CRISIS AFECTIVA

¿GRACIA O DEBILIDAD?
Crisis: desde un punto de vista
etimológico, significa estado de
discernimiento, situación de vida abierta a
varias posibilidades.
El término no tiene, un resultado
necesariamente negativo; más bien remite a
la posibilidad de crecimiento del sujeto,
pero también a su contrario puede ser
gracia o debilidad.
crisisen general significa “conciencia de una
no correspondencia entre el yo ideal y el yo
real.
Entre lo que se es y la propia vocación; y
como un descarte que pide una elección o
una conversión, para un nuevo equilibrio de
relaciones entre el ideal y la conducta de
vida, y una nueva definición del yo.
Los elementos fundamentales de la idea de
crisis, los más importantes son los
siguientes:
La conciencia subjetiva
De un contraste objetivo entre el yo ideal y
el yo real, que provoca
La exigencia de tomar una decisión
Para una definición del yo más precisa y
madura
Así entendida la crisis es un componente
normal y positivo de un proceso de
formación permanente
En suma, la crisis no es un hecho automático
y dado por descontado, ligado a la gravedad
objetiva de la situación o percibido de
inmediato como crítico por el sujeto la
conciencia y coherencia son fundamentales.
 Tipología de crisis o de las personas en crisis

“He aquí
algunos
modos de
vivir; o de
no vivir
en crisis”
Nunca en crisis
 Hay personas que nunca están en crisis, casi
imperturbables siempre satisfechas de si mismas;
como aquellos célibes falsos que viven con
olímpica tranquilidad situaciones personales-
relacionales escabrosas.
Estas personas harían bien en entrar un poco en
crisis de ves en cuando; el problema de estas
personas es como despertar una sensibilidad que
se esta atrofiando, volviéndose fría y apática.
Crisis congelada
Existe también el o la consagrada que no
experimenta ninguna crisis por que ha
reprimido la afectividad y la sexualidad,
Lo que hay que cuidar aquí sobre todo el
mundo de las relaciones, ante todo partir de
las relaciones con los propios sentimientos,
para saber gestionar después la relación con
los otros, sin miedo ni resistencia
Siempre en crisis
La persona en crisis permanente, que nunca
la supera, “o porque se la inventa o por que
esta a gusto con ella”
En el primero será una persona perfeccionista
y escrupulosa
En el segundo caso tenemos al individuo que
ve el contraste dentro de si; que considera de
macizado alto el precio a pagar o se considera
incapaz de cambiar
Crisis final
También hay consagrados poco atentos, como
las vírgenes necias, que perciben y admiten
que están en crisis sólo al final cuando esta
estalla con violencia y no tiene fuerzas para
gestionarla.
Habría que proponer para esta clase de
personas, toda educación para el
autoconocimiento y el principio de la
realidad
Crisis fatal
Esta después el abundante grupo de los
“analfabetos”, que no saben interpretar la crisis o la
interpretan en un sentido único, como si hubieran de
tener por fuerza una conclusión obligatoria

El hecho de enamorarse, no significa necesariamente

que el propio camino sea el matrimonio, o que la
idea de una renuncia y disciplina no es prerrogativa
(o castigo), del virgen, sino que forma parte de una
correcta y bien orientada educación sexual
Crisis inútil
Al grupo de los analfabetos, pertenece
también quien no aprende nunca de la crisis
que vive, de “modo que las hace inútiles”,
mas aun decididamente dañinas, porque
aparecen arraigar cada vez más en la
persona un cierto conflicto no resuelto y a
menudo, ni siquiera conocido en su raíz de
fondo.
Por ejemplo:
El caso de la persona que pasa de una
dependencia afectiva a otra, y allí donde va
deja la seña (la víctima), o se enamora
perdidamente de una mujer o parece que
siempre esta buscando una relación
privilegiada, que haga que se sienta menos
solo; de la que termina por depender.
Algunas características de estas personas
son:
 Celos, necesidad creciente de intimidad,
verdadero sufrimiento (de las dos personas)
La única manera de ayudar a estas personas es
si un hermano mayor se pone a su lado para
ayudar a comprender, reconocer la
equivocación de fondo y decidir que uno ya
no quiere ser esclavo.