Sei sulla pagina 1di 30

Un estudio que todo

cristiano debe acatar


de corazón
Lo que es el
“evangelio”
La palabra “evangelio” quiere
decir “buenas nuevas”.
Se reduce a este anuncio bíblico:
21 Al
que no cometió pecado alguno, por
nosotros Dios lo trató como pecador,para
que en él recibiéramos la justicia de Dios.
2 Corintios 5.21 (Véase también a Juan 3:16.)
¿Por qué necesitamos
el evangelio?
La Biblia nos indica que estamos
todos tan manchados por el
pecado, tan perdidos, tan culpables
ante Dios, que no hay manera de
poder salvarnos a nosotros
mismos.
Por tanto, Dios tuvo que intervenir:
Cristo, el Hijo de Dios, hizo lo que no
éramos capaces de hacer.
1. Vino del cielo, se hizo hombre y, en perfecta obediencia,
aquí en la tierra vivió por ti y por mí el tipo de vida que tú
y yo le debíamos al Padre.
2. Como perfecto DIOS y perfecto HOMBRE, Jesucristo,
tomó en la cruz el castigo que nosotros merecíamos,
para que en justicia el Santo Dios pudiera perdonarnos.
3. Cristo Jesús resucitó de los muertos, prueba de que la
vida que él nos ha dado resultará también en nuestra
resurrección, y que con él viviremos para siempre.
Tito 3:5-6
5 élnos salvó, no por nuestras propias
obras de justicia, sino por su
misericordia. Nos salvó mediante el
lavamiento de la regeneración y de la
renovación por el Espíritu Santo, 6 el
cual fue derramado abundantemente
sobre nosotros por medio de Jesucristo
nuestro Salvador.
LA DOCTRINA DE LA SALVACIÓN TIENE DOS POLOS

POR UN LADO POR EL OTRO


JESUCRISTO JESUCRISTO
asume nuestra Nos imparte
culpa y muere su pureza y
en nuestro lugar perfecta santidad

Ro 4:3, 5, 6, 9, 21-24
(“contado”, “atribuido”, e “imputado” = beneficios declarativos de Dios)
Dios imputa sobre Él Dios nos imputa la
el castigo que tú y yo perfección de Cristo
merecíamos. y nos ve sin mancha.
¡CUÁN GRANDE ES NUESTRO SALVADOR!
TODO LO HACE CRISTO POR MI
Con Cristo estoy
juntamente crucificado… Ga 2:20

Cuando Cristo murió en la


cruz, yo —por fe en Él—
llegué a ser partícipe de su
muerte. Él murió por mis
pecados; yo —en Él—
también morí a mis pecados.

Porque por cuanto Él murió, murió al pecado de una vez


para siempre; pero en cuanto vive, vive para Dios.
Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado,
pero vivos para Dios en Cristo Jesús (Ro 6:10-11).
Pablo nos dice:
Aun estando nosotros
muertos en pecados, nos
dio vida juntamente con
Cristo (por gracia sois
salvos)… su gracia (Efesios 2:5-7).

Es importante reconocer cómo la Biblia


define nuestra condición sin Cristo.
ACLARACIONES
1. Estábamos
“muertos en pecados…”
¿Qué puede hacer un muerto? No
se puede mover, no tiene la
habilidad para estrechar la mano
para que alguien le levante. Está
sin vida. No tiene capacidad para
hacer nada. Pero…
2. Jesucristo
“nos dio vida…”
Es decir, a los que están muertos en sus
pecados, sin el poder de actuar por sí
mismos, Dios les da el toque de vida.
Parecido al hombre que Dios formó en el
huerto de Edén: “sopló en su nariz aliento
de vida”. De forma parecida Dios le da al
pecador “vida”, la habilidad para
responder a su oferta de salvación.
3. “Por gracia sois salvos…”
Por estar muertos a Dios a cuenta de nuestros
pecados, no podíamos hacer nada para que
Dios nos aceptase y perdonase.
Como que estábamos muertos, Dios en su
misericordia nos da un toque de vida para que
podamos responder a su invitación de aceptar
a Cristo.
Y todo esto nos viene por su gracia, un regalo
por parte de Dios que de ninguna manera
merecíamos. Entonces…
Cuando recibo a Cuando Dios me ve
Cristo, el perdón en Cristo, me ve
no me viene por limpio, sin mancha.
algo que haya No es mi perfección
hecho, sino por la que Dios ve,
lo que hizo sino la perfección
Cristo por mí. Gál. 2.20
de Cristo. Él me
cubre con su sangre.

NO ME PERDONA AHORA SOY un hijo


 porque tengo mucha fe adoptado y perdonado,
 ni por mi arrepentimiento a la vez que sigo siendo
 ni porque levanté la mano hombre, con la naturaleza
 ni porque fui al frente adánica (que cometo pecados).
DIOS ME PERDONA PERO AHORA SOY UNA
POR LO QUE CRISTO NUEVA CRIATURA EN
HIZO A MI FAVOR CRISTO
Por su gracia, Él quita mi
corazón inclinado al mal

…Ezequiel 36:26

Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas


pasaron; he aquí, todas son hechas nuevas (2 Cor 5:17).
Nuestra falta de
entendimiento
Necesitamos escuchar el
mensaje bíblico cuidadosamente.
Este nos aclara que nuestra
tendencia no es tanto una falta
de obediencia a Dios, sino la
tendencia de siempre querer
salvarnos a nosotros mismos por
las cosas buenas que hacemos.
Entre todas las religiones
el evangelio es único
Nos enseña que no nos podemos mejorar
por hacer lo correcto, ni salvarnos por
medio de una fe que fabricamos para creer
en Dios.
El evangelio significa las “buenas nuevas”
que Cristo en la cruz cargó la pena total por
nuestros pecados; por tanto, cuando
ponemos nuestra confianza total en lo que él
hizo por nosotros, Dios nos perdona y nos
da vida eterna. podemos añadir.
La fe que salva
es la fe que sólo mira a Jesucristo y confía en
el hecho que él tomó nuestro castigo cuando
murió en la cruz.
Tal fe no tratar de ganarse la salvación,
puesto que no habría manera humana de
hacerlo.
Tal fe reconoce que la salvación es el regalo
maravilloso y libre que Dios nos da, puesto
que Jesucristo con su vida y sangre pagó
todo lo que debíamos a Dios. Él lo hizo todo;
por tanto, yo no puedo contribuir nada.
1. El evangelio nos
transforma
 Es el poder de Cristo que
nos cambia, y que nos
transforma.
 No es algo que
necesitamos sólo en una
ocasión, sino que es el
poder de Dios que nos
sigue asistiendo cada día
en cada paso de nuestro
crecimiento en Cristo.
 Mientras más entendemos el
evangelio, más entenderemos
nuestra pecaminosidad y
nuestra perpetua necesidad del
poder de Cristo. Sólo con Su
divino poder podemos vivir una
vida que le agrada a Dios.
 El Espíritu Santo, es el agente
especial de Cristo, quién hace
ese poder efectivo en nuestras
vidas cada momento de la vida.
2. El evangelio
nos libera
 El evangelio es el mensaje
de liberación de la
penalidad del pecado en
Jesucristo (por su sangre
hemos sido perdonados).
 Y ahora es el mismo
Salvador que nos libera de
la esclavitud del pecado
(las cosas que antes y que
posiblemente ahora nos
siguen dominando).
 Nos libera de nuestros deseos
egoístas, para ahora desear
agradar a Dios y ayudar a la
humanidad.
 Ahora el evangelio nos hace ver
que servir a Cristo es un placer, no
un mero deber; y obedecer su ley
es un gozo en lugar de una carga.
3. El evangelio
nos santifica
 Nos llama a vivir vidas que
agradan a Dios; nos llama a la
santidad.
 La santidad no es algo que
logramos por nuestro esfuerzo;
es por medio del evangelio, es
decir, fe en la obra que Cristo
sigue haciendo en nosotros,
cambiándonos y
transformándonos son su poder.
 El evangelio cambia todo: nuestras
relaciones, nuestros íntimos problemas
de orgullo, o falta de estima propia, aun
nuestra hipocresía.
 El evangelio nos ayuda en nuestras

relaciones con otros: maneras en que


ayudamos y aceptamos a los demás.
4. El evangelio
nos une
 Somos hijos de Dios, y como tal,
pertenecemos a una sola familia —la
iglesia que es su cuerpo. No vivimos
vidas ni privadas, ni aisladas en una
sóla congregación.
 El evangelio nos enseña que
pertenecemos al “cuerpo de Cristo”, y
ese cuerpo tiene muchos miembros
por todas partes del mundo —un
pueblo santo al que estamos unidos
por toda la eternidad.
 Por el poder del evangelio esta
comunidad que confiesa a Cristo
se ayuda mutuamente, se animan
a vivir en santidad, se estimulan a
vivir vidas útiles, y se ayudan
material y espiritualmente.
5. El evangelio
conduce a la
verdadera adoración
 Somos una comunidad de
adoradores. Nuestros labios se
unen en una gran doxología a
Dios por Jesucristo.
 Esto quiere decir que la
adoración está centrada en Dios,
no en nosotros. Le adoramos por
lo que Él es, y lo que Él ha hecho
por nosotros en Cristo.
 Y esa adoración la hacemos de tal
forma que nuestros vecinos y
nuestros hijos la entienden en su
sentido más profundo, de modo
que aprenden también a adorarle y
a seguirle.
6. El evangelio nos
lleva a la oración
 El evangelio nos enseña cómo es
Dios, y cuánto nos ama. Nos
enseña nuestra relación de Padre
a hijo, y que Él quiere
comunicarse con nosotros.
 Es por la oración que admitimos
nuestras limitaciones y la
inhabilidad para cambiar las
cosas, o cambiarnos a nosotros
mismos.
 Es por la oración que mostramos nuestra
confianza y dependencia total en el
todopoderoso Dios que nos ama.
 Cuando no oramos, en lugar de confiar en
Dios, confiamos en nuestras propias
habilidades...y tal confianza falsa nos
lleva al fracaso.
El evangelio nos da
7. nuestra misión

Al conocer el evangelio y  Al comprender nuestra


darnos cuenta de todo lo que misión, entendemos que
Jesucristo ha hecho por tenemos un gran deber hacia
nosotros, comenzamos a ver los que no conocen a Cristo.
la necesidad de parientes,  Nos dedicamos a llevarles a
vecinos, y del mundo entero. ellos el bendito evangelio.

Potrebbero piacerti anche