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Lucas 16:22,23-25

Lucas 16:26-28
Lucas 16:29
Abraham le dijo: “A
Moisés y a los Profetas
tienen; ¡que los oigan a
ellos!
Oseas 11:3
Con todo, yo enseñaba a andar
a Efraín,
tomándolo por los brazos;
más ellos no comprendieron
que yo los cuidaba.
Oseas 11:4
Con cuerdas humanas los atraje,
con cuerdas de amor;
fui para ellos como los que alzan
el yugo de sobre su cerviz,
y puse delante de ellos la comida.
Levítico 26:13
Yo soy Jehová, vuestro Dios, que os
saqué de la tierra de Egipto para
que no fuerais sus siervos; rompí las
coyundas de vuestro yugo y os he
hecho andar con el rostro erguido.
Jeremías 31:3
Jehová se me manifestó hace ya
mucho tiempo, diciendo:
“Con amor eterno te he amado;
por eso, te prolongué mi
misericordia.
Isaías 63:9
En toda angustia de ellos él fue angustiado,
y el ángel de su faz los salvó;
en su amor y en su clemencia los redimió,
los trajo y los levantó
todos los días de la antigüedad.
Genesis 26:1,2-3
Genesis 26:12
Sembró Isaac en aquella
tierra, y cosechó aquel año
el ciento por uno; y lo
bendijo Jehová.
Genesis 26:13
Se enriqueció y fue
prosperado, y se
engrandeció hasta hacerse
muy poderoso.
Lucas 5:1,2-3,4-6,7
Lucas 5:8
Viendo esto Simón Pedro,
cayó de rodillas ante Jesús,
diciendo: Apártate de mí,
Señor, porque soy hombre
pecador.
Lucas 5:9
Por la pesca que habían
hecho, el temor se había
apoderado de él y de todos
los que estaban con él,
Lucas 5:10
y asimismo de Jacobo y Juan,
hijos de Zebedeo, que eran
compañeros de Simón. Pero
Jesús dijo a Simón: No temas;
desde ahora serás pescador de
hombres.
Lucas 12:16-17,18
Lucas 12:19
y diré a mi alma: ‘Alma,
muchos bienes tienes
guardados para muchos años;
descansa, come, bebe y
regocíjate.’”
Lucas 12:20
Pero Dios le dijo: “Necio,
esta noche vienen a pedirte
tu alma, y lo que has
guardado, ¿de quién será?”
2 Samuel 7:14,15
Hebreos 12:7
Si soportáis la disciplina, Dios
os trata como a hijos; porque
¿qué hijo es aquel a quien el
padre no disciplina?
Hebreos 12:8
Pero si se os deja sin
disciplina, de la cual todos
han sido participantes,
entonces sois bastardos, no
hijos.
Deuteronomio 8:5
Reconoce asimismo en tu
corazón, que, como castiga
el hombre a su hijo, así
Jehová, tu Dios, te castiga.
Salmos 32:8
Salmos 32:9
No seáis como el caballo, o como el
mulo, sin entendimiento,
que han de ser sujetados con
cabestro y con freno,
porque si no, no se acercan a ti.»
Proverbios 26:3
El látigo para el caballo, el
cabestro para el asno
y la vara para la espalda del
necio.
Jeremías 34:8
Palabra de Jehová que vino a
Jeremías después que
Sedequías hizo pacto con
todo el pueblo en Jerusalén,
para promulgarles libertad,

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