Identidad y diferencia

Esquema y desarrollo hecho por: José Isael Baeza Pérez, para el curso sobre “Ser y tiempo de Martin Heidegger”.
UAEM, Facultad de Humanidades, Maestría en Humanidades: filosofía contemporánea
El texto y su objeto

Identidad y diferencia (1957) es el rótulo de una publicación compuesta por

dos conferencias (El principio de identidad y La constitución onto-teo-lógica
de la metafísica), que en su conjunto pretenden:

a) Destruir la historia de la ontología

b) Enunciar una nueva noción de metafísica
Nota preliminar

El olvido del ser puede leerse como El olvido de la diferencia

Para dar un paso atrás es fundamental pensar la pertenencia entre identidad y diferencia.
La armonía entre Ereignis y Austrag procede de la esencia de la identidad

Ereignis Austrag

Hacer propio Portar

Apropiar Llevar
Asir con la mirada Sostener
Singular tantum Portar una di-ferencia
El principio de identidad
El principio de identidad

cuando pensamos de acuerdo con la identidad, le

damos mayor prioridad a la identidad que a la
cosa, es decir, el modelo tiene mayor peso que la
realidad a la que se refiere

A es A = cada A es él mismo lo mismo

El principio de identidad
Considerado desde la metafísica como la suprema ley del pensar

El principio de identidad reza así:

A=A

¿Qué dice tal principio?

A es A
cada A es él mismo lo mismo / identidad autoreferencial
Mediación y mismidad

desde el idealismo especulativo, al pensamiento le ha [tocado] representar la

unidad de la identidad como mera uniformidad, [prescindiendo] de la mediación
que reina en la unidad

cada A es él cada A mismo es consigo

mismo lo mismo mismo lo mismo
Lo mismo y lo mutuo
Pensar y ser tienen su lugar en lo mismo y a partir de esto mismo se pertenecen mutuamente
La mutua pertenencia
la pertenencia se determina por lo mutuo, esto
es, por su unidad. En donde pertenencia
significa ser asignado-clasificado en el orden de
una dimensión mutua, integrado en la unidad
de una multiplicidad, dispuesto para la unidad
del sistema
La mutua pertenencia
lo mutuo es determinado por la pertenencia.
Esta indicación nos alumbra la posibilidad de no
seguir representando la pertenencia desde la
unidad de lo mutuo, sino de experimentar lo
mutuo a partir de la pertenencia.
Al entender el pensar como lo distintivo del
hombre, estamos recordando una mutua
pertenencia que atañe al hombre y al ser.
Salir fuera / Saltar fuera / Paso atrás

Para adentrarnos en la mutua permanencia es necesario apartarnos del modo de

pensar representativo. En donde apartarse hay que entenderlo como un saltar
fuera de la representación usual del hombre (animal racional) y un saltar fuera
del ser (el fundamento en el que se funda todo ente en cuanto ente)

¿A dónde salta el salto? Allí donde ya estamos admitidos: la pertenencia al ser.

El salto es la puerta que abre bruscamente la entrada al dominio en el que el

hombre y el ser se han encontrado desde siempre. La puerta de entrada al
dominio en donde esto sucede, acuerda y determina por vez primera la
experiencia del pensar.
Propiación / Acontecimiento

En la com-posición reina un extraño modo de dar o atribuir propiedad. Se trata

de experimentar sencillamente el juego de propiación en el que el hombre y el
ser se transpropian recíprocamente, esto es, adentrarnos en aquello que
nombramos Ereignis.

Ereignis = Acontecimiento

Er-eignen significa originariamente:

asir con los ojos, divisar, llamar con la
mirada, a-propiar
El acontecimiento del pensar

La separación entre metafísica y pensar se ha vuelto una exigencia… para la filosofía

Metafísica Pensar

Máquina de calcular Tiempo del pensar

un pensar no-metafísico que nos conduzca a la esencia de la

metafísica, por una parte: retrocede, da un paso atrás,
realiza un salto, en relación con el ser como éste aparece
pensado en la historia de la metafísica hasta resaltar lo
impensado; por otra parte, avanza, como salto, más allá del
ser hasta resaltar de nuevo lo impensado (42)
Sobre el asunto del pensar

¿Cuál es allá el asunto del pensar?

El pensar, es el que se piensa a sí mismo en cuanto ser que que gira en torno a sí.

¿Cuál es aquí el asunto del pensar?

El asunto del pensar es el ser, pero el ser desde la perspectiva de su diferencia con
lo ente, es decir, la diferencia en cuanto diferencia

Pensar la historia no buscando la fuerza en lo ya pensado, sino en un impensado

El¿Cuál
diálogo con
es aquí la historia
el carácter de este diálogo?

El diálogo con la historia del pensar ya no tiene un carácter de

superación, sino paso atrás. El cual, dirige hacia ese ámbito que se
había pasado por alto hasta ahora y que es el primero desde el
que merece ser pensada la esencia de la verdad
La constitución onto-teo-lógica
de la metafísica
El comienzo de la ciencia

El resultado es el comienzo = hay que comenzar con el resultado, puesto que el

comienzo resulta de él

¿Y será Dios el que tendría el más indiscutible derecho a que se comience con él?

Si la ciencia debe comenzar con Dios, será la ciencia de Dios: la teología

(entiendasé desde su significación tardía: el pensar representativo acerca de
Dios)
¿Por qué la ciencia es una teología?

Porque la ciencia es el desarrollo sistemático del saber y el ser de lo

ente sólo es verdadero cuando se sabe a sí mismo como tal saber.

Si pensamos este enunciado y lo relacionamos con la metafísica.

Advertimos que la metafísica esla pregunta por lo ente en cuanto tal y en
su conjunto. La totalidad del conjunto es la unidad de lo ente, que unifica
en su calidad de fundamento que hace surgir algo. Para el que sepa leer,
esto quiere decir que la metafísica es onto-teo-logía.
Metafísica y teología

La metafísica piensa lo ente en cuanto tal, es decir, en lo general. La

metafísica piensa lo ente en cuanto tal, es decir, en su conjunto. La
metafísica piensa el ser de lo ente, tanto en la unidad profundizadora de lo
más general, es decir, de lo que tiene igual valor siempre, como en la unidad
fundamentadora de la totalidad, es decir, de lo más elevado sobre todas las
cosas. De este modo, el ser de lo ente es pensado ya de antemano en tanto
que fundamento que funda. Este es el motivo por el que toda metafísica es,
en el fondo, y a partir de su fundamento, ese fundar que da cuenta del
fundamento, que le da razones, y que finalmente, le pide explicaciones.
Diferencia ontológica

Lo único que está claro cuando se habla del ser de lo ente y de lo ente del ser es de una
diferencia.

¿Cómo tiene que ser considerada la diferencia, cuando tanto el ser como lo ente aparecen cada
uno a su manera a partir de la diferencia?

Mediante el paso atrás liberamos al asunto del pensar, al ser como diferencia, para que pueda
ganar esa posición frente a frente, la cual, por otra parte, debe permanecer absolutamente
libre de objetos. El ser se manifiesta aquí a la manera de un tránsito hacia lo ente. Pero no es
que el ser abandone su lugar para ir a lo ente como si lo ente, que en un principio se
encontraba sin el ser, pudiera ser alcanzado primero por este último. El ser pasa, descubriendo,
por encima y más allá de lo que llega en calidad de lo que se desencubre por sí mismo gracias a
esa sobrevenida. Llegada quiere decir encubrirse dentro del desencubrimiento, o lo que es lo
mismo, durar encubierto, ser lo ente.
El ser se manifiesta como sobrevenida (trascendencia)
desemcubridora.

Lo ente como tal, aparece a la manera de esa llegada

(presencia) que se encubre dentro del
desencubrimiento.

La inter-cisión da lugar y mantiene separado a ese

ENTRE dentro del cual la sobrevenida y la llegada
entran en relación, se separan y se reunen.
La diferencia entre ser y ente, en tanto inter-cisión entre la sobrevenida y
la llegada, es la resolución desencubridora y encubridora de ambas. En la
resolución reina el claro de lo que cierra velándose y da lugar a la
separación y la reunión de la sobrevenida y la llegada.

El asunto del pensar implica pensar desde un paso más atrás en el que el
ser es pensado desde la diferencia.