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NEUROSIS Y

PSICOSIS

Freud, Sigmund.
“NEUROSIS Y PSICOSIS” (1923).
Obras Completas. Tomo III.
La neurosis…
 Sería el resultado de un conflicto entre el
“yo” y su “Ello”.

La psicosis…
 Sería el desenlace análogo de tal
perturbación de las relaciones entre el
“yo” y el mundo exterior.
 Las neurosis (de transferencia) nacen a
consecuencia de la negativa del yo a
acoger una poderosa tendencia instintiva
dominante en el Ello, y procurar su
descarga motora, o dar por bueno el
objeto hacia el cual aparece orientada tal
tendencia.
 El yo se defiende, entonces, de la misma,
por medio del mecanismo de la
represión.
 Pero, lo reprimido se rebela contra este
destino y se procura, por caminos sobre los
cuales no ejerce el yo poder alguno, una
satisfacción sustitutiva que se impone al yo
como una transacción: el síntoma.
 El yo encuentra alterada y amenazada su unidad
por tal intrusión y continúa luchando contra el
síntoma, como antes contra la tendencia
instintiva reprimida, y de todo esto resulta el
cuadro patológico de la neurosis.
 No puede objetarse que al proceder el yo
a la represión obedece, en el fondo, los
mandatos del súper-yo; los cuales
proceden a su vez de aquellas influencias
del mundo exterior que se han creado una
representación en el súper-yo.
 Así, pues, el yo ha entrado en conflicto
con el Ello, en servicio del súper-yo y de
la realidad: tal es la situación de todas las
neurosis de transferencia.
 Por otra parte, en la amencia de Meynert,
(demencia aguda alucinatoria, psicosis) la
percepción del mundo exterior cesa por
completo o permanece totalmente
ineficaz.
 Normalmente, el mundo exterior domina
al yo por dos caminos.
1. Mediante las percepciones actuales
continuamente posibles.
2. Con el acervo mnémico de percepciones
anteriores, que constituyen, como “mundo
interior”, un patrimonio y un elemento del yo.
 En la amencia, no sólo queda excluida la
acogida de nuevas percepciones, sino
también sustraída al mundo interior su
significación (carga).
 El yo se procura, independientemente, un
nuevo mundo exterior e interior y surgen
dos hechos indubitables:
 Que este nuevo mundo es construido de
acuerdo con las tendencias optativas del Ello.
 Y, que la causa de esta disociación del mundo
exterior es una privación impuesta por la
realidad y considerada intolerable.
 Esta psicosis muestra una gran afinidad
interna con los sueños normales.
 Pero, la condición del fenómeno onírico
normal es, precisamente, el estado de
reposo, entre cuyos caracteres hallamos el
apartamiento del mundo real y de toda
percepción.
 Las esquizofrenias (otras formas de
psicosis) culminan en un embotamiento
afectivo: en la pérdida de todo interés
hacia el mundo exterior.
 El delirio surge en aquellos puntos en los
que se ha producido una solución de
continuidad en la relación del yo con el
mundo exterior.
 El efecto patógeno depende:
 De que el yo permanezca fiel, en este conflicto
(entre el súper-yo y el Ello), a su dependencia
del mundo exterior e intente amordazar al Ello.
 O de que, por el contrario, se deje dominar por
el Ello y arrancar así a la realidad.
 La melancolía (psiconeurosis narcisistas),
tiene como base un conflicto entre el yo y
el súper-yo.
 Entonces…
 La neurosis de transferencia corresponde al
conflicto entre el yo y el Ello.
 Las neurosis narcisistas, a un conflicto entre el
yo y el súper-yo.
 Y, las psicosis, al conflicto entre el yo y el
mundo exterior.
 El desenlace de todas estas situaciones
habrá de depender de circunstancias
económicas, de las magnitudes relativas
de las tendencias combatientes entre sí.
 El yo podrá evitar un desenlace perjudicial
en cualquier sentido, deformándose
espontáneamente, tolerando daños de su
unidad o incluso disociándose en algún
caso.
RESISTENCIA Y
REPRESIÓN

Freud, Sigmund. RESISTENCIA Y REPRESIÓN (1916).


“Lecciones introductorias al psicoanálisis”.
Obras Completas. Tomo II
Resistencia

 Losenfermos “oponen” siempre a la


labor terapéutica (durante todo el
tratamiento) una enérgica y tenaz
resistencia.
 El paciente no la reconoce como tal:
constituye ya un éxito hacerle darse
cuenta de ella.
 Para el paciente resultaría difícil de
creerlo, ya que él quiere ver desaparecer
sus “tormentosos” síntomas.
 Resulta paradójico que él se coloque del lado
de su enfermedad y en contra de quien
pretende librarlo de ella.
 No es nada raro ver individuos que, sufriendo
de un terrible dolor de muelas, no se deciden
acudir al dentista.
 En la terapia, tal como en la
interpretación de los sueños,
invitamos al enfermo:
1. A situarse en un estado de serena
“autoobservación” y a comunicarnos
todas sus percepciones internas, en el
orden que aparezcan.
2. A que no excluya determinadas
percepciones, aunque le parezcan
“desagradables o indiscretas, poco
importantes o demasiado absurdas”.
3. Que no haga caso a sus críticas contra
los resultados de su autoobservación.
4. El éxito y, sobre todo, la duración del
tratamiento dependen de la “fidelidad”
con la que se adapte a esta regla
fundamental.
 Precisamente, el material que más dudas
y objeciones despierta en el paciente,
encierra lo más importante, referente al
contenido de sus síntomas.
 No obstante, ante la formulación de
esta regla, se despierta la resistencia
del sujeto:
 Alega no recordar, que no se le ocurre
nada, que no sabe cómo orientarse ante
el cúmulo de ideas que le surgen...
 Los neuróticos obsesivos hacen casi
inaplicable esta regla, exagerando
sus escrúpulos de conciencia y
vacilaciones.
 En la histeria de angustia, la reducen
al absurdo.
 Cuando, a fuerza de energía y
perseverancia, se consigue imponer
al sujeto una cierta “obediencia” a
nuestra regla, se produce una
resistencia “intelectual”, que
cuestiona nuestra teoría y labor
terapéutica.
 En los neuróticos obsesivos:
 El enfermo no pone obstáculo alguno a
la labor analítica; pero, la resistencia se
refugia en el estado de duda.
 “Todo esto es muy interesante y merece ser
seguido con la mayor atención. Si fuera
verdad, cambiaría seguramente el curso de
mi enfermedad; pero, no creo que lo sea y,
mientras no me convenza, no puede influir
en ella”.
 Cuando la resistencia se torna
más difícil:
 Enlugar de recordar, el paciente
repite aquellos sentimientos y
actitudes de su vida pretérita, por
medio de la transferencia.
 Lossujetos de sexo masculino
reproducen, generalmente, los
sentimientos que abrigaron hacia su
padre:
 Deseo de independencia, el amor propio
que impulsa al hijo a igualar o
sobrepasar a su padre…
 Lasmujeres, a su vez, “transfieren”
sobre el médico sentimientos
cariñosos, de acentuado carácter
erótico.
 La paciente pierde todo interés por el
tratamiento.
 Estoselementos, exteriorizan una
fachada “hostil” al tratamiento.
 Se trata de caracteres o cualidades
peculiares al yo del enfermo, que se
han formado en relación con las
condiciones de las neurosis.
 Se movilizan para impedir aquellas
modificaciones que aspira producir el
tratamiento.
 Las resistencias de este género, contienen
siempre importantes datos de la vida
pretérita del enfermo, constituyendo uno
de los mejores elementos auxiliares del
análisis.
 Estando advertido de ellas, la más importante
función del análisis está constituida por la
supresión de las mismas.
 Precisamente, el conocimiento de la
resistencia (opuesta por el enfermo a la
supresión de sus síntomas) ha servido de
base a la concepción dinámica de la
neurosis.
 El estado hipnótico ocultaba la resistencia a la
percepción del médico.
 Bajo la presión de la hipnosis, la resistencia
dejaba libre un determinado sector; pero, se
acumulaba en los límites del mismo,
haciéndose impenetrable.
 Freudrenuncia a recurrir al estado
hipnótico:
 Sus resultados eran inseguros y nada
duraderos.
 Impedía el conocimiento de la dinámica
de estas enfermedades.
 La resistencia adopta las más diversas y
sutiles formas, cambia continuamente de
apariencia y, a veces, se hace muy difícil
de reconocer.
 Cambia constantemente de intensidad:
aumenta siempre que se aborda un tema
nuevo, alcanza su grado máximo en el
momento más “interesante” de la elaboración
y baja, nuevamente, al quedar agotado.
Represión

 Estas “fuerzas” que se oponen a la


modificación del estado patológico deben
ser las mismas que lo provocaron.
 La existencia del síntoma tiene por
condición que un proceso psíquico no haya
podido llegar a su fin normal, a hacerse
consciente.
 Dichas fuerzas han forzado al proceso
psíquico a permanecer inconsciente,
impidiéndole penetrar la conciencia, con lo
que se engendraron los síntomas.
 El síntoma sustituye aquella parte del proceso
que ha quedado obstruida.
 Idéntica oposición se manifiesta, en el
curso del tratamiento, en calidad de
resistencia, a través de la cual se
manifiesta la represión.
 Todo proceso psíquico existe, al
principio, en una fase o estado
inconsciente, pasando después a la
fase conciente, bajo determinadas
circunstancias.
 Cabe indicar que no todos llegan a
ser concientes.
 Tenemos el sistema de lo inconsciente
en donde se acumulan todas las
tendencias psíquicas.
 Está también la conciencia, impedida de
conectarse con el Icc. por un “centinela”
(resistencia) que impone su censura a las
tendencias psíquicas.
 Incapaces de devenir concientes, las
calificamos de reprimidas.
 Algunas logran franquear el umbral
de la censura; pero, no logran atraer
sobre sí la mirada de la conciencia,
situándose en el sistema
preconciente.
 La conciencia es una prolongación de lo
preconsciente.
 En conclusión, la esencia de la
represión consiste en el obstáculo
infranqueable que, a manera de
centinela, opone el paso de una
tendencia dada, de lo inconsciente a
lo preconsciente.

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