exaltada, del
misterio, de la pesadilla. En este sentido, no es extraño:

- Que Goya vea al hombre transformarse en un monstruo, puesto que vive en un mundo
dominado por fuerzas irracionales, por la decadencia de la razón, por la destrucción del hombre
mismo.

- Que Goya desarrolle imágenes terroríficas, metáforas de la condición humana.

- Que nos muestre un arte con tremendo fondo de amargura (brujas desdentadas, machos
cabríos, viejas, rostros de ambición y locura) y pesimismo.
Pinturas Negras,
Goya trabaja al óleo sobre yeso: Las parcas, Duelo a garrotazos, Hombres leyendo, Paseo del
Santo Oficio, La Leocadia, El gran cabrón, Saturno, Judith y Holofernes, Dos viejos, Dos
viejos comiendo sopas, Dos jóvenes burlándose de un hombre. Muchas de las figuras negras
parece que tienen su inspiración en la mente del pintor tras visitar manicomios,
cementerios y hospitales de apestados. Es un alegato en contra de la Humanidad, la
Historia, la Razón…
Lucha a garrotazos (1820-1821). Óleo sobre muro, trasladado a
lienzo, 123 x 266 cm. Museo nacional del Prado, Madrid.
La elección del tema deviene simbólica y monumental: en el silencio y profundo
anfiteatro de las sierras, los dos hombres libran una lucha feroz y ritual y se golpean con
indiferencia, impulsados por un mecanismo ancestral de destrucción recíproca.
El aquelarre, 1820-1823. Óleo sobre yeso. 140 x 438 cm. Museo
del Prado, Madrid.
El 27 de febrero de 1819, Goya compraba por 60000 reales una casa a orillas del
Manzanares, cuyas habitaciones decorará al fresco con enigmáticas y personales
Pinturas negras, El aquelarre presidía el comedor y representa una maléfica reunión
de brujas, convocada por su amante Satán, bajo la apariencia de un macho cabrío. En
1873 fueron pasadas a lienzo, y en 1881 ingresaban en el Museo Nacional del Prado.
Dos viejos comiendo sopa (1820-1823). Óleo sobre muro. 144 x 66
cm. Museo Nacional del Prado, Madrid.
Alucinante deformación de la figura humana para expresar la
esencia de la vejez: decrepitud, pobreza y soledad.
Saturno devorando a un hijo,
1820-1823. Óleo sobre pared,
trasladado a lienzo, 146 x 83 cm.
Museo Nacional del Prado,
Madrid.
De una enorme intensidad
expresiva con pincelada
abocetada a base de manchas de
color, estaba en la sala de la
planta baja de la “Quinta del
sordo” y representa al dios como
símbolo de carácter tenebroso y
de las fuerzas de la destrucción.
Destaca el fondo oscuro que
realza la figura de Saturno.
Saturno devorando a
un hijo, detalle.
Es evidente que a Goya le preocupaba el poder de difusión de la estampa,
muy superior al de la pintura. La crítica y la regeneración moral que sus
amigos ilustrados defendían y propugnaban podía, de esta manera, llegar a
círculos más amplios. Los desastres y los Disparates fueron censurados por
el absolutismo de Fernando VII, no así la Tauromaquia, que se convirtió en
el exponente de los valores tradicionales de la fiesta.

► LOS CAPRICHOS

Goya inicia los trabajos en estos grabados tras contraer su enfermedad en


1792. Se compone de 80 láminas cuyos dibujos tienen como denominador
común la crítica social en clave de humor. En ellos podemos encontrar un
mundo de brujas, prostitutas, alcahuetas, ladrones , asesinos, duendes,
frailes, diablos… Goya pinta La censura de los errores y los vicios humanos.
Los títulos se inspiran en el refranero español.
Autorretrato, estampa nº 1.
El sueño de la razón produce
monstruos (1797-1799). Estampa nº
43. Museo del Prado, Madrid.
Están calientes Volaverunt
En los grabados la técnica revolucionaria se une a la sensibilidad social de Goya y
a la crítica mordaz de sus comentarios literarios.
► LOS DESASTRES
Tras la invasión francesa de 1808, Goya realiza otra serie de grabados conocidos con el
nombre de Desastres de la guerra: 82 estampas hechas en aguafuerte y aguatinta. Serán
dibujos y grabados que tardarán mucho en salir a la luz pública (1863). Sin duda, los
Desastres son la representación social más cruel y fuerte de la Guerra de la
Independencia: ahorcados, empalados, apaleados, ajusticiados, degollados, fusilados,
mutilados, hombres y mujeres que atacan o se defienden; soldados, guerrilleros,
carretas cargadas de muertos…, y las consecuencias de la misma: para eso habéis
nacido, enterrar y callar.

El artista se siente obligado a dar testimonio de la tragedia colectiva y representa, no su


vertiente heroica, sino su incidencia sobre el pueblo, agobiado por el hambre, el temor
y la muerte. Los desastres recoge las espantosas impresiones de la contienda: la
crueldad, el horror y el desgarro; reprobando la crueldad de ambos bandos. Muestra
estos hechos con absoluta crudeza, sin presentar fondos que pudiesen desviar la mirada
del espectador. Goya presenta lo que ojo humano ve: quiere incorporarnos a la escena
como si llegáramos a ese lugar, pero no para sentarnos a contemplar el espectáculo, sino
que nos pide una respuesta.
Esta serie de los Desastres será culminada en 1814 con dos cuadros que ya conocemos:
La carga de los mamelucos y Los fusilamientos.
Empalados Ahorcados
► LA TAUROMAQUIA
Es una serie de grabados (33/40) creada en 1816, mitad narración
siguiendo la línea de Moratín (algunas estampas son quizá
ilustraciones para un libro suyo), mitad testimonio histórico; o
quizá no sea otra cosa que el “homenaje” del ya viejo pintor a su
enorme afición por el mundo de los toros, del que nos transmite
su ambiente festivo, tenso y trágico. Aquí lleva a cabo estudios de
movimientos y fuerza.
Ligereza y atrevimiento de Juanito Apiñani en la plaza de toros de Madrid (1814-
1816). Estampa nº 20, Círculo de Bellas Artes, Madrid.
● Tras el fin del Trienio Liberal Goya marchó a Francia en 1824 y
se estableció en Burdeos. Allí pintó sus últimas obras, donde
retrató la gente y la vida sórdida y miserable de su entorno, hasta
su muerte en 1828. Estos cuadros están pintados con una
pincelada amplia y libre, suelta y abocetada, rápida y escueta, de
claro matiz contemporáneo. Destaca la lechera de Burdeos.
En sus últimos años empleó la nueva técnica de la litografía en
una serie de estampas titulada Los toros de Burdeos.

► Litografía: consiste en dibujar con un lápiz graso o tinta litográfica sobre


una plancha de piedra calcárea. Se baña la plancha con ácido que corroe las
partes no engrasadas y deja el dibujo en relieve, se entinta y se imprime.
De alegre cromatismo e
interesantísima por su
técnica suelta, casi
impresionista y su claro
colorido. Se ha
considerado como
antecedente del
Impresionismo porque
Goya utilizó el retrato de
la lechera como soporte
de luz, plasmando con
pincelada suelta y
manchas de color los
valores atmosféricos.

La lechera de Burdeos (1827). Óleo sobre


lienzo. 74 x 68 cm. Museo del Prado, Madrid.
2. 6. INFLUENCIA POSTERIOR DE GOYA
A pesar de que en la obra de Goya encontramos vestigios velazqueños e
influencia de los dibujos y grabados de Durero y Rembrandt supone una
innovación y una ruptura con la tradición, porque se atreve a crear su propio
mundo, llegando a prescindir, si la situación lo requiere, de la apariencia
visible, y a considerar la pintura como arte de testimonio y transformación más
que de representación.
Goya rechaza el dibujo del Neoclásico frente al color y al movimiento. Y es esto
precisamente lo que le lega al arte posterior: Romanticismo.
Con la descripción cruda de la realidad – como denuncia - influirá
notablemente en el Realismo.
Con la técnica de las “manchas sueltas” influirá decididamente en los
impresionistas.
Los expresionistas evocan el mundo de las pinturas negras al tratar de no
separar arte y vida, al intentar plasmar el dolor y el miedo, el mundo interior de
seres turbados, pero elevándolos de categoría, prescindiendo de representación
concreta.
Cuando los surrealistas se afanan en expresar el mundo de los sueños
incorporando a su pintura las técnicas del psicoanálisis, no “inventan” un arte
nuevo, sino que continúan una tendencia que se ha mantenido en el arte
pictórico desde el Bosco hasta Goya. Los elementos de crítica, de simbolismo y
de visión interior del mundo son los mismos: las experiencias de la guerra, los
monstruos, lo fantástico, lo extraño y perturbador, las alusiones al tiempo y a
la muerte…
En general la pintura de los siglos XIX y XX, con todas sus escuelas y
tendencias, tiene en Goya su fuente de inspiración, en temas, técnica, estilo,
compromiso y concepción del mundo. Y sobre todo, porque hace entrar de
modo definitivo en el mundo del arte la libertad de plasmar sus visiones
teniendo siempre como fuente de inspiración al hombre y a la naturaleza.

Las aportaciones de Goya al arte contemporáneo son: la mancha


pictórica, el uso libre del color, el dibujo rápido, la variedad técnica
y temática y la libertad creativa.

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