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Dibujo constructivo 12º

3/11/2017

La sección áurea
La sección áurea

• La regla áurea es conocida con numerosos nombres.


La podemos llamar, entre otros, sección áurea, divina
proporción, razón dorada, número áureo, etc.
• La regla o sección áurea es una proporción entre
medidas. Se trata de la división armónica de una recta
en media y extrema razón. Esto hace referencia a que
el segmento menor es al segmento mayor, como éste
es a la totalidad de la recta. O cortar una línea en dos
partes desiguales de manera que el segmento mayor
sea a toda la línea, como el menor es al mayor.
• Dicho de otro modo, la sección
áurea establece que la relación
entre lo pequeño y lo grande es
la misma que la relación entre
lo grande y el todo.
• De esta forma se establece una
relación de tamaños con la
misma proporcionalidad entre
el todo dividido en mayor y
menor, esto es un resultado
similar a la media y extrema
razón.
La proporción áurea es uno
de los principios formales de
la composición visual que ha
sido utilizado desde la
antigüedad. Esta proporción
se ha encontrado tanto en
murales egipcios como
mesopotámicos y aztecas,
entre otras muchas culturas.

A lo largo de la historia los artistas y científicos han tratado de analizar qué hace
bueno y efectivo un diseño o una composición fotográfica.
Matemáticos griegos, entre los siglos III y V antes de Cristo, teorizaron sobre lo que
llamaron la Proporción Áurea. Esta proporción es el número irracional que vincula
dos segmentos de la misma recta.
• Esta proporción o forma de
seleccionar proporcionalmente
una línea se llama proporción
áurea, se adopta como símbolo
de la sección áurea (Æ) y la
representación en números de
esta relación de tamaños se
llama número de oro o número
áureo y es igual a 1,618. A este
número se le conoce con el
nombre de la letra
griega Phi (pronunciado Fi).
Historia de la divina proporción en composición

A lo largo de la historia de las artes visuales han surgido


diferentes teorías sobre la composición.
Platón decía:
"Es imposible combinar bien dos cosas sin una tercera, hace falta
una relación entre ellas que los ensamble, la mejor ligazón para
esta relación es el todo. La suma de las partes como todo es la
más perfecta relación de proporción".
Vitruvio, importante arquitecto romano, acepta el mismo
principio, pero dice que la simetría consiste en el acuerdo de
medidas entre los diversos elementos de la obra y éstos con el
conjunto.
Vitruvio Inventó una fórmula matemática para la división del espacio dentro de un dibujo conocida como la
sección áurea. Se basaba en una proporción dada entre los lados más largos y los más cortos de un
rectángulo. Dicha simetría está regida por un módulo común, que es el número. Definido de otra forma,
bisecando un cuadro y usando la diagonal de una de sus mitades como radio para ampliar las dimensiones
del cuadrado hasta convertirlo en "rectángulo áureo". Se llega a la proporción a:b = c:a.
• Dicho esto, y según Vitruvio, se
analiza que, al crear una
composición, si colocamos los
elementos principales del
diseño en una de las líneas que
dividen la sección áurea, se
consigue el equilibrio entre
estos elementos y el resto del
diseño.
• Este razonamiento de Vitruvio
sigue vigente hoy en día a la
hora de componer, ya sea un
edificio, una fotografía o un
diseño sobre papel ya que se
cree que seguir esta regla da
como resultado trabajos más
equilibrados y armoniosos.
Regla de los tercios
La regla de los tercios es una de las normas
de composición más famosas y usadas.

• La regla de los tercios es una de las


técnicas compositivas más útiles en
fotografía. Esto se debe a que puede
aplicarse a cualquier tipo de foto para
producir imágenes bien equilibradas y que
atraigan la atención.

• Componer según la regla de los tercios


implica dividir mentalmente la imagen en 3
partes iguales. Para ello colocaremos en
ese cuadro dos líneas imaginarias
equidistantes. Tanto verticales como
horizontales. Con esto conseguiremos
cuatro puntos en los que las líneas
coincidirán que son los llamados Puntos
Fuertes o Principales de la imagen.
La regla de los tercios
se basa en que una
composición en la que
los elementos estén
alejados del centro es
más placentera para el
ojo y parece más
natural que una en la
que el objeto o sujeto
está colocado justo en
medio del cuadro.
Por esto, las imágenes
resultarán más armónicas
y ordenadas en cuanto a
su composición si
colocamos los elementos
importantes en los
puntos fuertes o
principales. Esto hará que
el peso visual aumente y
toda la fotografía esté
más equilibrada. El resto
de los elementos de la
escena pueden ir en los
restantes puntos fuertes.
¿Cómo usar la regla de los tercios?
Cuando estemos ante una escena que queramos fotografiar debemos imaginar las líneas que dividen el
cuadro en tres y cómo quedará lo que tenemos delante divididos en esas partes. Ahora, debemos evaluar
cuáles son los elementos más importantes que tenemos delante e intentar colocarlos lo más cerca posible
de las intersecciones que ha formado la cuadrícula.

En paisajes se recomienda colocar el horizonte en una de esas líneas divisorias. De este modo evitaremos la
sensación de partir en dos la imagen al situar el horizonte justo en medio de la imagen.
En cuanto a los retratos, lo mejor es
posicionar a la gente en uno de los lados
del cuadro y dejar lo que
llamamos Aire al otro lado. Esto está
directamente relacionado con la Ley de la
Mirada.

Cuando los retratos son primeros planos


se recomienda situar los ojos en alguno
de los puntos fuertes mencionados.
Este
rectángulo,
por ejemplo,
está dividido
en partes más
pequeñas
siguiendo la
sucesión y con
medidas que,
al dividirlas, da
como
resultado el
número áureo.
Si a esta serie de rectángulos se le traza una línea en forma de espiral uniendo algunos de los vértices
hallamos la tan famosa Espiral de Oro. Esta espiral se da con muchísima frecuencia en la naturaleza.
La podemos ver en determinadas plantas, en flores e incluso en conchas de caracoles.
OBRAS DE ARTE PERFECTAS
GRACIAS A LA PROPORCIÓN ÁUREA

Si recordamos la historia en busca


del concepto de divina
proporción. Leonardo Pisano,
también conocido como Fibonacci,
fue un famoso matemático de
Italia que se dedicó a divulgar por
Europa el sistema de numeración
árabe (1, 2, 3…) con base decimal y
con un valor nulo (el cero). Pero el
gran descubrimiento de este
matemático fue la Sucesión de
Fibonacci que, posteriormente, dio
lugar a la proporción áurea.
“LasMeninas” (1656), de Diego de
Velázquez, contiene esas medidas para una
composición técnicamente perfecta.
Adán y Eva” (1507), de Durero, también
obedece a esa proporción y justamente
la espiral que todos conocemos de esa
figura fue descubierta por él.
. El rostro de
“La Gioconda”
(circa 1517) fue
elaborado con
dicho
rectángulo
proporcional
por Leonardo
da Vinci.
El mismo maestro
renacentista observó que
estas medidas daban por
resultado la armonía del
cuerpo humano y ello es
constatable en “El hombre
de Vitruvio” (1490).
Construcción en rojo y ocre” (1931), de
Joaquín Torres García, demuestra que la
pintura de abstracción o cubista también
guarda determinadas proporciones que se
identifican como una sola: la áurea.
El cuerpo de la Venus
creada por Sandro
Botticelli también
obedece a un cuerpo
armonioso y
completamente
proporcional gracias al
número áureo.
El “David vencedor de Goliat” (hacia
1610), de Caravaggio, también fue
realizado siguiendo esa sucesión de
cálculos que hacen del cuadro una
representación geométricamente
increíble.
Dalí echó mano de esta proporción y
sus tradiciones pitagóricas para crear
“Leda atómica” (1949), un retrato
meticulosamente calculado tanto
para su producción como para su
apreciación.
La “Madonna del Cardellino” (1510)
es vestigio de los amplios estudios
realizados durante el Renacimiento y
muestra cómo dos cálculos confluyen
en uno solo y crean un cuadro
simétricamente envidiable.

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