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CALIDAD DEL AGUA EN

ACUICULTURA
EL OXÍGENO DISUELTO

 Todo organismo heterótrofo (que se alimenta de otro) por más


insignificante que sea, necesita del oxígeno para poder
sobrevivir.
 Es por esta razón que, en acuicultura, el oxígeno disuelto (OD)
debe ser considerado el parámetro más importante en la calidad
del agua.
 El oxígeno es el gas más abundante en el agua después del
nitrógeno, pero a su vez el más indispensable (Piper et al. 1989).
 Cuando los niveles de OD se encuentran muy bajos en los
estanques de acuicultura, los organismos cultivados pueden
estresarse y, eventualmente, morir (Madenjian et al. 1987).
 La concentración del oxígeno disuelto en el agua se expresa
tanto en partes por millón (mg/litro), como en porcentaje de
saturación.
 Según Lehninger (1979), las células fotosintéticas
(plantas) ensamblan compuestos orgánicos tales como
la glucosa a partir del dióxido de carbono
atmosférico y del agua, teniendo como fuente energética
a la luz solar. Las células heterotróficas (animales)
utilizan los compuestos orgánicos producidos por las
células fotosintéticas como combustibles y sillares de
construcción; el dióxido de carbono formado como
producto final de su metabolismo vuelve a la atmósfera
para ser utilizado de nuevo por las células fotosintéticas.
La mayor parte de los organismos fotosintéticos
producen oxígeno como producto final, que es utilizado a
su vez por los heterótrofos para oxidar los combustibles.
 Chien (1992) manifiesta que la fuente de oxígeno más
importante para las especies acuáticas de cultivo
proviene del fitoplancton durante los períodos de
fotosíntesis.
 La difusión del oxígeno atmosférico hacia el agua
también es considerada como una fuente de aporte,
pese a que la mayoría de las veces se trate de
un proceso lento, excepto bajo condiciones de
fuerte turbulencia (viento) y aireación (Moriarty,
1986).
 De acuerdo con Boyd (1979), las concentraciones
del oxígeno disuelto son más altas a 0°C y decrecen
con el aumento de la temperatura.
 De acuerdo con Fast y Boyd (1992), los estanques de cultivo poseen
cuatro fuentes principales de oxígeno: fitoplancton y plantas
acuáticas (fotosíntesis), oxígeno atmosférico (difusión), oxígeno en
el agua entrante (renovación de agua) y oxígeno a partir de los
aireadores mecánicos. El oxígeno puede ser perdido o consumido por
respiración biológica (peces, agua y lodo), oxidación química,
difusión hacia la atmósfera y por medio de los efluentes.

 Según Kepenyes y Váradi (1984), cuando la actividad


fotosintética comienza a aumentar gradualmente durante las
primeras horas de la mañana, el oxígeno disuelto comienza también
a incrementarse. El valor máximo de OD, en varios casos mucho más
alto que el nivel de saturación, puede ser observado al atardecer. Ya
al entrar la noche, la actividad fotosintética disminuye rápidamente,
dando lugar a los procesos de respiración (consumo de oxígeno), lo
que provoca una disminución del oxígeno disuelto en el agua.
pH
 El pH es un parámetro muy especial en los ambientes
acuáticos; éste puede ser la causa de muchos fenómenos
químicos y biológicos, pero también puede ser consecuencia
de otra serie de fenómenos. Por ejemplo, el pH alcalino es
responsable de que un mayor porcentaje de amonio no
ionizado esté presente en el agua, pero a su vez, el pH alcalino
puede ser resultante de una serie de factores tales como
abundancia de fitoplancton en los estanques de cultivo.
 El pH es un parámetro muy importante a ser considerado en
acuicultura, ya que posee un profundo efecto sobre el
metabolismo y procesos fisiológicos de peces, camarones y
todos los organismos acuáticos. Se ha reportado que los puntos
letales de acidez y alcalinidad son de pH 4 y pH 11
respectivamente (Swingle, 1961; Calabrese, 1969)
 Las aguas con valores que abarcan rangos de 6.5 a 9.0 son
los más adecuados para la producción de peces. Ya valores
inferiores a 6.5 disminuyen los procesos reproductivos
(Boyd, 1990).

 El pH también ejerce una fuerte influencia sobre la


toxicidad de ciertos parámetros químicos tales como el
amonio no ionizado, que se torna más abundante a pH
alcalino, y el ácido sulfhídrico H2S, que aumenta en
porcentaje a pH ácido.
a) Efecto del pH

 Tal como fue mencionado anteriormente, el pH


afecta el equilibrio de NH4+ y NH3.
 A pH menor de 7, la fracción de NH4+ del equilibrio
será predominante.
 Ya con un pH más alto, la fracción de NH3 aumenta,
pudiendo alcanzar concentraciones tóxicas para
los organismos acuáticos.
 En agua dulce, el porcentaje de cada forma de
amonio está determinado básicamente por el pH y,
en menor grado, por la temperatura del medio
(Emerson et al 1975)
b) Efecto del Oxígeno Disuelto

 En una revisión hecha sobre este aspecto por Thurston et al. (1981), se
menciona la existencia de varios trabajos referentes al incremento de
la toxicidad del amonio a bajas concentraciones de oxígeno disuelto
(OD). Los referidos trabajos reportan que una disminución del OD (30 -
50% por debajo del nivel de saturación) incrementa la toxicidad del
amonio.

 También se reporta que la trucha arcoíris Salmo gairdneri es más sensible


al efecto combinado de bajo OD con el amonio que otros peces no
salmónidos, y todavía que la salinidad logra reducir este efecto.

 Los mismos autores, en un experimento desarrollado con juveniles de


trucha, encontraron una correlación lineal positiva entre la mortalidad y
el aumento de la toxicidad del amonio a medida que era repletado el OD.
La tolerancia de las truchas, a 5,0 mg/l de OD, fue 30% menos que a 8,5
mg/l de OD.
c) Efecto del Dióxido de Carbono (CO2)

 Un incremento de la concentración de CO2 libre


reduce la toxicidad del amonio total,
presumiblemente como resultado de la disminución
del pH y del amonio no ionizado (Fivelstad, 1988).
Debido a la reducción del pH por parte del CO2
producido metabólicamente por el organismo
acuático, una fracción significativa debería ser
retenida, al menos por cortos períodos en sistemas
de cultivo de altas densidades, con el objetivo de
minimizar los riesgos de aparecimiento del nocivo
NH3 (Colt y Orwicz, 1991).
d) Efecto de la Temperatura

 Bajas temperaturas parecen incrementar la toxicidad del NH3,


especialmente para valores por debajo del óptimo para el crecimiento.
Esto se puede deber a la reducida habilidad que el pez tiene de
excretar amonio a bajas temperaturas, lo que aumentaría la
susceptibilidad a este compuesto (Meade, 1985).

 Por otro lado, la producción de amonio metabólico (por kilo de alimento


consumido), se incrementa con la temperatura, exigiendo una
mayor tasa de renovación de agua tanto dulce como salada
(Fivelstad, 1988). Lloyd y Orr (1969) encontraron que el flujo de orina
se acrecienta con la temperatura en presencia de niveles subletales
de amonio no ionizado.

 En un experimento con juveniles de trucha arcoíris (17-23 cm),


expuestos a 0,25 mg/l de NH3 (pH 8.1), se encontró que a
temperaturas de 10,0, 12,5, 15,0, 17,5 y 20°C, la producción de orina
era de 2,2, 2,1, 2,7, 4,0 y 4,2 ml/kg/hora respectivamente.
e) Efecto de la Salinidad

 El agua de mar (32-40 partes por mil), tiene 20%


menos de NH3 que al agua dulce bajo las mismas
condiciones de pH, temperatura y amonio total
(Bower y Bidwell, 1978). En la Tabla 14 podemos
apreciar el efecto que la temperatura y el pH tienen
sobre el porcentaje de NH3 en este medio acuático.
f) Efecto del Nitrito

 En experimentos llevados a cabo por Chen y Chin (1988) con poslarvas de


Penaeus monodon, se demostró que el amonio no ionizado y el nitrito, cuando
juntos, son más letales a concentraciones menores que cuando separados.
 El efecto combinado del amonio y del nitrito fue antagónico para 48 y 72 horas
de exposición, pero de características sinérgicas luego de 96 horas.
 Basados en el criterio referente al nivel de seguridad propuesto por Sprague
(1971), estos autores determinaron que la concentración aceptable de amonio
y nitrito en poslarvas de este camarón marino es de 0.48 mg/l de amonio total,
0.02 mg/l de amonio no ionizado y 0.57 mg/l de nitrito, esto a un rango de
1:1 (amonio: nitrito).
 Ya para un rango de 5:1, las 2 concentraciones aceptables fueron de
0.82 mg/l de amonio total, 0.04 mg/l de amonio no ionizado y 0.20 mg/l
de nitrito. Estas concentraciones de seguridad resultaron ser 40-70%
(amonio total), 22-38% (NH3) y 14-41% (NO-) más bajos que las
concentraciones de seguridad de amonio y nitrito presentes individualmente.
De esta forma, un pequeño incremento de nitrito cuando la concentración
tóxica del amonio está próxima, podría significativamente incrementar esta
toxicidad.
g) Efecto del Gradiente Iónico

 Tomasso et al. (1980), demostraron que el incremento de iones de


calcio en el ambiente aumenta la tolerancia del "catfish" o "bagre
del canal" (Ictalurus punctatus) al amonio.

 Meade (1985) hace referencia de varios trabajos que indican que


las bajas concentraciones de sodio y cloro en el agua resultan en el
incremento de la mortalidad del salmón Oncorhynchus kisutch; por
otro lado, altas concentraciones de sodio (230 mg/l) duplicaron y
hasta cuadruplicaron el LC50 (ver Glosario) del salmón
Oncorhyncus nerka.

 Estos resultados podrían ser explicados en parte por Bradley y


Rourke (apud Meade, 1985) quienes manifiestan que bajas
concentraciones de sodio ambiental reducen el mecanismo de
intercambio de Na+ por NH4+, acumulándose por lo tanto el
amonio en la sangre.

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