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Mann, Charles C. 1491: Una nueva historia de las Américas antes de Colón, Taurus, Madrid, 2006.pp. 227.
Estrecho de Behring entre Alaska, América del Norte y Siberia, Noreste de Asia, hoy Rusia.
Posibles rutas de poblamiento de las Américas, según tres principales hipótesis.
1.3. Antigüedad de los humanos en las Américas
La antigüedad del hombre en América está sometida a gran controversia científica. La fecha más
tardía es la que sostienen los defensores de la teoría del poblamiento tardío y está relacionada
con la cultura Clovis, que ha establecido sin dudas una presencia humana hace 13 500 años.
La fecha más antigua propuesta hasta el momento ha sido publicada por los científicos
brasileños Maria da Conceição de M. C. Beltrão, Jacques Abulafia Danon y Francisco Antônio de
Moraes Accioli Doria, que sostienen haber hallado algunas herramientas de cuarcita en el
yacimiento de Toca da Esperança, un chopper, un guijarro con marcas de golpes y una lasca,
que fueron datadas en 295 000 a 204 000 años de antigüedad, lo que indicaría presencia
humana anterior al homo sapiens. Si América fue poblada desde Siberia, los yacimientos más
antiguos deberían hallarse en el norte, sin embargo, algunos estudios han detectado entre los
paleoindios sudamericanos y norteamericanos diferencias de consideración en genes y fenotipos.
Estos elementos han causado una creciente adhesión de algunos investigadores a la hipótesis de
un poblamiento autónomo de América del Sur, no proveniente de Norteamérica. Esta hipótesis
se relaciona estrechamente con la teoría del ingreso por la Antártida desde Australia.
Durante mucho tiempo se consideró que la olmeca era la cultura madre de la civilización
mesoamericana. La cultura olmeca tuvo una difusión que alcanzó la mayor parte de
Mesoamérica. La palabra "olmeca" significa "habitantes de la región del hule" y fue utilizada por los
aztecas para nombrar a varios pueblos, étnica y lingüísticamente diversos, que ocuparon la región
de Veracruz y Tabasco a través de los siglos. El nombre que se daban a sí mismos a quienes
llamamos olmecas se desconoce. Bajo el término "olmeca" han sido agrupadas dos realidades: un
pueblo de la región del Golfo de México y un estilo artístico. Tenían una religión politeísta, gran
número de sus dioses estaban relacionados con la agricultura y otros elementos como el sol, el
agua, los volcanes, animales, etc. El centro de su religión y culto era el jaguar, que aparece
representado en la iconografía olmeca. Se le representaba con la característica boca olmeca, de
forma trapezoidal, con las comisuras hacia abajo y el labio superior muy engrosado. Se acredita a
los olmecas el desarrollo del calendario, la escritura y la epigrafía. El arte olmeca era muy
complejo y se poseen muchos objetos que aún se están investigando. Los más importantes y
conocidos son las Cabezas colosales olmecas que son un ejemplo de escultura monumental y
una de sus mejores representaciones artísticas. Fueron esculpidas en basalto traído desde lejanos
lugares. Pesan varias toneladas y algunas miden hasta cuatro metros de altura. los objetos de
estilo olmeca han sido encontrados en esta zona y en otras partes de Mesoamérica. Entre los
materiales que utilizaron se incluye la obsidiana, el jade, la serpentina y el cinabrio. Para
obtener piedra sólida para sus materiales, los olmecas recurrieron a las canteras de la Sierra de
Santa Martha o de San Andrés—, que les proveyeron de basalto y otras rocas volcánicas que
emplearon en la construcción de templos y en la escultura.
Cabeza colosal
Olmeca encontrada en
el sitio de San
Lorenzo, ca. 1.150 a.C.
Escultura olmeca en serpentina, conocida
como El Señor de Las Limas, período Pre-
clásico Mesoamericano.
Culturas andinas. Periodización, culturas y fechas aproximadas
Son cuatro las principales posiciones críticas sobre el hecho ocurrido el 12 de octubre del 1492. Una es la
posición tradicional, la segunda es la cronológica, la tercera sería la etnológica y la cuarta la indigenista.
Para quienes se adhieren a la Postura tradicional, el término “descubrimiento” se aplica exclusivamente al acto
realizado por Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492. Dentro de esta postura ampliada se admite el término no
cómo un solo y único acto sino como una etapa de un proceso de expansión colonial de Europa, a la que
siguen las etapas de conquista y colonización y aceptan incluir bajo el término descubrimiento a otros
exploradores europeos que llegaron a otras zonas de las Américas. Dentro de esta posición está la Hispanista
tradicional, que rechaza todo uso del término que no se refiera a la llegada de Colón a América.
Quienes sostienen la Postura cronológica proponen que el término debe ser reservado para el primer ser
humano que pisó tierra americana. Admiten el uso de “primer descubrimiento”, “segundo descubrimiento” y
“tercer descubrimiento” para referirse a los primeros seres humanos que llegaron al continente, comenzado por
los inuit, vikingos, europeos, españoles y otros europeos.
Quienes mantienen una Postura etnológica, consideran que descubrimiento sería un término a aplicar al
hecho que realiza cada cultura en condiciones de aislamiento y lo aplican según la etnia o cultura que lo
realiza, por ejemplo, “Descubrimiento vikingo”, “descubrimiento español”, “descubrimiento portugués”, etc.
Los que defienden la Postura indigenista, son los pueblos nativos de las Américas, que cuestionan el término
«descubrimiento de América» por considerarlo una denominación eurocéntrica, que ignora la presencia de sus
antepasados en América al momento de la llegada de los españoles, dando prioridad a la idea de América como
«tierra» antes que como “pueblo”, para legitimar culturalmente la posterior dominación y colonización de la que
fueron objeto.
Primera zona de contacto intercultural: El Mar Caribe o Mar de las Antillas
El nombre Caribe se deriva de los caribes, nombre utilizado para describir la etnia
amerindia predominante en la región en la época cuando ocurrió el primer contacto con
los europeos, a finales del siglo XV. El navegante italiano Américo Vespucio afirmaba
que el término Charaibi entre los indígenas significaba 'hombres sabios' y es posible
que este fuese utilizado para describir a los europeos a su llegada a América. Las islas
del Caribe estaban dominadas por pueblos de la familia lingüística caribe y la familia
lingüística arawak, estos últimos habrían llegado primero y habrían compartido las islas
con posibles pueblos pre-arawak ,cuyas lenguas no fueron documentadas. Después del
descubrimiento de las “Indias Occidentales” por Cristóbal Colón, el término español de
Antillas fue común para este lugar; como derivado, el "mar de las Antillas" ha sido un
nombre común para el mar Caribe en varios idiomas europeos. Las Antillas fueron las
primeras tierras en las que Cristóbal Colón desembarcó, recibieron este nombre porque
los cartógrafos de la época citaban una isla llamada Antilia situada en la región
occidental del Atlántico. Antes de la llegada de Colón, el pueblo de los Caribes
habitaba la costa norte de Sudamérica, específicamente en las costas delo que es hoy
Venezuela y muchas de sus islas; a ellos se debe el nombre Caribe. El mismo
etnónimo al parecer motivó la formación de otro término: el de caníbales, que aún hoy
se emplea para describir a las personas que se alimentan de carne humana. La
denominación de Mar de las Antillas no se impuso sino hasta el siglo XVII. Como zona
cultural, El Caribe con sus mil lenguas, sus creoles y sus patois, más las vernáculas
anteriores a las hibridaciones y fusiones del período colonial es, en América, uno de
las zonas de mayor diversidad hasta hoy, en el siglo XXI, pues ha estado en continua
fusión desde el siglo XV.
El Caribe, la primera zona de encuentros entre españoles y americanos
Una de las primeras culturas del Ártico fue la Dorset, de la que se dice que fueron los
antecesores de los Inuits y se dedicaban mayormente a la caza y a la fabricación de
herramientas. Se extinguieron en 1.500 d.C. pero en 1824 un grupo de balleneros
descubrió a un grupo de nativos a los que denominaron Sadlermiut, de los cuales en
1955 se encontró evidencia genética de su relación con los Dorset, afirmándose que
eran parte de las últimas generaciones que quedaban. Después de la supuesta
extinción de los Dorset ca.1500, los Thule, habrían llegado por Alaska, ocuparon las
zonas abandonadas por sus antecesores. Los estudios revelan que los Thule y los
Dorset tuvieron contacto con los Vikingos en los siglos X y XI. La cultura Thule se
caracterizó por crear nuevas técnicas para la caza mediante la fabricación de
novedosas herramientas como el arpón, útil para la captura de las ballenas. Con los
huesos de esos grandes mamíferos, crearon diferentes estilos de punta de arpón para
situaciones específicas. Se habrían extinguido alrededor del año 1600 de nuestra era.
Los pueblos coloquialmente llamados esquimales, son tal vez los habitantes más
conocidos culturalmente. La palabra esquimal puede referirse a los Inuits, cultura
asentada al norte de Alaska, Canadá y Groenlandia y a los Yupik, habitantes del sur de
Alaska y la península de Chukchi; estos últimos forman parte más bien del territorio
subártico. El pueblo Sami o Lapón, es otra comunidad que abarca la parte ártica de
Europa. También existen muchas otras culturas nativas fuera del área que
comprende el círculo polar Ártico los cuales mantienen similitudes en los estilos de
vida y formas de supervivencia de los indígenas árticos.
Región Ártica. La línea roja indica los límites de la región.
Máscaras de madera de la cultura Dorset, 500 a.C. – 1000 d.C. Antes de que los antepasados de los inuit conquistaran la región
ártica de lo que ahora llamamos Canadá y Groenlandia, hay evidencia de otra notable cultura paleo-esquimal: la Dorset. Poco
después de la llegada de los recién llegados, estos “gigantes gentiles” se extinguieron misteriosamente, a medida que llegaban
nuevo pobladores a los frígidos paisajes del Norte.
Un nativo Inuit en su kayak en los territorios del Ártico canadiense, ca.1929. Fuente: Library and Archives of Canada.
Bibliografía Básica
1. López Bermúdez, F. et al. (1992). “Geografía Física”. Cátedra. Madrid, 594 pp.
2. Schmieder, O. (1946). “Geografía de América del Norte, América Central, América
del Sur”. Fondo de Cultura Económica, México.
3. Lucena Salmoral, M. (Coord.)(1987). Historia de Iberoamérica, Tomo I
Prehistoria e Historia Antigua. Edit. Cátedra . Madrid.
Bibliografía recomendada