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FORMAS DISCURSIVAS

Son medios de expresión cuyo uso configura el estilo de los textos. La forma
discursiva guía la explicación del contenido y determina el sentido del texto. La
intención comunicativa decide la forma discursiva.

CLASES

NARRACIÓN DESCRIPCIÓN EXPOSICIÓN ARGUMENTACIÓN

UN TEXTO PUEDE PRESENTAR MÁS DE UNA FORMA DISCURSIVA.

ALGUNOS TEMAS SE PRESTAN MEJOR PARA CIERTAS FORMAS QUE OTROS.


NARRACIÓN

1. DEFINICIÓN Y GENERALIDADES

Es la presentación ordenada y coherente de sucesos ordenados en el tiempo.

La narración no es incompatible con la descripción o con algunas otra formas


discursivas.

El catorce de enero de 1922, Emma Zunz, al volver de la fábrica de tejidos Tarbuch y


Loewenthal, halló en el fondo del zaguán una carta, fechada en el Brasil, por la que
supo que su padre había muerto. La engañaron, a primera vista, el sello y el sobre;
luego, la inquietó la letra desconocida. Nueve o diez líneas borroneadas querían
colmar la hoja; Emma leyó que el señor Maier había ingerido por error una fuerte
dosis de veronal y había fallecido el tres del corriente en el hospital de Bagé. Un
compañero de pensión de su padre firmaba la noticia, un tal Feino Fain, de Río
Grande, que no podía saber que se dirigía a la hija del muerto.
historia vs trama
La historia o fábula representa el momento en que el material no ha
recibido todavía una configuración dentro del texto narrativo. En ella las
unidades narrativas mínimas se organizan de acuerdo con un patrón lógico y
cronológico.

La trama o intriga alude a la etapa en la que el material se encuentra


textualmente configurado, esto es, provisto de una forma.

En el proceso de producción textual la historia se encuentra en el punto de


partida, mientras que en el proceso de recepción la historia se alcanza solo
al finalizar la lectura. Solo cuando ha finalizado la lectura, el receptor puede
reordenar los acontecimientos y dar con el material.

La fábula son los elementos constitutivos del relato, los materiales en los
que se basa; en tanto, la intriga es la forma en que se narra dichos sucesos.
Umberto Eco

Entonces la criatura se acercó aún más, arrojó a un rincón el oscuro


envoltorio que había estado apretando contra el pecho, y volvió a alzar la
mano para acariciar mi rostro, y volvió a decir las palabras que ya había
dicho. Y mientras yo no sabía si escapar de ella o acercármele aún más,
mientras mi cabeza latía como si las trompetas de Josué estuviesen a
punto de derribar los muros de Jericó, y al mismo tiempo la deseaba y
tenía miedo de tocarla, ella sonrió de gozo, lanzó un débil gemido de
cabra enternecida, y soltó los lazos que cerraban su vestido a la altura
del pecho; y se quitó el vestido del cuerpo como una túnica, y quedó ante
mí como debió de haber estado Eva ante Adán en el jardín del Edén.
“Pulchra sunt ubera quae paululum superminent et tument modice”,
musité repitiendo la frase que había dicho Ubertino, porque sus senos me
parecieron como dos cervatillos, dos gacelas gemelas pastando entre los
lirios, su ombligo una copa redonda siempre colmada de vino mbriagador,
su vientre una gavilla de trigo en medio de flores silvestres.
Lo siguiente ¿es historia o trama?

Un coronel del ejército de Guatemala fue acusado del asesinato de un


ciudadano de Estados Unidos y de la tortura y muerte del marido de una
ciudadana de Estados Unidos. Desde hacía unos cuantos años, se reveló, ese
coronel cobraba sueldo de la CIA. Pero los medios de comunicación, que
difundieron bastante información sobre el escandaloso asunto, prestaron
poca importancia al hecho de que la CIA viene financiando asesinos y
poniendo y sacando gobiernos en Guatemala desde 1954. En aquel año, la
CIA organizó, con el visto bueno del presidente Eisenhower, el golpe de
Estado que volteó al gobierno democrático de Jacobo Arbenz. El baño de
sangre que Guatemala viene sufriendo desde entonces, ha sido siempre
considerado natural, y raras veces ha llamado la atención de las fábricas de
opinión pública. No menos de cien mil vidas humanas han sido sacrificadas;
pero ésas han sido vidas guatemaltecas, y en su mayoría, para colmo del
desprecio, vidas indígenas.
Autor vs narrador

El autor es la persona que escribe, es ajeno al desarrollo del texto. Se


convierte en escritor al poner al servicio de su obra el bagaje cultural que
posee.

El narrador, en cambio, es un ser de la ficción, es la voz que relata la


intriga.

Dado el siguiente texto, ¿cuál es cuál?

[...] los hermanos Vicario no hicieron nada de lo que convenía para matar a
Santiago Nasar de inmediato y sin espectáculo público, sino que hicieron más de
lo que era imaginable para que alguien les impidiera matarlo, y no lo consiguieron.
Según me dijeron años después, habían empezado por buscarlo en la casa de
María Alejandrina Cervantes, [...] (García Márquez)
Lector implícito y lector real

El lector implícito se corresponde con el autor implícito. Esta relación


alude al hecho de que todo mensaje permite reconstruir la imagen del
lector en términos de sistema de valores (culto o no culto, de un
determinado estatus, defensor de ciertas ideas, etc.) al que se dirige. Cada
mensaje, por tanto, selecciona un tipo de lector específico.

El lector implícito puede estar o no representado en el texto y es


reconstruible solo a través del proceso de lectura; pero está
permanentemente presente en la mente del autor hasta el punto de
convertirse en uno de los factores que dirigen su actividad.

El lector real, por su parte, es una persona de carne y hueso al igual que el
autor real y, como él, una realidad extratextual.
Identificar a ambos en el siguiente texto

Lucrecia está en el puente, se está muriendo y no lo sabe. Falta poco para llegar a
casa, y se muere de cansancio. Con ella está Marisol, su mejor amiga. Mala como la
hierba, pero su amiga al fin. Marisol tiene novio nuevo, del que Lucrecia está
enamorada en secreto. Se muere de envidia. El sol baja, y el verano no da tregua.
Lucrecia lleva dos horas caminando, se muere de calor.
Abre la cerca de la casa, un perro ladra agitado. Nadie le dio agua en todo el día.
Lucrecia se muere de pena. Entra a la casa, ahí está mamá con un vaso en la mano.
Está borracha. Otra vez. Se muere de rabia. Discuten, y se encierra en su habitación
de un portazo. Lucrecia se muere de soledad. Papá murió hace años, en un
accidente. Ella lo extraña, y se muere de angustia. Se limpia las lágrimas, se mira al
espejo, y no se gusta. Aun así, mañana tendrá que ir al colegio, y se muere de
vergüenza.
Llena la bañera. Quiere ser doctora, o cantante. Se muere de ganas. Pero no es
buena estudiante, y no tiene buena voz. Se muere de nervios. Tiene unas pastillas.
Parecen suficientes y las mira con valentía, aunque se muere de miedo. Las traga y
se recuesta en la bañera. Recuerda cuando era pequeña, y sus papás la
correteaban. Se muere de risa. Siente el efecto de las pastillas, se muere de
cansancio. El agua sube y sube. Lucrecia baja y baja. Por fin, se muere.
(Sentimientos que matan, Mezza Miglia)
Narratario

El narratario es un interlocutor del discurso del narrador. Esta explícito


cuando es apelado por el narrador como interlocutor o cuando la situación
comunicativa está explícitamente representada. Se trata de uno de los
procedimientos por medio de los cuales el autor implícito orienta al lector
real sobre cuál es la actitud más adecuada ante el texto en cuestión. En
este sentido hay que interpretar los "vuestra merced" del Lazarillo, el
"lector carísimo" o "desocupado lector" del Quijote y el "señor" de La
familia de Pascual Duarte, por poner algunos ejemplos.

Puede haber más de un narratario en el texto: un personaje, alguien ajeno


a la historia e incluso el propio narrador (como ocurre en el caso del
diario). Entre las funciones del narratario cabe destacar la de ser el
intermediario entre el narrador y el lector, además de hacer progresar la
intriga, poner en relación ciertos temas, determinar el marco narrativo,
actuar de portavoz moral de la obra, etc.
En este texto, ¿cuál es el narrador y cuál el narratario?

“Aquí mi historia se confunde y se pierde. Sé que perseguí al delator a través de negros


corredores de pesadilla y de hondas escaleras de vértigo. Moon conocía la casa muy
bien, harto mejor que yo. Una o dos veces lo perdí. Lo acorralé antes de que los
soldados me detuvieran. De una de las panoplias del general arranqué un alfanje; con
esa media luna de acero le rubriqué en la cara, para siempre, una media luna de sangre.
Borges: a usted que es un desconocido, le he hecho esta confesión. No me duele tanto
su menosprecio”.
Aquí el narrador se detuvo. Noté que le temblaban las manos.
— ¿Y Moon? —le interrogué.
—Cobró los dineros de Judas y huyó al Brasil. Esa tarde, en la plaza, vio fusilar un
maniquí por unos borrachos.
Aguardé en vano la continuación de la historia. Al fin le dije que prosiguiera.
Entonces un gemido lo atravesó; entonces me mostró con débil dulzura la corva cicatriz
blanquecina.
— ¿Usted no me cree? —balbuceó—. ¿No ve que llevo escrita en la cara la marca de mi
infamia? Le he narrado la historia de este modo para que usted la oyera hasta el fin. Yo
he denunciado al hombre que me amparó: yo soy Vincent Moon. Ahora desprécieme.
(La forma de la espada, Borges)
El narrador constituye sin duda el elemento central del relato. Todos los
demás componentes experimentan de un modo u otro los efectos de la
manipulación a que es sometido por él el material de la historia.
2. RECURSOS NARRATIVOS
1. Narración en primera persona : se narra una acción desde el punto de
vista de la primera persona gramatical. Aquí, el autor, el narrador y el
protagonista están plenamente identificados. Puede ocurrir que un
personaje sea el que cuente la historia, como si la hubiese experimentado.

Su mayor virtud radica en el interés que suscita el relato, pues da la


apariencia de algo vivido y experimentado personalmente.

No es que las mujeres corrientes, las que pese a todo nos resistimos a morir en el
hospital y mirando muy comedida y abyectamente a nuestros verdugos, no
tengamos historia, no, lo que sucede es que no queremos contarla, tampoco
sabemos, lo dije hace un momento. a mí y a mi marido ya nos quemó la sangre la
familia, a mí y a mi marido ya nos crucificaron desnudos y como a san Andrés en
una cruz en forma de aspa...
(La cruz de san Andrés. Camilo José Cela)
2. Narración en tercera persona: es la forma más común. Asume distintas
formas:
a) Punto de vista omnisciente: cuando el narrador demuestra un
conocimiento total y absoluto de todo lo narrado, es decir, conoce los
sucesos exteriores y también los sentimientos más íntimos de todos los
personajes. Es como un dios que todo lo ve y todo lo sabe.
b) Punto de vista de la tercera persona limitada: el narrador es aún el
que ve y cuenta la acción, pero no con un conocimiento absoluto como el
del narrador omnisciente, sino que asume sólo la función de un
observador de los hechos y, como tal, está limitado por los naturales
medios de información. En este punto de vista hay cosas que el narrador
ignora, por no tener conocimiento personal de lo sucedido ni haber
obtenido información sobre ellas.
c) Punto de vista del narrador-testigo: quien narra no es el narrador
directamente, sino que lo hace a través de un personaje que cuenta, en
tercera persona, todo lo que ve y observa.
... cuando Karel abandonó su habitación en casa de los Teldi para bajar a la
cocina y abrir la cámara frigorífica en busca de un poco de helado con el que
reponerse del madrugón intemperante, lo hizo todo al compás del conocido aire
El son montuno.
El son se le congeló en los labios, pues dentro de la cámara estaba Néstor, con los
ojos muy abiertos, mientras la mano izquierda parecía aún arañar la puerta. En la
derecha sostenía un retazo de papel. Pero no fue esto lo que llamó la atención de
Karel: había cosas mucho más urgentes que hacer, como comprobar si su amigo
había fallecido o si existía alguna esperanza de reanimarlo.
(Pequeñas infamias. Carmen Posadas)
3. En la narrativa contemporánea se observan otras modalidades:
a) La narración en segunda persona, donde el narrador es también
narratario, es decir, se cuenta a sí mismo los sucesos (como en Señas de
identidad, de J. Goytisolo).
b) El narrador expone el punto de vista de cada personaje; es el llamado
enfoque narrativo múltiple, donde se presenta la misma acción desde
diferentes perspectivas.
c) El narrador relata objetivamente igual que lo haría una cámara
fotográfica, de cine o televisión.

-¡Diles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así
diles. Diles que lo hagan por caridad.
-No puedo. Hay allí un sargento que no quiere oír hablar nada de ti.
-Haz que te oiga. Date tus mañas y dile que para sustos ya ha estado bueno. Dile
que lo haga por caridad de Dios.
-No se trata de sustos. Parece que te van a matar de a de veras. Y yo ya no quiero
volver allá.
(Diles que no me maten. Juan Rulfo)
3. ELEMENTOS DE LA NARRACIÓN

Son, fundamentalmente, cuatro: acción (lo que sucede), tiempo (cuando


sucede), caracteres (personajes que la realizan) y ambiente (medio en que
se produce dicha narración)

1. La acción.- La progresiva concatenación de hechos que conducen al


desenlace debe realizarse de tal manera que excite y mantenga el interés
y la curiosidad del lector, porque es en este aspecto de carácter
psicológico donde descansa el verdadero arte de narrar. Por ello, el
orden resulta imprescindible, ya que la confusión desorienta al lector.
Así, la estructura más simple del texto narrativo será aquella que
exponga los sucesos según su desarrollo cronológico, presentando los
diferentes personajes conforme vayan apareciendo en la historia.
La estructura de la narración suele dividirse en tres partes: exposición
(presentación de hechos, personajes y ambientes); nudo (desarrollo de los
hechos en serie) y desenlace (solución de la situación planteada).
Se puede ordenar los sucesos de acuerdo con un criterio cronológico y
causal (causas > sucesos > efectos) o romper esta secuencia, empezando
por el medio o el final, o en forma zigzagueante. A la primera forma de
narrar se le llama composición lógica; a la segunda, libre o artística.
El elemento central que mueve la acción se llama conflicto de fuerzas, y es
el móvil principal que incita a la acción. El conflicto puede ser externo
(entre dos o más personas; de un personaje con su ambiente...) o interno
(estados de consciencia o vida interior).
2. El tiempo.- En toda narración existen dos clases de tiempos: a) aquel en el
que se desarrolla la historia; b) aquel en el que se desarrolla la intriga.
Dependiendo de estos tiempos, el relato puede incluir ciertas variaciones
en su ordenación:
a) Orden lineal de los acontecimientos;
b) Información sobre hechos pasados (analepsis);
c) Prolepsis o anticipación del futuro;
d) Anacronía, desajuste entre el orden de los sucesos y de lo narrado, y en
su duración: d.1.) elipsis; d.2) sumario retrospectivo (resumen de
acontecimientos pasados); d.3) sumario progresivo (anticipación de
acontecimientos futuros); d.4) escena (coincide el tiempo de los sucesos
con el tiempo de la narración); d.5) extensión (cuando el tiempo del relato
es mayor que el de los acontecimientos: el autor puede detenerse en
descripciones o análisis de lo sucedido.
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano
Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a
conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y
cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban
por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El
mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para
mencionarlas había que señalarlas con el dedo.
3. Los caracteres.- En toda narración se cuentan hechos en los que
intervienen personas, animales o cosas con cualidades humanas (por
ejemplo, en las fábulas). En el proceso de creación de los personajes el
autor ejerce una labor meticulosa de observación, introduciéndose
dentro de su personaje y presentándolo como un ser vivo, capaz de
motivar y ser motivado, de sufrir y hacer sufrir, con todas las
contradicciones, vicios y virtudes propias de un hombre de carne y
hueso.
En la mayor parte de las ocasiones, los rasgos físicos y psicológicos del
personaje se reducen a los más significativos y definitorios de su carácter
y condición, pues su personalidad se irá revelando conforme avance el
relato.
4. El ambiente.- En el desarrollo del carácter humano influyen múltiples
factores de orden fisiológico, sociológico o hereditario. Pero, además, el
hombre está condicionado por las circunstancias que lo rodean, por el
ambiente histórico y social en el que vive: el medio contribuye a
modelar su moral y su psicología. Por ello, el ambiente dentro de la
narración es importante. Un buen marco espacio-temporal le da a lo
narrado un fondo de autenticidad, una tercera dimensión, que de otra
forma no lograría.

Como es lógico, la acción, caracterización y ambiente, no tienen que estar


necesariamente equilibrados en una narración. Habrá siempre un
elemento que predomine sobre el otro, según la narración y el punto de
vista del narrador.

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